PROCESO A FRAY FRANCISCO CANINO
ES35001 AMC/INQ 215.008
Contra Francisco Canino del hábito de San Francisco por sacrilegio, al realizar irreverencias contra la fe cuando fue corista y estudiante de gramática en el convento de su orden en La Laguna. El acusado se desnudó y con la camisa se hizo un cuello de sacerdote fingiendo decir misa mientras ventoseaba.
De 8 de marzo de 1625 a 11 de octubre de 1626
(La documentación sobre el proceso está mutilada pues no aparece la genealogía y limpieza de sangre del reo a pesar de estar registrada en el índice inicial del expediente. Tampoco se incluye la declaración del confesante ni la sentencia que resulta del proceso por lo que debemos pensar que la mutilación no fue fortuita sino que se hizo exprofeso para preservar el honor de la familia)
En este Santo Oficio hay relación que estando ciertos religiosos en el convento del señor San Francisco de La Orotava en conversación, entre otras cosas trataron de la pravedad del padre fray Francisco Canino, definidor de esta provincia, y el padre Sebastián Calzadilla dijo: Ya que tratamos del padre fray Francisco Canino quiero que vean un caso que hizo el dicho en presencia mía y de otros religiosos siendo coristas y estudiantes de gramática en el convento de la ciudad de La Laguna de nuestra religión: se desnuda el dicho fray Francisco Canino el hábito quedando solo en camisa y la parte inferior de ella la plegó al pecho con un alfiler y las de las espaldas con otro alfiler en lo alto del cuello diciendo que aquello era casulla que quería decir misa y que le ayudasen a ella y comenzó a santiguarse y a decir “In nómine patris et filii et espiritus sanctis. Ita” y procedió con “Introibo ad altare dei” y todo el salmo y diciendo estas palabras hacía una humillación echando todas la nalgas para atrás y largando ventosidades por la vía natural con mucha risa de los que le estaban mirando y de la misma suerte dijo “Chiries” y “Gloria” y al tiempo que se volvía a decir “Dominus vobiscum” mostraba sus partes de la puridad rempujando todo el cuerpo para adelante y volviendo a decir “Oremus” se volvía a humillar y volvía a largar ventosidades como está dicho y de esta suerte prosiguió toda la misa haciendo estas ceremonias y desacatos hasta concluirla de lo cual se escandalizaron algunos de los que oyeron el cuento al dicho Padre Calzadilla (por lo que) convendrá que luego que vuestra merced esta reciba haga parecer ante sí al dicho fray Sebastián Calzadilla y por ante el capitán Gonzalo de Quintana notario de este santo oficio lo examine en forma de razón de lo susodicho haciendo las preguntas y repreguntas necesarias que para todo lo susodicho le damos poder y comisión en forma la que en tal caso de derecho se requiere y fecho nos lo remitirá en manera que haga fe, guarde nuestro señor a vuestra merced, Canaria y marzo de 1625.