LA EMIGRACIÓN CANARIA A URUGUAY: BERGANTÍN LA CIRCUNSTANCIA (AÑO DE 1838)
FELIPE ENRIQUE MARTÍN SANTIAGO
HISTORIADOR
¡No quiero más maletas en la historia de la insular miseria!
Ellos, ellos, que cojan ellos la maleta.
Los invasores de la paz canaria
que cojan la maleta.
Los que venden la tierra que no es suya
que cojan la maleta.
Los que ponen la muerte en el futuro
que cojan la maleta
¡Que cojan la maleta,
que cojan para siempre la maleta!
Pedro Lezcano
Las penurias cíclicas de la población canaria han sido una constante en su historia, especialmente en las islas orientales de Lanzarote y Fuerteventura. Entre el año de 1803 a 1845, más de veinte expediciones de lanzaroteños partieron hacia Montevideo (Uruguay), puerto de acogida de los canarios en su primer contacto, asentándose en distintos departamentos del país sudamericano, especialmente en Canelones. Por lo que respecta a Fuerteventura, los 12.225 habitantes con que la isla contaba en 1837, se verían reducidos a los 6.384 de 1846.
Una de las características de la Primera Globalización es la fuerte oleada migratoria entre Europa y América, fruto de la Revolución de los Transportes, con el masivo traslado en las naves de vapor de millones de europeos.
En el tránsito entre el proceso de Mundialización, iniciado con la conquista y colonización de América (1492) y la Primera Globalización, se contextualiza las migraciones de los canarios y canarias a la República de Uruguay, ligado al efecto de llamada por las necesidades de colonizar y explotar los campos de ese país, como política para frenar los intereses brasileños y argentinos, que habían producido enfrentamientos bélicos en el pasado.
Las expediciones de los emigrantes canarios era un negocio floreciente, que aprovechaba las necesidades del país sudamericano para poblar sus tierras y las penurias de los emigrantes para solventar las hambrunas periódicas que sufrían.
La sociedad formada por el francés Coulomb y el mejicano Mariano Chiafino, para el traslado al puerto de Montevideo de una expedición de emigrantes canarios, entre los meses de agosto y septiembre de 1838, por diferencias entre ambos pudo fracasar; los perjuicios económicos que tendrán y la competencia de nuevas expediciones, puso algo de cordura en la empresa. De todas formas, el mejicano se desprendería de la mitad del bergantín La Circunstancia, en el mes de octubre, mientras la nave se adentraba en el puerto de Montevideo.