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miércoles, 30 de noviembre de 2022

Pedro Lozano del Valle, donatario de la imagen de la Señora del Sur

PEDRO LOZANO DEL VALLE, DONATARIO DE LA IMAGEN DE  LA VIRGEN DEL ROSARIO, “LA SEÑORA DEL SUR”

Faneque Hernández Bautista y Juan Ramón García Torres

 


Firmas al pie del documento


INTRODUCCIÓN: UN ACUERDO DE HERMANDAD

 

 

VECINOS DE AGÜIMES CREAN LA HERMANDAD DE Nª Sª DEL ROSARIO

ESCRIBANO: DIEGO DE CARVAJAL GUADARTEME 

LEGAJO:  2496                     AÑOS:  1642 – 1646

Transcripción de Juan Ramón García Torres

NOTA:  El documento que a continuación se transcribe tiene la parte superior rota por la acción de xilófagos y aunque no consta la fecha en que se produce la firma, de su lectura y de su ubicación en el legajo se deduce que está datado en el año 1646

 

  ….  el capitan Pedro Lopes Trexo y el capitan Juan baptista Xaen el Alferes Juan Alonso Romero y el Alferes Lope Sanches y el Alferes Miguel Arias Maldonado y Gaspar Gonzalez y Amador Lorenso Y Salvador Lorenso, Juan Albares Mireles, Manuel Gonzalez, Francisco Biscayno Artiles, Juan Dias de Bullon el mosso, Francisco Lopes Espino, Francisco Biscayno Caballero, Salvador Peres Caballero, Xptoval Lopes Morales, Juan Melian, Jorge Peres Artiles, Juan Gonzalez Santana, Bartolome de Albarado, Xptoval Suares, Juan de Aleman, Luis Sanchez de Herrera, Simon Rodrigues de Quintana, Bernabel Lopes Trexo, Pedro de Cabrera Betancor, Sebastian de Aday y Baltazar Hernandes, todos vesinos desta billa Unanimes y conformes Dixeron que por quanto en el año pasado por fin de el vino sobre nosotros y esta Ysla la plaga de langosta y Sigarra por cuya causa se feneçieron y acabaron muchas de las sementeras questaban fechas y todas las (…. ) a cuyo [Remedio]? Ynterçediendo aunque [….]?  a Rogar a dios aplacase su yra y todo fuese con misericordia pretendo este dicho 

[… roto …]” 

“…  consuma con el fabor de dios y su bendita madre esta dicha plaga y las demas que contra nos fueren = Dixeron de nuevo Y siempre ynbocaban y embocaron por patrona e interçedora de dicha plaga y todo lo que en nuestro fabor sea a la Virgen del Rosario A quien determinaron Y acordaron que en pago Albriçias y sacrifiçio se le haga su fiesta el primer domingo del mes de Abril de cada un año perpetuamente y se a de comenssar esta fiesta del primer domingo de Abril benidero de seyssientos y quarenta y siete años llebando en proseçion a la virgen santissima a lo alto de la montaña que dizen desta billa a donde se hallara y estara un calbario con su altar que desde luego prometen ponerlo por obra y se obligan por si los suyos Y para los que vinieren de que en cada una de las proçesiones no faltar de ellas y quando ocupaçion corra no faltar uno de cada casa para que con esto y el favor de dios e ynterçeçion de la virgen Santissima del Rosario Aplaque 

[… roto ...]” 

“ …  cuidar y de pedir la limosna para sustentar esta dicha proseçion y asistençia y sacrifiçio y esto se a de entender de henero a henero dando cargo y descargo de todo lo que en su poder entrare Y asi lo acordaron y determinaron y firmaron lo que supieron en fee y testimonio de verdad que yo el presente scrivano haver sido y passado según y como dicho es.

 

Bachiller Miguel Lozano / Francisco Espino Valdivieso / Baltasar Aleman / El Capitan Pedro Lopes Trexo / El Alferes Juan Alonso Romero / Miguel Arias / Manuel Gonçales / Juan Aleman / Pedro de Cabrera / Salvador Lorenso / Amador Lorenso / Simon Rodrigues de Quintana / Luis Sanches de Herrera

                                                             Ante my

                                            Diego de Carbajal Guadarteme

                                                      scribano publico

 

La pérdida de algunos nombres en el encabezado del texto y de otras partes ilegibles del mismo por la acción de los xilófagos ha podido ser  resuelta con la lista de firmantes al final del mismo y con la lectura posterior  de una copia autenticada de dicho documento  que se encuentra en el AHPLP Sección Conventos. Expediente 17-48 y que consta como anexo documental  (p. 1391) en la publicación “Historia de la Villa de Agüimes (1486-1850)” de Vicente J. Suárez Grimón y Pedro C. Quintana Andrés. 

             

 

Del total de 31 vecinos, fueron trece los firmantes, siendo los tres primeros, los omitidos en nuestra transcripción por rotura del documento original, las siguientes autoridades: 

1.- El bachiller Miguel Lozano, párroco. 

2.- El alcalde real Francisco Espino de Valdivieso

3.- El alcalde ordinario Baltasar Alemán

 

El resto, hasta 31, son los vecinos de la villa que decidieron respaldar el acuerdo de formar una hermandad en honor de la Virgen del Rosario que incluye como primer cometido la celebración de una fiesta anual en honor de la misma. Este número de vecinos se corresponde aproximadamente con 120 habitantes. Los firmantes son conscientes de esa debilidad numérica desde el momento en que se obligan a que al menos un miembro por familia (30 personas en total) acuda a las procesiones que habían de realizarse originalmente  el primer domingo de abril. Para pedir limosnas al efecto de cumplir el acuerdo y quedar al cuidado de la Procesión del Calvario, como se la denominó, los firmantes decidieron nombrar a dos personas de entre las firmantes como priostes de dicha hermandad.

En la copia protocolada puede leerse que el acuerdo de invocar a la Virgen del Rosario para interceder por la plaga en el año anterior de 1645 fue producto de una especie de sorteo por el que los vecinos participantes escogieron entre distintas cédulas que representaban las distintas advocaciones que se veneraban en la villa habiendo resultado ganadora la imagen de la Virgen del Rosario, elección que se revalida con este nuevo acuerdo ante notario de 1646.  

Don Joaquín Artiles en su obra “Un legado de cinco siglos” en una nota a pie de la página 72 nos informa de que “un hecho parecido se recoge en un acta del Cabildo Catedral de Canarias de 7 de agosto de 1535 cuando a petición de los vecinos, para combatir una plaga de alhorra, se dispone que se congregase el pueblo en la iglesia el domingo 30 de julio y todos convinieron que se sacase un santo por suerte. Estas se echaron el domingo inmediato que fue el 6 de agosto en cedulillas que contenían todos los santos del calendario y se sacó del cofrecito la cédula con los Santos Justo y Pastor…”

Desde esa fecha de 1646 , la Virgen del Rosario es, según diversos autores, copatrona de Agüimes, afirmación que no podemos de ningún modo compartir, pues los firmantes representan a  una minoría de vecinos de la villa que por otra parte no tenían ninguna competencia eclesiástica para determinar el patronazgo aunque este fuera su objetivo declarado. 

Tres años después del juramento, con el establecimiento de los dominicos en 1649 en el convento de su orden, cuya llegada obtuvo el beneplácito del párroco, la devoción a la Virgen del Rosario se vería reforzada, afianzándose paulatinamente hasta que, en 1959, tres siglos después de la fecha de la creación de la Hermandad, la Virgen sería nombrada oficialmente patrona de Agüimes con la correspondiente coronación episcopal.

Jesús E. Rodríguez Calleja en su obra “La población de Agüimes en el siglo XVII” señala que en 1629 (Sínodo de Cámara y Murga) la población total del Señorío era superior a 130 vecinos (lo que equivale a unos 780 habitantes) y que en 1676 (Padrón parroquial del obispo García Jiménez), tras un periodo de elevado crecimiento, la cifra ya ascendía a 353 (1253 habitantes) lo que nos da una cifra promedio relativa a mediados del siglo, en torno a 1646, de 175 vecinos para el conjunto del Señorío Episcopal, de los cuales al menos la mitad serían residentes en la Villa de Agüimes, capital del Señorío. De ese número total próximo a 90 de vecinos de la Villa, solo 31, una tercera parte, fueron los partidarios de invocar como patrona a la virgen del Rosario, de los cuales 13 sabían firmar, un número no desdeñable para la época. 

Si el cálculo lo hiciéramos en relación al total de vecinos del Señorío, incluidos los vecinos de Ingenio, El Carrizal, Temisas y otros pagos, la proporción sería muy inferior, por debajo del 18 % del total. Pero este cálculo no nos parece razonable plantearlo en la medida en que los firmantes se declaran todos vecinos de la villa y en el hecho incuestionable de que para los vecinos de El Ingenio de Agüimes la Virgen de Candelaria debió de ser su única e insustituible intercesora.

Dedujimos inicialmente de todo esto que la mayoría de los vecinos de la Villa, especialmente los cabezas de las familias más humildes, no suscribieron dicha iniciativa por respeto y veneración a la figura de San Sebastián, patrono de la Villa y del Señorío desde la creación de la parroquia en 1502, si bien llegamos posteriormente a la conclusión de que esos vecinos, que pertenecían a las clases más humildes, no debieron ser siquiera invitados en 1645 a elegir intercesora por el sistema de cédulas empleado, ni tampoco llamados a formar parte de la hermandad de 1646 que formaliza dicha elección, pues esta tenía reservado su acceso a las fuerzas vivas de la localidad, a la burguesía agraria local.

Ciertamente, hay que observar que entre los firmantes estaban las máximas autoridades de la villa, el párroco, los dos alcaldes, real y ordinario, y los capitanes y alféreces de la compañía de milicias, amén de otros vecinos de gran notoriedad y recursos. Esto se corresponde claramente con la definición que nos hace Francisco Alemán González de las hermandades como crisol en la conformación de una élite social.

 

“TESIS DOCTORAL SOBRE LAS ASOCIACIONES PÍAS” de Francisco Alemán González

Definición de Hermandad:

“Asociación de fieles generalmente masculina con fuertes restricciones de pertenencia, generalmente económicas y sociales, teniendo una finalidad devocional y moralizante. Las hermandades lejos de propagar la fe en los espacios públicos, se caracterizaron por la defensa del cumplimiento devocional en los espacios sacros. La caracterización de la hermandad se basó en una fuerte moralización y dirección de las acciones públicas de los asociados, siendo bastante puntillosas en las permisiones y restricciones que pudieran ejecutar sus componentes. El alto coste de entrada, así como el sostenimiento de las anualidades, son un claro indicio de la restricción expuesta con anterioridad y la formación de una élite devocional, que a menudo coincide con la burguesía rural, en torno a una devoción”.

 

En nuestro estudio nos vamos a detener particularmente en los tres primeros firmantes del documento de 1646, el párroco y los dos alcaldes, quienes van a destacar como principales responsables de la promoción como patrona de la Virgen del Rosario, cuya intercesión, ateniéndonos a la letra del acuerdo, era invocada no solo para hacer rogativas ante calamidades como las plagas sino asimismo  para hacer bien “a todo lo que en nuestro favor sea”, dicho esto en referencia a los firmantes del documento por el que se instaura una hermandad de cuya existencia se tiene noticia hasta 1842, año en el que, según don Francisco Tarajano, sus libros fueron llevados a Las Palmas.

 

“MEMORIAS DE AGÜIMES 2” de Francisco Tarajano Pérez p 206

Hermandades religiosas

“A un requerimiento del Jefe Político de Las Palmas el ayuntamiento de Agüimes en 1842 informa que en la villa hay dos hermandades: la del Santísimo Sacramento y la del Rosario.  Esta última radica en la Iglesia de las Nieves del Convento. Desde la época en que se extinguió dicho convento (1835) esta hermandad se desorganizó y sus libros los llevó para la ciudad el comisionado del inventario. En cuanto a la del Santísimo Sacramento consta en el libro de su institución que don Andrés Suárez Romero, provisor y vicario de este obispado, la instituyó en 1698 a instancia de unos vecinos de esta villa. El requerimiento del Jefe Político obedecía a la ley de Mendizábal de 1835 por la cual se secularizaban todos los bienes eclesiásticos”

 

En las próximas líneas trataremos de estudiar, como ya se ha dicho, la biografía y genealogía de los tres primeros firmantes, especialmente del primero, con la finalidad de dar a conocer la importancia de su compromiso y esfuerzo mancomunado para que la veneración de la nueva imagen de la Virgen del Rosario, donada, transferida y trasladada desde México por descendientes directos suyos, condujese primero a la relegación de la imagen de la Virgen de las Nieves en la iglesia del convento dominico y mucho después, tras la destrucción del convento en 1887 y del traslado de su imagen a la nueva iglesia de San Sebastián en 1888, a la sustitución progresiva de San Sebastián como santo patrono.

 

EL FIRMANTE Nº 1: EL BACHILLER MIGUEL LOZANO, PRINCIPAL PROMOTOR DEL PATRONAZGO DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

 

El bachiller Miguel Lozano ejerció de párroco de Agüimes durante 35 años, concretamente desde marzo de 1632 hasta noviembre de 1667, según nos señala Juana Mª Suárez Vega, apreciada colaboradora del Archivo Parroquial de la Villa. Pero sabemos que al menos desde 1626 Miguel Lozano ya estaba en Agüimes como capellán a cargo de la capellanía que el cura Juan López había establecido en su testamento de 25 de noviembre de 1578 por la que se promovió la creación de la ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

 

Indagando acerca de su origen y ascendencia localizamos en los archivos de la Inquisición  canaria unas informaciones de limpieza de sangre con esta signatura, ES35001 AMC/INQ-244.009, datadas entre julio de 1626 y septiembre de 1627, que llevan por título:  “Del bachiller Miguel Lozano, clérigo, capellán de Agüimes (Gran Canaria) y cuyo resumen del contenido dice: “Del bachiller Miguel Lozano, clérigo de ascendencia riojana, capellán de Agüimes en capellanía de Juan López, porque desea servir al Santo Oficio”. 

De dicho expediente aportamos, en primer lugar, la genealogía que presenta Miguel Lozano como candidato a notario del Santo Oficio:

 

GENEALOGÍA DEL BACHILLER MIGUEL LOZANO

Clérigo de epístola, capellán de la capellanía de Juan López, cura que fue de la villa de Agüimes en esta isla de Canaria.

PADRES

Pedro Lozano, vecino y natural de la villa de Tubía

María González, natural de la dicha villa de Tubía

ABUELOS PATERNOS

Pedro Lozano, vecino y natural de la dicha villa de Tubía y no me acuerdo del nombre de mi abuela materna, los testigos lo dirán. (Al margen: María García)

ABUELOS MATERNOS

Juan González vº y natural de la dicha villa de Tubía y Catalina Pastora, su mujer, vecina y natural de la dicha villa de Tubía que es en La Rioja, distrito de la inquisición de Logroño.

 

En segundo lugar, en referencia a las informaciones que se realizan en la villa de Tubía, tierra del conde de Niebla, pueblo natal de Miguel Lozano, en junio de 1626, hemos de señalar que todos los testigos citados, que fueron doce, hablaron sin excepción en favor de la limpia genealogía del candidato.

De la lectura que hicimos de las declaraciones, nos pareció entendible que coincidieran por completo en los hechos más relevantes como: edad del candidato, entre 25 y 30 años; que salió de Tobía hace dos años en servicio de Gabriel Martínez, inquisidor de Canarias, donde el candidato iba a ser ordenado como clérigo de epístolas.  Nos sorprendió sin embargo que entre los testigos se encontrasen personas emparentadas entre sí como se puede colegir del hecho de que se repitan los de apellido Pérez de la Hera, Rubio y los López y los González de Regajal. Nos dio la impresión por otra parte de que los testigos en general podían haber sido seleccionados y aleccionados antes de emitir sus declaraciones. Como indicio de ello señalaremos que, cuando citan al inquisidor de Canaria con el que el candidato se va a Canarias, no indican su nombre completo, Gabriel Martínez Pastor, sino tan solo su nombre y primer apellido. Parece que esconden que María Pastora, abuela del candidato Miguel Lozano, es pariente muy próxima de su protector.

Los únicos comentarios algo divergentes en las testificaciones están referidos a la familia materna del candidato y se refieren a María González, su madre, y a su abuela, María García, cuyo nombre no recordaba, “la que murió en un accidente cuando cayó el muro del terrero”. De los Lozanos, padre y abuelo del pretendiente, nada se dice, aunque son señalados indubitadamente como “vecinos y naturales que fueron de Tubía” (hoy Tobía). 

 

Lo cierto es que cuando las informaciones de limpieza de sangre llegan a la inquisición de Canarias en mayo de 1627 el Lcdo. Francisco Manso Dávila dicta un auto en el que señala: “He visto estas informaciones de la genealogía y limpieza del Br. Miguel Lozano, natural de la villa de Tobía, y por ahora no tengo que decir contra de ella”.

En este mismo mes de mayo los inquisidores Francisco Santa Lis y Bustamante y Alonso Rincón de Ortega, a pesar de recientes instrucciones reales para que no se procediera a nombramiento de funcionarios supernumerarios, propusieron la entrega del título de notario del Santo Oficio al candidato Miguel Lozano aunque con la coletilla “por ausencia de los de esta isla” para tratar de salvar el edicto real. Pocos meses después, dicha propuesta fue autorizada por el Consejo de su Majestad de la Santa Inquisición, de fecha de 16 de septiembre de 1627, con estas palabras: “que al susodicho Br. Miguel Lozano se le dé titulo de notario para las ausencias y enfermedades y legítimas ocupaciones de los nombrados”.

Tal acuerdo fue recibido en la inquisición canaria con fecha de 8 de marzo de 1628 pero, poco después de su registro de entrada, el protector de Miguel Alonso, su presunto pariente Gabriel Martínez Pastor, fue cesado de su cargo en la Inquisición de manera fulminante junto con otros ministros del Santo Oficio. Una cita del experto en estos temas Francisco Fajardo Spínola en su artículo “La inquisición canaria de poco acá es un ingenio de azúcar” nos dio pie a pensar, aunque el autor no relaciona los hechos, que el fulminante cese, encubierto como una jubilación, se debió a un flagrante caso de nepotismo relacionado con el nombramiento como notario del bachiller Miguel Lozano.

“El licenciado Martínez Pastor fue racionero, arcediano de Fuerteventura  y prior de la Catedral; y durante un cuarto de siglo servidor del Santo Oficio como abogado de presos, consultor (1608-1611), fiscal (1611-1625) e inquisidor (1625- 1628). Aunque de origen peninsular (era natural de Calahorra), su larga estancia en las islas (desde finales del siglo XVI) le habría permitido penetrar en los círculos sociales y de negocio del archipiélago. 

En los libros de registro de los nombramientos del personal de la Inquisición aparece que el 6 de noviembre de 1628 el inquisidor general despachó el título de jubilación de los inquisidores Alonso Rincón de Ortega y Gabriel Martínez Pastor, así como el del secretario Gaspar Álvarez de Miranda. Los tres, el mismo día. Estas jubilaciones eran inequívocamente el resultado de una caída en desgracia por cuanto el tribunal de Canarias era uno «de entrada», es decir, que de aquí se pasaba normalmente a otros más cotizados”. 

Aclaramos que los ceses afectaron, además de a Gabriel Martínez Pastor, a uno de los dos inquisidores que había informado favorablemente acerca de su nombramiento, y también al secretario que había dado fe de dicho acuerdo dándole curso hacia el Consejo General en Madrid.

Tratando de comprobar la presunta corruptela en la actuación de Gabriel Martínez y sus colegas acudimos de nuevo a los archivos de la inquisición de El Museo Canario donde pudimos localizar este otro valioso documento:

AMC/INQ 230.001

“Informaciones de la genealogía y limpieza del Licenciado Gabriel Martínez racionero de la catedral de estas islas y consultor de la inquisición de ellas. Aprobadas a 28 de febrero de 1604

Genealogía de Gabriel Martínez:

PADRES: Gabriel Martínez y Catalina Pastor, vecinos de la villa de Matute.

ABUELOS PATERNOS: Martín Martínez y Catalina de Baños, hermana de Juan de Baños el viejo.

ABUELOS MATERNOS: Pedro Martínez Pastor y Juana de la Hera; vecinos todos de Matute, distrito de la inquisición de Logroño”.

 

Los siete testigos, vecinos de Matute, que son interrogados al respecto de la genealogía y limpieza de sangre del candidato en septiembre de 1605 declararon que Gabriel Martínez pasó a la isla de Canaria con el obispo Martínez (sic), “que habrá como cuatro o cinco años que se fue de la villa de Matute”, “que sus ancestros son todos cristianos viejos y que no han sido penitenciados”.

 

De nuestra lectura de dichas informaciones concluimos que hay evidencias de una presunta actuación nepótica en relación con el nombramiento como notario del Santo Oficio en Gran Canaria de su  protegido Miguel Lozano:

 

La localidad de Matute, donde ha nacido Gabriel Martínez está a tan solo dos kilómetros de distancia por carretera de la localidad de Tobía donde nació su más que presunto pariente, Miguel Lozano. Hay coincidencia por otra parte de apellidos en la genealogía de ambos candidatos lo que parece confirmar la estrecha relación de parentesco que los une. Además del apellido Pastor de la madre de Gabriel Martínez del que ya habíamos planteado alguna reserva por ser también el apellido de la abuela materna de Miguel Lozano, observamos que se repite el apellido De la Hera entre testigos y ascendientes en  una y otra información.

Aunque nacido en Matute parece que Gabriel Martínez se gradúa en Calahorra en cuya catedral existe desde 1580 una capilla dedicada al culto de la Virgen del Rosario. Quizá de esta circunstancia provengan los desvelos del cura Miguel Lozano, su protegido, para promover la primacía de la advocación de Nuestra Señora del Rosario en la Villa de Agüimes donde ejerció 35 años como párroco.

 

RESUMEN DE LA ASCENDENCIA DE MIGUEL LOZANO: PADRES Y ABUELOS 

Pedro Lozano y María García

 

Juan González y Catalina Pastora

Pedro Lozano

 

María González

BACHILLER MIGUEL LOZANO

N Tobía, La Rioja, circa 1600

D Agüimes 1667

 

 

La veneración de Miguel Lozano por dicha advocación de la Virgen del Rosario se manifiesta en el hecho de que ya en 1632, el mismo año en que inicia sus tareas como párroco en la iglesia de San Sebastián, se realizan ofrendas a la Virgen por parte de los vecinos doña María Pelós y don Sebastián de la Peña, según nos cuenta Francisco Tarajano en su obra “Agüimes: Memorias salpicadas” (p. 61)

Con la siguiente cita del libro de Juan Bosch Millares “Historia de la Medicina en Gran Canaria” en la que se describe la partida de bautismo del historiador Tomás Marín de Cubas, hemos podido comprobar que Miguel Lozano, mantendrá, a pesar de la defenestración de su protector, su posición de notario en el Santo Oficio ganada desde el año 1628:

“En 1682 se estableció en Las Palmas don Tomás Marín y Cubas, nacido en Telde el 28 de noviembre de 1643 y bautizado el 6 de diciembre en la parroquia de San Juan Bautista. Fueron sus padres el capitán don Juan Bautista de Cubas, familiar y alguacil del santo oficio, y doña Íñiga Melgarejo y Villavivencio, y su padrino don Miguel Lozano, cura de la villa de Agüimes y notario del Santo Oficio”.

De la biografía del párroco Miguel Lozano vamos a desvelar ahora un hecho muy relevante para la investigación en curso sobre el traslado de la imagen de la Virgen del Rosario desde Puebla de los Ángeles hasta la Villa de Agüimes. En las próximas líneas vamos a presentar pruebas de que el cura Lozano tuvo al menos dos hijos con una vecina de Agüimes llamada Catalina de Serna, viuda de Luis Dumpiérrez, con quien esta había casado en 1630, con sucesión de dicho matrimonio, habiendo enviudado de él a principios de los años 40. Veamos el cuadro de la ascendencia y descendencia legítima en Agüimes de esta señora: 

Fco. López e Isabel Gómez

Cristóbal Hdez y Fca. Rguez Espino

Pedro de Burgos y Mª López

 

Blas de Trejo

Bernabé López y María Espino

 

Juan López y Juana de Trejo 

Juan López Espino

Ana López Trejo

C 1610

CATALINA DE SERNA

N 1614 Agüimes

Viuda de Luis Dumpiérrez C 1630

 

Hijos de este matrimonio:

-       María de Serna        N 1631           C 1652     Cristóbal Hernández

-       Ana López               N 1636           C 1656     Francisco Pérez Perdomo      

-       Beatriz de Serna      N 1638           C 1659     José Ángel Perera

-       Bartolomé                N 1640

 

Nota: Entendemos que Serna es una deformación de Siena en referencia a la santa Catalina de Siena cuya imagen fue venerada en el convento dominico de Agüimes.

Los hijos naturales habidos por la viuda Catalina de Serna con el párroco, que se llamaron Miguel Lozano, como su padre, y Pedro Lozano, como su abuelo y bisabuelo, nacieron en 1646 y 1650 cuando su madre cumplía respectivamente 32 años y 36 años de edad.

En cuanto al fallecimiento del párroco podemos asegurar que este tuvo lugar a fines de 1667 (dejó de ejercer como cura en noviembre de ese año, ejerciendo como párroco solo por un mes el prior del convento dominico Fray Benito de Lemos para ocupar la plaza en enero de 1668 el nuevo cura Mateo Pérez de Villanueva). Aunque no lo hemos localizado, debió otorgar testamento pues tenemos constancia de que deja al convento de Nuestra Señora de las Nieves una renta de 1.152 mrs. al año por misas oficiadas en favor de su alma (nota 63 p. 1283 Suarez Grimón, V y Quintana Andrés, P., opus cit). 

LOS HIJOS DEL CURA MIGUEL LOZANO Y CATALINA DE SERNA

1)    MIGUEL LOZANO

El primero de los hijos de dicha pareja, llamado Miguel Lozano, como su padre, nace a fines de 1646, el mismo año del acuerdo por el que un grupo de vecinos varones funda la Hermandad del Rosario. Esta es la curiosa partida de su bautismo, cuyo registro se realiza, extrañamente, un año después de su nacimiento por presunto “olvido” del párroco.

MIGUEL, hijo de padres no conocidos, 1647 (1646) . Folio 123. Libro 1 de Bautismo

 

“Miguel, hijo de padres no conocidos fue Bautizado en esta Parroquial de Señor Sant Sebastián desta Villa de Agüimes Por mi el Bachiller Miguel Loçano Cura de ella en 29 de septiembre de 1646 años fue su padrino Joan de Alemán vesino desta dicha Villa y va scripto en este año de 1647 porque huvo olvido en asentarlo dicho día inside lo firme.” Fdo: Bachiller Miguel Lozano.

 

A continuación les mostramos la transcripción completa, por gentileza de la archivera Juana María Suárez Vega, de las partidas de matrimonio y defunción de Miguel Lozano del Valle, hijo mayor del párroco don Miguel Lozano y de la viuda Catalina de Serna:

 

Partida de matrimonio de Miguel Lozano con Mª de Jesús Libro 2 Folio 56 año 1669

“En la villa de Agüimes a 14 de julio de 1669 yo el infrascrito el Lcdo don Juan Espino casé Infacie eclesiae con licencia para ello del Lcdo don Mateo Pérez de Villanueva cura de la parroquia de San Sebastián de dicha villa a Miguel Lozano, hijo de Catalina de Serna, difunta, con María del Jesús, hija legítima de Agustín de León y de María del Jesús, difuntos, vecinos de esta villa habiendo precedido las tres amonestaciones en tres días de fiesta según lo dispuesto por el santo concilio de Trento y no habiendo impedimento alguno, fueron sus padrinos el capitán don Francisco Sánchez Herrera, alcalde real de esta villa, y Leonor su mujer, fueron testigos de dicho casamiento Juan Bautista Falcón, Francisco de Alvarado, Francisco de Campo, Juan Ángel Perera, todos vecinos de esta villa y lo firmó:  Mateo Pérez Villanueva”

Nota: Aunque solo se cita a Catalina de Serna, su madre, como difunta, su padre encubierto, Miguel Lozano, era también difunto en esa fecha. 

 

Partida de defunción de Miguel Lozano L2 F231 Año 1706

 

“El 17 de julio de 1706 murió el alférez Miguel Lozano de Balle testó ante Diepa  en esta, se enterró en esta parroquia, fue el curato con capa cruz alta  y ciriales y capellanes de Fray Sebastián Pérez y fray Antonio Alfonso y se le hizo señal con la campana y después se le cantó unos oficios en dicha parroquia y por el curato asistieron y dijeron misa  los dos capellanes y los religiosos, hubo vigilia u se tomó capa a los responsos y misa el dicho fray Sebastián hubo verso plano, hubo cama incienso y dobles y acabado el oficio  se hizo señales y salió con la cruz alta y ciriales y el curato con capa y los dos capellanes acompañándola dicho difunto al acompañamiento al entierro del cuerpo y la comunidad  lo trajeron y le hicieron  tres pausas por dicho curato en el camino y después un oficio en el que hubo vigilia y se tomó capa a los responsos y misas con verso plano y oficio de sepultura y al siguiente día hubo misa  la primera asistió  fray Antonio  con el cura hubo cama dobles incienso gracias, la cera menuda la puso el curato en cada oficio y para que conste: Antonio de Montesdeoca”

Nota al margen:  “Murió el 17 de julio de 1706 el alférez Miguel Lozano del Valle, viudo, testó ante Diepa días antes. Ofrenda: media fanega de trigo y tres cuartillos de vino”.

 

Veamos a continuación el cuadro de la descendencia en Agüimes de Miguel Lozano del Valle y de su esposa María Jesús. El segundo apellido “Del Valle” creemos que podría estar referido al valle del río Najerilla, afluente del Cárdenas, donde se sitúan las localidades de Tobía y Matute, antes citadas.

 

DESCENDENCIA DE MIGUEL LOZANO DEL VALLE (1646-1706)

Y MARÍA DE JESÚS DE LEÓN (1644-1704) CASADOS EN 1669

 

AGUSTINA LOZANO

N 1670

C 1695

Pedro Castro Tubilleja

 

CATALINA LOZANO

N 1673

C 1702 

Juan de Ávila Balboa

 

PEDRO LOZANO

N 1676

C 1698

Simona de Fuentes Diepa

- Francisco        N 1696

- Isabel              N 1701

- Mª de Serna

 

- María        N 1703

- Juan          N 1705

- Andrea      N 1707

- Juan          N 1710

- Ana.          N 1715

 

- Tomás           N 1699

- Felipa            N 1702

- María            N 1705

- Miguel          N 1707

- Isabel            N 1709

- Josefa           N 1712

- Ángela          N 1714

- Isabel            N 1716

- Mª Antonia   N 1719

- Miguel          N 1721

 

 

 

Juan Ramón García Torres, coautor de este trabajo, transcribió para nosotros el testamento completo de Miguel Lozano del Valle del que ahora vamos a hacer un extracto solo en aquello que consideramos de relevancia para nuestra investigación:

 

TESTAMENTO DE ALFÉREZ MIGUEL LOZANO DEL VALLE

ESCRIBANO:  SEBASTIAN DE FUENTES DIEPA  LEGAJO:  2511   AÑO: 1706

 

“En el nombre de Dios todo poderoso amen, Sepan quantos esta carta de mi testamento y ultima voluntad vieren como Yo el Alferes Miguel Losano del Valle vesino desta villa de Aguimes … Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro Señor que la crio y Redimio con el presio infinito de su santisima sangre me la quiera perdonar por su santisima pasion y muerte Y para ello pongo por mi abogada y protectora a mi Señora y madre del Rosario …

Ytem quiero y es mi voluntad que siendo mi cuerpo difunto sea amortaxado en el abito de mi padre San Francisco el qual pido desde luego… sea sepultado en la Yglesia Parrochial del Señor San Sebastian desta dicha Villa en la sepultura de mis padres y de estar ocupada en una de la fabrica pagandose lo que fuere de mis bienes que asi es mi boluntad.

Ytem mando que en cuanto a el cabo de año se me avran de desir sinquenta misas y estas quiero sean dichas por el Licenciado D. Pedro Hdez Losano pagandosele su limosna de mis bienes que asi es mi voluntad [ … roto …] de el alma por el Padre Prior del Convento desta Villa pagandole la limosna de mis bienes que asi es mi voluntad.

(…)

Ytem mando se me digan las misas de San Visente Ferrer. Y estas quiero y es mi voluntad sean asimismo dichas por el dicho Licenciado D. Pedro Hdez Losano mi sobrino clerigo presbitero pagandosele la limosna de ellas que asi es mi voluntad.

(…)

Ytem declaro dever a mi sobrina Maria de Serna sien Reales que me presto y la dicha me es deudora de una fanega de millo en dies y seis Reales y veinte y sinco libras de que es a medio Real la libra mando que lo que se le Restare a deber haran que la dicha se los pague que asi es mi voluntad.

Ytem declaro aver sido casado y velado con Maria Jesus que sea en gloria y durante nuestro matrimonio tubimos por nuestros hixos lexitimos a Dª Agustina muger de Dn Pedro de Castro = a Dª Catharina muger de Dn Juan de Avila = Y el alferes Pedro Losano del Valle y lo declaro para que conste.

(…)

Ytem declaro que si el Señor doctor Dn Pedro Losano del Valle su hermano ausente en indias de su Magestad embiare alguna porsion de Reales como lo acostumbra se aian de pagar algunos debitos Y si sobraren algunos Reales aian de partirlos los dichos mis hixos por yguales partes que asi es mi voluntad.

 (…)

Y para cumplir y pagar este mi testamento mandas y legados en el contenidas dexo y nombro por mis albaseas testamentarios a el dicho D  Juan de Avila mi yerno y a mi hixo el Alferes Pedro Losano del Valle …

Y cumplido y pagado dexo y nombro por mis unicos y unibersales herederos de todo el Remaniente de mis bienes a los dichos mis hixos los quales partan por iguales partes y los aian y gosen con la bendita Bendision de Dios y la mia …

… en testimonio de lo qual otorgo la presente carta en la casa de mi morada en esta Villa de Aguimes en 16 de Julio de este año de 1706 y el otorgante que yo el scrivano doi fee conosco ser el contenido y al pareser estar en su entero Juicio y entendimiento natural según le demuestra aunque ya su firma no la hiso por tener impedida la mano derecha Rogo a un testigo lo firmase por él siendolo presentes por testigos el sarxento Juan Rodrigues Ortis, Luis Biscaino, Xptoval Hernandes Ortis y Balthasar Hernandes Guedes todos vesinos desta dicha Villa”.

                          Por testigo                                              Ante mi

               Juan Rodrigues Ortis                          Sebastian de Fuentes Diepa

                                                                                      scrivano publico

 

Notas acerca de los parientes citados por el testador:

-       Pedro Hernández Lozano es hijo de la hermanastra del testador, María de Serna Dumpiérrez, y de su marido, el alguacil Cristóbal Hernández, apodado Mosquito, con el que había casado en Agüimes en 1652. María de Serna, nacida en 1632, es la hija mayor de Luis Dumpiérrez y de Catalina de Serna. Por lo tanto es correcto que Miguel Lozano del Valle llame a Pedro Hernández su sobrino, pero no se mantiene que llame sobrina a la madre de este, María de Serna, puesto que ella es en realidad su media hermana. Nos resulta asimismo inexplicable que su sobrino Pedro lleve como segundo el apellido Lozano a menos que el cura Miguel Lozano haya sido su padrino de bautismo.

-       Pero la nota de mayor interés en el testamento del alférez Miguel Lozano del Valle es sin lugar a dudas el reconocimiento por su parte de que Pedro Lozano del Valle, deán de la catedral de Oaxaca desde 1701, quien envía regularmente dineros para ayuda de la familia, es su hermano.

 

2)    PEDRO LOZANO DEL VALLE

 

Acerca de este personaje, el segundo de los hijos  del párroco Miguel Lozano y de su feligresa, la viuda Catalina de Serna, sabíamos con bastante aproximación su año de nacimiento, 1650 o 1651, gracias a la cita siguiente:

“La emigración desde la España peninsular  a Venezuela” José Eliseo López, Vol 1 p 165

“Permiso solicitado por el obispo González de Acuña en 1673 para pasar a residir en su iglesia (Venezuela) con dos religiosos de su orden, tres capellanes, seis criados y un negro”. 

Entre los criados solteros que ocupan el puesto de capellanes se cita en dicho documento a: “Don Pedro Lozano, natural de las Islas Canarias, 22 años, pelo negro y blanco de rostro”.

Sabíamos asimismo su lugar de bautismo pues, en su relación de méritos para ostentar la canonjía de Oaxaca, que luego veremos, él mismo declara ser natural de la Ciudad de Canaria.

Guiados por estas pistas localizamos en el libro 9 de bautismos de El Sagrario de Las Palmas 8 (Folio 289 vto) la siguiente partida que se corresponde con la del futuro deán:

Pedro cuios padres no se conocen fue baptisado en esta Santa Yglesia en 26 de octubre de 1650 años, fue su Padrino el Doctor Pedro Alarcon Capellan de Su Magestad fue traido a la Yglesia de doce días.”     Fdo: Juan de Zurita Zambrana

 

Las notas siguientes justifican nuestra afirmación de que dicha partida de bautismo se corresponde con la del deán de Oaxaca: 

-Juan Zurita Zambrana fue capellán en San Juan de Telde desde 1628 a 1646 y párroco de El Sagrario de Las Palmas desde 1650 a 1675. 

Natural de Telde ¿Hijo de Simón Zorita y Francisca Zambrana?

-Pedro Alarcón era notario apostólico del obispado de Canarias en 1650 y como tal notario dio fe, en presencia del cura Miguel Lozano y con su beneplácito, de la entrega de la ermita de las Nieves a los dominicos para que esta fuera la iglesia de su orden en Agüimes. Consta en las “Actas del Cabildo Catedral” de  Canarias (Viera y Clavijo) que en 1659 Pedro de Alarcón Cruz era ya prebendado de dicho Cabildo con el título de racionero. Nacido en 1606 en Las Palmas, hijo de Hernando de la Cruz y María de Alarcón.

Pedro Lozano del Valle, que es cuatro años más joven que su hermano Miguel Lozano del Valle, embarcará hacia América con poco más de 20 años formando parte del séquito del nuevo obispo de la diócesis de Venezuela, Antonio González Acuña (1620-1682). La meteórica carrera religiosa que inicia entonces hará que Pedro Agustín del Castillo en su obra de 1739 “Descripción histórica y geográfica de las islas Canarias” lo cite como a uno de los hijos más preclaros de la pila de Agüimes. Veamos su relación de méritos en 1698, 25 años después de su embarque para América, cuando contaba con aproximadamente 47 años de edad.

MÉRITOS: Pedro Lozano  del Valle

Signatura:  INDIFERENTE,213,N.54

Fecha creación: 1698-11-02

Código de referencia: ES.41091.AGI/26//INDIFERENTE,213,N.54

            Resumen del contenido:

“Relación de méritos y servicios de Pedro Lozano del Valle canónigo de la catedral de Oaxaca, estudió en Canarias Artes, Filosofía y Teología; bachiller en Artes por la Universidad de Sevilla, opositó a varias cátedras; secretario del obispo de Caracas y maestro de ceremonias, promotor fiscal eclesiástico, examinador sinodal, visitador, vicario y juez eclesiástico, visitador de conventos de monjas, visitador general de las ciudades de españoles y doctrinas de indios”. 

 

Archivo General de Indias Sevilla

Indiferente General 213. N54

            (Añadido a mano en la parte superior)

El Sr don Pedro Lozano del Valle canónigo de la  iglesia de Goajaca desde junio de 1691. En febrero de 93 fue consultado en tercer lugar para la chantría de ella y el mismo día en 2º lugar para la tesorería.

 

RELACIÓN DE SERVICIOS DEL DOCTOR D. PEDRO LOZANO DEL VALLE, JUEZ EXAMINADOR SINODAL DEL OBISPADO DE CARACAS Y VISITADOR GENERAL DE ÉL.

Primera página de su Relación de servicios

 

            (En letra de imprenta)

 

Cursó en la Ciudad de Canaria (de donde es natural) las facultades de Artes, Filosofía y Teología desde septiembre de 1662 hasta julio de 1668 asistiendo en este tiempo a las lecciones y materias que se leyeron y a los ejercicios de Conclusiones y Sabatinas que se tienen todas las semanas y defendido cinco actos generales de conclusiones públicas y precedido dos de Filosofía saliendo a  argüir a otros públicos de Conclusiones Generales que se tienen entre año.

Y habiendo pasado a Sevilla se graduó en aquella universidad de Bachiller en Artes en 28 de septiembre de 1672.  Y en 6 de noviembre de dicho año se opuso a las Cátedras de Artes que estaban vacas y leyó una hora y le arguyeron los demás opositores a que satisfizo con mucho lucimiento; y tuvo algunos actos literarios y sermones con toda aprobación. Y en 17 de junio de 1673 se graduó también de Licenciado y Doctor en Teología. 

Después embarcó con el Maestro D. Fr. Antonio González de Acuña, obispo de la iglesia de Caracas donde el deán y cabildo de ella le nombraron en 27 de septiembre de 1673 por secretario de aquel capítulo y el Obispo por maestro de ceremonias de aquella iglesia en 7 de octubre del mismo año de 1673. Y en 8 de agosto de 1674 atendiendo a su cristiandad y celo del servicio y honra de Dios, por promotor fiscal eclesiástico en la visita que iba a hacer de aquel obispado. Después fue nombrado por dicho obispo por examinador sinodal del obispado yvisitador, vicario y juez eclesiástico de todo él en 5 de febrero de 1675 y 15 de abril de 1678. Y en 20 de enero de 1681 el dicho obispo D. Fr. Antonio González de Acuña le nombró por visitador de los monasterios de monjas de las ciudades de Caracas y Trujillo y en la visita que hizo en el de Trujillo ajustó las cuentas a sus mayordomos desde el año de 1652 que no se les  habían tomado, cobró sus alcances y débitos atrasados; dejó asegurados 35 mil pesos de principales de escrituras, mejoradas con su buena disposición las haciendas de campo de que principalmente se sustentan las monjas y proveyó se les condujese el agua por cañería ( de cuyo grande beneficio necesitaban desde su fundación) y que se le hiciesen otras fábricas muy necesarias en dicho monasterio al bien común de las religiosas , como lo certifica el cabildo eclesiástico de Caracas en 28 de enero de 1689. Y en 24 de octubre de 1681 le nombró el dicho obispo por provisor y vicario general de aquel Obispado que sirvió con aprobación, celo y desinterés.

Después, el cabildo en sede vacante  de la iglesia de  Caracas con la experiencia que tenía del obrar  del dicho Dr. D Pedro Lozano, le continuó y volvió a nombrar en 16 de marzo de 1682 por visitador general de las ciudades de españoles y doctrinas de indios que por su muerte no pudo visitar el prelado y se ocupó en la visita castigando y corrigiendo los pecados públicos y escándalos, haciendo cumplir las mandas y legados de los testamentos; ajustó y cobró las rentas que se debían a la iglesia catedral, fábricas de las iglesias, hospitales, cofradías y Colegio Seminario mostrando gran celo en el reparo y reedificación de las iglesias de los naturales reduciendo con suavidad a sus pueblos a los que vivían en los montes careciendo de pasto espiritual. Y asimismo trabajó en la extirpación de la idolatría y muchas supersticiones en que halló ciegos y radicados los indios de las ciudades de Trujillo, Carora y Tocuyo sacando de los santuarios que tenían retirados en los montes más de 1.300 ídolos, consumiéndolos y quemándolos públicamente, habiendo trabajado mucho en instruir a los indios en el verdadero conocimiento de Dios, doctrina y misterios de nuestra Fe, sacándolos con su predicación y ejemplo del error y ceguedad en que vivían. Y para que en adelante los curas doctrineros tuviesen reglas por donde gobernarse y velasen con todo cuidado que los indios no volviesen a sus idolatrías,  formó unas constituciones que vistas y aprobadas por el deán y Cabildo mandó se guardasen con todo lo demás que en la visita dejó dispuesto. Todo lo cual certifican así el cabildo eclesiástico y el gobernador D. Francisco de Alberro juzgándole por digno y merecedor de las honras que se le hicieren. 

En la erección que se hizo del Colegio Seminario en la ciudad de Caracas el año de 1674 fue elegido el susodicho por el prelado de aquella iglesia para regentar la Cátedra de Teología que se había de leer en él con aprobación del deán y cabildo de ella.

Y últimamente fue nombrado por examinador sinodal de su persona y grado  según el Santo Concilio de Trento en la Sínodo Diocesana que se celebró en la ciudad de Caracas el año de 1687.

El Cabildo eclesiástico de caracas en carta para su majestad de 15 de abril de 1674 en que aprueba para prebendas de aquella iglesia a diferentes sujetos dice de este que servía con entera satisfacción los oficios de Secretario y Maestro de ceremonias de aquella iglesia y que es benemérito de las honras que su majestad fuere servido hacerle.

Y lo mismo hizo la ciudad de Canaria en carta para su majestad de 7 de septiembre  de 1671.

Don Marcos de Sacromonte,  a quien siendo deán de la iglesia de Caracas presentó su majestad al obispado de la de Puerto Rico, en carta para su majestad de 18 de noviembre de 1678 aprueba a este sujeto y dice es digno de que su majestad le honre por sus estudios, modestia, virtud y buen ejemplo.

El gobernador de Caracas don Diego de Melo Maldonado en carta de 8 de febrero de 1685 aprueba también a este sujeto por concurrir en él las partes de docto y virtuoso.

El Marqués de Casal, gobernador de Caracas en carta para su majestad de 15 de febrero de 1689 refiere los méritos y empleos que ha tenido en aquella provincia el dicho D Pedro, el celo y desinterés con que en ellos ha obrado y que se halla desacomodado; por lo cual suplica a su majestad le honre en aquella iglesia, lo cual será un beneficio común de los hijos de la tierra pudiendo por este medio asistir al Colegio Seminario a la enseñanza de ellos y ser por su graduación y licenciatura uno de los eclesiásticos más dignos y adelantados como lo ha mostrado en el púlpito y en los actos literarios que en dicha ciudad se han tenido.

Sacóse en esta secretaria de Indias parte dela Nueva España Madrid 14 de febrero de 1690.

 

(Al final del documento impreso, con letra a mano):

Es copia de la original que queda Secretaria de Nueva España. Madrid 16 de enero de 1691.      Fdo: Joseph de Grimaldo Gutiérrez

 

(A continuación con letra a mano diferente):

Por un testimonio que se ha presentado consta que habiendo hecho su majestad merced al dicho Dr. D. Pedro Lozano del Valle por título de 15 de julio de 1691 de una canonjía de la iglesia de Oaxaca, tomó la posesión de ella en 24 de noviembre de 1692. Madrid a 27 de junio de 1693.

 

 

CÉDULA REAL DE SU NOMBRAMIENTO COMO CANÓNIGO EN 1691 Y NOTICIA DE SU VIAJE A MÉXICO EN 1692

http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/154485

Alcance y contenido Signatura Contratación 5454 N.2, R.64

Código de referencia: ES.41091.AGI//CONTRATACION,5454,N.2,R.64

 

Primera página de su nombramiento

De 18 de enero de 1692 a 12 de septiembre de 1692

Relación de pasajeros de la flota de 1692. Nota: Le acompaña copia del título de canónigo de la catedral de Antequera, valle de Oaxaca, a favor del doctor Pedro Lozano que va como pasajero en este navío.

Folio 39 recto. Foto Nº 77

1692, Cádiz 18 de Marzo

El Dr. don Pedro Lozano del Valle, canónigo de la iglesia catedral de la ciudad de Antequera del valle de Goajaca.

“Don Carlos, por la gracia de Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, a su excelencia reverendo en Cristo padre obispo de la iglesia catedral de la Cruz de Antequera del valle de Goaxaca en la Mª Spª mi Consejo a vuestro provisor u oficial o vicario general y al venerable deán y cabildo sede vacante de la dicha iglesia bien sabéis y debéis saber que así por derecho como por bula apostólica a mí como rey de Castilla y de León pertenece la presentación de todas las dignidades, canonjías y otros beneficios eclesiásticos así de esa iglesia como de las demás de las Indias, islas y tierra firme del mar océano, y porque acatando la suficiencia, habilidad e idoneidad del doctor don Pedro Lozano del Valle,  presente en esta Corte, he tenido por bien de presentado y como por la presente lo hago juez de una canonjía de esa iglesia que así por muerte del Lcdo. don Tomás Ruiz de Estrada yo os ruego y requiero que si por vía de ligte examinación sobre lo cual os encaje  la conciencia, halláredes que el dicho doctor don Pedro Lozano del Valle es persona idónea y suficiente y en que concurren las calidades que conforme a la elección de esa iglesia se requieren, le hagáis collación y canónica institución de la dicha canonjía y le deis labores de ella y le hagáis rendir con los frutos y rentas, proventos y emolumentos debidos y pertenecientes todo bien y cumplidamente sin que le falte cosa alguna con tanto que el dicho doctor don Pedro Lozano del Valle se habrá de presentar y presenta con esta mi provisión ante Vos en el cabildo de esa iglesia dentro de dos años contados desde el día de la data en adelante y, no lo haciendo, la dicha canonjía quede vaca para que yo presente a ella a quien mi voluntad fuere y ¿cons? no tenga otra dignidad ni canonjía ni beneficio en las dichas Indias y si las tuviere no es mi merced de le presentar a la dicha canonjía a que así le presento no renunciando lo que así tuviere allende de la cual dicha renunciación se haga antes que sea instituido y si teniendo la tal dignidad canonjía o beneficio se hiciere la dicha institución sea en sí ninguna como hecha sin mi presentación lo cual mando se guarde y cumpla, embarcándose el dicho Dr. don Pedro Lozano del Valle en la primera ocasión de flota que partiere hacia las Indias después de la data de esta mi provisión para ir a recibir la dicha canonjía y no partiendo en la primera flota por el mismo caso y transcurso de tiempo quede excluido de ella para que yo presente de ella de nuevo a quien mi voluntad fuere y no se le pueda dar la posesión de la dicha canonjía ni sea admitido a su uso y ejercicio no constando haberse embarcado en el dicho tiempo y mando que de esta mi provisión den la razón don Luis Antonio Daza, Ministro del Registro General de las Mercedes o por su ausencia o enfermedad don Antonio de Somoza, caballero del Orden de Santiago, maestre y alférez mayor de la nuestra secretaría dentro de los cuatro meses de su data precisamente y sin haberlo hecho no se tome la razón en otro algún oficio ni ningún tribunal nuestro a persona a quien perteneciere su cumplimiento se le dé y no ejecutándose así quede nula esta merced y así tomar de la razón nuestros Contadores de cuentas que residen en mi Consejo Real de las Indias dada en Marzo a 15 de julio de 1691 Yo el Rey = Yo don Juan de Larrea ministro del rey nuestro señor lo hice escribir por su mandado” 

 

Pedro Lozano culminará su carrera a los 50 años de edad, en 1701, con su nombramiento como deán de la catedral de Oaxaca de la que era canónigo desde 1691 y arcediano desde 1700. Esta es la fuente que nos permite asegurarlo: “La iglesia de Oaxaca en el siglo XVIII” de Francisco Canterla y Martín de Tovar. Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla. CSIC

 

Relación nominal de dignidades

“Pedro Lozano del Valle, nombrado arcediano en San Lorenzo de El Escorial en 1700 y deán de Oaxaca en Buen Retiro a 8 de abril de 1701”

 

Estimamos que las regalías que se citan en este otro documento epistolar están referidas al beneficio del arcedianato que se le otorga en dicho año de 1700:

http://documentsnapoleoniens.ulagos.cl/wp-content/uploads/2019/04/Correspondencia-de-Diversas-Autoridades.pdf

AGN, Indiferente Virreinal, caja-exp.: 2178-007. Correspondencia de Diversas Autoridades. Año: 1700, fs. 1. Productor: Joseph Martínez y Antonio de Salazar. Madrid-ciudad de México, correspondencia; copia de Real Cédula, cobranza de la mesada eclesiástica, sea por prelacías, dignidades, prebendas, beneficios y oficios, al promovido Pedro Lozano del Valle, en la Catedral de Antequera. 

Definición de mesada eclesiástica

“Derecho o regalía que la Corona cobraba en las Indias, cuando presentaba eclesiásticos para un beneficio, calculando los ingresos de un mes, por los del quinquenio anterior y cobrándolo un cuatrimestre después de la toma de posesión”.

 

Aunque hemos tratado de indagar acerca de ello, poco sabemos del final de su vida. Tan solo podemos asegurar que hasta comienzos del año 1712 Pedro Lozano seguía ejerciendo como clérigo pues en febrero de ese año oficia el bautismo de una niña llamada Petronila en El Sagrario Metropolitano de Oaxaca de Juárez en México. No obstante, podemos establecer que su fallecimiento debió tener lugar en ese mismo año de 1712 cuando contaba con algo más de 60 años de edad, pues en julio del año siguiente de 1713 se procedió al nombramiento real de un nuevo deán de la Santa Iglesia Catedral de Antequera (Valle de Oaxaca), tal y como se desprende del encabezado del siguiente documento: 

Nombramiento de Benito Crespo

Archivo General de Indias

Identificación

Titulo nombre atribuido: Nombramiento de Benito Crespo
Signatura: CONTRATACION,5791,L.1,F.240V-241
Fecha creación: 1713-07-26
Código de referencia: ES.41091.AGI//CONTRATACION,5791,L.1,F.240V-241
Alcance y contenido:

Nombramiento de Benito Crespo como Deán de la Catedral de Oaxaca.

 

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LA DONACIÓN DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO Y SU TRASLADO DESDE PUEBLA DE LOS ÁNGELES  HASTA AGÜIMES

 

La Señora del Sur


Don Joaquín Artiles en su estudio sobre La Virgen del Rosario que forma parte del artículo “Inventario del tesoro de la Iglesia de Agüimes” (AEA nº 26 de 1980) nos describe con su selecta y documentada prosa al respecto de la imagen lo siguiente:

 

“No se conoce el autor de esta bellísima imagen de la Virgen del Rosario con el Niño en los brazos. Una larga tradición atestigua que procede de Méjico y, siguiendo esta tradición, Santiago Tejera asegura que “la envió de regalo desde Puebla de los Ángeles el Deán de Oaxaca don Juan Fernández Vélez, por conducto de su pariente señor Millán, nacidos ambos en Agüimes, y que así consta en una nota puesta al margen de su partida de nacimiento”.

La larga tradición a la que se refiere don Joaquín Artiles fue recogida por primera vez por escrito en una publicación de 1959 del que más tarde sería primer cronista oficial de la Villa de Agüimes don Orlando Hernández Martín titulada “La Villa de Agüimes y la Señora del Sur”: 

Esta es la cita en el apartado “Llegada de la imagen de Nuestra Señora” pp. 39 y 40:

“Esta profunda devoción reclamaba un exponente material, una efigie de la Madre lo más acertada factible, a quien contarle las cuitas, viéndola con los ojos materiales del alma. Y es el dilecto hijo de Agüimes don Juan Hernández Vélez, deán de Oaxaca en México, quien nos la envía desde Puebla de los Ángeles por el siglo XVII”

 

Don Joaquín Artiles se pregunta, al igual que lo hacemos nosotros, de dónde pudo sacar Santiago Tejera la referencia a esa nota al margen dado que esta no aparece por ninguna parte en los libros de bautismo de la villa. Él mismo indaga sin embargo en dichos libros para intentar saber quién era el tal Juan Hernández Vélez, señalando erróneamente que el único registro concordante era el de un niño llamado Juan que nace en 1696. Don Joaquín se refiere al bautismo en dicho año de Juan (folio 40), hijo de Pedro Hernández Alemán e Isabel Vélez, sin advertir que otro Juan, hijo de los mismos padres, nacería un año más tarde que este, en 1697 (folio 50). 

Por nuestra parte, descartando dicha posibilidad por tratarse de un bautismo muy tardío para poder explicar la participación de dicha persona en la llegada de la virgen a principios del siglo XVII, hemos de reconocer que después de muchas pesquisas no hemos podido identificar genealógicamente a este personaje natural de la villa, si bien su segundo apellido nos indica que puede estar relacionado familiarmente con el segundo firmante del acuerdo de 1646 por el que se crea la Hermandad del Rosario.

 

Francisco Espino y Mariana Martín

Fabián Gómez y Ana Vélez

Tomás Gómez y Mariana Ramírez

Melchor Lorenzo y Úrsula Martín

Marcos Espino

Isabel Vélez

Francisco Ramírez

 

Margarita de la Cruz

FRANCISCO ESPINO VÉLEZ 

C 1640

 

MARÍA DE LA CRUZ RAMÍREZ

 

Hijos: Marcos 1641, Elena 1642, Jerónimo 1644, Francisco 1647

 

En cuanto a la identidad del conductor de la imagen desde México hasta Agüimes, un tal señor Millán, quien era pariente del donatario según nos dice la memoria  oral, podemos asegurar que se trata de un miembro de la familia López Millán, la cual está relacionada con el tercer firmante del escrito de 1646 por el que se invoca como patrona a la Virgen del Rosario, el alcalde ordinario Baltasar Alemán, cuya esposa es una Millán, como puede verse en el cuadro siguiente:

Juan Alemán 

Juana Melián

García de Alvarado

María Martín Mayor

 

 

Melchor Ordóñez

Catalina de Alvarado

Francisco López Millán 1

Ana Márquez

BALTASAR ALEMÁN  C 1625    

Tto 1653

ISABEL LÓPEZ MILLÁN

N 1595

 

Hijos:

-Alférez Juan Alemán      

-Catalina de Alvarado          N 1628

-Ana Márquez                      N 1630

-María Mayor                       N 1634

-Francisco López Millán 2   N 1636

 

Hijos a su vez del ayudante Francisco López Millán 2 y de su esposa Ana Sánchez, con la que casó en 1659, (la cual era a su vez hija de Baltasar Rodríguez y Francisca Schez Rodríguez) fueron: María bautizada en 1660, Tomás en 1663 y Cristóbal López Millán (que es en nuestra modesta opinión el señor Millán que trajo la virgen según la tradición oral), quien fue bautizado en 1664 y casó en 1686 con Luisa Perera Dumpiérrez, nieta a su vez de Catalina de Serna, la madre del deán don Pedro Lozano del Valle con lo que cerramos el círculo del juramento de hermandad entre los tres primeros firmantes del documento de 1646 en los que se ha centrado esta modesta investigación. Con posterioridad a Cristóbal nacería un niño llamado Juan en 1669.

El parentesco entre el portador y el donatario del que habla la memoria oral se deduce de lo anterior pero no en referencia a Juan Hernández Vélez, el supuesto deán, que fue si acaso el remitente, sino al doctor Pedro Lozano del Valle, que fue el verdadero donatario. Pedro Lozano del Valle es tío de Cristóbal en tanto que la esposa de Cristóbal López Millán es nieta de Catalina de Serna, la madre del deán.

ALGUNAS CONCLUSIONES:

No existió un deán de la catedral de Oaxaca llamado Juan Hernández Vélez. Puesto que se trata de un nombramiento de prebendado a propuesta del rey, no cabe pensar que una persona sin dicho requisito pueda haber sido nombrado deán de la catedral de Oaxaca. El único deán de dicho catedral de origen canario nombrado por el rey se llamó Pedro Lozano del Valle, bautizado en 1650 en El Sagrario de Las Palmas, hijo natural del párroco de Agüimes Miguel Lozano y de su feligresa, la viuda Catalina de Siena. 

La mención de don Joaquín Artiles  a la memoria oral cuando dice: “Una larga tradición atestigua que procede de Méjico y, siguiendo esta tradición, Santiago Tejera asegura que «la envió de regalo desde Puebla de los Ángeles el Deán de Oaxaca don Juan Fernández Vélez, por conducto de su pariente señor Millán, nacidos ambos en Agüimes…” debiera ser pues reescrita de este modo: «la envió desde Puebla de los Ángeles, como regalo del Deán de Oaxaca, el Doctor don Pedro Lozano del Valle, por conducto de su pariente el señor Millán, nacidos ambos en Agüimes ”.

Conjeturamos que el deán, posiblemente por disposición testamentaria, hizo el encargo a su probable albacea, el tal Juan Hernández Vélez, natural de Agüimes, para que adquiriese una imagen de la Virgen del Rosario en la ciudad de Puebla de los Ángeles, famosa por sus talleres de imaginería de escuela andaluza. Una vez comprada, se hace cargo de su traslado hasta Agüimes un vecino de la villa que retornaba por entonces desde México a su villa natal, el llamado en la memoria oral Señor Millán, personaje que nosotros identificamos con Cristóbal López Millán quien efectivamente es un pariente cercano del deán (marido de su sobrina). La presencia del Sr. Millán en México podría estar relacionada con los trámites de reparto de la herencia por parte de la familia del deán a la muerte de este.

Por estas y otras razones, proponemos la ampliación de este estudio con la elaboración de una biografía más completa del doctor don Pedro Lozano del Valle, natural de Agüimes aunque bautizado en la ciudad de Canaria, para lo cual se hace imprescindible la localización y transcripción de su testamento en México, cuyas disposiciones finales podrían aclarar las últimas dudas que puedan plantearse a partir de la publicación de este trabajo acerca de su papel como donatario de la imagen actual de la Virgen del Rosario en beneficio de la Villa, hecho por el cual este ilustre personaje merece ser sacado del olvido y ser dignamente reconocido con la asignación de su nombre a alguna vía o plaza del casco histórico de la Villa de Agüimes.

Tras la llegada de la imagen a la Villa, que nosotros hemos situado en torno al año 1715 (con un margen de error de 2 años), la virgen fue colocada en una capilla de la iglesia conventual del convento dominico. Y años después, desplazando a la Virgen de las Nieves, será alojada en el retablo mayor; hasta que, rescatada del voraz incendio del edificio conventual en 1887, la Virgen será trasladada hasta la iglesia vieja de San Sebastián donde un imagen anterior de dicha advocación había sido venerada desde mediados del siglo XVI. Con la consagración en 1888 del nuevo templo neoclásico, la bellísima imagen de estilo barroco de la escuela sevillana, adquirida en Puebla de los Ángeles, pasará a presidir el altar mayor de la nueva iglesia de San Sebastián donde hoy, desde 1959, tiene su asiento privilegiado en el retablo mayor como patrona y alcaldesa mayor perpetua de la Villa de Agüimes, culminándose con ello el principal objetivo de una hermandad que fue formada por 31 vecinos tres siglos antes, en 1646.

La Hermandad del Rosario, como ya se ha dicho, estuvo muy ligada a la creación del convento dominico en 1649 y ejerció una notable influencia en el devenir político de la villa a lo largo de la Edad Moderna, especialmente en los hechos de diciembre de 1718, el llamado Motín de Agüimes, conflicto que en su primera etapa fue dirigido en la sombra desde el priorato del convento. Más tarde, en los peores momentos de tensión, tras los tumultos que tuvieron lugar  en la ciudad de Las Palmas los días 7 y 8 de enero de 1719, fue la intercesión, nunca mejor dicho, de la Virgen del Rosario, la que evitó que se produjera una terrible masacre en la plaza de Santa Ana cuando la imagen de la Virgen venerada en la ciudad, la del convento de Santo Domingo, junto con el Santísimo Sacramento, fue sacada en procesión para interponerse entre los soldados y la multitud. Recordemos al respecto que estas dos advocaciones, Santísimo Sacramento y Virgen del Rosario, se corresponden con el nombre de las dos hermandades que existieron en Agüimes durante los siglos XVII y XVIII.

Es lógico pensar que después de estos hechos memorables la devoción de la Virgen del Rosario debió verse notablemente incrementada  pues no en vano “obró el milagro” de que los reos ya embarcados para ser llevados al destierro o a la prisión de Ceuta fueran liberados y pudieran regresar esa misma noche a su villa natal para vivir en ella hasta sus últimos días sin haber recibido represalias por su justa defensa del derecho a las tierras de Sardina y Llanos del Polvo, tierras que sus padres y abuelos habían puesto en cultivo con mucho esfuerzo.