TEMISAS PREHISPÁNICA
TEMISAS ANTES DE LA GUERRA DE CONQUISTA
El poblado de Temisas formaba parte del cantón de Agüimes, el cual a su vez era uno de los seis cantones que integraban el reino de Telde. Este cantón o guayrato de Agüimes limitaba por el norte con el cantón de Telde (la divisoria se situaba no en el fondo del barranco del Draguillo sino en la alineación montañosa marcada por las cimas de La Pasadilla y El Cabezo, hitos que presiden la margen derecha de dicho barranco). Por el sur limitaba con el cantón de Tirajana (no en el fondo del barranco de Balos sino en la alineación montañosa que desde La Santidad o Montaña de Arriba de Temisas baja hasta Masiega en la margen derecha de dicho barranco de Balos.
El guayre o jefe de cantón tendría su residencia en una de las casas hondas del poblado de Agüimes situado en la margen derecha del río Guayadeque en cuyas inmediaciones el hilo del pueblo (la acequia original) regaba las huertas en las que los nativos cultivaban cereales como cebada, trigo, y legumbres como habas y lentejas.
Además de Agüimes, el cantón de este mismo nombre, contaba con otros poblados dependientes de la jurisdicción del señor feudal o guayre además de diversos núcleos trogloditas diseminados en el territorio. Los poblados trogloditas de mayor importancia eran Aguatona en la parte norte, Cueva Bermeja en el parte central del Guayedeque y Temisas en los altos situados en la parte sur del cantón.
En época prehispánica en Temisas se situaba efectivamente un poblado troglodita de gran importancia demográfica y económica. Y esto lo decimos en razón del número e importancia de las cuevas labradas de factura indígena en el complejo de Risco Pintado entre ellas el llamado Pósito que atestigua que la cabecera del fértil barranco de Temisas disponía de tierras y aguas de riego para posibilitar importantes cosechas de cereales y otros productos agrícolas y el almacenamiento de los excedentes.
El valle de Temisas es un enclave natural fortificado por la naturaleza. Desde los altos de la caldera donde antes se extendía el pinar canario, el valle queda enmarcado por dos riscos que se acercan entre sí a modo de brazos cuyas manos casi se tocan. El brazo izquierdo viene marcado por la sierra de Risco Pintado y el brazo derecho por una estribación de la Montaña del Tederal. Ambos brazos confluyen en La Sorrapada en donde se sitúa una escueta y apuntada colina.
El brazo izquierdo o de la solana agrupaba en Risco Pintado las cuevas de habitación del poblado indígena y otros espacios comunitarios como el pósito, la audiencia, el tagoror, talleres, así como casas de piedra seca en la ladera. El lado derecho o de la umbría albergaría las cuevas funerarias siguiendo el modelo que ha sido estudiado para Guayadeque donde las necrópolis se sitúan preferentemente en la vertiente de umbría. En medio y bajo el paso de montaña o degollada que se abre hacia la caldera de Tirajana quedarían las cuevas y casas indígenas situadas en el entorno de lo que hoy llamamos barrio de El Callejón.