Foto: Roberto Hernández Bautista |
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES
ADN E HISTORIA FAMILIAR
ADN E HISTORIA FAMILIAR
SINOPSIS
Partiendo del análisis de
ADN de los ocho bisabuelos de mis hijos y de la investigación genealógica familiar
en la que llevo muchos años enfrascado, el objetivo de esta ponencia ha sido alcanzar,
cuando fue posible, mis ascendientes directos de la generación del 1500, en los
difíciles momentos de la transición
entre el mundo indígena y el colonial, poniendo en común lo que nos dice la
historia y la genética acerca de estas personas que vivieron en las islas hace
cinco siglos y que son hoy los ancestros de todos los grancanarios.
INTRODUCCIÓN
Son más de 20 los
artículos publicados bajo el epígrafe: “Una ascendencia canaria de cinco
siglos” en blogs tales como Genealogías Canarias y Cuadernos de Etnografía de
Fuerteventura y que hoy, revisados y actualizados, se exponen en este trabajo.
En ellos se ofrece el estudio de diversos linajes mixtos, en los que, con la impresindible
colaboración de Juan Ramón García Torres, hemos podido sustentar
documentalmente un viaje de cinco siglos por las historia de las islas hasta
alcanzar la generación del 1500, es decir, hasta aquellas personas que formando
parte de nuestra ascendencia eran ya adultas en torno a ese año por lo que
vivieron de cerca los avatares de la irrupción colonial incluida la deportación
o forzada aculturación de los indígenas.
CLASIFICACIÓN DE ALGUNOS DE LOS LINAJES
ESTUDIADOS EN FUNCIÓN DEL ORIGEN DE LOS VARONES
PROCEDENTES DE CASTILLA
PEDRO DE VEGA |
CATALINA
HERNÁNDEZ |
MIGUEL DE TREJO |
MARGARITA
HERNÁNDEZ |
JUAN DE SORIA |
MARÍA GONZÁLEZ |
HERNANDO DE
GUZMÁN |
ARMINDA
MASEQUERA |
PEDRO DE JAÉN |
JUANA GARCÍA |
PEDRO CASTRILLO |
LEONOR FDEZ
MÁRQUEZ |
FRANCISCO DE
MIRANDA |
ELVIRA SÁNCHEZ |
JUAN DE OJEDA |
CATALINA RAMÍREZ |
FAMILIAS DE LAS ISLAS
MACIOT II DE
BETANCOR |
LUISA DE
BETANCOR |
LUIS DE LEÓN EL
VIEJO |
ELVIRA PÉREZ |
JUAN DE ALEMÁN |
JUANA MELIÁN |
HERNÁN DARIAS DE
SAAVEDRA |
CONSTANZA
SARMIENTO |
PROCEDENTES DE PORTUGAL
MARTÍN DE MENA |
ANA GUTIÉRREZ |
JUAN ALONSO DE
TAYA |
JUANA GARCÍA |
PEDRO DOMÍNGUEZ |
PAULINA NÚÑEZ |
PROCEDENTES DE GÉNOVA
FCO. CANINO
VENTIMIGLIA |
ELVIRA HERNÁNDEZ |
JUAN BAUTISTA
SALVAGO |
LEONOR DE ARNAO |
INDÍGENAS CANARIOS
ALONSO DE
CÓRDOBA |
CATALINA GARCÍA |
AYMEDEYACOÁN |
MUJER NATIVA |
HERNÁN
SCHEZ BENTIDAGUA |
ISABEL GONZÁLEZ |
SEBASTIÁN DE
VERA |
FRANCISCA
HERNÁNDEZ |
JUAN BENÍTEZ |
CATALINA MICHEL |
FERNANDO DE
GUADARTEME |
JUANA HERNÁNDEZ |
En este trabajo nos vamos
a centrar sin embargo en ocho linajes rectos: cuatro por línea de varón
(patrilineales) y cuatro por línea de mujer (matrilineales) que se corresponden, como se ha dicho, con los ocho bisabuelos de
los hijos de quien esto escribe.
El póster familiar que vemos a continuación nos identifica, en
las columnas que quedan a derecha e izquierda, a los personas nacidas a
principios del siglo XX que son bisabuelos de mis hijos y cuyos linajes
queremos trazar hasta finales el año 1500.
Señalaremos a
continuación en un cuadro adjunto a los ocho protagonistas de este trabajo con
indicación del haplotipo correspondiente del cromosoma Y, si son varones, o de
su haplotipo de ADN mitocondrial, si son mujeres. Precisamos en este punto que
dicha información se ha obtenido a partir del análisis de ADN de algunos de sus
descendientes directos. Mi padre, Lorenzo Hernández Vega, nos aportó los
linajes de su padre y de su madre, y mi suegro
nos aportó la identificación genética
de sus respectivos padres. En el caso de mis abuelos maternos mi propio
análisis me indicó el ADN mitocondrial de mi madre y por ende el de mi abuela
América.
Para conocer el haplotipo
de mi abuelo materno tuve que recurrir a la colaboración de un primo hermano,
hijo varón del único de los hermanos de mi madre que tuvo descendencia
masculina. En el caso de los abuelos maternos de mi esposa el haplotipo
femenino se obtuvo a partir del análisis de ADN
de mi hija Nayra que es el mismo que el de su madre, de su abuela y de
su bisabuela, y así sucesivamente. Y por el otro lado el masculino se obtuvo a
partir de una muestra de saliva de un primo hermano de mi mujer, hijo varón de
un tío suyo.
Los seis análisis
antedichos fueron realizados por la empresa norteamericana 23andme previo pago
de las cantidades solicitadas, en torno a 99 dólares por kit, cantidad que se
vio incrementada en casi 80 dólares por unidad por gastos de envío y retorno de
la muestra. Es decir, que el presupuesto asignado a esta parte del estudio ha
supuesto una inversión cercana a los 1000 dólares, o lo que es lo mismo algo
más de 800 euros.
HAPLOTIPOS |
|||||||
R-P312 |
I |
J2 |
J2A2 |
R-P311 |
U4 |
E-M5021 |
H |
RAFAEL HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ |
MAGDALENA VEGA SUÁREZ |
MODESTO BAUTISTA DOMÍNGUEZ |
AMÉRICA GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ |
FRANCISCO SANTANA PÉREZ |
Mº PINO HERRERA DOMÍNGUEZ |
MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ
|
Mª JOSÉ GONZÁLEZ PÉREZ |
LORENZO HERNÁNDEZ |
PURA BAUTISTA |
JUAN SANTANA |
CARMEN PÉREZ
|
||||
FANEQUE HERNÁNDEZ
BAUTISTA |
CARMEN Mª SANTANA
PÉREZ
|
||||||
NAYRA Y AITAMI HERNÁNDEZ SANTANA
|
Señalaremos, por último, antes de entrar en materia la vecindad y ocupación de los ocho protagonistas del estudio en el siglo XX y de sus últimos ascendientes directos hasta el momento conocidos en el siglo XVI.
SIGLO XX |
SIGLO XVI
|
RAFAEL HERNÁNDEZ HDEZ -Mayordomo
de fincas plataneras LAS
PALMAS (San Roque) |
VICENTE
MONTESDEOCA -Tejero
y armador LAS
PALMAS (Triana) |
MAGDALENA
VEGA SUÁREZ -Trabajadora
en el molino familiar LAS
PALMAS (San Roque) |
LEONOR
DE LA PEÑA -Criadora
de ganado y labradora AGÜIMES
|
MODESTO
BAUTISTA DOMÍNGUEZ -Camionero
de empresa exportadora GÁLDAR
|
ANTONIO
MONTESDEOCA -Carpintero ARUCAS |
AMÉRICA
GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ -Camarera
en el figón familiar LAS
PALMAS (San Roque) |
INÉS
HERNÁNDEZ -Criadora TIRAJANA |
FRANCISCO SANTANA PÉREZ -Cambullonero
LAS
PALMAS (La Isleta) |
|
Mª
PINO HERRERA DOMÍNGUEZ -Camarera
en el figón familiar LAS
PALMAS (La Isleta) |
CATALINA
MÉNDEZ - LAS
PALMAS |
MANUEL
PÉREZ GONZÁLEZ -Obrero
de fábrica de salazones LAS
PALMAS (Guanarteme) |
GONZALO
BRAVO -Zapatero
y comerciante de cueros LA
LAGUNA |
Mª
JOSÉ GONZÁLEZ PÉREZ -Dependienta
de fábrica de puros LAS
PALMAS (Guanarteme) |
LEONOR
DE OJEDA -Hacendada GÁLDAR |
I.
MARCADORES UNIPARENTALES
A. LOS
LINAJES MATERNOS (ADN MITOCONDRIAL)
Comenzaremos el estudio
por los linajes rectos matrilineales de las cuatro bisabuelas de mis hijos. El
siguiente cuadro nos muestra la frecuencia de los haplogrupos analizados en una
muestra de 65 restos humanos indígenas de varias islas, de 128 restos humanos de la población que fue
enterrada en el camposanto de la iglesia de la Concepción de Santa Cruz de
Tenerife durante los siglos XVII y XVIII y de un estudio de la población actual
de las siete islas con una muestra de 300 personas.
HAPLOGRUPOS
|
LINAJES |
RESTOS INDÍGENAS |
POBLACIÓN
HISTÓRICA DE TF |
CANARIAS HOY |
J2
|
AMÉRICA
GLEZ DOMÍNGUEZ |
- |
- |
1 (0.33%) |
I |
MAGDALENA
VEGA SUÁREZ |
- |
1 (0.78%) |
3 (1.00%) |
H |
MARÍA JOSÉ GLEZ PÉREZ
|
17 (26.16%) |
29 (22.68%) |
21 (7.00%) |
U4 |
Mª DEL PINO HERRERA DGUEZ |
- |
- |
1 (0.33%) |
MUESTRA |
|
65 |
128 |
300 |
1. AMÉRICA
GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ
|
CATALINA GONZÁLEZ (1506- ) H d Catalina Glez y Jorge Glez |
Tirajana |
LUISA DE CABRERA
|
Tirajana |
INÉS HERNÁNDEZ, "la menora"
|
Tirajana |
INÉS
HERNÁNDEZ (1568- )
|
Tirajana |
ANA
DE LOS REYES HERNÁNDEZ ( -1663)
|
Tirajana |
MARÍA RAMOS (1638-1697)
|
Tirajana |
MARÍA BARTOLESA (1668- )
|
Tirajana |
MARÍA BARTOLESA CORUÑA
(1698- )
|
Tirajana |
ANTONIA BACA CORUÑA (1725- )
|
Tirajana |
MARÍA RIVERO BACA (1761- )
|
Las
Palmas |
TERESA Mª GUTIÉRREZ RIVERO
(1802-1827)
|
Las
Palmas |
BONIFACIA MATEO GUTIÉRREZ
(1827- )
|
Las
Palmas
|
TERESA SOCORRO MEDEROS
(1861-1949)
|
Las
Palmas
|
AGUSTINA DOMÍNGUEZ SOCORRO
(1882-1978)
|
Cuba |
AMÉRICA GONZÁLEZ
DOMÍNGUEZ
(1906-1994)
|
¿QUÉ SABEMOS DE ESTE HAPLOTIPO DE ADN
MITOCONDRIAL J2a2?
El haplogrupo J2 tuvo su
origen en Próximo Oriente o Egipto hace al menos 20 mil años. Aunque es raro en
Europa algunos de sus linajes son específicos de poblaciones europeas. Otros
son propios de poblaciones de Próximo Oriente como los sirios.
En el mapa de
distribución de este haplogrupo puede observarse una leve concentración en Tunicia y otra en
Iberia meridional. Dada la rareza de este haplotipo y la cortedad de la muestra
prehispánica no podíamos aventurar si nuestra ascendiente tenía origen ibérico
o norteafricano. Si fuera indígena podríamos relacionarlo con la primera colonización de las islas en época anterior a
nuestra era que partió desde puertos mediterráneos. Si fuera de origen ibérico
podría ser una pobladora proveniente de Andalucía o del sur de Portugal.
ADENDA: J2a2 en Canarias
es un linaje caracterizadamente indígena.
Cinco años después de la
publicación del libro Una ascendencia
canaria de cinco siglos nuevas investigaciones de ADN dirigidas por la Dra.
Fregel han podido determinar que J2a2d1a es un linaje autóctono.
¿QUÉ SABEMOS DE ANA DE
LOS REYES HERNÁNDEZ?
Sabemos que esta señora,
que debió nacer sobre el 1600, vivió en
el Lugarejo de Tirajana (hoy Santa Lucía) en el lugar conocido como El
Higueral; que casó extrañamente con permiso del Provisor en El Sagrario de Las
Palmas y no en la iglesia de Tunte, con Luis Jiménez con el que tuvo tres
hijas: Juana del Rosario (1623), que casará en 1645 con José González, Inés
Matías (n 1627) que casará con Francisco Hernández en 1644, y por último María
Ramos nuestra ascendiente (n 1638) que casará con Andrés Lorenzo en 1657; asimismo
sabemos que el matrimonio, aunque humilde, posee tierras montuosas como las que
otorga Ana de los Reyes a la iglesia poco antes de morir y algunas casas en El
Lugarejo como aquellas con las que dotó a sus hijas para casarse.
Hace algún tiempo, con
posterioridad a la impartición de la conferencia y a la publicación del libro,
hemos tenido acceso a cierto documento (el testamento en 1681 de María Ramos,
hija de Juan Magás y María Ramos Izquierdo) del que se infiere que Ana de los
Reyes es con toda probabilidad hermana de María Ramos Izquierdo, y que ambas
son hijas de Mateo Izquierdo y de Inés Hernández.
Recientemente, hemos
podido confirmar (véase nuestro ultimo libro “Genealogías Sureñas de Gran
Canaria”) que la madre de Inés Hernández es una mujer de igual
nombre y apellido vecina de Tirajana, apodada "la menora", casada con Andrés Barroso, descendiente de
portugueses afincados en el norte de
Tenerife. Asimismo hemos comprobado que el linaje J2a2d que portan estas mujeres
es caracterizadamente indígena.
2.
MARÍA DEL PINO HERRERA DOMÍNGUEZ
Lugar de Nacimiento |
Haplotipo U4
|
|
|
|
CATALINA MÉNDEZ
|
Las
Palmas |
MARÍA
FONSECA (1541- )
|
|
ELVIRA
JIMÉNEZ
|
|
MARÍA
DE FLORES
|
|
LEONOR
FLORES ( -1680)
|
Tejeda |
ANNA
DE FLORES (1651- )
|
|
MARÍA
DELGADO DE FLORES
|
Guía |
MARÍA
DE BETANCOR (1697- )
|
|
MARÍA
DE FLORES
|
Las
Palmas |
ÁNGELA
FARÍAS (1755- )
|
Las
Palmas |
CLARA SABINA FARÍAS
|
Las
Palmas |
ÁNGELA TAISMA SABINA (1818- )
|
Las
Palmas |
Mª DEL PINO SANTANA TAISMA
(1844- )
|
Las
Palmas |
CLARA DOMÍNGUEZ RODRÍGUEZ
(1872- )
|
Las
Palmas |
MARÍA DEL PINO HERRERA DOMÍNGUEZ (1908- ) |
¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO U4?
El Haplogrupo U4, según
23andme, parece haberse originado hace unos 25 mil años con posterioridad a la
colonización inicial de las llanuras de Europa Oriental. Durante los periodos
más antiguos de la Edad del Hielo pequeños grupos de estas poblaciones fueron
empujados hacia las regiones menos frías del sur confinándose en el sureste de
Europa y las montañas del Cáucaso. Hoy U4 es muy común entre las poblaciones
del suroeste de Siberia donde puede constituir el 25% de la población. También
puede ser encontrado en aunque en menores proporciones en la región del Volga y
del Ural de Rusia así como en la poblaciones de Estonia y Finlandia que bordean
el Báltico extendiéndose luego por el Atlántico hacia Suecia, Francia y Gran Bretaña.
En el mapa de
distribución de este grupo con antelación a los viajes intercontinentales puede
observarse una bolsa de estas poblaciones en el suroeste de la península
Ibérica cuyo origen dicen los expertos pudiera estar en las migraciones atlánticas
de pueblos nórdicos que irrumpieron Guadalquivir arriba.
A la vista de esta
información debemos pensar que Catalina Méndez atrás debió provenir de Andalucía occidental o del
sur de Portugal pues tiene un haplotipo caracterizadamente europeo sin que
exista constancia de la presencia del mismo en el África septentrional.
¿QUÉ SABEMOS DE MARÍA DE FONSECA?
Consta en la iglesia de
El Sagrario de Las Palmas el bautizo a
23 de febrero de 1541 de María, hija Juan García y Catalina Méndez. María Fonseca
casará en 1557 con Andrés López Buenosvinos, hijo de Diego López Buenosvinos,
natural de Albaida y de la cordobesa Ana López. Andrés López Buenosvinos
testará en Las Palmas en agosto de 1589.
Hija de este matrimonio fue Elvira Jiménez casada con Domingo Alonso por quien
sigue la línea que conduce hasta mis hijos.
3.
MADGALENA VEGA SUÁREZ
Lugar de Nacimiento |
Haplotipo I |
|
LEONOR DE LA PEÑA (N circa 1520)
|
Agüimes |
MARÍA DE ARTEAGA
|
Agüimes |
MARÍA DE ARTEAGA
|
Agüimes |
ISABEL DÍAZ
|
Agüimes |
SEBASTIANA DE LA PEÑA MORALES
(1624-1684)
|
Agüimes |
MARÍA DE LA PEÑA (1655- )
|
Agüimes |
SEBASTIANA DE LA PEÑA (1681
-1754)
|
Aldea
Blanca |
LEONARDA HIDALGO ALEMÁN
(1713-1786)
|
Aldea
Blanca |
CATALINA GONZÁLEZ HIDALGO (1749-
1810)
|
Aldea
Blanca |
LEONARDA CATALINA LÓPEZ
(1783-1810)
|
Vega
Grande |
JOSEFA ASCANIO LÓPEZ (1810- )
|
Las
Palmas |
Mª DOLORES JAÉN ASCANIO
(1842- )
|
Las
Palmas |
ANTONIA SUÁREZ JAÉN (1865-1943)
|
Las
Palmas |
MAGDALENA VEGA SUÁREZ (1886-1964)
|
¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO I?
Parece haberse originado
en Próximo Oriente y las montañas del Cáucaso no mucho después de la salida de
la humanidad del continente africano. Hoy el grupo se distribuye por Europa con
niveles en torno al 2% de la población. Aunque es muy raro en el Próximo
Oriente el haplogrupo I también pude encontrarse en una franja que va desde el Cáucaso hasta Pakistán.
Asimismo ha realizado incursiones relativamente recientes dentro de África
encontrándose a niveles del 1% en Etiopía
y Egipto.
En Europa este haplogrupo
empezó a extenderse después del periodo más frío de la Edad del Hielo, hace
unos 20 mil años. Al principio estuvo probablemente restringido a Europa
suroriental. Una vez que los glaciares se retrajeron se extendió por casi todo el continente.
Trazas de su expansión se observan en
las poblaciones célticas de Escocia, Gales, Cornualles y Bretaña en el norte de
Francia y de Galicia en el norte de España.
El mapa de distribución
señala asimismo una bolsa de efectivos humanos con este haplotipo en Túnez que coincide con la ubicación de Cartago y un foco secundario en el sur de
Portugal y España que coincide con la antigua Gades.
El haplotipo I no aparece
sin embargo en la serie de 65 restos
indígenas analizados y en los estudios actuales es raro (1% de la población
canaria actual). ¿Es su procedencia Iberia sur o el más lejano Túnez? ¿Arribó a
la isla antes o después de la incorporación de Gran Canaria a la corona
castellana? ¿Las mujeres como Leonor de la Peña que lo portan en Agüimes a principios del siglo XVI eran indígenas o
pobladoras europeas? Tal vez la genealogía en esta ocasión pueda ayudar a resolver la cuestión habida
cuenta de que el linaje materno llega prácticamente hasta el momento de la
transición.
¿QUÉ SABEMOS DE LEONOR DE
LA PEÑA?
Tras rastrear las
escribanías y los libros sacramentales de Agüimes, Telde y Las Palmas podemos
aportar las siguientes notas biográficas sobre su familia:
Leonor de la Peña y
Melchor Hernández su marido tuvieron los siguientes hijos: Alonso Casado,
nacido hacia 1540 y casado con Anastasia de la Cruz; María Arteaga, casada con
Juan López; Bartolomé Cazorla, casado con María Ortiz y más tarde con Clara
Ramírez; Catalina Hidalgo, casada con Francisco Hernández; y por último Juan de
la Peña que creemos que es el mismo que aparece casado en un protocolo de fines
de siglo con María López.
Tenemos pues cinco hijos
de Leonor de la Peña y Melchor Hernández con cinco apellidos diferentes, lo
cual era bien frecuente en la época, que viven y trabajan en Agüimes en los primeros
tiempos del señorío episcopal. Con los datos con los que contamos, podemos
establecer que Leonor casó en torno a 1540 pudiendo haber nacido en torno a
1520.
De su marido Melchor
Hernández tenemos algo más de información en los protocolos del escribano
Francisco Díaz Peloz. Aparece con frecuencia como testigo de la firma de
distintos documentos desde mediados del
siglo hasta 1589, fecha en la que aparece por última vez en el reconocimiento
de deuda de una viuda, indicándose al pie de la misma que Melchor Hernández, el
viejo, era vecino de la villa. Debió vivir muchos años pues son sus hijos
varones, Alonso Casado y Bartolomé Cazorla, quienes desde los años 50 ejercen
en la Heredad de Aguatona como cofirmantes de los contratos de los acequieros.
Melchor Hernández, según se señala en el libro “Pobladores de Agüimes” nace en 1508 y era
hijo de Lucía Hernández, de los naturales de las islas.
Pero lo que realmente nos
interesa en este momento es conocer la identidad de Leonor que es quien porta
el haplotipo I cuyo origen tratamos de dilucidar. Nos llegamos a plantear en
algún momento del rastreo que el apellido de la Peña en la villa de Agüimes
podía tener un origen nativo. Nos dio pie a dicha elucubración el curioso
contrato ante el escribano de Agüimes que a continuación extractamos:
“Juan Rodríguez Cubas,
Cristóbal Hernández, Bartolomé Cazorla y Juan López el mozo, como criadores y
vecinos de la villa deben pagar a Juan de la Peña, vecino de la villa, 12
doblas para que acabe con tres perros que matan el ganado salvaje y andan en el
barranco de Guayadeque. Agüimes a 26 de abril de 1572
Ahora sabemos gracias al
extraordinario trabajo de Rodríguez de Castro y García Correa que todos los
contratantes, menos Juan Rodríguez de Cubas, son familiares entre sí, y que el
cazador contratado, Juan de la Peña, es un hijo de Leonor de la Peña, quien
debía de ser un experto conocedor de los riscos del Guayadeque para recibir tal
encargo, el cual había de cumplirse con esta curiosa condición: “entregando las
cabezas, con las orejas, de los perros”.
Recientes hallazgos
documentales nos permiten conjeturar que Leonor es la hija de Bartolomé de la
Peña y de Juana Sánchez, vecinos de Telde de probable origen en las islas
orientales. Hijos de dicho matrimonio de los que tenemos constancia son: Marina
Rodríguez bautizada en 1515, que estuvo casada con Simón Camello, Luisa bautizada
en1514, Catalina en 1517, Leonor que debió nacer sobre 1520, según nuestras
cábalas, Inés bautizada en 1522 y Bartolomé de la Peña de quien sabemos que
estuvo casado con María Alonso, con sucesión en Telde en los años 40
4.
MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ PÉREZ
Lugar de
Nacimiento |
Haplotipo H |
|
|
Teror |
LEONOR
DE OJEDA
|
Gáldar |
MARÍA LORENZO
(1618- )
|
Gáldar |
INÉS HERNÁNDEZ
(1640-1685)
|
Gáldar |
MELCHORA DE
SAAVEDRA (1679-1766)
|
Gáldar |
CATALINA
CASTELLANO DE QUINTANA (1705- )
|
Gáldar |
MARGARITA DE
QUINTANA MORENO (1731- )
|
Gáldar |
Mª MARAVILLAS
MENDOZA MORENO (1775- )
|
Gáldar |
ANTONIA ALEMÁN
MENDOZA (1802- )
|
Gáldar |
Mª JOSÉ SAAVEDRA
MENDOZA (1823- )
|
Gáldar |
CARMEN GONZÁLEZ
SAAVEDRA (1856- )
|
Gáldar |
Mª JOSÉ PÉREZ
GONZÁLEZ (1883- )
|
Las
Palmas |
Mª
JOSÉ GONZÁLEZ PÉREZ (1903-1990)
|
¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO H?
En el mapa de
distribución genética hace 500 años, antes de los viajes interoceánicos y de la
conquista de la islas Canarias, este haplotipo H identifica a poblaciones
procedentes de Próximo Oriente que después del culmen de la era glacial se
extendieron por todo el occidente europeo, siendo hoy el grupo prevalente en
este continente.
La migración de estas
poblaciones, como puede verse en el mapa adjunto, no se detuvo en el estrecho
de Gibraltar sino que colonizó igualmente el África noroccidental. En la
actualidad puede encontrarse por tanto este haplogrupo H en poblaciones
bereberes del Magreb. Lo sorprendente en los estudios genéticos que manejamos
es que está presente igualmente en un 26% de los restos indígenas analizados.
Es decir, que este haplotipo puede
provenir de una pobladora europea, de
una esclava norteafricana o de una mujer
indígena. Alcanzar el techo del 1500 con
documentación fiable en este linaje podría llevarnos a la resolución del enigma
pero es posible que estemos de nuevo por la dificultad de trazar los linajes
maternos, ante un callejón del que no vemos la salida
¿QUÉ SABEMOS DE LEONOR DE
OJEDA?
Uno de los hijos de
Leonor, Agustín Domínguez de Ojeda, el primogénito por más señas, en su
testamento de 1685 nos dice: “Ítem declaro que yo soy hijo legítimo de Juan
Domínguez Falcón y de Leonor de Ojeda vecinos que fueron del lugar de Teror y
moradores en la villa de Gáldar”.
Tenemos pues que Leonor
de Ojeda es oriunda de Teror. Debió haber nacido en dicha localidad en torno a
1585 pues tuvo a su primer hijo en dicha localidad en 1606, el ya citado
Agustín, quien casaría en Gáldar en 1637 con María de Quintana. El segundo hijo
de Leonor, nacido en Gáldar en 1612, se llama como su padre Juan Domínguez
Falcón y casará en Gáldar en 1646 con María Ruiz de Herrera y años después con
María de Morales. La tercera de la saga es María Lorenzo que nace en Gáldar en
1618 y que contrae matrimonio en la misma localidad en 1636 con Cristóbal
Domínguez, hijo de Bastián Domínguez e Inés Hernández. El cuarto vástago fue
Diego Domínguez nacido, en 1621, y el quinto, Francisco Domínguez, nacido en
1628. De estos últimos, desconocemos las circunstancias vitales.
Hay tantas Leonor de
Ojeda a principios del siglo XVII en la isla que no nos atrevemos en este caso
a hacer demasiadas conjeturas sobre su posible ascendencia, si bien creemos que
podría ser la hija de tal nombre del matrimonio formado por Cristóbal García de
Ojeda y Marina de Balboa. En su testamento de 1602 Cristóbal nos dice que es
hijo de Diego García de Ojeda y de Marina Rodríguez y que nombra “por
herederos universales a Leonor, Diego, María y Andrés, mis hijos
legítimos y de la dicha Marina de Balboa, mi mujer…”
En caso de afianzarse este peldaño
tendríamos el linaje materno hasta el 1500 pues Marina de Balboa, bautizada es
1573 en Las Palmas, es hija de Andrés López Buenosvinos y María de la Paz
Balboa, nieta materna de Juan Gutiérrez Balboa y Mariana Alonso de Quesada y
bisnieta materna de Alonso de Quesada y Teresa Díaz, vecinos de Úbeda, Jaén.
B. LOS LINAJES
PATERNOS
(CROMOSOMA Y:
FRECUENCIA DE LOS HAPLOGRUPOS)
Datos obtenidos del
artículo: “Demographic history of Canary islands male gene pool: replacement of
native lineages by European” publicado en BMC Evolutionary Biology, August 2009
cuyos autores son: Rosa Fregel, Verónica
Gomes, Leonor Gusmao, Ana M. González, Vicente M Cabrera, Antonio Amorim and
Jose M. Larruga
HAPLOGRUPOS
|
LINAJES |
RESTOS INDÍGENAS |
POBLACIÓN
HISTÓRICA DE TENERIFE |
CANARIAS HOY |
R-P312 |
RAFAEL HERNÁNDEZ
HDEZ |
(10%) |
(43%) |
(51%) |
J2 |
MODESTO BAUTISTA
DGUEZ |
(0%) |
(3%) |
(11%) |
R-P311 |
FRANCISCO SANTANA
PÉREZ |
(10%) |
(43%) |
(51%) |
E-M5021 |
MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ |
(50%) |
(24%) |
(14%) |
MUESTRA |
|
30 |
42 |
652
|
1. RAFAEL
HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
Lugar de Nacimiento |
HAPLOTIPO R-P312
|
Natural
de España |
VICENTE DE MONTESDEOCA
|
Las
Palmas |
JUAN DE
MONTESDEOCA HERNÁNDEZ (1512- )
|
Las
Palmas |
CRISTÓBAL DE
MONTESDEOCA
|
Las
Palmas |
GONZALO
HERNÁNDEZ MONTESDEOCA
|
Las
Palmas |
DOMINGO
HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
|
Las
Palmas |
JUAN HERNÁNDEZ
SÁNCHEZ (1662- )
|
Las
Palmas |
JOSEPH HERNÁNDEZ
DE SOSA (1725-1793)
|
Las
Palmas |
JUAN ANTONIO
HERNÁNDEZ MARTÍN (1751-1802)
|
La
Vega
|
ANTONIO HERNÁNDEZ TOLEDO (1773- )
|
Las
Palmas
|
AGUSTÍN
HERNÁNDEZ REYES (1847- )
|
Las
Palmas |
RAFAEL HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ (1884-1959)
|
¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO R-P312?
R es el más común de los
haplogrupos en Europa Occidental donde, con sus diversas variantes, es portado por
más del 50% de los varones. Una de esas
variantes R-P312 se relaciona con los ancestros de los actuales pobladores del
País Vasco. En el mapa adjunto puede comprobarse que pobladores de este
haplogrupo alcanzaron también el norte
de África y recientemente ha podido comprobarse, para sorpresa de los
investigadores, que el 10 % de una muestra de restos indígenas porta
dichos genes europeos.
¿QUÉ SABEMOS DE VICENTE DE MONTESDEOCA?
En este caso podemos
probar, con documentación fiable, que Vicente Montesdeoca tiene un origen
ibérico. Fue este personaje un poblador temprano de Gran Canaria a donde arriba
poco después de la incorporación de la isla a la Corona de Castilla, huyendo
probablemente de la Inquisición, estableciéndose en la incipiente Villa Real de
Las Palmas. Aquí primero ejerció la profesión de tejero (fabricante de tejas y
ladrillos) para muy pronto medrar convirtiéndose en armador, copropietario de
una carabela que fondea en la playa del Arrecife, hoy Las Canteras, con la que
asalta las costas africanas en busca de esclavos para su venta o rescate.
Es un nieto suyo, Vicente de
Montesdeoca Lorenzo, quien nos da algunas claves acerca de su procedencia
cuando, a fines del XVI, deseando ser Comisario del Santo Oficio, declara una
genealogía del tenor siguiente: “que sus padres son Juan de Montesdeoca,
natural de esta Ciudad de Canaria, vecino de La Vega, y María Lorenzo, natural
y vecina de La Vega; que sus abuelos paternos fueron Vicente de Montesdeoca,
natural de España, pero no sabe de qué parte vino porque hace mucho tiempo que
fue vecino de esta ciudad, y Juana
Hernández, su mujer, natural de España, y tampoco sabe de qué parte vino. Como
abuelos maternos declara a Isabel Lorenzo, natural de las islas, y a Domingo Hernández,
natural de Portugal en la ciudad de Évora, ambos vecinos de La Vega”.
De la tal Juana Hernández, la mujer de
Vicente Montesdeoca el viejo, de quien sabemos que ejerce en 1522 la profesión de “vendedera”, podemos precisar
algo más acerca de su lugar de procedencia. El siguiente documento, fechado en
1534, por el que Juana liberta a una esclava negra de su propiedad nos confirma
su más que probable origen andaluz pues sus abuelos son Bartolomé Sánchez, de
Córdoba, y Juana Hernández. Son estas
señoras, abuela y nieta, con toda seguridad las responsables del primer apellido
Hernández que lleva el autor de estas líneas.
1534 /IV /11 Las Palmas folio
359 r y v
Escribano Cristóbal de San Clemente
Protocolo 741 AHP
“Juana Fernández, mujer de Vicente
de Montesdeoca, vecina de Gran Canaria, dice que cuando se casó recibió en dote
de sus abuelos Bartolomé Sánchez de Córdoba y Juana Hernández una esclava negra
de nombre Isabel Sánchez y de edad de dos años poco más o menos con condición
de darle libertad al cumplir los 20 según escritura otorgada ante escribano
público el 26 de enero de 1511. Como la esclava ha cumplido ya los 20 en el
servicio suyo y de su abuela la declara libre”.
2. FRANCISCO
SANTANA PÉREZ
Lugar de
Nacimiento |
HAPLOTIPO R_P311 |
|
FRANCISCO JAVIER SANTANA (1832 - 1905)
|
Telde |
JOSÉ DIONISIO
SANTANA ASCANIO (1878- )
|
Telde |
FRANCISCO SANTANA PÉREZ (1906- 1943) |
El haplotipo de los
Santana, RP-311, reflejado en el cuadro es, como el de los Hernández, de origen
europeo e ibérico. Parece muy arriesgado afirmar esto cuando sabemos a ciencia
cierta que Francisco Javier Santana es hijo de padre y madre desconocidos como
lo atestigua su original apellido canario y como se nos confirma en el
siguiente extracto de su partida de defunción:
“22 noviembre de 1905, Iª
de San Gregorio. Sepultura de Francisco
Santana, expósito, alias Miro, de 73 años de edad, esposo de Gregoria Santana
de esta ciudad. Falleció en Arauz,
anoche a las dos…”
La red 23andMe que nos ha
permitido analizar el ADN de mi suegro, nos permite igualmente establecer
contacto con otras personas con las que tiene algún grado de parentesco. El ADN
no engaña. Porcentajes en torno al 50% de similitud señalan que la relación de
parentesco es de padre a hijo. La relación de nietos a abuelos o viceversa
supone aproximadamente un 25% de coincidencia. Primos hermanos coinciden en
torno al 10%, primos segundos en torno al 5%, primos terceros en torno al 1% A
partir de aquí los porcentajes decaen generación a generación.
Una niña vasca, de la que
necesariamente tenemos que omitir el nombre, resulta estar emparentada en un
0,20 % con mi suegro (q.e.p.d.) Juan Santana Herrera, con dos segmentos
idénticos de ADN. Ese porcentaje equivale con cierto margen de error a un
parentesco entre primo quinto y primo sexto, es decir que ambas personas tienen
un ancestro común 5 o 6 generaciones
atrás. En la conversación electrónica mantenida con su madre comprobamos que el
parentesco de la niña con mi suegro se establece por línea paterna pues ella,
que también se ha hecho el estudio, no tiene ninguna similitud con él. El padre de la niña, nos comenta su
exesposa, de apellido Ruiz, es de origen castellano-andaluz por todas sus
líneas, la principal, de Priego de Córdoba. No es necesario recapitular ahora,
después de ofrecer estos datos, sobre el hecho de que un ascendiente de esa
persona estuvo en Gran Canaria en los años 30 del siglo XIX y que aquí, en el
Hospicio de Santa Ana, dejó descendencia.
3. MODESTO
BAUTISTA DOMÍNGUEZ
Lugar de
Nacimiento |
HAPLOTIPO J2
|
|
ANTONIO
DE MONTESDEOCA, cajero
|
|
FRANCISCO MONTESDEOCA
|
|
DIEGO
MONTESDEOCA
|
Arucas |
SALVADOR
MONTESDEOCA (1599- )
|
Arucas |
JUAN BAUTISTA
MONTESDEOCA (1626- )
|
Guía |
SALVADOR
BAUTISTA MONTESDEOCA (1649-1721)
|
Guía |
MATÍAS DE TORRES
BAUTISTA (1682-1743)
|
Guía |
SALVADOR DE
TORRES BAUTISTA (1707- )
|
Guía |
FRANCISCO
BAUTISTA ALMEIDA (1727-1768)
|
Guía |
FRANCISCO
BAUTISTA SARMIENTO (1755-1811)
|
Guía |
FRANCISCO
BAUTISTA RIVERO (1796-1849)
|
Guía |
FRANCISCO
BAUTISTA DE QUINTANA (1820-1868)
|
Guía |
FRANCISCO
BAUTISTA MIRANDA (1859-1915)
|
Guía |
MODESTO
BAUTISTA DOMÍNGUEZ
(1894-1955)
|
¿QUÉ SABEMOS DEL
HAPLOTIPO J2?
El haplogrupo J se
originó hace unos 20 mil años en Próximo Oriente donde hoy es muy común.
Algunas ramas se expandieron desde esa localización inicial hacia otras partes
de Eurasia y África del Norte. En
tiempos más recientes la expansión de la antigua Grecia, la diáspora judía y la
expansión del Islam en África del Norte han extendido el haplogrupo J2
alrededor del Mediterráneo. Estudios recientes señalan que una rama
específica de J2 puede encontrase en la actualidad entre los
descendientes de los antiguos fenicios, una civilización que estableció
colonias en Tunicia, Sicilia y el sur de Iberia desde principios del primer
milenio antes de Cristo.
¿QUÉ SABEMOS DE FRANCISCO
MONTESDEOCA?
Nos faltaba tan solo un
escalón, según nuestras cuentas, para llegar a la generación diana del 1500. De
Francisco Montesdeoca, que era hasta hace poco el primer varón de la línea de los Bautista, creímos durante un tiempo que era el hijo homónimo de Vicente de
Montesdeoca citado en el siguiente extracto de un documento de la escribanía de
Las Palmas dictado ante Hernán González a 29 de agosto de 1552:
“Testamento de Catalina
Hernández, hija de Luis Núñez, calderero… Nombra albaceas a su padre y a María
de Frías, su madre. Testigos: Gonzalo Hernández, mesonero, Gonzalo Yanes
aperador de Zoilo Ramírez, regidor, Francisco de Montesdeoca, hijo de Vicente
de Montesdeoca, Antonio Rodríguez y Alonso Hernández, escribano de su majestad…”
A partir de la lectura de
otro documento del mismo año, en el que Isabel de Talavera, mujer de Domingo
Hernández, difunto, dota a Francisco de Montesdeoca, su yerno, con Clara
Hernández de Talavera, su hija, para las cargas del matrimonio, llegamos a pensar que el contrato al que se refiere
podía estar circunscrito a su primer matrimonio y que se trataba de la misma
persona que casaría posteriormente con
Ana de Miguel.
Tuvimos posteriormente
muchas dudas al respecto pues en nuestro estudio genealógico los Montesdeoca de
La Vega resultaban ser varones muy longevos y los Montesdeoca de Arucas-Guía tenían
por el contrario una vida media bastante corta. Tal era la diferencia que,
desde el 1500, los primeros llegaban en tan solo trece generaciones hasta la
actualidad mientras que los segundos tenían que transitar dieciséis
generaciones para alcanzar la de mis hijos.
El recurso al ADN ha
contribuido a resolver estas dudas. Gracias a uno de mis primos hermanos de
apellido Bautista, hijo del único de los
hermanos de mi madre que tuvo ascendencia masculina, hoy sabemos que Francisco
Montesdeoca, el casado con Ana de Miguel, tenía un haplotipo J2 que nos indica,
si no habido de por medio falsas paternidades, que este no puede ser el hijo de
Vicente de Montesdeoca cuyo haplotipo, como ya dijimos, es R-P312. Tenemos pues
a dos personajes homónimos a mediados del XVI: uno que es hijo de Vicente de
Montesdeoca y Juana Hernández; y otro sin ascendencia conocida.
ADENDA: Hoy, con esta
actualización de 2020, podemos asegurar que Francisco de Montesdeoca, el casado
con Ana de Miguel, es hijo de Maese Antonio Montedoca, de profesión cajero o
carpintero, y de su esposa Teresa Martín. Maestro Antonio, cajero, en su
testamento de 1557 ante Alonso de Balboa nos viene a decir:
“Declaro que soy
casado con Teresa Martín e durante el
tiempo del matrimonio hemos habido por nuestros hijos legítimos a Francisco de
Montedoca e Miguel Griso e Juan Baptista y Bernardino y Julián…”
4. MANUEL
PÉREZ GONZÁLEZ
Lugar
de Nacimiento |
HAPLOTIPO
E-M5021 |
Andalucía |
JUAN
DÍAZ
|
Andalucía |
GONZALO BRAVO
|
Acentejo |
MATEO
GONZÁLEZ BRAVO
|
Acentejo |
GONZALO
GONZÁLEZ BRAVO
|
La Victoria |
JUAN
PÉREZ BRAVO
|
La Victoria |
AGUSTÍN
PÉREZ BRAVO
|
La Victoria |
MANUEL
PÉREZ BRAVO (1693- ) |
La Victoria |
FRANCISCO
PÉREZ BRAVO (1718- )
|
La Victoria |
FRANCISCO
PÉREZ BRAVO
|
La Victoria
|
LUIS
PÉREZ BRAVO (1783- ) |
La Victoria Tenerife |
GABRIEL
PÉREZ HERNÁNDEZ |
La Antigua Fuerteventura |
RUPERTO
PÉREZ MOSEGUE (1870- ) |
Las Palmas |
MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ (1900-1961)
|
¿QUÉ SABEMOS DEL HAPLOTIPO E?
E es el más común de los haplogrupos
en África del norte. Se originó hace unos 20 mil años durante el culmen de la
era glaciar. Hay ramas comunes que se pueden localizar en torno al Mediterráneo, Próximo Oriente y
asimismo Europa oriental. Una de esas ramas es el haplotipo E-M5021 que se
originó en un grupo de personas que vivían en África oriental.
Miles de años después,
hombres que portaban ese haplotipo se desplazaron por el norte de África donde hoy constituyen el grupo
dominante. Algunas de esos grupos humanos volvieron a salir de África de manera
que ramas distintas de E-M5021 pueden ser observadas hoy en poblaciones del norte y oriente de África así como en
Próximo oriente y Europa Oriental. Bereberes, griegos, albanos, y judíos
ashkenazi son algunas de las poblaciones representativas.
¿QUÉ SABEMOS DE GONZALO
BRAVO?
Gonzalo Bravo, según
nuestras pesquisas en los protocolos de Tenerife, es un zapatero y comerciante de materias
primas relacionadas con la artesanía del calzado (corambre, zumaque, etc.) y marchante
de caballos y machos cabríos, presumimos que ya viejos, para aprovechar su piel. Aparece documentado en los protocolos
de La Laguna desde 1520 hasta 1534 en que nos desaparece su pista. No sabe
firmar.
Compró casas en La Laguna
en 1523 junto a la Calle Real, hoy San Agustín. En 1552 se señala en una tazmía
(una especie de censo de población y del grano almacenado en las casas) que
allí residía la mujer de Gonzalo Bravo y
otra persona que puede ser su hijo. Se supone que Gonzalo ya había fallecido
por entonces.
Un testimonio contra él
por asar carne a la manera judía se recoge, a 3 de mayo de 1521, en la
siguiente publicación de la Universidad de Toronto “Jews in the Canary Islands:
Being a calendar of Jewish cases extracted from the records of Canariote
Inquisition in the Collection of the Marquess of Bute”.
“Cristóbal de Lara (natural
de Gibraleón) declara que un día cuando este testigo y otras personas iban a
asar un cuarto de cabrito, Gonzalo Bravo se los quitó de las manos y cortó el tendón
de la pata sin saber por qué lo hizo. Cuando este testigo vino a las Islas
Canarias iba un día a asar una pata de cerdo y recordando aquello dijo
“Quitémosle el tendón” después de lo cual un hombre que estaba presente
exclamó: “Entonces tú eres judío” y explicó que esa era una costumbre judía. Y
que este testigo sabe que el dicho Gonzalo, su padre, Joan Díaz, y su hermano
vivían juntos, sin que hubiese mujer
alguna en la casa hasta que el hermano trajo a su esposa hace unos dos años y
que allí en Tenerife ellos son tenidos por judíos”
Las expectativas de haber
localizado un ancestro guanche se desvanecen. Joan Díaz y sus hijos, Gonzalo
Bravo y Diego Díaz, constituyen una familia judeoconversa dedicada a la
artesanía de zapatos y a la venta de cueros que llega a Tenerife a comienzos del
siglo XVI, huyendo del Santo Oficio.
II. MARCADORES AUTOSÓMICOS
AITAMI R-P312 H |
NAYRA
H |
ABUELO PATERNO R-P311 I |
ABUELO MATERNO R-P311 U4 |
|
ORIGEN EUROPEO |
92,4% |
97,2% |
93,8% |
88,6% |
-SUREUROPEO -NOREUROPEO -SIN ASIGNAR |
82,6 5,3 4,5 |
83,0 4,1 10,1 |
82,4 7,6 3,8 |
76,1 6,0 6,5 |
ORIGEN
AFRICANO |
6,9% |
2,5% |
5,8% |
10,2% |
SUBSAHARIANO NORTEAFRICANO |
1,3 5,6 |
1,3 1,2 |
1,1 4,3 |
3,3 6,9 |
ORIGEN NATIVO
AMERICANO |
0,1% |
0,1% |
0,2% |
0,1% |
SIN ASIGNACIÓN |
0,7% |
0,2% |
0,7% |
1,1% |
TOTAL |
100% |
100% |
100% |
100% |
La composición ancestral
es una herramienta de 23andMe que nos indica qué porcentaje de nuestro ADN
proviene de cada una de las 31 poblaciones del mundo por ellos hasta el momento
estudiadas. Este análisis incluye el ADN que recibimos de todos nuestros
ancestros, tanto por línea materna como paterna, en cualquiera de las ramas del
árbol. El resultado refleja donde vivían nuestros ancestros hace 500 años antes
de que los barcos empezaran a cruzar los océanos.
En el gráfico adjunto se
reflejan el estudio autosómico de mis dos hijos y el de sus dos abuelos. Los
datos globales atestiguan un origen mayoritariamente europeo proveniente de poblaciones europeas
meridionales, esencialmente ibéricas que, como hemos podido comprobar en
algunos linajes, saltan a las islas desde puertos andaluces a finales del siglo
XV o principios del XVI.
Asimismo reflejan la
presencia de ancestros africanos en porcentajes inferiores al 10% repartidos no
equilibradamente entre la ascendencia norteafricana, que es dominante en este
aporte, y la subsahariana. Con estos datos y nuestros escasos conocimientos
sobre el tema, se nos hace difícil distinguir entre la población indígena que
permanece en las islas y la población esclava capturada en las costas africanas
próximas.
Sabemos que en la
población prehispánica coexistían marcadores norteafricanos y subsaharianos, es
decir que el mestizaje ya era característico de aquellas poblaciones mucho
antes de la conquista de las islas y también, porque de allí provienen, tenemos claro que era igualmente
característico de las poblaciones del Magreb antes de la islamización de aquel
territorio.
Estimamos, a partir de la
base de datos de 23andMe, gracias a la cual hemos podido acceder a los estudios
autosómicos de una decena de canarios por los cuatro costados, que esta
composición, aun siendo consciente de un marcado sesgo eurocéntrico de las
líneas de investigación de esta empresa, es la propia de la ancestralidad
canaria, es decir que nuestros antepasados, en cuanto a su componente primordial
europea, son mayoritariamente ibéricos (castellanos y portugueses) y en pequeña
medida itálicos y europeo-occidentales; y que todos los canarios tenemos una
reducida ascendencia africana sin que pueda delimitarse bien qué parte de dicha
ascendencia se corresponde con la población indígena y qué parte de ella se
corresponde con la población esclava.
En relación a este último
aporte humano, podemos decir que la población esclava morisca resulta ser en
parte rastreable, genealógicamente hablando, pues no es infrecuente
encontrar en documentos de los siglos
XVI y XVII referencias a esposas moriscas, algunas de las cuales portan el
apellido Blanca que las identifica como esclavas de raza blanca. Más difícil de rastrear es sin duda nuestra
ascendencia de esclavos negros por un absurdo empeño de ocultamiento de dichas
raíces.
III. ALGUNAS CONCLUSIONES DEL TRABAJO:
Las siguientes notas tan
solo pretenden ser apuntes personales para un ensayo sobre ancestralidad,
permítanme el neologismo, de los actuales habitantes las Islas Canarias.
DIFICULTADES ENCONTRADAS
Uno de las dificultades
más relevantes de nuestra modesta investigación ha sido la de cruzar el océano
tenebroso del siglo XVI para alcanzar la generación diana del 1500. La escasez
de fuentes es el problema pero no el único. Hay también que considerar otro
impedimento no menos importante: una parte significativa de aquella población
estaba integrada por esclavos. Primero fueron indígenas, en su mayor parte
ahorrados por la solidaridad de sus congéneres de los bandos de paces o por la
“benevolencia” de sus amos después de años de explotación. Posteriormente
serían africanos, como resultado de las cabalgadas a Berbería o de las compras
a traficantes portugueses. Evidentemente las líneas que se corresponden con
estos últimos pobladores, como ya se ha planteado, suponen en la práctica
genealógica la imposibilidad de continuar el estudio no por la escasez de datos
sino especialmente por la incertidumbre de los mismos.
Otro hecho que queremos
destacar es la mayor trazabilidad de los linajes paternos a pesar de que estos
son obviamente los de menor fiabilidad (“Bien le decía mi abuela a mi madre:
“Los hijos de tus hijas, nietos míos serán; los de tus hijos, lo serán… o no”).
Calculan los expertos que por término medio, en relación con una línea
determinada, una de cada 20 paternidades es falsa. Los varones a pesar de esa
debilidad son sin duda más visibles en la documentación del siglo XVI que se
protocola en las escribanías como es propio de la nueva sociedad patriarcal que
impone el cristianismo. Aunque las mujeres son cabezas de familia en algunos
linajes isleños, pongamos como ejemplo a Lucía Hernández en los predios del
Señorío de Agüimes, lo cierto y evidente es que hemos tenido muchos más
tropiezos para alcanzar la generación diana en los linajes maternos que en los
paternos.
Tres de los cuatro líneas
paternas que han sido objeto de este estudio han alcanzado los albores del XVI
con Vicente de Montesdeoca, Antonio de Montedoca, y Salvador Bravo a la cabeza.
Sin embargo aún no hemos podido alcanzar el 1500 con ninguno de los cuatro
linajes maternos que estamos estudiando aunque ciertamente estamos muy cerca de
conseguirlo con la agüimense Leonor de la Peña, con relevantes pistas acerca de
su origen que nos conducen hacia una familia de Fuerteventura afincada en Telde
y con la terorense Leonor de Ojeda, con relevantes pistas que nos conducen
hasta una familia originaria de Úbeda, Jaén.
A propósito de los saltos
entre islas hay que decir que estos han sido la cruz de muchos estudios
genealógicos. Muchas líneas se han perdido o han desbarrado por la dificultad
de trazar dichos saltos. Esto suele darse por la excesiva especialización
insular de los investigadores. Recordemos los ejemplos planteados en algunos de
nuestros trabajos en relación con los apellidos Mena, Miranda o Domínguez.
En este estudio hemos podido contrastar,
entre otros, “el salto”, de los Pérez Bravo desde Tenerife a Fuerteventura,
motivado según la leyenda familiar por una huída de la justicia tras una
reyerta, y la posterior migración decimonónica hacia Gran Canaria de uno de los
descendientes del evasor.
A pesar de la disimetría observada
en la trazabilidad por sexos, hemos de reconocer que el medio insular, así como
el buen estado conservación de algunos archivos, son una suerte para los
estudios genealógicos canarios, en comparación con la Península, habida cuenta de la endogamia ininterrumpida
de casi cinco siglos que caracteriza a la población de las islas. Ha habido a
lo largo de ese tiempo muchas salidas hacia América pero muy pocas entradas desde la gran irrupción colonial cuyo punto
culminante se sitúa justamente en torno al 1500, fecha que no por casualidad es
el objetivo de nuestro estudio.
CÓDIGO ÉTICO-GENEALÓGICO
La investigación
genealógica es una profesión de futuro. En la medida en que asciende el nivel
cultural de la población canaria se
eleva igualmente el interés por las raíces históricas familiares. Necesitamos
genealogistas profesionales con conocimientos de historia, paleografía,
toponimia, informática, archivística etc., es decir, hombres o mujeres
ilustrados que ofrezcan sus servicios en ese mercado emergente con acuerdos de
colaboración recíproca entre
investigadores de las distintas islas y el compromiso ético con sus clientes de
asegurar la fiabilidad científica de sus entronques.
“Más vale un linaje
truncado que un linaje trucado” es un buen lema para proceder con paciencia y
profesionalidad en este campo pues una línea parada puede recuperarse
tiempo después gracias a publicaciones de expertos o a la aparición de nuevos
datos en investigaciones colaterales que resuelven tardíamente los entuertos.
Lo importante es que el árbol genealógico crezca equilibradamente por todas sus
ramas cuando ello es posible.
A propósito de todo esto,
no entendemos el afán de muchos aficionados a la genealogía por seguir
exclusivamente la línea paterna que se identifica con su primer apellido. Ha
podido comprobarse en nuestro estudio que en ninguno de los linajes paternos
trazados hasta el siglo XVI los varones portan el mismo apellido que sus
descendientes de principios del XX y mucho nos tememos que esto puede ser un
hecho generalizable con la excepción de ciertos mayorazgos. Mi abuelo paterno
Rafael Hernández confluye once generaciones atrás en Vicente de Montesdeoca y
el abuelo materno de mi esposa, Manuel Pérez, desemboca en doce generaciones en
Gonzalo Bravo.
En ambos casos hemos
podido comprobar curiosamente que el apellido que ha llegado nuestros días es
el de las esposas de algunos de los eslabones masculinos de la cadena: Juana
Hernández fue efectivamente la esposa de Vicente de Montesdeoca del mismo modo
que Juana Pérez lo fue de uno de los nietos de Gonzalo Bravo. ¿Qué sentido
tiene en el mundo de hoy seguir en exclusiva los linajes agnados cuando esa
herencia solo encuentra eco en las obsoletas costumbres de la aristocracia? La
genealogía canaria tiene que asumir la integralidad de los árboles con el
objetivo de que todas sus ramas alcancen si es posible el 1500. Los ancestros
de entonces lo serán de todos los canarios en general y también de todos, no es
exageración, en particular. Así se hará “historia con minúsculas” y, con la
puesta en común de las investigaciones, “Historia con mayúsculas”.
Volviendo a los
apellidos, señalaremos, por clarificar más el asunto, que obviamente son tan
importantes los apellidos paternos como los maternos en cualquiera de los
peldaños de la escala. Los apellidos concretos por otra parte no dicen nada de
nuestras raíces. De hecho en mi árbol genealógico Canarii Family Tree, que
integra ya a más de 15000 personas ligadas por lazos de sangre, son más de mil
los apellidos diferentes que penden en
sus múltiples ramas y todos son, desde el punto de vista del aporte genético,
igualmente importantes.
Es razonable por tanto
pretender que los trabajos genealógicos atiendan a la integralidad de los
dragos de familia y no exclusivamente a la línea agnada masculina. Siempre
habrá alguna rama que quede truncada para siempre, como cuando aparece un
expósito o un esclavo no reconocido, pero esto forma parte de la realidad de
todas las familias por muy ilustres apellidos que estas lleven, apellidos que
en muchos casos han sido comprados y vendidos a través de, ventajosos para unos
y lucrativos para otros, contratos matrimoniales. Son gajes del oficio.
Hemos de poner especial
cuidado por tanto en tratar de esclarecer, en las ramas que se corresponden con
familias pudientes, los fraudes genealógicos perpetrados, cuestionando
limpiezas de sangre, informaciones de nobleza y otras pruebas practicadas a lo
largo de la edad moderna que se nos presentan ante nuestros ojos como verdades
incuestionables y que hoy sabemos que fueron realizadas las más de las veces
con testigos untados. En nuestro propio drago de familia hemos podido mostrar,
por ejemplo, que los Castrillo, que eran judeoconversos en origen, llegaron a
ser, invirtiendo sus dineros oportunamente, comisarios del Santo Oficio,
inquisidores y hasta caballeros del Hábito de Santiago. Asimismo, descendientes
de nuestro antepasado Vicente de Montesdeoca, igualmente judeoconverso,
llegaron a ocupar, a pesar de su origen plebeyo, lucrativos oficios públicos,
comisariados del Santo Oficio y elevadas prebendas en el cabildo catedral,
enlazando sus descendientes con familias de alcurnia. El dinero todo lo puede.
DESARRAIGO Y SOCIEDAD DE FRONTERA
Manuel Alemán en su libro
“Psicología del hombre canario” nos habla de Canarias como de una “sociedad sin
padre” porque en ella, nos dice, está
roto el principio de seguridad, de confianza básica, de estabilidad sicológica.
Canarias desde su génesis primera, a raíz de la conquista, nació y vivió en desarraigo.
Y define este autor el desarraigo como
un fenómeno de desplazamiento que supone la pérdida de los marcos
habituales de relación reemplazados por otros escenarios extraños y otros
esquemas de vida, sin que la persona haya encontrado sus propias coordenadas.
Los estudios genealógicos confirman esos desgarramientos en aquella
sociedad de frontera del 1500. Desarraigados debieron sentirse los que llegaron
de fuera para conquistar las islas por la fuerza de las armas o colonizar este
territorio tan fragmentado y orográficamente tempestuoso, tan distinto al de
sus países de origen. Especialmente difícil tuvo que ser la adaptación al medio
de aquellos pobladores, castellanos y portugueses, que llegan huyendo de la
Inquisición. Han de ocultar su origen, han de cambiar sus costumbres, han de
renegar de su Dios. Son labradores especializados, comerciantes y artesanos,
gente en general emprendedora que se
afinca en las islas para empezar una nueva vida con constante temor a las
persecuciones.
La expresión sociedad sin
padre también refleja el desarraigo de los indígenas. Desde el siglo XV con la
conquista de las islas señoriales los
varones son masacrados o vendidos como esclavos dejando en su tierra mujeres y
niños. Son los objetivos confesos de los conquistadores betancurianos y más tarde
castellanos, objetivos que se alcanzan con tanto acierto que en menos de un
siglo las familias de las islas, aunque mestizas, ya no recuerdan su pasado
indígena.
Con la conquista de las
islas de realengo los esquemas cambian por la existencia de bandos de paces que establecen pactos previos
con el conquistador. Como resultado, la nobleza indígena de dichos bandos
colaboracionistas podrá permanecer como hombres libres en las islas pero será
objeto de un brutal desarraigo siendo forzada al abandono de su religión y de
su lengua y también al destierro interior. Los nobles del reino de Gáldar, con
la excepción de las 40 familias amparadas por el guadarteme converso, serán obligados a desplazarse a Tenerife y La
Palma. Nobles guanches de los bandos de paces de Tenerife serán obligados a
instalarse en las tierras más ásperas de las cumbres y comarcas sureñas de Gran
Canaria donde mantienen formas de vida pastoriles durante muchas generaciones.
Aunque no es exactamente
lo que quiso decir Manuel Alemán, podríamos hablar de que también existió en las islas de realengo un genocidio
masculino. Muchos indígenas van a ser forzados a la deportación y, aun con la
consideración de hombres libres, serán
desplazados a Sevilla para ser posteriormente enrolados en las campañas
granadinas. Más tarde los indígenas varones y sus descendientes serán enrolados
en las expediciones a Berbería y a Tierra Firme (África y América). Así se
explicaría el fenómeno recientemente observado por los genetistas de que los
genes indígenas asociados al cromosoma Y son muy escasos en la población
histórica y siguieron decreciendo hasta verse reducidos a un pequeño porcentaje en la población
actual, en la que sumando aportes moriscos e indígenas, no alcanzan la sexta parte del total (17%).
No ocurre lo mismo en los
linajes maternos en los que los genes africanos superan la mitad de la
población histórica y que hoy siguen al alza. Los estudios publicados de ADN
mitocondrial reflejan efectivamente una importante presencia de genes
aborígenes tanto en la población histórica como en la población actual. Sin
embargo, nosotros creemos que los expertos confunden genes aborígenes con los
propios de la población morisca esclavizada.
Dentro de aquella
sociedad de frontera, es una evidencia que el grupo humano más desarraigado lo
constituyó la población esclava negra.
Los genes no les permitieron pasar desapercibidos como pudo ocurrir con la
población plebeya indígena y con los esclavos moriscos cuyos rasgos no debían
ser muy diferentes al de los canarios prehispánicos y al de los castellanos del
sur de la Península después de siete siglos de islamización. Los esclavos
negros serán objeto durante siglos de una cruel explotación pero aquí están,
presentes en nuestra sangre, para recordarnos la barbarie del tráfico de seres
humanos que ha pervivido hasta tiempos relativamente recientes. (La mayoría de
los canarios, entre los que me incluyo, tenemos genes subsaharianos)
ANCESTRALIDAD CANARIA
Con todo lo dicho estamos
en disposición de concluir este trabajo afirmando que Canarias es un crisol de
culturas euroafricanas que, provenientes del Mediterráneo norte y el
Mediterráneo sur, han cruzado las columnas de Hércules hasta alcanzar estas
islas africanas. Es por ello que en tono de humor propongo denominarlas Islas
Atlanterráneas. Después de todo van a tener algo de razón, si no
geográficamente al menos culturalmente, los mapas escolares de la época
franquista que situaban a este archipiélago al sur de las Baleares, entre
Europa y África.
No en vano, durante
milenios, las armadas fenicio-púnicas, romanas, árabes, mallorquinas,
portuguesas e incluso castellanas realizaron expediciones hasta estas islas,
siendo responsables las más antiguas (púnicas y romanas) de los primeros asentamientos en el primer milenio
A.C al trasladar en sus barcos desde África del Norte en distintas oleadas a los
primeros colonos que darían lugar a la conformación de lo que hoy llamamos
población indígena aunque en sentido estricto tendríamos que hablar de primeros
colonos.
Luego, tras la conquista
europea, normandos, castellanos, portugueses, genoveses, flamencos, etc.,
mezclarán su sangre con la escasa población indígena superviviente y con la
población esclava norteafricana que vino a reemplazar a la autóctona como mano de obra servil. Esto
es un balance muy sucinto de lo que significa la canariedad: un amplísimo y
forzado mestizaje como seña inequívoca de nuestra identidad.
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