sábado, 22 de agosto de 2020

JUAN MATEO TRUJILLO Y SU RELACIÓN CON EL PUEBLO DE FONTANALES

 

RELACIÓN DE LOS HIJOS Y DEMÁS DESCENDIENTES DE DIEGO MATEO Y BERNARDA TRUJILLO DE ARMAS, VECINOS DE ARUCAS, CON EL PAGO DE FONTANALES

 

Leonardo Arencibia Rodríguez

 

Empezaremos nuestro artículo reseñando las escrituras más antiguas que hemos encontrado en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas en relación con el tema:

Con anterioridad a 1619, no tenemos constancia de escribano ni de la fecha exacta, los hermanos Diego Mateo Trujillo, Salvador Mateo de Armas y Francisco de Armas, hijos de Diego Mateo y de Bernarda Trujillo de Armas, compraron unas tierras en Los Jinjos, Fontanales, a los hermanos Gaspar y Alonso Pacheco, lindando con tierras de Miguel de Mujica y de Sebastián de Saavedra.




Pueblo de Fontanales 

(Foto - Juan Ramón García Torres)

 

El 14-11-1619, ante el escribano Juan de Quintana, Juan Mateo Trujillo, hijo de Salvador Mateo de Armas, vecino de Arucas, compró tierras en Fontanales a Sebastián de Saavedra, lindando con las anteriores.

El 28-6-1621, ante el escribano Francisco Gallego, legajo 1.081, f. 262v, en Arucas, Salvador Mateo de Armas, vecino de Arucas, escritura la dejación de unas tierras de pan sembrar, en Fontanales, que tiene a tributo, que se paga al capitán Miguel de Mujica, a sus hijos Juan Mateos (Juan Mateo Trujillo), Sebastián Mateos, Salvador Mateos y Diego Mateos.

El mismo día, ante el mismo escribano y legajo, f. 263v, en Arucas, Salvador Mateo de Armas, vecino de Arucas, junto a su mujer Antonia Jiménez, venden a su hijo Juan Mateos, cuatro fanegadas de tierras que posee en Fontanales, término de Moya.

 

Venta de Salvador Mateos y su mujer Antonia Jiménez a Juan Mateos, su hijo.

(Foto - Archivo Histórico Provincial de Las Palmas)

 

El 10-2-1623, ante el escribano Francisco Gallego, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas, compró a su hermana Francisca de Armas y a García de Espinosa, su marido, unas tierras en Fontanales.

El 7-4-1624, ante el escribano Juan Fernández Fleitas, legajo 1.088, fotograma 175, Diego Mateo Trujillo, vecino de Moya, vende a su sobrino Juan Mateos (Juan Mateo Trujillo, hijo de su hermano Salvador Mateo de Armas), vecino de Arucas, por precio de 350 reales, la parte que le pertenece de unas tierras de pan sembrar y montuosas, donde dicen los Jinjos, en Fontanales (Moya), “las cuales hube y compramos a los hermanos Gaspar Pacheco y Alonso Pacheco, yo y mis hermanos Salvador Mateos y Francisco de Armas, que lindan con tierras de Miguel de Mujica y con tierras del capitán Sebastián de Saavedra, que ahora pertenecen al dicho Juan Mateos”.

El 17-4-1624, ante el mismo escribano y legajo, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas, compró a su hermano Diego Mateo, la parte de las tierras en Fontanales que le pertenecían por la dejación que le hizo, a él y a sus hermanos, su padre.

El 19-6-1636, ante el escribano Juan de Quintana, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas, compró a Andrés Hernández, vecino de Moya, tierras en Fontanales.

 

Pues bien, fruto de la mencionadas compras, después del 19-6-1636, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas (casado en primeras nupcias con Úrsula Rosales de Castro o Troya, hija de Felipe Rosales y Troya y de Juana de Castro, en segundas, con Isabel de Quintana, hija de Salvador de Quintana y de Juana de Ribero y Dávila, y, finalmente, en terceras nupcias, con Lucana de Orduña y Godoy, hija de  Manuel Álvarez y de Catalina Godoy) poseía en Fontanales, término de Moya, un cortijo de 400 fanegadas de tierras labradías, con aguas y cuevas, formando un solo cuerpo.

El 26-3-1639, ante Francisco Rosales, alcalde de Arucas, Juan Mateo Trujillo, viudo de su tercera mujer, hace inventario de sus bienes y, entre otras cláusulas, declara que, durante su matrimonio con Lucana de Orduña, ha construido una ermita en Fontanales, que llaman de San Bartolomé, que ya está cubierta, que le costó 400 reales.

El 17-1-1645, ante el escribano Juan Báez Golfos, legajo 1.135, f. 49, Juan Mateo Trujillo, viudo de Úrsula de Troya, escritura donación al  hijo de ambos, Juan Mateo de Castro, diácono, de un  cortijo con cuevas, tierras y aguas, de 200 fanegadas, en Fontanales, que tenía por compras efectuadas el 14-11-1619 a Sebastián Saavedra, ante el escribano Juan de Quintana; el 28-6-1621 a su padre, Salvador Mateo de Armas, ante el escribano Francisco Gallegos; el 10-2-1623 a García de Espinosa y Francisca de Armas, su hermana, ante el escribano Francisco Gallego; el 7-4-1624, ante el escribano Juan Fernández Fleitas, a su tío Diego Mateo Trujillo, vecino de Moya, la parte que le correspondía de las tierras que habían comprado en Fontanales él y sus hermanos Salvador Mateo de Armas y Francisco de Armas, a los hermanos Pacheco; el 17-4-1624 a Diego Mateo, su hermano, ante el mismo escribano y el 19-6-1636 a Andrés Hernández, ante el escribano Juan de Quintana; para que su hijo se costease los estudios para sacerdote.

Según nos cuenta Francisco Caballero Mujica en su publicación de 1980 “Aspectos de la vida religiosa en Fontanales (Gran Canaria)”, esta donación contenía una carga muy onerosa y es que las tierras habían sido declaradas realengas por el fiscal de la Hacienda Real de la Audiencia de Las Palmas, a pesar de las reiteradas reclamaciones del comprador de las mismas.

Por este motivo, Juan Mateo de Castro se desplaza a Madrid para hacer gestiones ante el rey Felipe IV, y el propio rey por Real Cédula, firmada en Zaragoza el 6-10-1645, le hace merced de las 400 fanegadas de Fontanales. En virtud de lo anterior, Juan Mateo de Castro vendió a su padre, graciosamente, las 200 fanegadas que no entraron en su compra, en enero de 1649.

En 1653, Juan Mateo Trujillo hace donación a su hijo, y de su tercera mujer, Manuel Álvarez de Godoy, de las 200 fanegadas restantes en Fontanales, entre las que se encontraban dos casas terreras y la ermita, ya que también quiere ordenarse sacerdote.

Después de los datos anteriormente citados, queremos hacer un llamamiento al consistorio de Moya para que reflexione sobre la dedicación que realizó en 1989 de una calle de las más importantes del pueblo a Juan Mateo de Castro, al parecer y según consta en el artículo publicado en el periódico La Provincia por don Antonio Cruz Domínguez el 19-9-1989, por entender que fue el fundador del pueblo de Fontanales y constructor de la ermita, cuando, a tenor de lo escrito anteriormente, se desprende que el pago de Fontanales, término de Moya, existía con anterioridad al 14-11-1619, fecha de la primera compra de Juan Mateo Trujillo en dicho lugar. Igualmente queda meridianamente clarificado que el constructor de la ermita fue su padre, Juan Mateo Trujillo, con un coste de 400 reales, antes de 1639 y bastante antes de la donación que le efectuó el 17-1-1645 con el objeto de que se ordenase sacerdote, y que con posterioridad donó el resto del cortijo, incluyendo la ermita, a su otro hijo Manuel Álvarez de Godoy, con un tributo de 90 reales cada año a favor dela citada ermita de la que era patrono, para convertirse en sacerdote, siendo posteriormente este hijo el segundo patrono de la ermita y que, por tanto, nunca fue de Juan Mateo de Castro y, tampoco, nunca fue su patrono, y por si todo esto fuera poco, Juan Mateo Trujillo, en su testamento, donó 200 reales más para la citada ermita, y por otra parte, sabemos que el citado Juan Mateo de Castro fue cura de Moya y de Arucas, pero nunca de Fontanales, por todo lo cual, reiteramos razonadamente, que el honor de tener una calle a su nombre corresponde, con rotundidad, al padre y no al hijo.

Pueblo de Fontanales 

(Foto - Juan Ramón García Torres)

 

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