RELACIÓN DE LOS HIJOS Y DEMÁS DESCENDIENTES DE DIEGO MATEO Y BERNARDA TRUJILLO DE ARMAS, VECINOS DE ARUCAS, CON EL PAGO DE FONTANALES
Leonardo Arencibia Rodríguez
Empezaremos nuestro
artículo reseñando las escrituras más antiguas que hemos encontrado en el
Archivo Histórico Provincial de Las Palmas en relación con el tema:
Con anterioridad a 1619, no tenemos constancia de escribano ni de la fecha exacta, los hermanos Diego Mateo Trujillo, Salvador Mateo de Armas y Francisco de Armas, hijos de Diego Mateo y de Bernarda Trujillo de Armas, compraron unas tierras en Los Jinjos, Fontanales, a los hermanos Gaspar y Alonso Pacheco, lindando con tierras de Miguel de Mujica y de Sebastián de Saavedra.
Pueblo de Fontanales
(Foto - Juan Ramón
García Torres)
El 14-11-1619, ante el
escribano Juan de Quintana, Juan Mateo Trujillo, hijo de Salvador Mateo de
Armas, vecino de Arucas, compró tierras en Fontanales a Sebastián de Saavedra,
lindando con las anteriores.
El 28-6-1621, ante el
escribano Francisco Gallego, legajo 1.081, f. 262v, en Arucas, Salvador Mateo
de Armas, vecino de Arucas, escritura la dejación de unas tierras de pan
sembrar, en Fontanales, que tiene a tributo, que se paga al capitán Miguel de Mujica, a sus hijos Juan Mateos (Juan Mateo
Trujillo), Sebastián Mateos, Salvador Mateos y Diego Mateos.
El mismo día, ante el
mismo escribano y legajo, f. 263v, en Arucas, Salvador Mateo de Armas, vecino
de Arucas, junto a su mujer Antonia Jiménez, venden a su hijo Juan Mateos,
cuatro fanegadas de tierras que posee en Fontanales, término de Moya.
(Foto - Archivo Histórico Provincial de Las Palmas)
El 10-2-1623, ante el
escribano Francisco Gallego, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas, compró a su
hermana Francisca de Armas y a García de Espinosa, su marido, unas tierras en
Fontanales.
El
7-4-1624, ante el escribano Juan Fernández Fleitas, legajo 1.088, fotograma
175, Diego Mateo Trujillo, vecino de Moya, vende a su sobrino Juan Mateos (Juan
Mateo Trujillo, hijo de su hermano Salvador Mateo de Armas), vecino de Arucas,
por precio de 350 reales, la parte que le pertenece de unas tierras de pan
sembrar y montuosas, donde dicen los Jinjos, en Fontanales (Moya), “las cuales
hube y compramos a los hermanos Gaspar Pacheco y Alonso Pacheco, yo y mis
hermanos Salvador Mateos y Francisco de Armas, que lindan con tierras de Miguel
de Mujica y con tierras del capitán Sebastián de Saavedra, que ahora pertenecen
al dicho Juan Mateos”.
El 17-4-1624, ante el
mismo escribano y legajo, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas, compró a su
hermano Diego Mateo, la parte de las tierras en Fontanales que le pertenecían
por la dejación que le hizo, a él y a sus hermanos, su padre.
El 19-6-1636, ante el
escribano Juan de Quintana, Juan Mateo Trujillo, vecino de Arucas, compró a
Andrés Hernández, vecino de Moya, tierras en Fontanales.
Pues bien, fruto de la
mencionadas compras, después del 19-6-1636, Juan Mateo Trujillo, vecino de
Arucas (casado en primeras nupcias con Úrsula Rosales de Castro o Troya, hija
de Felipe Rosales y Troya y de Juana de Castro, en segundas, con Isabel de
Quintana, hija de Salvador de Quintana y de Juana de Ribero y Dávila, y,
finalmente, en terceras nupcias, con Lucana de Orduña y Godoy, hija de Manuel Álvarez y de Catalina Godoy) poseía en
Fontanales, término de Moya, un cortijo de 400 fanegadas de tierras labradías,
con aguas y cuevas, formando un solo cuerpo.
El 26-3-1639, ante
Francisco Rosales, alcalde de Arucas, Juan Mateo Trujillo, viudo de su tercera
mujer, hace inventario de sus bienes y, entre otras cláusulas, declara que,
durante su matrimonio con Lucana de Orduña, ha construido una ermita en
Fontanales, que llaman de San Bartolomé, que ya está cubierta, que le costó 400
reales.
El 17-1-1645, ante el
escribano Juan Báez Golfos, legajo 1.135, f. 49, Juan Mateo Trujillo, viudo de
Úrsula de Troya, escritura donación al
hijo de ambos, Juan Mateo de Castro, diácono, de un cortijo con cuevas, tierras y aguas, de 200
fanegadas, en Fontanales, que tenía por compras efectuadas el 14-11-1619 a Sebastián
Saavedra, ante el escribano Juan de Quintana; el 28-6-1621 a su padre, Salvador
Mateo de Armas, ante el escribano Francisco Gallegos; el 10-2-1623 a García de
Espinosa y Francisca de Armas, su hermana, ante el escribano Francisco Gallego;
el 7-4-1624, ante el escribano Juan Fernández Fleitas, a su tío Diego Mateo
Trujillo, vecino de Moya, la parte que le correspondía de las tierras que
habían comprado en Fontanales él y sus hermanos Salvador Mateo de Armas y
Francisco de Armas, a los hermanos Pacheco; el 17-4-1624 a Diego Mateo, su
hermano, ante el mismo escribano y el 19-6-1636 a Andrés Hernández, ante el
escribano Juan de Quintana; para que su hijo se costease los estudios para
sacerdote.
Según nos cuenta
Francisco Caballero Mujica en su publicación de 1980 “Aspectos de la vida
religiosa en Fontanales (Gran Canaria)”, esta donación contenía una carga muy
onerosa y es que las tierras habían sido declaradas realengas por el fiscal de
la Hacienda Real de la Audiencia de Las Palmas, a pesar de las reiteradas
reclamaciones del comprador de las mismas.
Por este motivo, Juan
Mateo de Castro se desplaza a Madrid para hacer gestiones ante el rey Felipe
IV, y el propio rey por Real Cédula, firmada en Zaragoza el 6-10-1645, le hace
merced de las 400 fanegadas de Fontanales. En virtud de lo anterior, Juan Mateo
de Castro vendió a su padre, graciosamente, las 200 fanegadas que no entraron
en su compra, en enero de 1649.
En 1653, Juan Mateo
Trujillo hace donación a su hijo, y de su tercera mujer, Manuel Álvarez de
Godoy, de las 200 fanegadas restantes en Fontanales, entre las que se
encontraban dos casas terreras y la ermita, ya que también quiere ordenarse
sacerdote.
Después de los datos
anteriormente citados, queremos hacer un llamamiento al consistorio de Moya
para que reflexione sobre la dedicación que realizó en 1989 de una calle de las
más importantes del pueblo a Juan Mateo de Castro, al parecer y según consta en
el artículo publicado en el periódico La Provincia por don Antonio Cruz
Domínguez el 19-9-1989, por entender que fue el fundador del pueblo de
Fontanales y constructor de la ermita, cuando, a tenor de lo escrito
anteriormente, se desprende que el pago de Fontanales, término de Moya, existía
con anterioridad al 14-11-1619, fecha de la primera compra de Juan Mateo Trujillo
en dicho lugar. Igualmente queda meridianamente clarificado que el constructor
de la ermita fue su padre, Juan Mateo Trujillo, con un coste de 400 reales,
antes de 1639 y bastante antes de la donación que le efectuó el 17-1-1645 con
el objeto de que se ordenase sacerdote, y que con posterioridad donó el resto
del cortijo, incluyendo la ermita, a su otro hijo Manuel Álvarez de Godoy, con
un tributo de 90 reales cada año a favor dela citada ermita de la que era
patrono, para convertirse en sacerdote, siendo posteriormente este hijo el
segundo patrono de la ermita y que, por tanto, nunca fue de Juan Mateo de
Castro y, tampoco, nunca fue su patrono, y por si todo esto fuera poco, Juan
Mateo Trujillo, en su testamento, donó 200 reales más para la citada ermita, y
por otra parte, sabemos que el citado Juan Mateo de Castro fue cura de Moya y
de Arucas, pero nunca de Fontanales, por todo lo cual, reiteramos razonadamente,
que el honor de tener una calle a su nombre corresponde, con rotundidad, al
padre y no al hijo.
Pueblo de Fontanales
(Foto - Juan Ramón García Torres)
No hay comentarios:
Publicar un comentario