PRIMERA PARTE: CERTEZAS
Durante la segunda fase (1480-1483) Pedro de Vera con numerosos refuerzos y mando unificado (político y militar) reactiva la campaña con razias de destrucción en ambos reinos indígenas que parten desde el Real y también desde la Torre de Agaete después que esta se construyera en 1481 para abrir un segundo frente. Una de estas correrías desde el Real supuso la muerte en mala lid de Doramas que cambia el signo de los enfrentamientos. Es entonces que se manifiesta la debilidad de los guadartemes que tratan de pactar la rendición salvaguardando libertades y franquezas de los canarios al tiempo que denuncian la crueldad de los métodos de conquista. Primero fue el Guadarteme de Telde, Aymedeyacoán, acompañado de un séquito de guayres, quien se presenta en 1481 en la ciudad de Calatayud, prestando vasallaje a los Reyes Católicos, aunque luego esta legación iba a desaparecer misteriosamente, quedando descabezado el reino. Más tarde en 1482 es Tenesor Semidán el Guadarteme de Canaria, una vez reunificados los dos reinos por muerte de Ventagao y por la desaparición del que pretendió ser su sucesor, quien se presenta en la Corte de Córdoba para sellar las paces en unas circunstancias forzadas que trataremos de desvelar en este estudio y que determinarán en un corto espacio de tiempo la rendición de la isla.