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lunes, 23 de octubre de 2023

Ascendencia lanzaroteña: Luis de León y Elvira Pérez

LUIS DE LEÓN Y ELVIRA PÉREZ  

(VECINOS DE LA VILLA DE TEGUISE, LANZAROTE, SIGLO XV)



Matrimonios o uniones 

 

I

PEDRO PONCE DE LEÓN

CONDE DE ARCOS DE LA FRONTERA, SEÑOR DE MARCHENA

D 1448 MARCHENA, SEVILLA

Unión extraconyugal

¿Mora de Granada?

Mujer cuyo nombre desconocemos, distinto al de su esposa María de Ayala 

II

LUIS DE LEÓN EL VIEJO

GOBERNADOR DE LANZAROTE

N ¿GRANADA?

LANZAROTE

ELVIRA PÉREZ DE MUNGUÍA

N LANZAROTE

III

LUIS DE LEÓN EL VALIENTE

GOBERNADOR DE FUERTEVENTURA

N LANZAROTE

D AGÜIMES

LANZAROTE

JUANA PÉREZ DE MUNGUÍA (Mujer morisca a quien llaman “La Salmona”)

N ¿BERBERÍA?

IV

COSME DÍAZ DE SEQUEIRA

N  SEQUEIRÓ, PORTUGAL

D Posterior a  1631

LANZAROTE

MARÍA DE LEÓN

N  HARÍA

D Posterior a 1631

V

LUIS DE LEÓN CÁCERES

N Circa 1590 LANZAROTE

LIMPIEZA DE SANGRE 1631

LANZAROTE

CATALINA DE BARRIOS

N 1602 TEGUISE

 

VI

JOSÉ GONZÁLEZ CANSINES

N 1629 GUÍA

1654 GUÍA

MARÍA DE BETANCOR BARRIOS

N 1627 TEGUISE (BAUTIZADA EN GUÍA)

 

VII

FRANCISCO DE BETANCOR

N 1658 GUÍA

D 1727 GUÍA TESTAMENTO 1711

1685 GUÍA

MELCHORA DE BARRIOS

N 1661GUÍA

D 1728 GUÍA

VIII

MARCOS DE BETANCOR

N  1686 GUÍA

1719 GUÍA

CATALINA DE SERPA BETANCOR

N 1699 GUÍA

D 1727 GUÍA

IX

JOSÉ BETANCOR

N 1719 GUÍA

1741 GUÍA

ANA BETANCOR GUERRA

N 1723 GUÍA

D 1754 GUÍA

X

MARCOS DE BETANCOR

N 1749 GUÍA

D 1823 GUÍA

1777 GÁLDAR

ÁNGELA DE GUZMÁN RODRÍGUEZ

N 1752 GALDAR

D 1831 GÁLDAR

XI

JUAN DOMÍNGUEZ SAAVEDRA

N 1773 GÁLDAR

D 1846 GÁLDAR

1799 GÁLDAR

Mª CONCEPCIÓN BETANCOR GUZMÁN

N 1776 GÁLDAR

XII

JUAN DOMÍNGUEZ BETANCOR

N 1814 GUÍA

D 1885 GÁLDAR

1847 LA HABANA

FERMINA DÍAZ GARCÍA

N 1823 GUÍA

D 1882 GUÍA

XIII

FRANCISCO BAUTISTA MIRANDA

N 1859 GUÍA

D 1915 GÁLDAR

1878 GÁLDAR

SINFORIANA DOMÍNGUEZ DÍAZ

N 1861 GÁLDAR

D 1902 GÁLDAR

XIV

MODESTO BAUTISTA DOMÍNGUEZ

N 1894 GUÍA

D 1956 LAS PALMAS

1924 LAS PALMAS

AMÉRICA GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ

N 1906 CUBA

D 1994 LAS PALMAS

XV

LORENZO HERNÁNDEZ VEGA

N 1927 SAN LORENZO

1952 LAS PALMAS

PURA BAUTISTA GONZÁLEZ

N 1932 GÁLDAR

D 2008 MASPALOMAS

XVI

FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA

N 1955 LAS PALMAS

































A)   PEDRO PONCE DE LEÓN

Esto es lo que nos dice Gonzalo Argote de Molina (autor del siglo XVI) en su obra Nobleza de Andalucía  acerca de este personaje:

“Doña Sancha de Baeza, hija de don Juan Ruiz de Baeza y de Doña Teresa de Haro y Don Pero Ponce de León su marido rico hombre y Señor de Marchena…tuvieron por hijo a don Pero Ponce de León, Conde de Medellín, Señor de Marchena el cual como rico hombre confirmó los privilegios del rey D Juan el segundo. Anduvo en las guerras de Antequera Cañete y Ronda contra moros. Quemó el valle de Cártama e hizo otros notables y señalados hechos. Fue muy valeroso y de mucha prudencia, y así el rey D Juan lo tuvo en su Consejo y le encargó y cometió negocios muy arduos. Casó con doña María de Ayala hija de Pero López de Ayala, chanciller mayor de Castilla. Está enterrado en la Capilla Mayor del monasterio de San Agustín de Sevilla junto con sus pasados en cuyo sepulcro hay este letrero: “Aquí yace don Pero Ponce de León conde de Medellín, Señor de Marchena…” Tuvo Pero Ponce de León en doña María de Ayala a don Juan Ponce de León y a don Luis Ponce de León, Señor de Villagarcía, y a don Fernando Ponce de León y a doña Sancha, mujer de don Alonso Pérez de Guzmán, Señor de Orgaz, y a doña Elvira, mujer de Alonso Fernández de Córdoba, Señor de Alcaudete”.

Argote de Molina también cita en su libro, todo un clásico de la genealogía, publicado en 1588, a su propia esposa con estas palabras:

“Desciende de Mosén Maciote de Betencourt doña Constanza de Herrera de Rojas y Betancur, condesa de Lanzarote”

Le faltó decir que Constanza era el fruto de los amoríos entre Agustín de Herrera y Rojas, primer conde de Lanzarote, y Bernardina de Cabrera, hija de Luis León el valiente, nieta de Luis León el viejo y por tanto bisnieta de Pero Ponce de León el Señor de Marchena. Es probable que esto último no lo supiera  pues de otro modo esa información, por convenir a sus ansias de grandeza, la hubiera publicitado en su libro.

B)   LUIS DE LEÓN EL VIEJO

Acerca de Luis de León el viejo y de sus circunstancias vitales, Cebrián Latasa en su Diccionario de conquistadoresnos dice lo siguiente:

“Hijo natural de don Pedro Ponce de León, Señor de Marchena. Vino a las islas con las gentes de Diego de Herrera e Inés Peraza hacia el año 1455. No será conquistador de las islas realengas aunque sí sus hijos atraídos a Gran Canaria y Tenerife como repobladores mediante la adjudicación de tierras en repartimiento. Los genealogistas tradicionales lo hacen casado  con Elvira Pérez de Munguía, hija de Juan Pérez de Munguía y Margarita Perdomo. Hijos:

1. Luis de León el mozo conocido por sus hechos de armas en el encuentro de Tafaraute. Se casó con Ana de Cabrera. Vecinos de Tenerife y Lanzarote. Sostuvo relación carnal con la morisca Juana Pérez de Munguía, de quienes quedó descendencia.

2. Fernando de León casado con Catalina Fernández. Vecinos de Tenerife.

3. Bartolomé de León casado con Ana Rodríguez de Sanabria. Vecinos de Jerez de la Frontera.

4. Juan de León casado con Luisa Sánchez de Morales. Vecinos de Gáldar.

5. Catalina Pérez de Munguía (¿) casada con Ginés de Cabrera Solier. Vecinos de Lanzarote.

Parece que nuestro preclaro genealogista tiene dudas en esta ocasión  al respecto de la identidad de la esposa o esposas de Luis de León el viejo pues nos dice:

 “Luis de León el viejo, casado con Elvira Pérez Hernández, tuvo a Iseo de León, que mantendría relación carnal con Pedro Hernández de Saavedra y casó con Guillén Peraza, procreando hijos con ambos”.

Para resolver el entuerto, acude en nuestra ayuda  el anónimo escribano (¿el magistral Marrero?) que confeccionó rastreando con paciencia y acierto incalculables en los protocolos notariales, la famosa carpeta del Archivo Diocesano. En una de sus prodigiosas notas nos dice:

“Leonor de León, mujer de Mateo Verde; María de Bilbao, mujer de Juan Perdomo el bermejo;  Francisca de León, mujer de Lucas Perdomo; Justa de León, viuda; Elvira Pérez, mujer de Ruy Leme; y Juana Pérez, mujer de Benito Díaz de Morón; hermanas de Luis e Iseo de León y por consiguiente hijos todos de Luis de León y Elvira Pérez; todo consta de dicha partición pues aunque esta no se hizo más que entre la Iseo y el Luis, fue porque este había comprado los derechos que tocaban  a los demás sus herederos”.

El documento es excepcional. Nuestro ávido lector de protocolos, muchos de los cuales no están hoy, por su deterioro o pérdida, a disposición de los investigadores, nos informa de un plumazo de cinco hijas más de Luis de León el viejo que, junto a Iseo, constituyen el conjunto de herederos de determinada propiedad. El copista no nos da más información para saber a qué propiedad se refiere la partición, pero resulta sorprendente que no aparezcan en dicha relación, excepto Luis e Iseo de León, ninguno de los demás hijos citados por Cebrián Latasa. Podemos pensar en consecuencia que la partición fue tardía y que aquellos ya habrían fallecido o bien que no contaban por encontrarse fuera de la isla o más sencillamente que no eran los herederos de esa propiedad en concreto por ser hijos del primer matrimonio. En el caso de Fernando, sabemos que murió asesinado en Tenerife en 1505; de Bartolomé sabemos que residió en Jerez de la Frontera, y  de Juan, que fue vecino de Gáldar. La única persona de las citadas que estuvo efectivamente avecindado en Lanzarote fue Catalina Pérez, la mujer de Ginés de Cabrera pero como el propio Cebrián Latasa admitirá indirectamente esta no era hija del matrimonio citado como después veremos. Datamos pues el documento rescatado por nuestro anónimo benefactor a mediados del siglo XVI. 

A partir de su lectura podría concluirse, efectivamente, que todas las nombradas son hijas legítimas de la segunda esposa de Luis de León el viejo, Elvira Pérez Hernández, puesto que heredan de mancomún una hacienda y que es Luis de León el mozo, un hijo del primer matrimonio, hermanastro de las anteriores, quien trata de hacerse con la propiedad de la misma. 

Tenemos pues en Lanzarote en el siglo  XV a un hidalgo andaluz, Luis de León el viejo, que forma parte de las mesnadas feudales del Señor de las Islas Don Diego de Herrera, casado con dos Elviras, la primera de noble ascendencia indígena y betancuriana, Elvira Pérez de Munguía y la segunda de probable ascendencia morisca Elvira Pérez Hernández.

De este personaje, Luis de León el viejo, tenemos acreditada su ilustre origen como ya fuese señalado por Abreu Galindo. A saber: su padre es don Pedro Ponce de León, Conde de Arcos de la Frontera (antes lo había sido de Medellín) y Señor de Marchena, de la alta nobleza de Andalucía. Será después de la muerte de su padre y de la asunción del Señorío y el Condado por parte de su hermanastro Juan Ponce de León en 1448 cuando el bastardo Luis de León debió verse obligado a migrar a otras tierras acudiendo al Señorío de la Islas de Canaria como vasallo de don Diego de Herrera. Creemos que su llegada  a las islas debió producirse en torno a 1470, fecha posterior a la que da Cebrián Latasa.  El hecho de ser hijo natural no le supuso al parecer demérito alguno en su rango social pues Luis de León va a ejercer de gobernador de Lanzarote, convirtiéndose en primera autoridad de la isla después del Señor. Sobre el lugar de su nacimiento consta en una de las informaciones solicitadas por sus descendientes en el siglo XVIII que, según sus propias palabras, habría nacido en Granada, lo cual nos parece bastante dudoso dado que en esas fechas Granada era la capital del reino nazarí. 

De Elvira Pérez de Munguía, su primera esposa, hemos de decir que era hija de otro destacado vasallo de los Señores de las Islas de Canaria afincado en Lanzarote. Cebrián Latasa nos describe de este modo a su  padre, Juan Pérez de Munguía el viejo, también conocido como Perucho de Bilbao:

“Abreu lo sitúa como miembro de las gentes de Diego de Herrera hacia 1455. Vizcaíno que se avecindó en Lanzarote. Será de los llamados de las Islas. Se le puede considerar conquistador de Gran Canaria. Casó con Margarita Perdomo, hija de Arriete Perdomo y de Margarita de Bethencourt. Hijos:

1. Juan Pérez de Munguía el mozo casado con María Sánchez, hermana de Ana Sánchez, mujer de Fernando de Llerena.

2. Elvira Pérez de Munguía casada con Luis de León el mozo.

3. Diego Pérez Betancor casado con Inés de Buenavía Cardona.

4. Inés de Betancor casada con Luis de Sanabria.

5. Catalina Pérez de Betancor casada con Ginés de Cabrera Solier” (¿)

V

ENLACES

M

I

ZONZAMAS

 

REINA FAYNA

 

II

GUANARAMA

 

REINA ICO

 

III

LUIS DE GUADARFÍA

N  LANZAROTE

 

REINA ANIAGUA

IV

MACIOT DE BETHENCOURT

N 1390 NORMANDÍA D 1454 MADEIRA

 

MARÍA DE BRACAMONTE (PRINCESA TEGUISE)

N LANZAROTE

V

ARRIETE PERDOMO

 

INÉS MARGARITA DE BETHENCOURT

N  LANZAROTE 

VI

JUAN PÉREZ DE MUNGUÍA

N VIZCAYA

 

MARGARITA PERDOMO

N LANZAROTE

VII

LUIS DE LEÓN EL VIEJO

N ANDALUCÍA

 

ELVIRA PÉREZ DE MUNGUÍA

N  LANZAROTE

VIII

LUIS DE LEÓN EL VALIENTE

N LANZAROTE

 

 










A continuación  les mostramos en el cuadro adjunto la ascendencia materna de Elvira que otorga a su hijo, Luis de León el mozo, el privilegio de provenir de la realeza indígena de Lanzarote. Quizá este pueda ser el linaje indígena más antiguo que, siguiendo la tradición oral, exista en el Archipiélago. Con todas las reservas lo mostramos  a sabiendas de que no existen pruebas documentales de respaldo. Es un árbol bien conocido al que aportamos una novedad. Puesto que en el mundo indígena los linajes maternos son los que deciden la sucesión hacemos a Fayna madre de Ico, independientemente de que Zonzamas sea su padre y así sucesivamente.

 

C)   LUIS DE LEÓN “EL VALIENTE”

REFERENCIAS HISTÓRICAS

Una Información de limpieza de sangre de principios del siglo XVII solicitada por Pedro Sarmiento de Ayala, quien aspiraba a ser designado familiar del Santo Oficio y alguacil de dicho Tribunal, nos aporta noticias relevantes acerca de Luis de León el mozo. En el transcurso de dichas pruebas, un morisco de 90 años llamado Alexandre de Saavedra, criado que fue de Pedro Fernández de Saavedra, se manifiesta en estos términos acerca de nuestro ascendiente:

 “…el dicho Luis de León fue hombre muy principal y caballero en esta dicha isla (Fuerteventura) porque lo mandaba todo por orden de doña Catalina de Escobar de las Roelas, madre que fue de Pedro Fernández de Saavedra…señora que era de esta dicha isla por fin y muerte del dicho su hijo…”

Aclaramos que la tal Catalina de Escobar, cuya ascendencia desconocemos, fue una de las mujeres que, en relación extraconyugal, tuvo Fernán Darias, hijo de Pedro Fernández de Saavedra y de Constanza Sarmiento, la hija pequeña de don Diego de Herrera y de Inés Peraza. (No hay que confundir a esta Constanza Sarmiento con otra mujer de igual nombre que casará con el hijo de Catalina Escobar  llamado como su abuelo, Pedro Hernández Saavedra, y que era descendiente de Sancho de Herrera y Catalina Dafía, nieta del último rey de la isla)

En El relato de la famosa batalla de Tafaraute, publicado por el insigne genealogista Leopoldo de la Rosa Olivera, hemos encontrado esta otra referencia acerca de Luis de León y su descendencia:

“Del héroe principal de la hazaña, Luis de León el valiente, sabemos que era  hijo de Luis de León el viejo, uno de los hidalgos que acompañaron a Diego de Herrera y a  doña Inés Peraza en su venida a las islas y gobernador por estos de Fuerteventura… Luis de León, como hombre noble (que era), mandó poner almenas en su casa de Testeina; casó dos veces y tuvo de ambos matrimonios trece hijos”. 

Como curiosidad les diremos que el topónimo guanche Testeina está localizado en la zona de La Geria, en el actual municipio de Tías, dentro del cual existen dos accidentes que llevan dicho nombre: una Montaña y un volcán siendo esto último, según la web Toponimia de Lanzarote,  lo que en el habla local de Lanzarote se entiende por tal: un territorio cubierto de lavas recientes. El nombre de la montaña se debe a la aldea que existió en dicho lugar antes de las erupciones volcánicas que en el siglo XVIII  (Timanfaya) destruyeron todo el centro-oeste de la isla. Entre los “lugares perdidos por el fuego que ha corrido por ellos”, dice un testigo  de la erupción en 1733, “estaba Testeyna con tres vecinos”, es decir, tres casas de familia. 

LA BATALLA DE TAFARAUTE

Narración de los hechos por parte de Diego de Cabrera León, hijo de Luis de León el valiente ante el escribano Francisco Amado, Betancuria (1593):

“Se halló…en la famosa batalla de Tafaraute que el gobernador de Fuerteventura Luis de León…hubo con los moros el día de Todos los Santos del año de cuarenta y nueve. Aquella batalla de Tafaraute fue una de la más famosas victorias que Dios Nuestro señor ha dado a los de estas islas, porque habiéndose alzado los navíos y quedado el gobernador Luis de León solo en tierras de moros con noventa hombres y diez caballos, peleó con ellos y venció y prendió muchos, y con la presa vino caminando por la costa de los moros comienzo solamente raíces de hierbas hasta llegar al cabo Blanco donde se embarcaron en navíos de pesquería que allá hallaron de cristianos…”

Sobre las hazañas de Luis de León en África mucho habría que decir. Las razias cristianas en busca de esclavos asolaron inclementes las costas africanas vecinas. El asalto armado a las poblaciones del actual Marruecos determinó un floreciente negocio pues por cada bereber capturado se podían obtener hasta dos o tres esclavos negros por su rescate, más aún si se trataba de algún jefe tribal. La crueldad con la que se desplegaron los “campeones africanos” sería devuelta con creces en sucesivas operaciones de castigo de las armadas berberiscas, lo que obligó a la Corona española  a prohibir las incursiones en tierras del Xerife aunque estas continuarían durante bastante tiempo en territorios más al sur que se corresponden con lo que fue la colonia española del  Sáhara Occidental. Hasta tal punto fueron graves las represalias berberiscas sobre la isla, nos dice el apreciado cronista de Teguise, “que entre 1569 y 1586 más de 700 lanzaroteños entre hombres, mujeres y niños fueron obligados a dejar esta tierra convertidos en esclavos de los que solo pudieron ser rescatados unos 50”.

Volviendo a la batalla de Tafaraute de 1549 deseamos cuestionar la heroicidad de Luis de León y de sus noventa hombres en su supuesto largo recorrido por las costas africanas llevando consigo a la presa humana, un recorrido que según algunos autores debió superar el millar de kilómetros hasta alcanzar Cabo Blanco donde pudieron finalmente embarcar en naves cristianas.  Rumeu de Armas en su obra El Señorío de Fuerteventura en el siglo XVI plantea críticamente que:

 “No hay que descartar que el accidente aludido sea otro cabo Branco señalado en algunos documentos portugueses no lejos de Tamaraque; en este caso Tafaraute habrá que buscarlo al norte del río Sus así como también el escenario completo de la acción”.

Nos decantamos por esta última posibilidad señalando además que los esclavistas debieron enfrentarse a grupos de pastores nómadas y no a un verdadero ejército berberisco como el que en 1500 había derrotado en Asaka a la cabalgada de Alonso Fernández de Lugo en la que perdieron la vida centenares de asaltantes entre ellos el canario Pedro Maninidra.

DESCENDENCIA DE SU PRIMER MATRIMONIO

Luis de León el valiente tuvo hijos legítimos con Ana de Cabrera Solier, la hija del noble andaluz Diego de Cabrera Solier y de su esposa Catalina Luzardo de Franchi, de ascendencia genovesa. Así que la ascendencia betancuriana que postula Argote de Molina para su esposa, nieta de los citados en primer lugar, proviene de su bisabuela paterna, Elvira Pérez de Munguía. 

Hijos legítimos de Luis de León y Ana de Cabrera de los que tenemos referencias, son, entre otros, los siguientes:

- El mayor fue Diego de Cabrera León, el relator ante el escribano en 1593 de la batalla de Tafaraute, capitán de las gentes de a caballo en Fuerteventura, familiar y alguacil mayor de la inquisición. Casado con Inés Grimanesa Melián tuvo sucesión, habiéndose identificado como hijo de dicho matrimonio a Marcos Perdomo Cabrera casado con Ana Sánchez de Cardona. Al parecer Diego de Cabrera estuvo afincado durante un cierto tiempo en Agüimes, isla de Gran Canaria, como consta en un protocolo de dicha escribanía del año 1572 cuyo encabezamiento dice:

“Diego Cabrera de León y Amador Espino como alcaldes de las aguas del heredamiento de la villa de Agüimes y herederos de la acequia real de Aguatona…, por sí y por los demás herederos, dan la acequia a Francisco Miraval, vecino de la villa, para que durante un año…sea acequiero y repartidor en ella…”

Este extraño paradero de Diego Cabrera en Gran Canaria, que quizá pueda explicar el origen del apellido Cabrera en el sureste de la isla, será motivo de atención en el apartado referido a la muerte de Luis de León. 

- Bernardina de Cabrera, aunque casada con Teodoro Espelta, fue no obstante la concubina del conde de Lanzarote. Con él tuvo a sus hijas Constanza y Juana de Herrera que en 1576 serían legitimadas por el rey. Juana casó con Francisco Accioli de Vasconcelos en Madeira en 1588, isla en la que su padre, años antes, había ejercido de capitán general, lo que le valió para ascender en la escala nobiliaria de conde a marqués por decisión de Felipe II. Constanza,  a quien el marqués donó el título de Condesa de Lanzarote cuando este obtuvo el marquesado, casó en 1586 con Gonzalo Argote de Molina, Provincial de la Hermandad de Andalucía, con quien tuvo descendencia que no prosperó. Lobo y Bruquetas en su libro Agustín de Herrera y Rojas I Marqués de Lanzarote nos relatan las relaciones amorosas de Bernardina con el marqués y cómo este, en determinada ocasión, tuvo que salir de la casa por un agujero de las tapias cuando apareció inopinadamente el padre de su amante, Luis de León, con la intención de lavar la afrenta. Por aquellas fechas moriría en extrañas circunstancias el esposo ultrajado: Teodoro Espelta el petimetre marido genovés de Bernardina, hecho que introduce “sombras de deshonor en la memoria de don Agustín de Herrera”, según los autores citados.

- Juan de León Cabrera gozó de la especial confianza del conde de Lanzarote tanto en el Señorío de las islas orientales como durante el corto periodo de su capitanía general en Madeira en el que descabezó a los rebeldes que no aceptaban la legitimidad de la posesión de aquellas  tierras por parte del rey español Felipe II. (Uno de los cabecillas fue ahorcado y a otro se le dio garrote). Allí Juan de León, nos dice Rumeu en su artículo en A.E.A. El Conde de Lanzarote, Capitán General de la isla de La Madera (1582-1583), fue nombrado alcaide de la Fortaleza Nova donde tendría cuartel una parte de la mesnada señorial. En Lanzarote, Juan ostentó, entre otros, el cargo de mayordomo de la casa señorial de Teguise, familiar del Santo Oficio, etc. Según los historiadores Lobo y Bruquetas, su nombramiento como mayordomo vendría dado por el intento de arreglar o componer las cosas con la familia de su amante: 

“La posible connivencia con las relaciones del marqués con su hermana quedarían pagadas no solo con este empleo sino con su matrimonio con una sobrina de don Agustín llamada Ana Viciosa que era hija de Juan de Saavedra, hermanastro de don Agustín. Fue agraciado pues Juan de León con la donación del término de Tenesoara …y su esposa con la isla de Montaña Clara… con lo que de algún modo el marqués  pagaba la demostrada amistad de Juan León  al no haber vengado la muerte de su padre (?) y admitir la relación extramarital con su hermana”. 

-En los Protocolos viejos de Fuerteventura hemos encontrado pruebas de la existencia de otra hija llamada Juliana. Se trata de un poder otorgado en 1606 por Francisco de Morales Perdomo, vecino, como marido y conjunta persona de Felipa Anríquez, hija y universal heredera de Diego Alonso Sanabria y de Juliana de Cabrera, en el que se especifica que esta lo era a su vez de Luis de León y de Ana de Cabrera, su mujer.

-Por último tenemos también referencias, como hija de Luis de León el valiente, de Cataliza Luzardo cuya trayectoria genealógica ha sido estudiada por Lola León Cabrera, una de sus descendientes, en un reciente artículo publicado en el blog Genealogías Canarias titulado “Villavivencio, otro eslabón majorero”.

DESCENDENCIA DE SU SEGUNDO MATRIMONIO

Cuando ya pensábamos que íbamos a quedarnos en la indefinición acerca de la identidad de los padres de María León, nuestra ascendiente, un hallazgo de Juan Ramón García Torres, compañero de investigación en estas lides genealógicas, en el Archivo diocesano vino en nuestra ayuda:

“Luis de León, viudo de Ana Cabrera, casó en segundas nupcias con Juana Pérez en Lanzarote y falleció en la Villa de Agüimes en la casa de su hijo Diego de Cabrera; y tuvo con esta cinco hijos que lo fueron María, Catalina, Elvira, Juan y Francisco. Esto y lo antecedente consta en autos seguidos por la tal Juana Pérez”

De una sola tacada esta nota nos informa de toda la descendencia de Luis de León y Juana Pérez de Munguía, su segunda esposa, de ascendencia morisca, a quien llaman “la Salmona”. Da la impresión de que Juana Pérez  litiga por la herencia de su marido para beneficiar  a sus hijos. Pero lo más relevante sin duda de todo esto es la referencia al lugar de defunción de Luis de León el valiente que ciertamente nos causó sorpresa.

Además de María León, la primogénita, por quien sigue la línea, tenemos referencias de otro de los hermanos que aparecen citados en dicho documento. Según Lobo y Bruquetas, Juan de León Munguía, el quintador del marqués, fue herido mortalmente en 1581 en la defensa de Teguise cuando tropas francesas al mando de Testu y La Motte fueron repelidas por la infantería morisca del Señor de Lanzarote. Creemos que este Juan de León Munguía no puede ser confundido con Juan de León Cabrera puesto que este último, como ya dijimos, formó parte de la expedición que en 1582 toma posesión en nombre de Felipe II  de la isla de La Madera. El herido o fallecido es pues un hermanastro del anterior. 

Como colofón de estos apartados referidos a su descendencia, queremos destacar que el apellido León se extiende como un reguero por las islas y también, desde fechas muy tempranas, por el Nuevo Mundo donde hay constancia, según el venerable cronista de Teguise, Francisco Hernández Delgado, de un Luis de León que se establece en Cartagena de Indias en 1569 y, poco después, del establecimiento en Cáceres de Antioquía de Beatriz Dumpiérrez, hija del Capitán Luis de León y de Luisa Dumpiérrez, que emigra con cinco sobrinos. La extensión del apellido no solo se produce a partir de la numerosa descendencia, legítima o natural,  de Luis de León “el viejo” y de su hijo “el valiente” sino también a partir de la imposición de su nombre y apellido a esclavos bereberes que, bautizados a la fuerza, pasaron a convertirse en respetados vecinos moriscos del Señorío. Sirva como ejemplo la siguiente referencia de Lobo y Bruquetas en su libro, tantas veces citado, a los preparativos de una expedición de rescate en 1569 en el carabelón del Conde “donde iba por maestre y piloto, Rodrigo Yanes Franco, por capitán, Juan Monguía y por lengua (es decir intérprete) Luis de León, morisco, vecino de Lanzarote”. Antes de su partida desde el puerto de Las Palmas el Inquisidor determina que el capitán y el lengua citados debían hacer juramento ante el vicario de Lanzarote para evitar su deserción.

LA MUERTE DE LUIS DE LEÓN

Tenemos dos fechas de referencia para enmarcar su fallecimiento. En 1549  a mediados de siglo nuestro ascendiente tomaba parte en la batalla de Tafaraute, y en 1589 su hijo mayor testifica acerca de las hazañas de su padre hablando en pasado, es decir señalando que este era ya difunto. Entre esos dos hitos de la segunda mitad del siglo XVI tuvo lugar su fallecimiento. La fecha probable se sitúa en torno a 1572, fecha en la que, como ya se ha dicho, su hijo mayor, Diego Cabrera de León, estuvo afincado en Agüimes, isla de Gran Canaria

Debía ser por entonces un hombre de edad avanzada si presumimos que su padre había nacido antes de 1448, fecha de la muerte de su abuelo Pero Ponce de León. Si efectivamente fue un hijo del primer matrimonio de su padre con Elvira Pérez de Munguía debió nacer antes del 1500 por lo que su muerte debió acontecer cuando contaba con más de 70 años. Parece sin embargo, por las cuentas que hacemos, que cuadrarían mejor las fechas si lo hacemos hijo del  segundo matrimonio con Elvira Pérez Hernández. 

Lo verdaderamente enigmático es en todo caso el motivo por el cual todo un gobernador del Señorío, un afamado campeón africano, viene a morir a Agüimes, lejos de su isla de nacimiento. Nuestra hipótesis es la siguiente: el Señor de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, primer conde de Lanzarote y, a partir de 1584, primer marqués de Lanzarote, don Agustín de Herrera y Rojas, debió castigar con la pena de destierro a su ilustre vasallo después de que este estuviera a punto de darle muerte al encontrarlo en amores ilícitos con su hija en su propia casa familiar. Puesto que la extraña muerte de Teodoro Espelta puede situarse dos años antes del nacimiento de Constanza de Herrera a quien el marqués considera su verdadera hija porque la anterior, Juana de Herrera, había sido concebida cuando Bernardina aún estaba casada con el genovés, podemos pensar que el incidente violento que obligó al conde a huir de la casa de su amante tuvo lugar antes de 1570, que es la fecha aproximada de nacimiento de  Constanza de Herrera, si tenemos en cuenta que esta casó  con Gonzalo Argote de Molina en 1586. Las fechas cuadran pues con aquella en la que Diego Cabrera de León estuvo avecindado en Agüimes, villa a la que debió dirigirse  acompañando a su padre al destierro. Los motivos para elegir ese destino no están claros pero no queremos dejar de hacer referencia a que Agüimes es un Señorío en manos de los obispos de Canaria en el que al igual que en el de Lanzarote y Fuerteventura hay una importante presencia de la colonia andaluza. Citaremos como curiosidad que una de las hijas de Luis de León el viejo y Elvira Pérez Hernández, llamada Juana Pérez, estuvo casada con Benito Díaz de Morón, quien era hermano de Hernando Díaz de Morón, casado con Luisa Bermúdez y Ordoño, presuntos padres de Juana Melián, la esposa de Juan Alemán el viejo.

A la muerte de Luis de León,  Diego regresaría al Señorío de las islas pues lo vemos testificando en Betancuria en 1596, cuando aún vivía el marqués, por lo que hay que pensar que el castigo señorial no afectó a sus hijos, como queda acreditado en los antiguos protocolos de Fuerteventura y en las actas del cabildo de esta isla,  de principios del siglo XVI, donde se comprueba que los León siguieron ostentando cargos civiles y militares de relevancia.

D)   CONTINUIDAD DEL LINAJE ESTUDIADO

MARÍA DE LEÓN Y COSME DÍAZ 

Testamento del primer marqués de Lanzarote don Agustín de Herrera y Rojas en 1598 poco antes de morir (Cláusula novena)

“Ítem mando que a María de León mi moza, que el día de hoy tengo en mi casa y servicio, la cual yo traje de Sevilla, digo del Puerto de Santa María y me ha servido a mi voluntad con mucha fidelidad y limpieza habrá diez años, poco más o menos, se le den las ropas de su vestir que el día de hoy tiene, y cama en que duerme, y fuera de esto se le den 200 doblas por su servicio para ayuda a su casamiento; las cuales se le den en un esclavo negro llamado Francisco, que el día de hoy tengo, en mil reales, y dos yeguas buenas y un potro de tres años de los que tengo, en  lo que se apreciare, y lo demás en contado y todo se pague de mis bienes. Y así mismo mando que se le den en este pagamento dos vacas buenas y dos camellos y todo se aprecie por Juan Gopar”.

Hemos de reconocer que este documento nos dejó en un mar de dudas puesto que, por sus circunstancias de tiempo y lugar, María de León, la moza del marqués, podía perfectamente ser la esposa del portugués Cosme Dias de Sequeira y la hija mayor de Luis de León el valiente y de su segunda esposa, Juana Pérez de Munguía. Es una extraña coincidencia de nombres y fechas en cualquier caso. Si ambas fueran la misma persona, habría que pensar que el matrimonio de María con Cosme fue posterior a la muerte del marqués cuyo óbito tuvo lugar ese mismo año de 1598. Nos extraña sin embargo grandemente que el marqués no cite a sus padres, y que haga mención al hecho, después de corregir un error inicial, de que fue recogida en el Puerto de Santa María. Si efectivamente es la hija de Luis de León el valiente y de su esposa morisca, como dicen las fuentes consultadas en el Archivo Diocesano,  no entendemos muy bien qué sentido tiene ignorar su ascendencia: quizá el de beneficiar a su progenie evitando el reconocimiento de la lacra que era en aquellos tiempos provenir “de mala raza” de infieles.

Dichas fuentes del Archivo Diocesano nos dicen que María de León era hija de Luis de León el mozo y de su esposa morisca Juan Pérez de Munguía, la cual era natural de Haría y hermana de María Bilbao casada con Pedro Hernández, dato esto último que no nos concuerda con la información anterior relativa al nombre de sus hermanas, a menos que esta hubiera fallecido con anterioridad.

Nos decantamos por pensar, dadas las extraordinarias coincidencias de fechas y nombres, que ambas, la moza del marqués y “la salmona”, constituyen una misma persona de quien se desea ocultar el origen. El marqués pudo acoger a la hija de Luis de León, cuando niña, después de que este cayera en desgracia, y dotarla para su casamiento con Cosme Díaz. En todo caso precisamos que en la pregunta a ella referida en la información de limpieza de sangre que ahora comentaremos se da por sentado que María de León era natural de la isla de Lanzarote.

El que fue su marido, Cosme Díaz, llegó de Portugal antes del año 90, cuando era todavía un mozo, por lo que las fechas cuadran para apoyar nuestras conjeturas. Así lo declaran diversos testigos en la Información de Limpieza de sangre realizada en 1631 a petición de Luis de León Cáceres, por quien sigue la línea,  en la que se señala que este era “hijo legítimo de  Cosme Díaz y María de León, vecinos de esta isla que hoy viven …y que el dicho Cosme Días es natural de la Ciudad de Oporto del Reino de Portugal y ha más tiempo de 40 años que reside en esta isla…”

Los sucesivos declarantes nos informan de que Cosme vino acompañado de su hermano mayor, un fraile agustino que por entonces estaba en “el convento de su religión” (sic) en la Ciudad de La Laguna. Otro testigo nos da la posible clave del motivo de su llegada a la isla cuando dice que conoció a Pascual Díaz, su tío, vecino de la isla de La Madera donde eran tenidos (sus familiares) por hombres limpios y cristianos viejos. Deducimos de estas palabras que los hermanos Díaz, aunque nacidos en Sequeira, freguesía de Sequeiró, debían ser estantes en Madeira cuando el conde de Lanzarote estuvo allí destinado allí como capitán general, entre los años 82 y 84. Las relaciones establecidas durante su mandato pueden explicar la arribada de súbditos luso-españoles de dicha isla (Portugal y España estaban unidas por entonces) después de que las razias de Morato Arráez en 1586 hubieran determinado la despoblación de  Lanzarote. Además de la captura de rehenes por parte de los asaltantes berberiscos para cobrar rescate por ellos, la pérdida de habitantes vino dada por la huída hacia otras islas de muchos vecinos y también, fue muy notorio, por la deserción de muchos moriscos lanzaroteños que se pasaron al “enemigo” en cuanto pudieron. ¿Qué otra cosa podían esperar después de que ellos o sus padres hubieran sido secuestrados y convertido en esclavos?

Tuvo que ser una inmigración de tipo familiar la que afectó a los Díaz pues otro testigo señala que un pariente de Cosme llamado Álvaro González había sido vicario de Lanzarote y era en aquel momento, 1631, racionero de la catedral de Canaria.

Lo más llamativo de la Información es que no se interroga en ningún momento a los testigos acerca de la ascendencia de la madre de Luis de León Cáceres. Solamente se interesan por el linaje de su padre, relegando el de su madre, y por la doble ascendencia de estirpe betancuriana, que es a la que se quiere dar realce, de su esposa, Catalina de Barrios. El testigo que más se atreve a hablar del tema, de aquellos cuya declaración conservamos, Salvador Hernández el viejo, después de referirse en buenos términos a la ascendencia de Cosme, llega a decir:

 “…y lo propio de la dicha María de León su mujer, conocida por tales e hija y nieta de tales padres y abuelos, vecinos y naturales que han sido de esta isla…” 

Como puede verse Salvador Hernández ni siquiera llega a citar a los padres de María. De todos era sabido que María de León era la hija del difunto Luis de León el valiente y de su mujer morisca, Juana Pérez de Munguía, apodada la Salmona, pero nadie osa decirlo… ni la justicia se interesa por preguntarlo. Puesto que las pruebas se realizan en Lanzarote ante el escribano de la isla habría que presumir cierta connivencia de las autoridades en el procedimiento de limpieza de sangre, conjetura que se vería reforzada si se confirmase que María León había sido durante diez años la moza del marqués.

LUIS DE LEÓN CÁCERES Y CATALINA DE BARRIOS

-INFORMACIÓN DE NOBLEZA DE LUIS DE LEÓN CÁCERES (1631)

“Pedro Hernández de los Reyes. En nombre de Luis de León Cáceres natural de esta isla de Lanzarote, una de las siete de Canaria, por sí y como padre y legítimo administrador de Luis de Betancor, Francisco de León y Rodrigo de Barrios Betancor, sus hijos y de doña Catalina de Barrios Betancor, su mujer, natural de esta dicha isla, digo que al derecho del dicho mi parte y de la dicha su mujer e hijos conveniere averiguar y probar ad perpetuam rei memoria los artículos siguientes.

Primeramente si conocen al dicho Luis de León Cáceres y a la dicha doña Catalina de Barrios su mujer y a los dichos sus hijos y si saben que el dicho Luis de León es hijo legítimo de Cosme Díaz natural de la Ciudad de Oporto en el Reino de Portugal y de María de León su mujer natural de esta dicha isla y nieto de Alejos Díaz y de Isabel Fernández Gomaris su mujer, naturales de la dicha Ciudad de Oporto y por tal hijo y nieto de los susodichos sabido y tenido y comúnmente reputado (.......) saber cosa en contrario.

Si saben que la dicha Doña Catalina de Barrios y Betancor mujer legítima del dicho Luis de León fue hija legítima y natural de Luis de Betancor y doña Isabel de Betancor su mujer naturales de esta dicha isla y nieta legitima de Enrique de Betancor y de Maria Luzardo Leme, su mujer, padres del dicho Luis de Betancor; y de Melchor Verde Betancor y Margarita Ruiz Perdomo, su mujer, padres de la dicha doña Isabel de Betancor y por tal hija y nieta de los susodichos habida y tenida y comúnmente reputada.

Y si saben que los dichos Luis de León de Cáceres y la dicha doña Catalina de Barrios Betancor su mujer durante su matrimonio tienen y han procreado por sus hijos legítimos a los dichos Luis de Betancor, Francisco de León y Rodrigo de Barrios y a Luisa de Barrios (¿) y por tales sus hijos los crían y alimentan y (..........)

Si saben que el dicho Luis de León y la dicha doña Catalina de Barrios Betancor y los dichos sus padres y abuelos paternos y maternos son cristianos viejos limpios de toda mala raza de moros y judíos ni nuevamente convertidos ni penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición y de la gente más principal y noble de estas islas, caballeros hijosdalgo notorios descendientes de los Betancores conquistadores de ellas que tienen su nobleza conocida y por tales son habidos y tenidos y comúnmente reputados sin contradicción alguna y tal es la pública voz y fama y común opinión.

A vuestra Merced pido y suplico mande recibir información al tenor de estos artículos y lo que los testigos declararen me lo mande dar en pública forma y en manera que haga fe para guarda del derecho del dicho mi parte y de la dicha su mujer e hijos interponiendo en ello su autoridad y derecho judicial pido justicia.” Fdo: Pedro Hernández de los Reyes.


 LA DESCENDENCIA DE LUIS Y CATALINA

Acerca de la descendencia  del matrimonio formado por Luis de León y Catalina de Barrios la Información  señala como sus hijos legítimos a Luis de Betancor, a Francisco de León, a Rodrigo de Barrios y a Luisa (¿) de Barrios, es decir que doña Catalina, nacida en Teguise en marzo de 1602, tenía ya cuatro hijos antes de cumplir los 30 años. En 1631, fecha de la información, su hija, María Isabel de Betancor Barrios, bautizada en Guía  en 1627, contaba ya con cuatro años cumplidos, motivo por el que pensamos que o bien se dio un error de transcripción o bien los testigos confunden su nombre, debiendo identificarse a Luisa y a María como a una misma persona. Me decanto por la primera posibilidad pues presumo que el escribano copió el nombre incorrectamente desde el documento original, confundiendo a los testigos que ni siquiera debían conocer a la niña porque esta estaba con su madre en Gran Canaria.

Con posterioridad a 1631, Catalina de Barrios tendrá otro hijo varón cuya partida de bautismo no hemos localizado: Juan Betancor Jerez, el cual, casado con María de Mendaña, tendrá al menos cinco hijos (José, Leandro, Fabián, Valentín y Felipa) de tres de los cuales proviene el autor de esas líneas. Nos resulta curioso el apellido Jerez del menor de los hijos de Luis y Catalina. Un criado de la casa que tiene exactamente el mismo nombre y apellidos, Juan Betancor Jerez, fue testigo en junio de 1631, del poder otorgado por Luis de León para iniciar el procedimiento en el que se hacía constar que Sebastián Armas y el susodicho eran criados suyos, vecinos de Lanzarote. Por todo ello hemos de pensar que el niño recibió ese apellido “en honor” de este criado de la casa. Recordemos que el término criado en esta época hay que entenderlo como fiel vasallo o servidor y no con la acepción actual de fámulo o sirviente.

Hemos observado por otra parte que los descendientes de Juan Betancor Jerez no pleitean por asimilarse a la limpieza de sangre que promovieron sus padres por lo que podría pensarse que Juan, que murió en 1695 “sin testar por ser pobre” no era un hijo legítimo de Luis de León Cáceres sino un hijo natural de Catalina de Barrios habido con su criado después del fallecimiento o desaparición de su marido de quien no hay rastro posterior a 1631. Pudimos comprobar, no obstante, que en la partida de matrimonio de Juan Betancor Jerez con  María de Mendaña (Guía, 1670) consta que él era hijo de Luis de León Cáceres y Catalina de Barrios. Aun así mantuvimos nuestras dudas sobre el particular. Recientemente Juan Ramón García Torres localizó la dote de los padres de María Mendaña para el  casamiento de su hija con Juan de Betancor Jerez en la que se especifica que los padres del novio son Catalina de Barrios Betancor y Luis Casares Sandoval por lo que cosa se complica aún más con la aparición del apellido Sandoval. Necesitamos en todo caso una prueba de vida de Luis de León Cáceres en Guía a fines de los 30, fecha en torno a la cual situamos el nacimiento de Juan Betancor Jerez, para quedarnos tranquilos con respecto a ese entronque. 

LA ASCENDENCIA DE CATALINA DE BARRIOS

Sobre Catalina de Barrios, la que fue esposa de Luis de León Cáceres, sabemos con certeza que nace en Teguise en 1602. Así  se acredita en las pruebas con una copia certificada de su partida fechada en 1705. Puesto que su ilustre ascendencia betancuriana ha sido bien estudiada por los genealogistas nos proponemos en los dos cuadros que siguen centrar la atención en su ascendencia ibérica que conduce, cinco generaciones atrás, hasta el origen en el Señorío de las islas de Canaria de los apellidos Leme y Barrios provenientes de Madeira por un lado, y de los apellidos Verde y Sanabria que llegan de Andalucía, por otro. 


I

SEBASTIÁN RODRÍGUEZ DE SANABRIA

 

BÁRBOLA VERDE

II

JUAN VERDE DE SANABRIA

N CARMONA

 

MARÍA DE BETANCOR

III

MELCHOR VERDE DE BETANCOR

 

MARGARITA RUIZ PERDOMO

IV

LUIS DE BETANCOR

N TABAYESCO LANZAROTE

D antes de 1631

 

ISABEL DE BETANCOR

 

D Antes de 1631

V

LUIS DE LEÓN CÁCERES

 

CATALINA DE BETANCOR BARRIOS

N 1602 TEGUISE






Cuadro 1: Ascendencia castellana

I

ANTÓN LEME

N LISBOA PORTUGAL

 

 

CATALINA DE BARRIOS

N MADEIRA PORTUGAL

II

RUY LEME

N MADEIRA

D 1566 MADEIRA

 

MARÍA DE FRANQUIS

N LANZAROTE

D 1591 MADEIRA

III

ENRIQUE DE BETANCOR

ALCALDE MAYOR DE LANZAROTE

 

MARÍA LUZARDO LEME

N LANZAROTE

IV

LUIS DE BETANCOR

N TABAYESCO LANZAROTE

D Ya difunto en 1631

 

ISABEL DE BETANCOR

 

D Ya difunta en 1631

V

LUIS DE LEÓN CÁCERES

 

CATALINA DE BETANCOR BARRIOS

N 1602 TEGUISE







Cuadro 2: Ascendencia portuguesa

LOS MOTIVOS DEL TRASLADO FAMILIAR

Partida de bautismo de María de Betancor Barrios registrada en el libro 1º, folio 141 de la iglesia de Sta. Mª de Guía:

"María Isabel hija de Luis de León y de Catalina de Barrios su mujer le fueron hechas las bendiciones y demás exorcismos en la parroquial de esta villa en 17 días del mes de abril de este año de 627; echole agua Rafael de Betancor en la isla de Lanzarote, fue su padrino Andrés de Betancor por mí, son naturales de Lanzarote”.  El Bachiller Roque Merino.

Nos planteamos en este apartado investigar los motivos por los cuales María, como han podido leerse en la partida, aunque nacida en Lanzarote, es bautizada en Guía de Gran Canaria. Asimismo queremos saber la razón por la cual  Catalina de Barrios y sus hijos menores, María y Juan, establecen definitivamente su vecindad en esta localidad grancanaria (Del paradero de los mayores, Luis de Betancor, Francisco León y Rodrigo de Barrios no tenemos noticias). 

Ya hemos comentado en anteriores trabajos, como en el artículo referido a los Domínguez de Tenerife y Fuerteventura, la importancia  de las epidemias para explicar los traslados entre islas de familias enteras. Creemos que de nuevo esa es la razón esencial, aunque no la única, por la cual la familia de Luis de León Cáceres y Catalina de Barrios aparece en Guía en 1627. La consulta en Internet de la edición digital del siguiente libro que firman la directora del Archivo y el cronista oficial de la Villa de Teguise nos dio una de las claves posibles de la migración:

Hambrunas, epidemias y sanidad (Lanzarote): Francisco Hernández Delgado y Mª Dolores Rodríguez Armas. Editado por el Ayto. de Teguise

“Además de la epidemia de peste de 1601, Lanzarote sufrió una terrible sequía en 1603 que terminó con casi todo el ganado. En 1626 volvió el tifus a Lanzarote y el miedo se apoderó de los vecinos que trataron de escapar a otras islas. Fuerteventura mandó cerrar los puertos por donde podrían llegar los huidos. Este es el acuerdo de su cabildo  reunido en Betancuria en septiembre de ese mismo año: Por ser voz pública que en Lanzarote hay enfermedad contagiosa de la que muere mucha gente mandaron se cierren los puertos del trato con dicha isla y no se consienta desembarcar persona o cosa sino exigiendo primero testimonio de salud dejando guardas que den ciencias a este cabildo”.

Esta epidemia de tifus debió ser el culmen de las desgracias sufridas por la familia y la isla entera pues hemos podido comprobar que, nueve años antes de la huída, en varios protocolos dictados en Teguise en 1618 ante Salvador de Quintana Castrillo, las cosas pintaban mal para el conjunto de la población. Entre dichos protocolos destacamos un poder especial firmado por más de 20 vecinos de Lanzarote, entre los cuales está Luis de León Cáceres, que se otorga de mancomún a Antonio González “para que venda sus haciendas sin pagar el quinto para poder pagar el rescate de los cautivos por la armada de turcos que atacaron la isla ese mismo año”

La armada a la que se refieren los poderdantes, que asuela la isla en 1618, procedente de Argel,  estaba formada por  28 navíos al mando de Tabac Arráez, mientras que Mostafá Arráez comandaba los 5.000 hombres de las tropas que saltaron a tierra. Alberto Anaya nos describe lo ocurrido con profusión de detalles en diversas publicaciones. Un resumen valioso, al que remitimos a los lectores, lo encontramos  en el capítulo VII de su libro Moros en la costa

No vamos ahora a detenernos en la descripción de los hechos que desembocaron en la captura en la Cueva de los Verdes de centenares de personas allí refugiadas, entre ellos familiares directos de Luis de León, por la delación del escribano Francisco Amado, el mismo que recogió las últimas voluntades del primer marqués. Puesto que este es un trabajo de genealogía nos interesaremos ante todo por saber, de entre los 900 cautivos que se llevaron los berberiscos después de  sus correrías por toda la isla, quiénes eran los familiares de Luis de León y si estos fueron o no finalmente rescatados a cambio del dinero en metálico resultante de la venta de las hacienda familiar, probablemente la que estaba situada en Testeina (La Geria). Curiosamente, nos dice Lorenzo Betancort en su artículo Tercera invasión berberisca de Lanzarote, Testeina fue el lugar al que se dirigió la marquesa doña Mariana en compañía de su hijo para ocultarse cuando se produjo el gran desembarco.

En el artículo firmado por Alberto Anaya La liberación de cautivos de Lanzarote y Fuerteventura por las órdenes redentoras hemos podido obtener algunas pistas sin que estas sean concluyentes. En la lista de cautivos rescatados en Tetuán en 1621, tres años después del saqueo, consta una tal Francisca de León Trujillo cuyo rescate supuso 1950 reales. Años después, en 1627, consta que un padre redentor pagó 3500 reales a Hernando de Cabrera Sanabria para ayudar al rescate de su hija Juana de Betancor, cautiva en Lanzarote en 1618, que era la mujer del capitán Juan Perdomo Leme. Recordemos que este Juan Perdomo fue, en 1631, uno de los testigos de la información de nobleza de Luis de León Cáceres, el cual era primo hermano, así consta en el procedimiento, del padre de su esposa, Catalina de Barrios. Hemos de tener en cuenta, por otra parte, que no tenemos referencia alguna de los hermanos de Luis de León Cáceres. En el poder que le otorgaron en 1627 sus padres, Cosme Díaz y María León para que él se hiciera con la propiedad de las tierras de Sequeira en Portugal que le correspondían por mayorazgo, consta que Luis era efectivamente el hijo mayor y que eran varios sus hermanos sin especificarse sus nombres. Puede ser que alguno de ellos formara parte del rol de los redimidos o de los fallecidos en tierras extrañas. Tampoco sabemos nada de sus tres hijos mayores que pudieron ser capturados en la Cueva de los Verdes cuando eran muy pequeños. De sus padres, Cosme Díaz y María León, no obstante,  sí tenemos constancia de que aún vivían en Lanzarote en el año 1631.

Sea cual sea la relación de parentesco con algunos de los secuestrados, que estamos seguros de que era muy estrecha por cuanto Luis de León se ve obligado a poner su hacienda a la venta, lo cierto es que todos los vecinos de la isla se vieron afectados por el saqueo de sus casas, la quema de los campos, el robo de sus ganados y la remisión a  la esclavitud de muchos de sus familiares, la mayor parte de los cuales no pudieron ser rescatados por falta de medios.  Anaya, en el libro citado, nos amplía la información acerca de la catástrofe diciendo que “por si fueran pocas las desgracias de la isla, a la invasión de 1618 le seguirían sucesivas sequías y hambrunas… Pero, como afirma Viera, Lanzarote se empobreció más con el dinero que aportó para los rescates que con las destrucciones y el saqueo de que fueron objeto. Por si fuera poco, las epidemias y malas cosechas subsiguientes dificultaron la recopilación de fondos para la redención de los cautivos” 

El comentario crítico que hace Alberto Anaya al respecto de las consecuencias de las razias  debe, por su oportunidad, ser  resaltado: “A pesar de los sufrimientos que los berberiscos infligieron a esta y otras islas, habría que recordar que sus señores fueron los que más se distinguieron en las razias esclavistas contra Berbería, de ahí la afortunada frase de Rumeu de Armas: “Lanzarote, verdugo, Lanzarote, mártir”.

 F) LOS BETANCOR  DE GUÍA DE GRAN CANARIA

María de Barrios Betancor, a quien llaman “la española”, no sabemos por qué,  casó en Guía en 1654, a sus 27 años, con José González Cancines, vecino de la misma localidad cuyo original apellido está siendo investigado concienzudamente por Ángelo Rodríguez Calcines. Respondiendo a su demanda de colaboración en un artículo recientemente publicado en este mismo blog señalamos que nuestro José González Cancines, el marido de María de Barrios, es hijo de Alonso Felipe Márquez de Quintana y de Ana Rodríguez de Quiñones; nieto por línea materna de otro José González Cancines y de María Suárez de la Fuente y bisnieto del fundador del linaje Simón González Cancines y su esposa Leonor Martín. 

Conocemos a tres hijos de dicho matrimonio: Félix González de Betancor, casado con Antonia de Almeida, Margarita Suárez, casada con un Luján, y Melchora de Barrios, por quien prosigue la línea.

Melchora de Barrios casará en 1685 a los 24 años con Francisco de Betancor, de 27, quien es con toda probabilidad un deudo cercano suyo (recordemos que el padre de este, Andrés de Betancor, fue el padrino de bautismo de María de Barrios, la madre de Melchora). Francisco  testó, en 1727, ante Pedro Alonso de Medina por lo que podemos precisar su descendencia: de mayor a menor los hijos que nacieron de dicho matrimonio son Marcos, Juan, María, Josefa, Tomasa, Catalina y finalmente otra María.

En su testamento Francisco nos recuerda que era hijo de Andrés de Betancor  y hermano de José, de Luis, de Silvestre y de María de Betancor Palenzuela, todos naturales de Guía. En la expresión de sus voluntades, algunas cláusulas están referidas a sus tierras y propiedades ganaderas en Fuerteventura, lo cual es indicativo de que los Betancor de Guía no pierden el contacto con su lugar de origen: 

“Ítem declaro que cuando estuve  en la isla de Fuerteventura dejé en poder de Juan Diepa Cerdeña 17 fanegas de cebada y 3 celemines…Ítem declaro que en poder del capitán Juan Andrés, vecino de dicha isla, tengo dos castrados cabríos…Ítem declaro que el capitán don José Sánchez, vecino del lugar de Pájara, me debe un macho cabrío…”

Marcos de Betancor es efectivamente el primogénito de la familia formada por Francisco de Betancor y María de Barrios y será por ello nombrado albacea junto a su madre y a su tío Silvestre. Esta es su partida de bautismo obtenida del libro 4, folio 117 de la iglesia de Guía:

“Hijo legítimo de Francisco de Betancurt y de Melchora de Barrios vecinos de esta villa de Guía recibió las bendiciones óleo y crisma en 16 de abril de 1686 años por mí D. Félix Espino Presbítero con facultad del Beneficiado, fue su padrino Andrés de Betancurt vecino de esta villa el cual había echado agua en su casa por necesidad y fue traído de un mes y ocho días de nacido”.  Félix Espino Peloz

Quien echó el agua a Marcos “por necesidad” fue su abuelo paterno, el varias veces citado alférez Andrés de Bethencourt casado con Estebana Palenzuela, hijo él de Llorente de Bethencourt e Inés Bosa de la Oliva, e hija ella de Leonel Álvarez de la Guerra y Leonor Márquez Duarte.

Por cierto, creemos haber localizado en la escribanía lanzaroteña a un familiar cercano del tal Llorente, con lo que se abre una puerta genealógica que pensábamos que estaba atrancada. Este es el extracto de un protocolo dictado en Teguise a 16 de julio de 1618 que reproducimos por su interés histórico: 

“Poder especial que su señoría don Agustín de Herrera, Segundo Marqués de la Isla de Lanzarote y Señor de la de Fuerteventura, Alegranza, La Graciosa, isla de Lobos, Roque del Este y Mar Pequeña, otorga a Lorente de Betancor, alguacil mayor de la guerra, su criado, presente, para que pueda demandar contra los bienes de Pedro Bermúdez, vecino de Lanzarote y cautivo por los turcos cuando saquearon la isla este presente año, 10.000 ducados que le debe de los años que fue su quintador”. Testigos: don Lesmes de Castilla, Rodrigo Bermúdez, y el capitán Baltasar de Brito.

En su testamento de 1619 consta que Lorente de Betancor, el alguacil mayor, está casado con María de la Trinidad del linaje de los Aday y ambos declaran que no  tuvieron sucesión por lo que de existir parentesco, a  pesar de la homonimia,  este no sería directo. 

Marcos Betancor casó en 1719 con Catalina de Serpa Betancor necesitando los cónyuges una dispensa del obispo por ser parientes en tercer grado de consanguinidad, tal y como se acredita en su partida de matrimonio:

Iglesia de Santa María de Guía, Libro 4 - Folio 64 vto - Año 1719

"En 15 de febrero de 1719 años yo fray Simón Falcón de la orden de San Francisco habiéndose amonestado por parte de (borrado)...Catalina de Betancurt la penitencia impuesta por su Ilustrísima en el despacho de dispensación de tercero grado de consanguinidad en Santa Cruz de Tenerife en el año de 1718 habiendo hecho las tres amonestaciones en la forma que dispone el Santo Concilio de Trento y no resultando impedimento alguno casé in facie ecclesiae y velé a Marcos de Betancor hijo legítimo de D. Francisco de Betancor y Dª Melchora de Betancurt con Cathalina de Betancurt hija legítima de Joseph de Betancurt y de Beatriz de Serpa, todos vecinos de esta villa, de que fueron testigos Juan de Serpa y Juan de Betancurt y otros más”. Francisco Hernández Perera y Fr. Simón Falcón.

Al  copiar este documento hemos advertido que aparece borrado el nombre de Luis de León Cáceres lo que parece confirmar las sospechas anteriormente expresadas. La dispensa era necesaria por tener una bisabuela común, Catalina de Betancor Barrios, pero no así un bisabuelo que lo sería con toda probabilidad Luis de León para Marcos y el criado de Luis, Juan Betancor Jerez, para Catalina. Aclaramos para que se entienda este entuerto que los padres del padre de la novia son Juan Betancor Jerez y María de Mendaña.

Nuestro compañero Juan Ramón García Torres se puso enseguida manos a la obra en el Archivo diocesano y localizó dicha dispensa.  En el expediente, que se inicia a 10 de diciembre de 1718, constan las  declaraciones de seis testigos, algunos de ellos de edad próxima a los 70 años,  que dicen haber conocido a Catalina de Betancor, madre de Juan de Betancor Jerez y de María de Betancor, sin nombrar en ningún momento a Luis de León por lo que nuestra hipótesis se ve finalmente respaldada. La dispensa es esta: 

-Marcos de Betancor es hijo de Melchora de Barrios Betancor y esta hija de María de Betancor Barrios, hija de Catalina de Betancor.

-Catalina de Cerpa Betancor hija de José Betancor y este hijo de Juan Betancor Jerez, hijo de Catalina de Betancor.

Hijo de Marcos y Catalina es José de Betancor Jerez, llamado como su abuelo materno, quien casa a los 22 años en 1741 con Ana Betancor Guerra de 18, hija de Fabián Betancor y Lucía Guerra y nieta paterna de Juan Betancor Jerez y María Mendaña, es decir, que vuelven a casarse dos primos que serán dispensados en esta ocasión de tercero con segundo grado de consanguinidad. 

De este matrimonio es hijo otro  Marcos de Betancor quien a los 26 años se casará, rompiendo por fin después de muchas generaciones el círculo cerrado de los Betancor de Guía, con Ángela de Guzmán, de la estirpe de Arminda Masequera. Marcos y Ángela hicieron testamento en 1823, tres días antes de la muerte de él,  por lo que podemos establecer con fiabilidad su descendencia tal y como ellos nos la señalan en sus últimas voluntades: 

“Declaramos haber sido casados y velados legítimamente en cuyo matrimonio hemos tenido y criado por nuestros hijos legítimos a María de la Concepción que casó con Juan Domínguez vecino de Guía; a Micaela que caso con D. Claudio de Reyna que se halla ausente sin saberse su paradero; a Josefa que casó con José Rodríguez Ruiz; a Francisco que casó con Sebastiana Moreno y a Francisca que casó con Matías de Medina; a José que casó con Rafaela Moreno; y a Ana que casó con D. José Tobar Martin que todos viven y se hallan avecindados en esta villa excepto los dos últimos consorcios que se hallan en La Habana, como lo está también el dicho nuestro hijo José; declarámoslo para que conste”. 

La línea continúa por la mayor de los hermanos, María Concepción Betancor de Guzmán, nacida en 1776 y casada a los 23 con Juan Domínguez Saavedra con cuyos vástagos se pierde el apellido Betancor y se gana el Domínguez. En una de las cláusulas de su testamento conjunto nos dan pruebas fehacientes de su descendencia:

“Declaramos haber sido casados y velados según lo dispuesto por nuestra Santa Madre Iglesia y durante nuestro matrimonio tuvimos y procreamos por nuestros hijos legítimos, sin hacer mención de los que han fallecido pequeños en la edad infantil y pueril, a José, que es casado con María Castellano, Francisca con José Mireles, María con Blas Ribero, Juan que en estado de soltero se ausentó a La Habana, Francisco que es casado con María José Mendoza, Gonzalo que también soltero se transportó a la citada Habana y últimamente Ignacio que en el mismo estado de soltero nos acompaña; a todos los cuales los consideramos iguales, sin tener que pedirse reintegración alguna y solo a Ignacio se le darán para igualarse con ellos cuarenta pesos que tomará en bienes raíces, animales o en lo que él diga y sea más factible para su pronta realización por ser nuestra unánime y final voluntad.

Uno de esos hijos, mi tatarabuelo, Juan Domínguez Betancor, se encontró en La Habana, al otro lado del charco,  con la que iba a ser su esposa, la también guiense, Fermina Díaz, de quien para concluir este trabajo mostramos su imagen por ser la más antigua que conservamos en nuestro árbol familiar.

 

Fermina Díaz mi tatarabuela con uno de sus hijos