sábado, 14 de noviembre de 2020

ADN E HISTORIA FAMILIAR (ACTUALIZADO 2022)

 

Foto: Roberto Hernández Bautista

 FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA

  JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES


ADN E HISTORIA FAMILIAR

 

 ADN E HISTORIA FAMILIAR

SINOPSIS

Partiendo del análisis de ADN de los ocho bisabuelos de mis hijos y de la investigación genealógica familiar en la que llevo muchos años enfrascado, el objetivo de esta ponencia ha sido alcanzar, cuando fue posible, mis ascendientes directos de la generación del 1500, en los difíciles momentos de la  transición entre el mundo indígena y el colonial, poniendo en común lo que nos dice la historia y la genética acerca de estas personas que vivieron en las islas hace cinco siglos y que son hoy los ancestros de todos los grancanarios.

INTRODUCCIÓN

Son más de 20 los artículos publicados bajo el epígrafe: “Una ascendencia canaria de cinco siglos” en blogs tales como Genealogías Canarias y Cuadernos de Etnografía de Fuerteventura y que hoy, revisados y actualizados, se exponen en este trabajo. En ellos se ofrece el estudio de diversos linajes mixtos, en los que, con la impresindible colaboración de Juan Ramón García Torres, hemos podido sustentar documentalmente un viaje de cinco siglos por las historia de las islas hasta alcanzar la generación del 1500, es decir, hasta aquellas personas que formando parte de nuestra ascendencia eran ya adultas en torno a ese año por lo que vivieron de cerca los avatares de la irrupción colonial incluida la deportación o forzada aculturación de los indígenas.

CLASIFICACIÓN DE ALGUNOS DE LOS LINAJES ESTUDIADOS EN FUNCIÓN DEL ORIGEN DE LOS VARONES

PROCEDENTES DE CASTILLA

PEDRO DE VEGA

CATALINA HERNÁNDEZ

MIGUEL DE TREJO

MARGARITA HERNÁNDEZ

JUAN DE SORIA

MARÍA GONZÁLEZ

HERNANDO DE GUZMÁN

ARMINDA MASEQUERA

PEDRO DE JAÉN

JUANA GARCÍA

PEDRO CASTRILLO

LEONOR FDEZ MÁRQUEZ

FRANCISCO DE MIRANDA

ELVIRA SÁNCHEZ

JUAN DE OJEDA

CATALINA RAMÍREZ

 

FAMILIAS DE LAS ISLAS

MACIOT II DE BETANCOR

LUISA DE BETANCOR

LUIS DE LEÓN EL VIEJO

ELVIRA PÉREZ

JUAN DE ALEMÁN

JUANA MELIÁN

HERNÁN DARIAS DE SAAVEDRA

CONSTANZA SARMIENTO

 

PROCEDENTES DE PORTUGAL

MARTÍN DE MENA

ANA GUTIÉRREZ

JUAN ALONSO DE TAYA

JUANA GARCÍA

PEDRO DOMÍNGUEZ

PAULINA NÚÑEZ

 

PROCEDENTES DE GÉNOVA

FCO. CANINO VENTIMIGLIA

ELVIRA HERNÁNDEZ

JUAN BAUTISTA SALVAGO

LEONOR DE ARNAO

 

INDÍGENAS CANARIOS

ALONSO DE CÓRDOBA

CATALINA GARCÍA

AYMEDEYACOÁN

MUJER NATIVA

HERNÁN SCHEZ  BENTIDAGUA

ISABEL GONZÁLEZ

SEBASTIÁN DE VERA

FRANCISCA HERNÁNDEZ

JUAN BENÍTEZ

CATALINA MICHEL

FERNANDO DE GUADARTEME

JUANA HERNÁNDEZ

 

En este trabajo nos vamos a centrar sin embargo en ocho linajes rectos: cuatro por línea de varón (patrilineales) y cuatro por línea de mujer (matrilineales) que se corresponden,  como se ha dicho, con los ocho bisabuelos de los hijos de quien esto escribe.

El póster familiar  que vemos a continuación nos identifica, en las columnas que quedan a derecha e izquierda, a los personas nacidas a principios del siglo XX que son bisabuelos de mis hijos y cuyos linajes queremos trazar hasta finales el año 1500.




Señalaremos a continuación en un cuadro adjunto a los ocho protagonistas de este trabajo con indicación del haplotipo correspondiente del cromosoma Y, si son varones, o de su haplotipo de ADN mitocondrial, si son mujeres. Precisamos en este punto que dicha información se ha obtenido a partir del análisis de ADN de algunos de sus descendientes directos. Mi padre, Lorenzo Hernández Vega, nos aportó los linajes de su padre y de su madre, y mi suegro  nos aportó la identificación genética  de sus respectivos padres. En el caso de mis abuelos maternos mi propio análisis me indicó el ADN mitocondrial de mi madre y por ende el de mi abuela América.

Para conocer el haplotipo de mi abuelo materno tuve que recurrir a la colaboración de un primo hermano, hijo varón del único de los hermanos de mi madre que tuvo descendencia masculina. En el caso de los abuelos maternos de mi esposa el haplotipo femenino se obtuvo a partir del análisis de ADN  de mi hija Nayra que es el mismo que el de su madre, de su abuela y de su bisabuela, y así sucesivamente. Y por el otro lado el masculino se obtuvo a partir de una muestra de saliva de un primo hermano de mi mujer, hijo varón de un tío suyo.

Los seis análisis antedichos fueron realizados por la empresa norteamericana 23andme previo pago de las cantidades solicitadas, en torno a 99 dólares por kit, cantidad que se vio incrementada en casi 80 dólares por unidad por gastos de envío y retorno de la muestra. Es decir, que el presupuesto asignado a esta parte del estudio ha supuesto una inversión cercana a los 1000 dólares, o lo que es lo mismo algo más de 800 euros.


HAPLOTIPOS

R-P312

 

I

J2

 

J2A2

R-P311

 

U4

E-M5021

 

H

RAFAEL 

HERNÁNDEZ

HERNÁNDEZ

MAGDALENA

VEGA

SUÁREZ

MODESTO 

BAUTISTA

DOMÍNGUEZ

AMÉRICA 

GONZÁLEZ

DOMÍNGUEZ

FRANCISCO

SANTANA

PÉREZ

Mº PINO

HERRERA

DOMÍNGUEZ

MANUEL

PÉREZ

GONZÁLEZ

 

Mª JOSÉ

GONZÁLEZ

PÉREZ

LORENZO HERNÁNDEZ

PURA BAUTISTA

JUAN SANTANA

CARMEN PÉREZ

 

FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA

CARMEN Mª SANTANA PÉREZ

 

NAYRA Y AITAMI HERNÁNDEZ SANTANA

 


Señalaremos, por último, antes de entrar en materia  la vecindad y ocupación de los ocho protagonistas del estudio en el siglo XX y de sus últimos ascendientes directos hasta el momento conocidos en el siglo XVI.  

SIGLO XX

SIGLO XVI

 

RAFAEL  HERNÁNDEZ HDEZ

-Mayordomo de fincas plataneras

LAS PALMAS (San Roque)

VICENTE MONTESDEOCA

-Tejero y armador

LAS PALMAS (Triana) 

MAGDALENA VEGA SUÁREZ

-Trabajadora en el molino familiar

LAS PALMAS (San Roque)

LEONOR DE LA PEÑA

-Criadora de ganado y labradora

AGÜIMES

MODESTO BAUTISTA DOMÍNGUEZ

-Camionero de empresa exportadora

GÁLDAR

ANTONIO MONTESDEOCA

-Carpintero

ARUCAS

AMÉRICA GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ

-Camarera en el figón familiar

LAS PALMAS (San Roque)

INÉS HERNÁNDEZ

-Criadora

TIRAJANA

FRANCISCO  SANTANA PÉREZ

-Cambullonero

LAS PALMAS (La Isleta)

 

Mª PINO  HERRERA DOMÍNGUEZ

-Camarera en el figón familiar

LAS PALMAS (La Isleta)

CATALINA MÉNDEZ

-

LAS PALMAS

MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ

-Obrero de fábrica de salazones

LAS PALMAS (Guanarteme)

GONZALO BRAVO

-Zapatero y comerciante de cueros

LA LAGUNA

Mª JOSÉ GONZÁLEZ PÉREZ

-Dependienta de fábrica de puros

LAS PALMAS (Guanarteme)

LEONOR DE OJEDA

-Hacendada

GÁLDAR

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 










I.               MARCADORES UNIPARENTALES

  

A.    LOS LINAJES MATERNOS (ADN MITOCONDRIAL)

Comenzaremos el estudio por los linajes rectos matrilineales de las cuatro bisabuelas de mis hijos. El siguiente cuadro nos muestra la frecuencia de los haplogrupos analizados en una muestra  de 65 restos humanos  indígenas de varias islas,  de 128 restos humanos de la población que fue enterrada en el camposanto de la iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife durante los siglos XVII y XVIII y de un estudio de la población actual de las siete islas con una muestra de 300 personas.

 

HAPLOGRUPOS

 

LINAJES

RESTOS

INDÍGENAS

POBLACIÓN HISTÓRICA DE TF

CANARIAS

HOY

J2

 

AMÉRICA GLEZ DOMÍNGUEZ

-

-

1            (0.33%)

I

MAGDALENA VEGA SUÁREZ

-

1             (0.78%)

3            (1.00%)

H

MARÍA  JOSÉ GLEZ PÉREZ

 

17        (26.16%)

29         (22.68%)

21          (7.00%)

U4

Mª  DEL PINO HERRERA DGUEZ

-

-

1            (0.33%)

MUESTRA

 

65

128

300

 

 

 





1.         AMÉRICA GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ

 

 



 


CATALINA GONZÁLEZ (1506-     )

H d Catalina Glez y Jorge Glez


 Tirajana

LUISA DE CABRERA

 

Tirajana

INÉS HERNÁNDEZ, "la menora"

 

Tirajana

INÉS HERNÁNDEZ (1568-     )

 

Tirajana

ANA DE LOS REYES HERNÁNDEZ (   -1663)

 

Tirajana

MARÍA RAMOS (1638-1697)

 

Tirajana

MARÍA BARTOLESA (1668-     )

 

Tirajana

MARÍA BARTOLESA CORUÑA (1698-     )

 

Tirajana

ANTONIA BACA CORUÑA (1725-      )

 

Tirajana

MARÍA RIVERO BACA (1761-      )

 

Las Palmas

TERESA Mª GUTIÉRREZ RIVERO (1802-1827)

 

Las Palmas

BONIFACIA MATEO GUTIÉRREZ (1827-     )

 

Las Palmas

 

TERESA SOCORRO MEDEROS (1861-1949)

 

Las Palmas

 

AGUSTINA DOMÍNGUEZ SOCORRO (1882-1978)

 

Cuba

AMÉRICA GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ (1906-1994)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 













¿QUÉ SABEMOS DE ESTE HAPLOTIPO DE ADN MITOCONDRIAL J2a2?

El haplogrupo J2 tuvo su origen en Próximo Oriente o Egipto hace al menos 20 mil años. Aunque es raro en Europa algunos de sus linajes son específicos de poblaciones europeas. Otros son propios de poblaciones de Próximo Oriente como los sirios.




 

En el mapa de distribución de este haplogrupo puede observarse  una leve concentración en Tunicia y otra en Iberia meridional. Dada la rareza de este haplotipo y la cortedad de la muestra prehispánica no podíamos aventurar si nuestra ascendiente tenía origen ibérico o norteafricano. Si fuera indígena podríamos relacionarlo con la primera  colonización de las islas en época anterior a nuestra era que partió desde puertos mediterráneos. Si fuera de origen ibérico podría ser una pobladora proveniente de Andalucía o del sur de Portugal.

ADENDA: J2a2 en Canarias es un linaje caracterizadamente indígena.

Cinco años después de la publicación del libro Una ascendencia canaria de cinco siglos nuevas investigaciones de ADN dirigidas por la Dra. Fregel han podido determinar que J2a2d1a es un linaje autóctono.

 

¿QUÉ SABEMOS DE ANA DE LOS REYES HERNÁNDEZ?

Sabemos que esta señora, que debió nacer sobre el 1600,  vivió en el Lugarejo de Tirajana (hoy Santa Lucía) en el lugar conocido como El Higueral; que casó extrañamente con permiso del Provisor en El Sagrario de Las Palmas y no en la iglesia de Tunte, con Luis Jiménez con el que tuvo tres hijas: Juana del Rosario (1623), que casará en 1645 con José González, Inés Matías (n 1627) que casará con Francisco Hernández en 1644, y por último María Ramos nuestra ascendiente (n 1638) que casará con Andrés Lorenzo en 1657; asimismo sabemos que el matrimonio, aunque humilde, posee tierras montuosas como las que otorga Ana de los Reyes a la iglesia poco antes de morir y algunas casas en El Lugarejo como aquellas con las que dotó a sus hijas para casarse.

Hace algún tiempo, con posterioridad a la impartición de la conferencia y a la publicación del libro, hemos tenido acceso a cierto documento (el testamento en 1681 de María Ramos, hija de Juan Magás y María Ramos Izquierdo) del que se infiere que Ana de los Reyes es con toda probabilidad hermana de María Ramos Izquierdo, y que ambas son hijas de Mateo Izquierdo y de  Inés Hernández.  

Recientemente, hemos podido confirmar (véase nuestro ultimo libro “Genealogías Sureñas de Gran Canaria”) que la madre de Inés Hernández es una mujer de igual nombre y apellido vecina de Tirajana, apodada "la menora",  casada con Andrés Barroso, descendiente de portugueses afincados en  el norte de Tenerife. Asimismo hemos comprobado que el linaje J2a2d que portan estas mujeres es caracterizadamente indígena.

 

 

2.     MARÍA DEL PINO HERRERA DOMÍNGUEZ

 



 

Lugar de Nacimiento

Haplotipo U4

 

 

 

 

 

CATALINA MÉNDEZ

 

Las Palmas

MARÍA FONSECA  (1541-      )

 

 

ELVIRA JIMÉNEZ

 

 

MARÍA DE FLORES

 

 

LEONOR FLORES  (      -1680)

 

Tejeda

ANNA DE FLORES (1651-      )

 

 

MARÍA DELGADO DE FLORES

 

Guía

MARÍA DE BETANCOR (1697-       )

 

 

MARÍA DE FLORES

 

Las Palmas

ÁNGELA FARÍAS (1755-      )

 

Las Palmas

CLARA SABINA FARÍAS

 

Las Palmas

ÁNGELA TAISMA SABINA (1818-   )

 

Las Palmas

Mª DEL PINO SANTANA TAISMA (1844-   )

 

Las Palmas

CLARA DOMÍNGUEZ RODRÍGUEZ (1872-  )

 

Las Palmas

MARÍA DEL PINO HERRERA DOMÍNGUEZ (1908-      ) 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




















¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO U4?

El Haplogrupo U4, según 23andme, parece haberse originado hace unos 25 mil años con posterioridad a la colonización inicial de las llanuras de Europa Oriental. Durante los periodos más antiguos de la Edad del Hielo pequeños grupos de estas poblaciones fueron empujados hacia las regiones menos frías del sur confinándose en el sureste de Europa y las montañas del Cáucaso. Hoy U4 es muy común entre las poblaciones del suroeste de Siberia donde puede constituir el 25% de la población. También puede ser encontrado en aunque en menores proporciones en la región del Volga y del Ural de Rusia así como en la poblaciones de Estonia y Finlandia que bordean el Báltico extendiéndose luego por el Atlántico hacia Suecia, Francia y  Gran Bretaña.



En el mapa de distribución de este grupo con antelación a los viajes intercontinentales puede observarse una bolsa de estas poblaciones en el suroeste de la península Ibérica cuyo origen dicen los expertos pudiera estar en las migraciones atlánticas de pueblos nórdicos que irrumpieron Guadalquivir arriba.

A la vista de esta información debemos pensar que Catalina Méndez atrás  debió provenir de Andalucía occidental o del sur de Portugal pues tiene un haplotipo caracterizadamente europeo sin que exista constancia de la presencia del mismo en el África septentrional.

¿QUÉ SABEMOS  DE MARÍA DE FONSECA?

Consta en la iglesia de El Sagrario  de Las Palmas el bautizo a 23 de febrero de 1541 de María, hija Juan García y Catalina Méndez. María Fonseca casará en 1557 con Andrés López Buenosvinos, hijo de Diego López Buenosvinos, natural de Albaida y de la cordobesa Ana López. Andrés López Buenosvinos testará  en Las Palmas en agosto de 1589. Hija de este matrimonio fue Elvira Jiménez casada con Domingo Alonso por quien sigue la línea que conduce hasta mis hijos.

 

 

 

3.     MADGALENA VEGA SUÁREZ



Lugar de Nacimiento

Haplotipo I

 

LEONOR DE LA PEÑA (N circa 1520)

 

Agüimes

MARÍA DE ARTEAGA

 

Agüimes

MARÍA  DE ARTEAGA

 

Agüimes

ISABEL  DÍAZ

 

Agüimes

SEBASTIANA DE LA PEÑA MORALES (1624-1684)

 

Agüimes

MARÍA DE LA PEÑA (1655-        )

 

Agüimes

SEBASTIANA DE LA PEÑA (1681 -1754)

 

Aldea Blanca

LEONARDA HIDALGO ALEMÁN (1713-1786)

 

Aldea Blanca

CATALINA GONZÁLEZ HIDALGO (1749- 1810)

 

Aldea Blanca

LEONARDA CATALINA LÓPEZ (1783-1810)

 

Vega Grande

JOSEFA ASCANIO LÓPEZ (1810-      )

 

Las Palmas

Mª DOLORES JAÉN ASCANIO (1842-      )

 

Las Palmas

ANTONIA SUÁREZ JAÉN (1865-1943)

 

Las Palmas

MAGDALENA VEGA SUÁREZ (1886-1964)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 














¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO I?

Parece haberse originado en Próximo Oriente y las montañas del Cáucaso no mucho después de la salida de la humanidad del continente africano. Hoy el grupo se distribuye por Europa con niveles en torno al 2% de la población. Aunque es muy raro en el Próximo Oriente el haplogrupo I también pude encontrarse en una franja  que va desde el Cáucaso hasta Pakistán. Asimismo ha realizado incursiones relativamente recientes dentro de África encontrándose  a niveles del 1% en Etiopía y Egipto.

En Europa este haplogrupo empezó a extenderse después del periodo más frío de la Edad del Hielo, hace unos 20 mil años. Al principio estuvo probablemente restringido a Europa suroriental. Una vez que los glaciares se retrajeron  se extendió por casi todo el continente. Trazas de su expansión  se observan en las poblaciones célticas de Escocia, Gales, Cornualles y Bretaña en el norte de Francia y de Galicia en el norte de España.



 

El mapa de distribución señala asimismo una bolsa de efectivos humanos con este haplotipo  en Túnez que coincide con la ubicación de  Cartago y un foco secundario en el sur de Portugal y España que coincide con la antigua Gades.

El haplotipo I no aparece sin embargo en la serie de  65 restos indígenas analizados y en los estudios actuales es raro (1% de la población canaria actual). ¿Es su procedencia Iberia sur o el más lejano Túnez? ¿Arribó a la isla antes o después de la incorporación de Gran Canaria a la corona castellana? ¿Las mujeres como Leonor de la Peña que lo portan en Agüimes  a principios del siglo XVI eran indígenas o pobladoras europeas? Tal vez la genealogía en esta ocasión  pueda ayudar a resolver la cuestión habida cuenta de que el linaje materno llega prácticamente hasta el momento de la transición.

¿QUÉ SABEMOS DE LEONOR DE LA PEÑA?

Tras rastrear las escribanías y los libros sacramentales de Agüimes, Telde y Las Palmas podemos aportar las siguientes notas biográficas sobre su familia:

Leonor de la Peña y Melchor Hernández su marido tuvieron los siguientes hijos: Alonso Casado, nacido hacia 1540 y casado con Anastasia de la Cruz; María Arteaga, casada con Juan López; Bartolomé Cazorla, casado con María Ortiz y más tarde con Clara Ramírez; Catalina Hidalgo, casada con Francisco Hernández; y por último Juan de la Peña que creemos que es el mismo que aparece casado en un protocolo de fines de siglo con María López.

Tenemos pues cinco hijos de Leonor de la Peña y Melchor Hernández con cinco apellidos diferentes, lo cual era bien frecuente en la época, que viven y trabajan en Agüimes en los primeros tiempos del señorío episcopal. Con los datos con los que contamos, podemos establecer que Leonor casó en torno a 1540 pudiendo haber nacido en torno a 1520.

De su marido Melchor Hernández tenemos algo más de información en los protocolos del escribano Francisco Díaz Peloz. Aparece con frecuencia como testigo de la firma de distintos  documentos desde mediados del siglo hasta 1589, fecha en la que aparece por última vez en el reconocimiento de deuda de una viuda, indicándose al pie de la misma que Melchor Hernández, el viejo, era vecino de la villa. Debió vivir muchos años pues son sus hijos varones, Alonso Casado y Bartolomé Cazorla, quienes desde los años 50 ejercen en la Heredad de Aguatona como cofirmantes de los contratos de los acequieros. Melchor Hernández, según se señala en el libro  “Pobladores de Agüimes” nace en 1508 y era hijo de Lucía Hernández, de los naturales de las islas.

Pero lo que realmente nos interesa en este momento es conocer la identidad de Leonor que es quien porta el haplotipo I cuyo origen tratamos de dilucidar. Nos llegamos a plantear en algún momento del rastreo que el apellido de la Peña en la villa de Agüimes podía tener un origen nativo. Nos dio pie a dicha elucubración el curioso contrato ante el escribano de Agüimes que a continuación extractamos:

“Juan Rodríguez Cubas, Cristóbal Hernández, Bartolomé Cazorla y Juan López el mozo, como criadores y vecinos de la villa deben pagar a Juan de la Peña, vecino de la villa, 12 doblas para que acabe con tres perros que matan el ganado salvaje y andan en el barranco de Guayadeque. Agüimes a 26 de abril de 1572

Ahora sabemos gracias al extraordinario trabajo de Rodríguez de Castro y García Correa que todos los contratantes, menos Juan Rodríguez de Cubas, son familiares entre sí, y que el cazador contratado, Juan de la Peña, es un hijo de Leonor de la Peña, quien debía de ser un experto conocedor de los riscos del Guayadeque para recibir tal encargo, el cual había de cumplirse con esta curiosa condición: “entregando las cabezas, con las orejas, de los perros”.

Recientes hallazgos documentales nos permiten conjeturar que Leonor es la hija de Bartolomé de la Peña y de Juana Sánchez, vecinos de Telde de probable origen en las islas orientales. Hijos de dicho matrimonio de los que tenemos constancia son: Marina Rodríguez bautizada en 1515, que estuvo casada con Simón Camello, Luisa bautizada en1514, Catalina en 1517, Leonor que debió nacer sobre 1520, según nuestras cábalas, Inés bautizada en 1522 y Bartolomé de la Peña de quien sabemos que estuvo casado con María Alonso, con sucesión en Telde en los años 40

 

 

 

 

4.     MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ PÉREZ



Lugar de Nacimiento

Haplotipo H

 

 

 

Teror

LEONOR DE OJEDA

 

Gáldar

MARÍA LORENZO (1618-      )

 

Gáldar

INÉS HERNÁNDEZ (1640-1685)

 

Gáldar

MELCHORA DE SAAVEDRA (1679-1766)

 

Gáldar

CATALINA CASTELLANO DE QUINTANA (1705-     )

 

Gáldar

MARGARITA DE QUINTANA  MORENO (1731-        )

 

Gáldar

Mª MARAVILLAS MENDOZA MORENO (1775-      )

 

Gáldar

ANTONIA ALEMÁN MENDOZA (1802-      )

 

Gáldar

Mª JOSÉ SAAVEDRA MENDOZA (1823-     )

 

Gáldar

CARMEN GONZÁLEZ SAAVEDRA (1856-     )

 

Gáldar

Mª JOSÉ PÉREZ GONZÁLEZ (1883-    )

 

Las Palmas

Mª JOSÉ  GONZÁLEZ PÉREZ (1903-1990)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 












¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO H?

En el mapa de distribución genética hace 500 años, antes de los viajes interoceánicos y de la conquista de la islas Canarias, este haplotipo H identifica a poblaciones procedentes de Próximo Oriente que después del culmen de la era glacial se extendieron por todo el occidente europeo, siendo hoy el grupo prevalente en este continente.



La migración de estas poblaciones, como puede verse en el mapa adjunto, no se detuvo en el estrecho de Gibraltar sino que colonizó igualmente el África noroccidental. En la actualidad puede encontrarse por tanto este haplogrupo H en poblaciones bereberes del Magreb. Lo sorprendente en los estudios genéticos que manejamos es que está presente igualmente en un 26% de los restos indígenas analizados. Es decir, que este haplotipo  puede provenir de una pobladora europea,  de una esclava norteafricana o de una  mujer indígena. Alcanzar el techo del  1500 con documentación fiable en este linaje podría llevarnos a la resolución del enigma pero es posible que estemos de nuevo por la dificultad de trazar los linajes maternos, ante un callejón del que no vemos la salida

¿QUÉ SABEMOS DE LEONOR DE OJEDA?

Uno de los hijos de Leonor, Agustín Domínguez de Ojeda, el primogénito por más señas, en su testamento de 1685 nos dice: “Ítem declaro que yo soy hijo legítimo de Juan Domínguez Falcón y de Leonor de Ojeda vecinos que fueron del lugar de Teror y moradores en la villa de Gáldar”.

Tenemos pues que Leonor de Ojeda es oriunda de Teror. Debió haber nacido en dicha localidad en torno a 1585 pues tuvo a su primer hijo en dicha localidad en 1606, el ya citado Agustín, quien casaría en Gáldar en 1637 con María de Quintana. El segundo hijo de Leonor, nacido en Gáldar en 1612, se llama como su padre Juan Domínguez Falcón y casará en Gáldar en 1646 con María Ruiz de Herrera y años después con María de Morales. La tercera de la saga es María Lorenzo que nace en Gáldar en 1618 y que contrae matrimonio en la misma localidad en 1636 con Cristóbal Domínguez, hijo de Bastián Domínguez e Inés Hernández. El cuarto vástago fue Diego Domínguez nacido, en 1621, y el quinto, Francisco Domínguez, nacido en 1628. De estos últimos, desconocemos las circunstancias vitales.

Hay tantas Leonor de Ojeda a principios del siglo XVII en la isla que no nos atrevemos en este caso a hacer demasiadas conjeturas sobre su posible ascendencia, si bien creemos que podría ser la hija de tal nombre del matrimonio formado por Cristóbal García de Ojeda y Marina de Balboa. En su testamento de 1602 Cristóbal nos dice que es hijo de Diego García de Ojeda y de Marina Rodríguez y que nombra “por herederos  universales a  Leonor, Diego, María y Andrés, mis hijos legítimos y de la dicha Marina de Balboa, mi mujer…”

En caso de afianzarse este peldaño tendríamos el linaje materno hasta el 1500 pues Marina de Balboa, bautizada es 1573 en Las Palmas, es hija de Andrés López Buenosvinos y María de la Paz Balboa, nieta materna de Juan Gutiérrez Balboa y Mariana Alonso de Quesada y bisnieta materna de Alonso de Quesada y Teresa Díaz, vecinos de Úbeda, Jaén.

 

 

 

 B. LOS LINAJES PATERNOS 

(CROMOSOMA Y:   FRECUENCIA DE LOS HAPLOGRUPOS)

Datos obtenidos del artículo: “Demographic history of Canary islands male gene pool: replacement of native lineages by European” publicado en BMC Evolutionary Biology, August 2009 cuyos autores son:  Rosa Fregel, Verónica Gomes, Leonor Gusmao, Ana M. González, Vicente M Cabrera, Antonio Amorim and Jose M. Larruga

HAPLOGRUPOS

 

LINAJES

RESTOS

INDÍGENAS

POBLACIÓN HISTÓRICA DE TENERIFE

CANARIAS

HOY

R-P312

RAFAEL HERNÁNDEZ HDEZ

         (10%)

           (43%)

         (51%)

J2

MODESTO BAUTISTA DGUEZ

           (0%)

             (3%)

         (11%)

R-P311

FRANCISCO SANTANA PÉREZ

         (10%)

           (43%)

         (51%)

E-M5021

MANUEL  PÉREZ GONZÁLEZ

         (50%)

           (24%)

         (14%)

MUESTRA

 

30

42

652

 

 


1.     RAFAEL HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ

 



 

 

Lugar de Nacimiento

 

HAPLOTIPO R-P312

 

Natural de España

 

VICENTE DE MONTESDEOCA

 

Las Palmas

JUAN DE MONTESDEOCA HERNÁNDEZ (1512-   )

 

Las Palmas

CRISTÓBAL DE MONTESDEOCA

 

Las Palmas

GONZALO HERNÁNDEZ  MONTESDEOCA

 

Las Palmas

DOMINGO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ

 

Las Palmas

JUAN HERNÁNDEZ SÁNCHEZ (1662-      )

 

Las Palmas

JOSEPH HERNÁNDEZ DE SOSA (1725-1793)

 

Las Palmas

JUAN ANTONIO HERNÁNDEZ MARTÍN (1751-1802)

 

La Vega

 

ANTONIO  HERNÁNDEZ TOLEDO (1773-      )

 

Las Palmas

 

AGUSTÍN HERNÁNDEZ REYES (1847-      )

 

Las Palmas

RAFAEL HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ (1884-1959)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO R-P312?

R es el más común de los haplogrupos en Europa Occidental donde, con sus diversas variantes, es portado por más del 50% de los varones. Una  de esas variantes R-P312 se relaciona con los ancestros de los actuales pobladores del País Vasco. En el mapa adjunto puede comprobarse que pobladores de este haplogrupo alcanzaron  también el norte de África y recientemente ha podido comprobarse, para sorpresa de los investigadores,  que el 10 %  de una muestra de restos indígenas porta dichos genes europeos.

 

 


 

¿QUÉ SABEMOS DE VICENTE DE MONTESDEOCA?

En este caso podemos probar, con documentación fiable, que Vicente Montesdeoca tiene un origen ibérico. Fue este personaje un poblador temprano de Gran Canaria a donde arriba poco después de la incorporación de la isla a la Corona de Castilla, huyendo probablemente de la Inquisición, estableciéndose en la incipiente Villa Real de Las Palmas. Aquí primero ejerció la profesión de tejero (fabricante de tejas y ladrillos) para muy pronto medrar convirtiéndose en armador, copropietario de una carabela que fondea en la playa del Arrecife, hoy Las Canteras, con la que asalta las costas africanas en busca de esclavos  para su venta o rescate.

Es un nieto suyo, Vicente de Montesdeoca Lorenzo, quien nos da algunas claves acerca de su procedencia cuando, a fines del XVI, deseando ser Comisario del Santo Oficio, declara una genealogía del tenor siguiente: “que sus padres son Juan de Montesdeoca, natural de esta Ciudad de Canaria, vecino de La Vega, y María Lorenzo, natural y vecina de La Vega; que sus abuelos paternos fueron Vicente de Montesdeoca, natural de España, pero no sabe de qué parte vino porque hace mucho tiempo que fue vecino  de esta ciudad, y Juana Hernández, su mujer, natural de España, y tampoco sabe de qué parte vino. Como abuelos maternos declara a Isabel Lorenzo, natural de las islas, y a Domingo Hernández, natural de Portugal en la ciudad de Évora, ambos vecinos de La Vega”.

De la tal Juana Hernández, la mujer de Vicente Montesdeoca el viejo, de quien sabemos que ejerce en 1522  la profesión de “vendedera”, podemos precisar algo más acerca de su lugar de procedencia. El siguiente documento, fechado en 1534, por el que Juana liberta a una esclava negra de su propiedad nos confirma su más que probable origen andaluz pues sus abuelos son Bartolomé Sánchez, de Córdoba, y Juana Hernández. Son  estas señoras, abuela y nieta, con toda seguridad las responsables del primer apellido Hernández que lleva el autor de estas líneas.

1534 /IV /11 Las Palmas folio 359  r y v

Escribano Cristóbal de San Clemente Protocolo 741 AHP

“Juana Fernández, mujer de Vicente de Montesdeoca, vecina de Gran Canaria, dice que cuando se casó recibió en dote de sus abuelos Bartolomé Sánchez de Córdoba y Juana Hernández una esclava negra de nombre Isabel Sánchez y de edad de dos años poco más o menos con condición de darle libertad al cumplir los 20 según escritura otorgada ante escribano público el 26 de enero de 1511. Como la esclava ha cumplido ya los 20 en el servicio suyo y de su abuela la declara libre”.

 

 

2.     FRANCISCO SANTANA PÉREZ

 


Lugar de Nacimiento

 

HAPLOTIPO R_P311 


 

FRANCISCO JAVIER SANTANA (1832 - 1905)

 

Telde

JOSÉ DIONISIO SANTANA ASCANIO (1878-  )

 

Telde

FRANCISCO SANTANA PÉREZ (1906- 1943) 

 

 

 

 

 

 


El haplotipo de los Santana, RP-311, reflejado en el cuadro es, como el de los Hernández, de origen europeo e ibérico. Parece muy arriesgado afirmar esto cuando sabemos a ciencia cierta que Francisco Javier Santana es hijo de padre y madre desconocidos como lo atestigua su original apellido canario y como se nos confirma en el siguiente extracto de su partida de defunción:

“22 noviembre de 1905, Iª de San Gregorio. Sepultura  de Francisco Santana, expósito, alias Miro, de 73 años de edad, esposo de Gregoria Santana de esta ciudad. Falleció en Arauz,  anoche a las dos…”

La red 23andMe que nos ha permitido analizar el ADN de mi suegro, nos permite igualmente establecer contacto con otras personas con las que tiene algún grado de parentesco. El ADN no engaña. Porcentajes en torno al 50% de similitud señalan que la relación de parentesco es de padre a hijo. La relación de nietos a abuelos o viceversa supone aproximadamente un 25% de coincidencia. Primos hermanos coinciden en torno al 10%, primos segundos en torno al 5%, primos terceros en torno al 1% A partir de aquí los porcentajes decaen generación a generación.

Una niña vasca, de la que necesariamente tenemos que omitir el nombre, resulta estar emparentada en un 0,20 % con mi suegro (q.e.p.d.) Juan Santana Herrera, con dos segmentos idénticos de ADN. Ese porcentaje equivale con cierto margen de error a un parentesco entre primo quinto y primo sexto, es decir que ambas personas tienen un ancestro común  5 o 6 generaciones atrás. En la conversación electrónica mantenida con su madre comprobamos que el parentesco de la niña con mi suegro se establece por línea paterna pues ella, que también se ha hecho el estudio, no tiene ninguna similitud  con él. El padre de la niña, nos comenta su exesposa, de apellido Ruiz, es de origen castellano-andaluz por todas sus líneas, la principal, de Priego de Córdoba. No es necesario recapitular ahora, después de ofrecer estos datos, sobre el hecho de que un ascendiente de esa persona estuvo en Gran Canaria en los años 30 del siglo XIX y que aquí, en el Hospicio de Santa Ana, dejó descendencia.

 

 


 

 

3.     MODESTO BAUTISTA DOMÍNGUEZ

 



 

Lugar de Nacimiento

 

HAPLOTIPO J2

 

 

ANTONIO DE MONTESDEOCA, cajero

 

 

FRANCISCO MONTESDEOCA

 

 

DIEGO MONTESDEOCA

 

Arucas

SALVADOR MONTESDEOCA (1599-       )

 

Arucas

JUAN BAUTISTA MONTESDEOCA (1626-      )

 

Guía

SALVADOR BAUTISTA MONTESDEOCA (1649-1721)

 

Guía

MATÍAS DE TORRES BAUTISTA (1682-1743)

 

Guía

SALVADOR DE TORRES BAUTISTA (1707-     )

 

Guía

FRANCISCO BAUTISTA ALMEIDA (1727-1768)

 

Guía

FRANCISCO BAUTISTA SARMIENTO (1755-1811)

 

Guía

FRANCISCO BAUTISTA RIVERO (1796-1849)

 

Guía

FRANCISCO BAUTISTA DE QUINTANA (1820-1868)

 

Guía

FRANCISCO BAUTISTA MIRANDA (1859-1915)

 

Guía

MODESTO BAUTISTA DOMÍNGUEZ (1894-1955)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 













¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO J2?

El haplogrupo J se originó hace unos 20 mil años en Próximo Oriente donde hoy es muy común. Algunas ramas se expandieron desde esa localización inicial hacia otras partes de Eurasia  y África del Norte. En tiempos más recientes la expansión de la antigua Grecia, la diáspora judía y la expansión del Islam en África del Norte han extendido el haplogrupo J2 alrededor del Mediterráneo. Estudios recientes señalan  que una rama  específica de J2 puede encontrase en la actualidad entre los descendientes de los antiguos fenicios, una civilización que estableció colonias en Tunicia, Sicilia y el sur de Iberia desde principios del primer milenio antes de Cristo.



 

¿QUÉ SABEMOS DE FRANCISCO MONTESDEOCA?

Nos faltaba tan solo un escalón, según nuestras cuentas, para llegar a la generación diana del 1500. De Francisco Montesdeoca, que era hasta hace poco el primer varón de la línea  de los Bautista, creímos durante un  tiempo que era el hijo homónimo de Vicente de Montesdeoca citado en el siguiente extracto de un documento de la escribanía de Las Palmas dictado ante Hernán González a 29 de agosto de 1552:

“Testamento de Catalina Hernández, hija de Luis Núñez, calderero… Nombra albaceas a su padre y a María de Frías, su madre. Testigos: Gonzalo Hernández, mesonero, Gonzalo Yanes aperador de Zoilo Ramírez, regidor, Francisco de Montesdeoca, hijo de Vicente de Montesdeoca, Antonio Rodríguez y Alonso Hernández, escribano de su majestad…”

A partir de la lectura de otro documento del mismo año, en el que Isabel de Talavera, mujer de Domingo Hernández, difunto, dota a Francisco de Montesdeoca, su yerno, con Clara Hernández de Talavera, su hija, para las cargas del matrimonio, llegamos  a pensar que el contrato al que se refiere podía estar circunscrito a su primer matrimonio y que se trataba de la misma persona que casaría  posteriormente con Ana de Miguel.

Tuvimos posteriormente muchas dudas al respecto pues en nuestro estudio genealógico los Montesdeoca de La Vega resultaban ser varones muy longevos y los Montesdeoca de Arucas-Guía tenían por el contrario una vida media bastante corta. Tal era la diferencia que, desde el 1500, los primeros llegaban en tan solo trece generaciones hasta la actualidad mientras que los segundos tenían que transitar dieciséis generaciones para alcanzar la de mis hijos.

El recurso al ADN ha contribuido a resolver estas dudas. Gracias a uno de mis primos hermanos de apellido Bautista,  hijo del único de los hermanos de mi madre que tuvo ascendencia masculina, hoy sabemos que Francisco Montesdeoca, el casado con Ana de Miguel, tenía un haplotipo J2 que nos indica, si no habido de por medio falsas paternidades, que este no puede ser el hijo de Vicente de Montesdeoca cuyo haplotipo, como ya dijimos, es R-P312. Tenemos pues a dos personajes homónimos a mediados del XVI: uno que es hijo de Vicente de Montesdeoca y Juana Hernández; y otro sin ascendencia conocida.

ADENDA: Hoy, con esta actualización de 2020, podemos asegurar que Francisco de Montesdeoca, el casado con Ana de Miguel, es hijo de Maese Antonio Montedoca, de profesión cajero o carpintero, y de su esposa Teresa Martín. Maestro Antonio, cajero, en su testamento de 1557 ante Alonso de Balboa nos viene a decir:

“Declaro que soy casado  con Teresa Martín e durante el tiempo del matrimonio hemos habido por nuestros hijos legítimos a Francisco de Montedoca e Miguel Griso e Juan Baptista y Bernardino y Julián…”

 

 

4.     MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ

 



 

 

Lugar de Nacimiento

HAPLOTIPO E-M5021

Andalucía

JUAN DÍAZ

 

Andalucía

GONZALO BRAVO

 

Acentejo

MATEO GONZÁLEZ BRAVO

 

Acentejo

GONZALO GONZÁLEZ BRAVO

 

La Victoria

JUAN PÉREZ BRAVO

 

 

La Victoria

AGUSTÍN PÉREZ BRAVO

 

 

La Victoria

MANUEL PÉREZ BRAVO (1693-    )

La Victoria

FRANCISCO PÉREZ BRAVO (1718-    )

 

La Victoria

FRANCISCO PÉREZ BRAVO

 

La Victoria

 

LUIS PÉREZ BRAVO (1783-     )

La Victoria

Tenerife

GABRIEL PÉREZ HERNÁNDEZ

La Antigua

Fuerteventura

RUPERTO PÉREZ MOSEGUE (1870-      )

Las Palmas

MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ (1900-1961)

 

 

¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO E?

E es el más común de los haplogrupos en África del norte. Se originó hace unos 20 mil años durante el culmen de la era glaciar. Hay ramas comunes que se pueden localizar  en torno al Mediterráneo, Próximo Oriente y asimismo Europa oriental. Una de esas ramas es el haplotipo E-M5021 que se originó en un grupo de personas que vivían en África oriental.

Miles de años después, hombres que portaban ese haplotipo se desplazaron por el norte  de África donde hoy constituyen el grupo dominante. Algunas de esos grupos humanos volvieron a salir de África de manera que ramas distintas de E-M5021 pueden ser observadas hoy en poblaciones  del norte y oriente de África así como en Próximo oriente y Europa Oriental. Bereberes, griegos, albanos, y judíos ashkenazi son algunas de las poblaciones representativas.



¿QUÉ SABEMOS DE GONZALO BRAVO?

Gonzalo Bravo, según nuestras pesquisas en los protocolos de Tenerife,  es un zapatero y comerciante de materias primas relacionadas con la artesanía del calzado (corambre, zumaque, etc.) y marchante de caballos y machos cabríos, presumimos que ya viejos, para aprovechar su  piel. Aparece documentado en los protocolos de La Laguna desde 1520 hasta 1534 en que nos desaparece su pista. No sabe firmar.

Compró casas en La Laguna en 1523 junto a la Calle Real, hoy San Agustín. En 1552 se señala en una tazmía (una especie de censo de población y del grano almacenado en las casas) que allí  residía la mujer de Gonzalo Bravo y otra persona que puede ser su hijo. Se supone que Gonzalo ya había fallecido por entonces.

Un testimonio contra él por asar carne a la manera judía se recoge, a 3 de mayo de 1521, en la siguiente publicación de la Universidad de Toronto “Jews in the Canary Islands: Being a calendar of Jewish cases extracted from the records of Canariote Inquisition in the Collection of the Marquess of Bute”. 

“Cristóbal de Lara (natural de Gibraleón) declara que un día cuando este testigo y otras personas iban a asar un cuarto de cabrito, Gonzalo Bravo se los quitó de las manos y cortó el tendón de la pata sin saber por qué lo hizo. Cuando este testigo vino a las Islas Canarias iba un día a asar una pata de cerdo y recordando aquello dijo “Quitémosle el tendón” después de lo cual un hombre que estaba presente exclamó: “Entonces tú eres judío” y explicó que esa era una costumbre judía. Y que este testigo sabe que el dicho Gonzalo, su padre, Joan Díaz, y su hermano vivían  juntos, sin que hubiese mujer alguna en la casa hasta que el hermano trajo a su esposa hace unos dos años y que allí en Tenerife ellos son tenidos por judíos”

Las expectativas de haber localizado un ancestro guanche se desvanecen. Joan Díaz y sus hijos, Gonzalo Bravo y Diego Díaz, constituyen una familia judeoconversa dedicada a la artesanía de zapatos y a la venta de cueros que llega a Tenerife a comienzos del siglo XVI, huyendo del Santo Oficio.


II. MARCADORES AUTOSÓMICOS



 

                                             

AITAMI

R-P312

H

NAYRA

 

H

ABUELO PATERNO

R-P311

I

ABUELO MATERNO

R-P311

U4

ORIGEN EUROPEO

 92,4%

 97,2%

93,8%

88,6%

 -SUREUROPEO

 -NOREUROPEO

 -SIN ASIGNAR

                82,6

                  5,3

                  4,5

                    83,0

                      4,1

                    10,1

                     82,4

                       7,6

                       3,8

                        76,1

                          6,0

                          6,5

ORIGEN AFRICANO    

   6,9%

   2,5%

 5,8%

10,2%

SUBSAHARIANO  

NORTEAFRICANO 

                  1,3

                  5,6

                      1,3

                      1,2

                       1,1

                       4,3

                           3,3

                           6,9

ORIGEN NATIVO AMERICANO

   0,1%

   0,1%

0,2%

0,1%

SIN ASIGNACIÓN

   0,7%

   0,2%

0,7%

1,1%

TOTAL

100%

100%

100%

100%

















La composición ancestral es una herramienta de 23andMe que nos indica qué porcentaje de nuestro ADN proviene de cada una de las 31 poblaciones del mundo por ellos hasta el momento estudiadas. Este análisis incluye el ADN que recibimos de todos nuestros ancestros, tanto por línea materna como paterna, en cualquiera de las ramas del árbol. El resultado refleja donde vivían nuestros ancestros hace 500 años antes de que los barcos empezaran a cruzar los océanos.

En el gráfico adjunto se reflejan el estudio autosómico de mis dos hijos y el de sus dos abuelos. Los datos globales atestiguan un origen mayoritariamente europeo  proveniente de poblaciones europeas meridionales, esencialmente ibéricas que, como hemos podido comprobar en algunos linajes, saltan a las islas desde puertos andaluces a finales del siglo XV o principios del XVI.

Asimismo reflejan la presencia de ancestros africanos en porcentajes inferiores al 10% repartidos no equilibradamente entre la ascendencia norteafricana, que es dominante en este aporte, y la subsahariana. Con estos datos y nuestros escasos conocimientos sobre el tema, se nos hace difícil distinguir entre la población indígena que permanece en las islas y la población esclava capturada en las costas africanas próximas.

Sabemos que en la población prehispánica coexistían marcadores norteafricanos y subsaharianos, es decir que el mestizaje ya era característico de aquellas poblaciones mucho antes de la conquista de las islas y también, porque de allí provienen,  tenemos claro que era igualmente característico de las poblaciones del Magreb antes de la islamización de aquel territorio.

Estimamos, a partir de la base de datos de 23andMe, gracias a la cual hemos podido acceder a los estudios autosómicos de una decena de canarios por los cuatro costados, que esta composición, aun siendo consciente de un marcado sesgo eurocéntrico de las líneas de investigación de esta empresa, es la propia de la ancestralidad canaria, es decir que nuestros antepasados, en cuanto a su componente primordial europea, son mayoritariamente ibéricos (castellanos y portugueses) y en pequeña medida itálicos y europeo-occidentales; y que todos los canarios tenemos una reducida ascendencia africana sin que pueda delimitarse bien qué parte de dicha ascendencia se corresponde con la población indígena y qué parte de ella se corresponde con la población esclava.

En relación a este último aporte humano, podemos decir que la población esclava morisca resulta ser en parte rastreable, genealógicamente hablando, pues no es infrecuente encontrar  en documentos de los siglos XVI y XVII referencias a esposas moriscas, algunas de las cuales portan el apellido Blanca que las identifica como esclavas de raza blanca.  Más difícil de rastrear es sin duda nuestra ascendencia de esclavos negros por un absurdo empeño de ocultamiento de dichas raíces.

III. ALGUNAS CONCLUSIONES DEL TRABAJO:

Las siguientes notas tan solo pretenden ser apuntes personales para un ensayo sobre ancestralidad, permítanme el neologismo, de los actuales habitantes las Islas Canarias.

DIFICULTADES ENCONTRADAS

Uno de las dificultades más relevantes de nuestra modesta investigación ha sido la de cruzar el océano tenebroso del siglo XVI para alcanzar la generación diana del 1500. La escasez de fuentes es el problema pero no el único. Hay también que considerar otro impedimento no menos importante: una parte significativa de aquella población estaba integrada por esclavos. Primero fueron indígenas, en su mayor parte ahorrados por la solidaridad de sus congéneres de los bandos de paces o por la “benevolencia” de sus amos después de años de explotación. Posteriormente serían africanos, como resultado de las cabalgadas a Berbería o de las compras a traficantes portugueses. Evidentemente las líneas que se corresponden con estos últimos pobladores, como ya se ha planteado, suponen en la práctica genealógica la imposibilidad de continuar el estudio no por la escasez de datos sino especialmente por la incertidumbre de los mismos.

Otro hecho que queremos destacar es la mayor trazabilidad de los linajes paternos a pesar de que estos son obviamente los de menor fiabilidad (“Bien le decía mi abuela a mi madre: “Los hijos de tus hijas, nietos míos serán; los de tus hijos, lo serán… o no”). Calculan los expertos que por término medio, en relación con una línea determinada, una de cada 20 paternidades es falsa. Los varones a pesar de esa debilidad son sin duda más visibles en la documentación del siglo XVI que se protocola en las escribanías como es propio de la nueva sociedad patriarcal que impone el cristianismo. Aunque las mujeres son cabezas de familia en algunos linajes isleños, pongamos como ejemplo a Lucía Hernández en los predios del Señorío de Agüimes, lo cierto y evidente es que hemos tenido muchos más tropiezos para alcanzar la generación diana en los linajes maternos que en los paternos.

Tres de los cuatro líneas paternas que han sido objeto de este estudio han alcanzado los albores del XVI con Vicente de Montesdeoca, Antonio de Montedoca, y Salvador Bravo a la cabeza. Sin embargo aún no hemos podido alcanzar el 1500 con ninguno de los cuatro linajes maternos que estamos estudiando aunque ciertamente estamos muy cerca de conseguirlo con la agüimense Leonor de la Peña, con relevantes pistas acerca de su origen que nos conducen hacia una familia de Fuerteventura afincada en Telde y con la terorense Leonor de Ojeda, con relevantes pistas que nos conducen hasta una familia originaria de Úbeda, Jaén.

A propósito de los saltos entre islas hay que decir que estos han sido la cruz de muchos estudios genealógicos. Muchas líneas se han perdido o han desbarrado por la dificultad de trazar dichos saltos. Esto suele darse por la excesiva especialización insular de los investigadores. Recordemos los ejemplos planteados en algunos de nuestros trabajos en relación con los apellidos Mena, Miranda o Domínguez. En  este estudio hemos podido contrastar, entre otros, “el salto”, de los Pérez Bravo desde Tenerife a Fuerteventura, motivado según la leyenda familiar por una huída de la justicia tras una reyerta, y la posterior migración decimonónica hacia Gran Canaria de uno de los descendientes del evasor.

A pesar de la disimetría observada en la trazabilidad por sexos, hemos de reconocer que el medio insular, así como el buen estado conservación de algunos archivos, son una suerte para los estudios genealógicos canarios, en comparación con la Península,  habida cuenta de la endogamia ininterrumpida de casi cinco siglos que caracteriza a la población de las islas. Ha habido a lo largo de ese tiempo muchas salidas hacia América pero muy pocas entradas  desde la gran irrupción colonial cuyo punto culminante se sitúa justamente en torno al 1500, fecha que no por casualidad es el objetivo de nuestro estudio.

CÓDIGO ÉTICO-GENEALÓGICO

La investigación genealógica es una profesión de futuro. En la medida en que asciende el nivel cultural de la población canaria  se eleva igualmente el interés por las raíces históricas familiares. Necesitamos genealogistas profesionales con conocimientos de historia, paleografía, toponimia, informática, archivística etc., es decir, hombres o mujeres ilustrados que ofrezcan sus servicios en ese mercado emergente con acuerdos de colaboración  recíproca entre investigadores de las distintas islas y el compromiso ético con sus clientes de asegurar la fiabilidad científica de sus entronques.

“Más vale un linaje truncado que un linaje trucado” es un buen lema para proceder con paciencia y profesionalidad  en este campo  pues una línea parada puede recuperarse tiempo después gracias a publicaciones de expertos o a la aparición de nuevos datos en investigaciones colaterales que resuelven tardíamente los entuertos. Lo importante es que el árbol genealógico crezca equilibradamente por todas sus ramas cuando ello es posible.

A propósito de todo esto, no entendemos el afán de muchos aficionados a la genealogía por seguir exclusivamente la línea paterna que se identifica con su primer apellido. Ha podido comprobarse en nuestro estudio que en ninguno de los linajes paternos trazados hasta el siglo XVI los varones portan el mismo apellido que sus descendientes de principios del XX y mucho nos tememos que esto puede ser un hecho generalizable con la excepción de ciertos mayorazgos. Mi abuelo paterno Rafael Hernández confluye once generaciones atrás en Vicente de Montesdeoca y el abuelo materno de mi esposa, Manuel Pérez, desemboca en doce generaciones en Gonzalo Bravo.

En ambos casos hemos podido comprobar curiosamente que el apellido que ha llegado nuestros días es el de las esposas de algunos de los eslabones masculinos de la cadena: Juana Hernández fue efectivamente la esposa de Vicente de Montesdeoca del mismo modo que Juana Pérez lo fue de uno de los nietos de Gonzalo Bravo. ¿Qué sentido tiene en el mundo de hoy seguir en exclusiva los linajes agnados cuando esa herencia solo encuentra eco en las obsoletas costumbres de la aristocracia? La genealogía canaria tiene que asumir la integralidad de los árboles con el objetivo de que todas sus ramas alcancen si es posible el 1500. Los ancestros de entonces lo serán de todos los canarios en general y también de todos, no es exageración, en particular. Así se hará “historia con minúsculas” y, con la puesta en común de las investigaciones, “Historia con mayúsculas”.

Volviendo a los apellidos, señalaremos, por clarificar más el asunto, que obviamente son tan importantes los apellidos paternos como los maternos en cualquiera de los peldaños de la escala. Los apellidos concretos por otra parte no dicen nada de nuestras raíces. De hecho en mi árbol genealógico Canarii Family Tree, que integra ya a más de 15000 personas ligadas por lazos de sangre, son más de mil los apellidos diferentes que penden  en sus múltiples ramas y todos son, desde el punto de vista del aporte genético, igualmente importantes.

Es razonable por tanto pretender que los trabajos genealógicos atiendan a la integralidad de los dragos de familia y no exclusivamente a la línea agnada masculina. Siempre habrá alguna rama que quede truncada para siempre, como cuando aparece un expósito o un esclavo no reconocido, pero esto forma parte de la realidad de todas las familias por muy ilustres apellidos que estas lleven, apellidos que en muchos casos han sido comprados y vendidos a través de, ventajosos para unos y lucrativos para otros, contratos matrimoniales. Son gajes del oficio.

Hemos de poner especial cuidado por tanto en tratar de esclarecer, en las ramas que se corresponden con familias pudientes, los fraudes genealógicos perpetrados, cuestionando limpiezas de sangre, informaciones de nobleza y otras pruebas practicadas a lo largo de la edad moderna que se nos presentan ante nuestros ojos como verdades incuestionables y que hoy sabemos que fueron realizadas las más de las veces con testigos untados. En nuestro propio drago de familia hemos podido mostrar, por ejemplo, que los Castrillo, que eran judeoconversos en origen, llegaron a ser, invirtiendo sus dineros oportunamente, comisarios del Santo Oficio, inquisidores y hasta caballeros del Hábito de Santiago. Asimismo, descendientes de nuestro antepasado Vicente de Montesdeoca, igualmente judeoconverso, llegaron a ocupar, a pesar de su origen plebeyo, lucrativos oficios públicos, comisariados del Santo Oficio y elevadas prebendas en el cabildo catedral, enlazando sus descendientes con familias de alcurnia. El dinero todo lo puede.

DESARRAIGO Y SOCIEDAD DE FRONTERA

Manuel Alemán en su libro “Psicología del hombre canario” nos habla de Canarias como de una “sociedad sin padre”  porque en ella, nos dice, está roto el principio de seguridad, de confianza básica, de estabilidad sicológica. Canarias desde su génesis primera, a raíz de la conquista, nació y vivió en desarraigo. Y define este autor el desarraigo como  un fenómeno de desplazamiento que supone la pérdida de los marcos habituales de relación reemplazados por otros escenarios extraños y otros esquemas de vida, sin que la persona haya encontrado sus propias coordenadas.

Los estudios genealógicos  confirman esos desgarramientos en aquella sociedad de frontera del 1500. Desarraigados debieron sentirse los que llegaron de fuera para conquistar las islas por la fuerza de las armas o colonizar este territorio tan fragmentado y orográficamente tempestuoso, tan distinto al de sus países de origen. Especialmente difícil tuvo que ser la adaptación al medio de aquellos pobladores, castellanos y portugueses, que llegan huyendo de la Inquisición. Han de ocultar su origen, han de cambiar sus costumbres, han de renegar de su Dios. Son labradores especializados, comerciantes y artesanos, gente en general emprendedora  que se afinca en las islas para empezar una nueva vida con constante temor a las persecuciones.

La expresión sociedad sin padre también refleja el desarraigo de los indígenas. Desde el siglo XV con la conquista de las islas señoriales  los varones son masacrados o vendidos como esclavos dejando en su tierra mujeres y niños. Son los objetivos confesos de los conquistadores betancurianos y más tarde castellanos, objetivos que se alcanzan con tanto acierto que en menos de un siglo las familias de las islas, aunque mestizas, ya no recuerdan su pasado indígena.

Con la conquista de las islas de realengo los esquemas cambian por la existencia de  bandos de paces que establecen pactos previos con el conquistador. Como resultado, la nobleza indígena de dichos bandos colaboracionistas podrá permanecer como hombres libres en las islas pero será objeto de un brutal desarraigo siendo forzada al abandono de su religión y de su lengua y también al destierro interior. Los nobles del reino de Gáldar, con la excepción de las 40 familias amparadas por el guadarteme converso,  serán obligados a desplazarse a Tenerife y La Palma. Nobles guanches de los bandos de paces de Tenerife serán obligados a instalarse en las tierras más ásperas de las cumbres y comarcas sureñas de Gran Canaria donde mantienen formas de vida pastoriles durante muchas generaciones.

Aunque no es exactamente lo que quiso decir Manuel Alemán, podríamos hablar de que también  existió en las islas de realengo un genocidio masculino. Muchos indígenas van a ser forzados a la deportación y, aun con la consideración de  hombres libres, serán desplazados a Sevilla para ser posteriormente enrolados en las campañas granadinas. Más tarde los indígenas varones y sus descendientes serán enrolados en las expediciones a Berbería y a Tierra Firme (África y América). Así se explicaría el fenómeno recientemente observado por los genetistas de que los genes indígenas asociados al cromosoma Y son muy escasos en la población histórica y siguieron decreciendo hasta verse reducidos  a un pequeño porcentaje en la población actual, en la que sumando aportes moriscos e indígenas, no  alcanzan la sexta parte del total (17%). 

No ocurre lo mismo en los linajes maternos en los que los genes africanos superan la mitad de la población histórica y que hoy siguen al alza. Los estudios publicados de ADN mitocondrial reflejan efectivamente una importante presencia de genes aborígenes tanto en la población histórica como en la población actual. Sin embargo, nosotros creemos que los expertos confunden genes aborígenes con los propios de la población morisca esclavizada.

Dentro de aquella sociedad de frontera, es una evidencia que el grupo humano más desarraigado lo constituyó  la población esclava negra. Los genes no les permitieron pasar desapercibidos como pudo ocurrir con la población plebeya indígena y con los esclavos moriscos cuyos rasgos no debían ser muy diferentes al de los canarios prehispánicos y al de los castellanos del sur de la Península después de siete siglos de islamización. Los esclavos negros serán objeto durante siglos de una cruel explotación pero aquí están, presentes en nuestra sangre, para recordarnos la barbarie del tráfico de seres humanos que ha pervivido hasta tiempos relativamente recientes. (La mayoría de los canarios, entre los que me incluyo, tenemos genes subsaharianos)

ANCESTRALIDAD CANARIA

Con todo lo dicho estamos en disposición de concluir este trabajo afirmando que Canarias es un crisol de culturas euroafricanas que, provenientes del Mediterráneo norte y el Mediterráneo sur, han cruzado las columnas de Hércules hasta alcanzar estas islas africanas. Es por ello que en tono de humor propongo denominarlas Islas Atlanterráneas. Después de todo van a tener algo de razón, si no geográficamente al menos culturalmente, los mapas escolares de la época franquista que situaban a este archipiélago al sur de las Baleares, entre Europa y África.

No en vano, durante milenios, las armadas fenicio-púnicas, romanas, árabes, mallorquinas, portuguesas e incluso castellanas realizaron expediciones hasta estas islas, siendo responsables las más antiguas (púnicas y romanas) de los  primeros asentamientos en el primer milenio A.C al trasladar en sus barcos desde África del Norte en distintas oleadas a los primeros colonos que darían lugar a la conformación de lo que hoy llamamos población indígena aunque en sentido estricto tendríamos que hablar de primeros colonos.

Luego, tras la conquista europea, normandos, castellanos, portugueses, genoveses, flamencos, etc., mezclarán su sangre con la escasa población indígena superviviente y con la población esclava norteafricana que vino a reemplazar a  la autóctona como mano de obra servil. Esto es un balance muy sucinto de lo que significa la canariedad: un amplísimo y forzado mestizaje como seña inequívoca de nuestra identidad.


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