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jueves, 29 de octubre de 2020

DATOS GENEALÓGICOS Y BIOGRÁFICOS DEL DR. DON GREGORIO CHIL Y NARANJO

 





Doctor Don Gregorio Chil y Naranjo


Por: Jesús Emiliano Rodríguez Calleja.

Doctor en Historia Moderna y Demografía Histórica (ULPGC).





Trabajando en la ordenación del archivo parroquial de San Bernardo-San Telmo, en los registros de matrimoniales de dicha parroquia hemos encontrado inserta el acta matrimonial de Don Gregorio Chil y Naranjo, casado con Doña Alejandra Jaquer, el 20 de agosto de 1860. La información de este registro nos remite al expediente matrimonial correspondiente, que consultado nos aporta los datos genealógicos de ambos contrayentes y que detallamos a continuación. 



Don Gregorio Chil y Naranjo, nació en la ciudad de Telde el 13 de marzo de 1831, hijo de Don Juan Chil y de Doña Rosalía Naranjo, siendo sus abuelos paternos Don Antonio-Miguel Chil y Doña Juana Morales; sus abuelos maternos lo eran Don Salvador-Antonio Naranjo y Doña Ana de Cubas, todos ellos naturales y vecinos de Telde. Su bautismo, en la iglesia parroquial de San Juan Bautista, con imposición de óleo y crisma, tuvo lugar el 17 de marzo de 1831, en cuya celebración se le impuso el nombre de Gregorio Taumaturgo María de los Dolores, siendo su padrino su tío paterno Don Gregorio Chil y Morales, que era párroco-servidor de la parroquial de Telde, motivo por el cual, con su licencia, ofició la ceremonia bautismal el presbítero Don José Estévez Talavera. 

Placa Homenaje 
 fachada de la casa donde nació
 Don Gregorio Chil y Naranjo



Su futura esposa, Doña Alejandra Jaquer, nació en Las Palmas de Gran Canaria el 21 de junio de 1817 y fue bautizada el 24 de dicho mes y año por Don Cristóbal Padilla, cura del Sagrario-Catedral, a quien impuso el nombre de Alejandra Luís María Candelaria, hija del Teniente Coronel Don Juan Jaquer de Mesa y de Doña Estebada Merino, sus abuelos paternos eran Don Agustín Jaquer y Acedo, natural de Las Palmas de Gran Canaria, y Doña Josefa Pacheco Solís, natural de la villa de Santa Cruz de Tenerife; sus abuelos maternos lo eran el Capitán Don José Moreno y Múxica, natural de Santa María de Guía, y Doña Estebada Ruíz de Quesada, natural de Gáldar. Su padrino de bautismo lo fue su hermano Don Juan Jaquer. 



La idea de contraer matrimonio entre ambos debió tomarse con rapidez y decisión, puesto que su expediente matrimonial dio comienzo el 5 de agosto de 1860. Fueron dispensados de las tres proclamas por el obispo, y la boda se celebró 15 días después. El expediente matrimonial comienza con la información de viudedad de Doña Alejandra Jaquer, para lo cual se incluyó la partida de defunción de su anterior esposo, que lo fue el Señor Doctor Don Salvador González de Torres, Caballero de la Real Orden Americana de Isabel la Católica, fallecido el 28 de enero de 1857, a las 7,30 de la noche, de muerte repentina, en una casa de la calle de San Francisco, de Las Palmas de Gran Canaria en cuyo cementerio fue sepultado al día siguiente, en que se le hicieron, por la parroquia de San Bernardo, las honras fúnebres de encomendación del alma, funeral en la iglesia y entierro hasta la Portada de los Reyes con asistencia del clero de la Catedral y el de todas las parroquias, y con música. El capellán del cementerio le hizo un oficio de sepultura (los cadáveres eran acompañados hasta la terminación del casco urbano y el último responso se hacía en un lugar situado al final de la calle de los Reyes, donde se encontraba el denominado Árbol del Responso, trasladado de ubicación hace ya años) El fallecido, que murió sin testar, era natural de El Puerto de la Orotava, en Tenerife, y vecino de Las Palmas de Gran Canaria, tenía 55 años de edad y era hijo de Félix González Torres, ya difunto, y de Doña Isabel-María Real. 



El expediente matrimonial se completa con las partidas bautismales de ambos contrayentes y se cierra el 19 de agosto de 1860, víspera de la boda, con la comparecencia de ambos contrayentes, que juran su compromiso y confirman sus datos y edad, mientras que Don Gregorio Chil asegura que no es empleado del Real Servicio. Nada se indica en el expediente de por qué fueron dispensados por el obispo de las tres proclamas matrimoniales, lo que aumenta la sospecha sobre una decisión tomada con cierta rapidez, o debido a la influencia de los contrayentes. Habían pasado tres años largos desde que enviudó Dona Alejandra Jaquer que ya tenía 43 años, mientras que su pretendiente y futuro esposo tenía 29 años. 



La ceremonia nupcial se celebró en la parroquia de San Bernardo (ermita de San Telmo), el 20 de agosto de 1860 y fue oficiada por Don Gregorio Chil y Morales, tío y padrino del contrayente, que era Beneficiado de la parroquia de San Juan Bautista de Telde (cuando bautizó a su sobrino era cura-servidor de dicha parroquia). El acta bautismal incluye la filiación de los contrayentes, que ya sabemos, pero aportan datos nuevos y es que Don Gregorio Chil, ya era Doctor en Medicina y Cirugía y vecino de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, y que el padre de la novia ya ostentaba el cargo de Coronel. No se indican padrinos. Se señalan como testigos de la ceremonia de unión conyugal a José Rivero y a José Lorenzo Hernández. Al acta matrimonial le acompaña una nota marginal, fechada el 28 de enero de 1861 en que se da cuenta de haber sido velados (revalidación matrimonial), con licencia del párroco de San Bernardo, por Don Gregorio Chil y Morales.