ROBERTO HERNÁNDEZ BAUTISTA
PROFESOR DE CIENCIAS SOCIALES EN FUERTEVENTURA
Palabras claves:
Domínguez- Domínguez surname
Británicos- british attacks
Semidán-Semidán
Repartimientos de tierras- división of lands
RESUMEN DE PEDRO DOMÍNGUEZ EN ESPAÑOL E INGLÉS
Una noche de octubre de 1740 la familia Domínguez dormía en Casilla Blanca cuando fueron asaltados por corsarios británicos. Los ingleses entre 1739 y 1748, en la llamada “Guerra de la Oreja” habían entrado en litigio militar contra España por el control del Atlántico, y en los dos desembarcos de soldados ingleses en las playas de Gran Tarajal, la familia Domínguez desempeñó un papel destacado.
Pedro Domínguez, era originario de Tenerife (Chasna), y el desplazamiento de toda la familia hacia Tesejerague en Fuerteventura pudo deberse a las discrepancias con la familia Soler en Vilaflor, o a las graves epidemias de Tenerife principios del XVIII. La investigación genealógica se pudo llevar hasta principios del siglo XVI, encontrándonos con la sorpresa de que los Domínguez estaban emparentados con la familia de los Guanartemes de Gáldar.
Valorando los repartimientos de tierras comprobamos que la conflictividad sobre la propiedad de la tierra en el sur de Tenerife arrancó desde el inicial reparto del territorio ganado por las armas entre los conquistadores castellanos, los conquistadores canarios y los guanches que apoyaron a los castellanos. La oligarquía terrateniente de europeos, canarios y guanches impondrá inicialmente la autoridad entrando en litigio paulatinamente con el poderoso empuje de la nobleza ansiosa de propiedades territoriales, como es el caso de los Soler en Chasna o los miembros del marquesado de Adeje.
ABSTRACT
One night of October 1740 Dominguez family was sleeping in his house of Casilla Blanca when they were assaulted by English soldiers. One year before, in 1739 England had declared war against Spain (War of Ear) fighting for control of Atlantic Ocean. In the two successive disembarkations of English soldiers in the coast of Gran Tarajal Dominguez family had a distinctive role.
Pedro Dominguez was originally from Tenerife (Chasna) and the displacement of his family to Tesejerague in Fuerteventura may be linked to discrepancies between his and Soler Family in Vilaflor or perhaps to epidemics that occurred in Tenerife at the beginning of 18th century. The genealogical research of his ancestors led us to the beginning of 16th century, having surprisingly realized that they were related to Guanartemes, the royal native family of Gran Canaria.
Analyzing allotments of lands in the southern part Tenerife we can conclude that conflicts were frequent from the beginning among Castilian and Canary (natives of Gran Canaria) conquerors and noble guanches who collaborate in the conquest of the island. The landed oligarchy comprised by European settlers and natives from Gran Canaria and Tenerife will initially impose their authority in those lands entering afterwards in litigation with new nobility that try hard to increase their possessions, as in the case of Soler family in Chasna or in the case of Adeje Marquisate.
1º Introducción.-
La noche del 13 de octubre de 1740, Pedro Domínguez y su esposa dormían con sus hijos en su domicilio de Casilla Blanca, muy cerca del pago de la Florida, en Tuineje. Ya de madrugada, por sorpresa, un nutrido grupo de soldados británicos rodearon su casa, apresando a la mayor parte de sus habitantes.
Casa de Pedro Domínguez y montaña de Tamacite. Foto: Roberto Hernández |
Pedro Domínguez, con 66 años de edad, tenía nueve hijos vivos en 1740: (Manuel, de 25 años; Catalina, de 23; Juan, de 20; Ginés, de 17; José, 15; Matías, 13; Pedro, 10; Inés, 8; y Francisco, de 4). Mientras el mayor pudo huir llevándose al más chico, seguramente Juan y Francisco, puesto que Manuel por edad ya no debía de estar en el domicilio paterno, otro fue secuestrado por los británicos, obligándole a acompañarlos con la finalidad de que les señalaran la posición del pueblo de Tuineje. Éste debió de ser Ginés Domínguez, que era el varón mayor que debía quedar de entre todos los hermanos. Otro de ellos, Matías, sería escondido por el padre hasta que pudo enviarlo al pago de La Florida a dar aviso a los milicianos de lo que sucedía.
Efectivamente, Matías Domínguez, con 13 años, entró llorando al caserío de la Florida a eso de las cuatro y media de de la mañana, desde donde se pudo enviar a un esclavo para alertar a las milicias de la invasión británica.
La Florida en la actualidad. Foto: Roberto Hernández |
La presencia de estos soldados británicos en Fuerteventura no fue más que una expedición de castigo hacia una de las posesiones españolas en la guerra entre España e Inglaterra por el control del Atlántico y el monopolio americano entre 1739 y 1748, a la que se le denominó Guerra de la Oreja.
Desde el Tratado de Utrecht (1713), los británicos podían enviar a América un Navío de Permiso y tenían el monopolio del Asiento de Negros, es decir, que controlaban el tráfico de esclavos, pero en realidad eran muchas las expediciones que se enviaban al nuevo continente, y por ello, la Corona española optó por fortalecer la vigilancia e inspeccionar de forma continua las embarcaciones británicas.
El pretexto con el que se desarrollaron las hostilidades se suscitó cuando un navío español apresó al contrabandista inglés Robert Jenkins. El capitán español le cortó la oreja al corsario, diciéndole: “ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve”, y cuando Jenkins compareció ante la Cámara de los Comunes con su oreja en un frasco, al considerarse la frase como insultante, el monarca inglés le declaró la guerra a España en octubre de 1739.
Fueron muy duros los combates entre ambas potencias especialmente en América, donde en el asedio a Cartagena de Indias participaron 186 naves y cerca de 27.000 soldados británicos. En Canarias también se suscitaron algunos importantes episodios militares, y así, se produjeron las dos expediciones a Fuerteventura en 1740: los desembarcos británicos en el Juncal y en Veneguera, en 1745, en Gran Canaria, y los ataques a La Gomera y Los Cristianos, en Tenerife, en 1746. (Béthencourt 1994:.60-66).
Recreación del desembarco británico - Gran Tarajal. Foto: Roberto Hernández |
En Fuerteventura, en octubre de 1740, los ingleses desembarcaron de noche en la playa de Gran Tarajal sin encontrar resistencia. Reorganizadas las tropas, se dirigieron hacia la población más próxima de Tuineje y, desorientados en la noche, se encontraron con la casa de Pedro Domínguez, en Casilla Blanca.
Pero retomemos el relato con los Domínguez. Matías había logrado poner en guardia a los milicianos majoreros y, seguramente, Ginés Domínguez, el apresado, observó cómo los británicos destruían la localidad de Tuineje. Cuando los ingleses, tras saquear el pueblo, volvían a la embarcación, los milicianos, al mando del coronel Sánchez Umpiérrez, los alcanzaron a la altura de la montañeta de Soto, iniciándose las conversaciones. De una parte, los británicos solicitaron el paso libre a cambio de los siete prisioneros que llevaban, y de la otra, se les ofreció el paso libre hasta la embarcación a cambio de los prisioneros, lo robado y todas las armas. No hubo acuerdo, y el mismo Pedro Domínguez, en su declaración, nos describe los sucesos:
“y viéndolos dicho señor gobernador de las armas en dicho sitio, hizo juntar su jente, que serían quarenta o cincuenta hombres, y allí les exsortó valerosamente y les prometió que el primero que moria por la fee de Jesucristo, el Rey y su Patria era él. Y hizo juntar unas reses camellares que los soldados avían llevado por delante y con ella (sic) trincherados , embistió con dichos hombres a el enemigo, y perdido el primer fuego, se revolvieron con tanto valor, que sin llebar otras armas que rosaderas, chusos y algunos garrotes, apricionaron veinte de los contrarios y mataron treinta o treinta y dos sin dejar ninguno que llevase la noticia a su embarcación” (Béthencourt 1992 :108).
En su declaración, Pedro Domínguez dice que luchó “poniendo de su parte el esfuerzo que le era posible” debido a su avanzada edad. Finalmente, su hijo apresado, seguramente Ginés, debió de ser liberado indemne, puesto que sabemos que se casó en 1746.
Recreación del desembarco británico - Gran Tarajal. Foto: Roberto Hernández |
Pocas semanas después, otra nave británica desembarcó sus tropas en la misma playa de Gran Tarajal, y ya bien alertados los milicianos, cerca de Tuineje, en el Llano Florido, los aniquilaron a todos. En la refriega fallecería otro de los Domínguez, cuya viuda, Magdalena Cabrera, reclamará posteriormente una pensión de guerra. Llama la atención que ni en las actas del Cabildo ni en ninguno de los archivos de la isla se recoja referencia especial u homenaje a los defensores de la isla, teniendo incluso que reclamar algunos familiares la pensión correspondiente.
El peligro británico se mantendría a lo largo de todos los años de conflicto, y así fueron numerosos los saqueos de embarcaciones y captura de personas entre las islas, tal y como se aprecia en este documento recuperado por Juan Ramón García del Archivo Diocesano de Las Palmas. En él, una vecina de Antigua pide el 24 de mayo de 1743 que se le declare viuda tras la muerte de su marido, capturado por los corsarios británicos:
“Magdalena de Sosa, viuda de Juan Cabrera de el lugar de la Antigua como mejor proseda y haia lugar. Paresco ante vuestra merced y digo que habiendo embarcadose el dicho mi marido en el Puerto de Santa Crus en este año próximo pasado para esta isla fue prisionero con los más que en el barco que el benia por un corsario ynglés que fueron a parar al puerto de Bristol de Londres y respecto a ser fallecido en aquellos paraxes necesito que por los que se hallaron con él al tiempo de su fallecimiento que se hallan en esta isla lo declaren para que sirva de Ynformasión para que mediante ella poder tomar segundo estado de matrimonio por tanto a vuestra merced pido y suplico se sirva mandárseme resiva dicha Ynformasion para el efecto que pido y que en su vista se me declare por tal viuda…”
En el año de 1740, la familia Domínguez habitaba en Casilla Blanca, a menos de dos kilómetros del pago de la Florida y, por los sucesos narrados, sabemos que en la Florida, en esa época, vivían tres presbíteros (José Antonio Cabrera, Pablo González Cabrera, que era el beneficiado de Tuineje, y Diego Mateo de Cabrera, que tenía 90 años), un alférez llamado Manuel Cabrera y varios esclavos, uno que fue enviado a avisar al gobernador, y Marcos Hernández y Nicolás Negrín, que eran el mozo y el esclavo del beneficiado de Betancuria, Sebastián Trujillo. En total, se pudieron juntar doce hombres de pelea, no debiendo vivir en La Florida más de 50 personas, pero resulta muy llamativo que en este inhóspito pago de Tuineje convivieran en la época militares, religiosos y esclavos.
Nos propusimos indagar sobre la familia Domínguez y uno de los primeros datos que pudimos localizar de Pedro Domínguez fue su partida de matrimonio, casándose el 4 de mayo de 1712 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara con María García de León o como la llamaban, “María Francesa”. En el acta se recoge que Pedro era hijo legítimo de Pedro Domínguez y de María de Nieves Truxillo y María Francesa lo era de Matías de León y Catalina García “Francesa”.
Iglesia de Nuestra Señora de Regla - Pajara - Año 1712.
"En la ayuda de Parroquia de Nuestra Señora de Regla deste lugar de Paxara en quatro de Mayo de mil setesientos y dosse años Yo D. Martin Fabricio teniente cura de dicha Yglesia casse y vele infacie Ecclesie a Pedro Domingues hixo lexitimo de Pedro Domingues y Maria de Nieves Truxillo difunta y a Maria Garcia hixa lexitima de Mathias de Leon y Catharina Garcia vesinos todos desta isla de Fuerteventura en la Florida aviendo presedido las tres amonestaciones en tres dias festibosde presepto continuos al tiempo del ofertorio de las Missas Mayores segun lo dispuesto por el Santo Concilio de trento Y no resulto impedimento alguno que a mi noticia llegasse siendo testigos el Capitan D. Juan Andres de Umpierres, Pedro Gomes y Cassiano de Cabrera vesinos deste dicho lugar y lo firme”. Martin Fabricio
Rebuscando entre las partidas de matrimonio, pudimos saber que María García era hija de Diego Martín Perera, casado con Inés Francesa, quienes habían contraído matrimonio en 1655, siendo uno de los padrinos de la boda Florencia Ruiz, y uno de los testigos, su hermano Sebastián Trujillo Ruiz, quien poco después sería nombrado la máxima autoridad de la isla tras el absentista señor feudal. Existía, por tanto, cierta relación entre Pedro Domínguez y su joven esposa de 17 años, puesto que él era descendiente de los Trujillos y los abuelos de su esposa, en su matrimonio, habían sido apadrinados por el escribano Sebastián Trujillo, que pronto llegaría a ser el Alcalde Mayor de la isla, y su hermana.
La defunción de Pedro Domínguez se produjo en 1741, un año después del encuentro con los británicos, falleciendo sin dejar testamento:
Pedro Domínguez.
1. Partida de Defunción Iglesia de Nuestra Señora de Regla - 1741
"En el lugar de Paxara Ysla de Fuerteventura en veinte y dos de Junio de mill Septesientos quarenta y uno se enterro en sepultura de Fabrica de la Yglesia de Nuestra Señora de Regla de dicho lugar Pedro Domingues Marido de Maria de Leon vesinos en el pago de la Florida el que no pudo recivir los sacramentos y murio intestado acompaño el Beneficio con capa, cruz alta tres pausas, vigilia y Missas que canto el lizenciado D. Pedro Alcantara oficio de sepultura ofrenda y se le pusieron 16 luses hisosele en comanda, cante la missa. Acompaño y asistio y dixo Missa el lisenciado D. Juan Blas. Dixe Missa resada".
Su inicial descendencia la reflejamos en el cuadro adjunto elaborado por el investigador Juan Ramón García Torres (Anexo nº 1).
Nuestro anhelo de búsqueda de nuestras raíces familiares nos animó a seguir indagando en la genealogía de los Domínguez. Y así, buscamos durante mucho tiempo a los padres de nuestro personaje, el también llamado Pedro Domínguez y su mujer María Truxillo, sin resultado positivo. Pero al repasar el libro de defunciones de Pájara, un dato nos permitió encontrar una pista segura. En efecto, entre las partidas de defunciones encontramos la de su padre, que se produjo el 30 de octubre de 1719. En ella se cita textualmente que fue “marido de María de las Nieves, vecinos de esta isla en el pago de Tesejerague y naturales de la de Tenerife en el pago de Chasna”. Este es el documento de su fallecimiento:
Pedro Domínguez Rodríguez:
1. Partida de Defunción Iglesia de Nuestra Señora de Regla - Pajara Fuerteventura, Año 1719.
"En el lugar de paxara de esta Ysla de fuerteventura en treinta de Octubre de Mill Septesientos dies y nueve años se enterro en sepultura de fabrica de la parrochial de nuestra Señora de Regla de dicho lugar Pedro Domingues el Cual ? Recibio los Santos Sacramentos fue marido de Maria de las Nieves vesinos de esta Ysla en el pago de Tesegerague y naturales de la de Tenerife en el lugar de Chasna acompaño el Beneficiado con capa crus alta, tres pausas vigilia y misa que canto el parrocho oficio de sepultura acompañaron asistieron y dixeron misa por el dicho los licenciados D. Pablo Gonsales, D. Nicolas Peres, D. Juan Blas y D. Felis Cabrera pusieronsele dies y ocho luces hiso testamento por ante Pedro Garcia de Aguilar escribano de esta dicha Ysla. Cante la misa Fabricio Dixe misa Reverendo Umpierres. Dixe misa Reverendo Gonsales. Dixe misa Reverendo Truxillo. Dixe misa Reverendo Thomas."
Por tanto, nuestros personajes no habían nacido en Fuerteventura sino que eran de Tenerife, puesto que Chasna es el nombre aborigen de la actual demarcación de Vilaflor en la isla de Tenerife, y procedían del valle del Ahijadero, que se corresponde en la actualidad con el valle de San Lorenzo. Allí aún existe el pago de La Florida, por lo que es muy posible que este caserío majorero y el de Los Adejes se bautizaran en homenaje al lugar de procedencia de estos pobladores.
Según Bethencourt Alfonso, los guanches conocían la zona como Chacacharte, y desde los inicios de la colonización se le cambió el nombre por el de Ahijadero, por la costumbre de los guanches de juntar allí a las cabras con los machos para que procreasen o “ahijasen”.
Poco a poco se pudo ir encontrando más documentación, y así, supimos que Pedro Domínguez Trujillo había nacido en 1675 en Vilaflor y, por tanto, falleció cuando contaba con 66 años, y que sus padres, naturales de Chasna, efectivamente, habían sido Pedro Domínguez y María de las Nieves Truxillo. Esta es su partida de nacimiento:
Pedro Domínguez Trujillo
“En veinte y tres días del mes de febrero de mil y seis sientos setenta y sinco años yo el beneficiado de San Pedro de Vilaflor Baptise a pedro hijo lexitimo de Pedro Domingues y María de las Nieves fueron Padrinos el Capitán Aparicio Gonsales y María Garcia su muger todos vecinos deste lugar, nació a siete del mes corriente y lo firme. El Bachiller Ruis Alfonso. "
Nos sorprendió especialmente el comprobar que la familia Domínguez-Trujillo hubiese abandonado las fértiles tierras de Chasna para instalarse en las inhóspitas de Tesejerague, más cuando el investigador Juan Ramón García descubrió el testamento de Pedro Domínguez Rodríguez en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas en el que se relacionaban sus propiedades en la vecina isla. Adjuntamos su testamento como anexo nº 2.
De él se desprende que a su muerte en Tesejerague, en 1719, Pedro Domínguez debía dinero en Chasna y mantenía la posesión de una casa en la plaza de Chasna, que los árboles y tierras del valle de Ahijadero estaban empeñadas hasta el pago de 2240 reales de una fianza que le hizo a su suegra Catalina Truxillo. También, se relacionan otras propiedades en el valle, en Guaza y en Malpaso.
Sus propiedades le venían por herencia de Lucas Rodríguez, su padre, y Lucía Frías, su madre, y otras les provenían por la herencia de su esposa, una de las Trujillos.
Pero, ¿por qué se instalaron Pedro Domínguez Rodríguez y su esposa María de las Nieves Trujillo en Tesejerague? Dejar Chasna para afincarse en este apartado e inhóspito pago de Fuerteventura debió de tener fuertes motivaciones.
En un principio, pensamos que se escondían en la zona por algún delito o motivo muy especial, y por ello rebuscamos entre los sucesos históricos que pudieran afectarles. Y el despotismo y los abusos de la familia Soler en Vilaflor, que se saldarían con la muerte de Juan Soler, pudo ser un motivo apropiado. Ya desde 1574, Luis García del Castillo, abuelo de Lucía Domínguez, había dirigido escrito a las autoridades eclesiásticas quejándose de la prepotencia de los Soler en el interior de la iglesia, y la oposición vecinal fue continua ante los intentos de hacerse con la posesión de los terrenos realengos y la exigencia del pago de tributos por la posesión de los solares y viviendas en Vilaflor. Los Domínguez tenían casa en la plaza de Vilaflor.
En 1660, los vecinos se amotinaron contra el propietario del Mayorazgo de Soler, asaltando a medianoche su casa familiar en Vilaflor y provocando su huida y la de la familia hacia los montes más próximos. Finalmente, Juan Soler fallecería por la enfermedad que le produjo el susto, por lo que la propiedad del Mayorazgo pasó a manos de su hermana, que se instaló en Garachico.
A pesar de ello, el litigio entre los Soler y el vecindario de Vilaflor se mantuvo hasta el siglo XIX, por lo que no sería de extrañar que la tensión social de una convivencia hostil favoreciera la huida a Tesejerague de prácticamente casi toda la familia, pues en Pájara se registran en esos años partidas de matrimonios de otros dos hermanos de Pedro Domínguez.
Sin embargo, Faneque Hernández, en sus trabajos sobre genealogía canaria, ha estudiado con buen criterio la posibilidad de que la migración familiar se debiera al efecto de la epidemias de fiebre amarilla de 1701 y la de tifus exantemático “tabardillo pintado”, de 1703, que asoló la isla de Tenerife provocando la muerte de más de 9000 personas (Hernández, 2015. P.87).
Sea como fuere, por uno u otro motivo, o por ambos, el hecho es que gran parte de la familia abandonó la fértil comarca de Chasna, empeñando sus propiedades e instalándose en la yerma Tesejerague, quizás porque esos terrenos majoreros fueran, o se los facilitara el Alcalde Mayor de la isla, Sebastián Trujillo, cuyo padre fue tío abuelo de la esposa de Pedro Domínguez, la llamada María de las Nieves Trujillo.
En cualquier caso, nuestra impresión es que los Domínguez debieron de esconderse expresamente en Tesejerague, puesto que siendo parientes de la máxima autoridad de la isla lo lógico es que accedieran a propiedades en algún pago fértil y poblado y no en la seca y lejana Tesejerague.
2º Hambre en el siglo XVIII.
Sebastián Trujillo, Alcalde Mayor de Fuerteventura. Foto: Roberto Hernández |
Pero la vida de los recién llegados a Tesejerague no debió de ser nada fácil, puesto que la situación general que se vivía a principios del siglo XVIII se podría calificar como abrumadora. Recuérdese que a finales del siglo XVII, los piratas berberiscos asolaban con frecuencia las costas majoreras esclavizando a todos los que podían capturar, y la sequía y el hambre castigaron muy duramente a la población, por lo que ya, en 1648, el alcalde mayor había ordenado la evacuación de la isla hacia Las Palmas, donde los majoreros deambulaban por las calles “flacos y desvalidos”, llegando a morir según se refiere en las actas del Cabildo más de 500 personas (Roldán 2002: 37).
Años después, ya instalados los Domínguez en Tesejerague, en 1720 se conoció otro espectacular periodo de sequía extendiéndose por la isla el hambre. No había cereales y los textos nos documentan que la población se alimentaba de raíces de las hierbas, de marisco y de peces. Ante la gravedad de la situación, se concentraron en la capital de la isla, Betancuria, más de 200 personas reclamando la ayuda del dinero del arca de quintos, es decir, del dinero de la quinta parte de la producción que el señor feudal de la isla cobraba y que se había acordado se resguardara en un arca con tres llaves repartidas entre hombres principales.
Ante la negativa de las autoridades a usar el dinero resguardado, los amotinados se hicieron con el control de los impuestos señoriales, y por ello, el coronel Sánchez Umpiérrez convocó a los milicianos de Pájara, Tuineje, Tiscamanita, Agua de Bueyes y Casillas de Morales.
Betancuria a finales del siglo XIX. Foto: Fedac |
Las tropas, concentradas en Pájara, marcharon hacia Betancuria a golpe de tambor, entrando en la villa de madrugada “con escuadrona marcha, que se componía de quinientos hombres más o menos” y a partir de aquí la situación se serenó al comprobarse que no se había producido tal “quebranto del arca”. Finalmente los milicianos fueron disueltos dándoseles dinero “para su manutención” (Santana 1987 p. 115).
Tampoco fueron muy buenos los años 1737- 1739, en los que la miseria volvió a extenderse por la isla. Con estas poéticas frases nos describían la situación los frailes franciscanos del convento de San Buenaventura en Betancuria:
“Comenzó el hambre a fatigar la tierra, negó el mar de sus peces la abundancia, y aunque con la contrariedad de los vientos se cogían algunos mariscos, de que es más abundante que las otras yslas Fuerteventura…”
“ Viose en el dia referido Fuerteventura alegre, pero luego lloró su desgracia suspendió el cielo sus cristales y comenzaron a castigarla los vientos. En todo enero y febrero del año 39 no hubo un día señalado, que a la tierra fuese de provecho. Considerad como nos veríamos en tanta miseria ¡qué sería de nosotros en tanta ruina¡ apuró la falta sobremanera, pues hasta las hierbas silvestres faltaron; siendo estas mantenimiento de muchos. Creció la necesidad, siendo esta quien hizo que algunos se mantuviesen con pieles de animales y que desamparasen la isla sus habitadores…”
“…se hicieron novenarios y rogativas a la Villa y los lugares, y a todo parece que el cielo, (como solemos decir) estaba cerrado a cal y canto, y los hombres desesperansados de remedio“
Este era el marco de situación de hambre generalizada es la que vivían Pedro Domínguez Trujillo y María Francesa, quienes se habían instalado fuera ya de Tesejerague, en su Casilla Blanca, muy cerca del pago de La Florida. Sin duda, tuvieron que tener fuertes motivaciones para no volver a sus propiedades en Vilaflor.
Montaña del Cardón y casa de Pedro Domínguez y familia. Foto: Roberto Hernández |
3º Genealogía de los Domínguez
La madre de Pedro Domínguez, María de las Nieves Trujillo, también había nacido en Chasna y era hija de Francisco Núñez y de Catalina de Mena Trujillo. Valorando exclusivamente su linaje materno, observamos cómo su figura encarna la simbiosis genética de dos personajes que lucharon enconadamente frente a frente en la guerra de conquista de la isla de Tenerife. De un lado, el teniente viejo, Hernando de Trujillo, lugarteniente de Fernández de Lugo y conquistador extremeño, y del otro, Bencomo, mencey indígena del reino de Taoro.
El hijo de Bencomo, llamado Bentor, tuvo una hija bautizada con el nombre de Ana Gutiérrez, que fue casada con el conquistador Martín de Mena, y sus descendientes fueron sucesivamente Juan de Mena, María de Mena, Ana de Mena, María Matías, Catalina de Mena y, finalmente, nuestra María de las Nieves Trujillo.
En otra de las líneas familiares, el conquistador Hernando de Trujillo tuvo hijos con su esclava guanche Ana, siendo sus descendientes Juan Trujillo, Sebastián Trujillo, Sebastián Trujillo, Andrés Hernández Trujillo, Catalina de Mena Trujillo y nuestra María de las Nieves Trujillo. También, en el árbol genealógico de los Trujillo, destacar que una de las líneas conduce a Alonso de Berganciano, cuya familia es descendiente de la nobleza indígena, y otra a los Núñez, descendientes de colonos y conquistadores portugueses.
Es decir, que en solo siete generaciones después de la batalla de La Laguna, en 1495, en la que lucharon las tropas del líder indígena Bencomo contra las castellanas, dirigidas, entre otros, por Fernando Trujillo, el llamado “Teniente Viejo”, y apoyados por las tropas canarias de Fernando Guanarteme, la sangre de esos líderes se mezcló nuevamente en la de Pedro Domínguez Trujillo, descendiente de conquistadores castellanos, colonos portugueses y de la nobleza indígena de Gran Canaria y Tenerife.
El padre de Pedro Domínguez Trujillo, llamado Pedro Domínguez Rodríguez, que había fallecido en Tesejerague, en 1719, también había nacido en Chasna en 1638 y era hijo del alférez Lucas Rodríguez y de Lucía Domínguez de Frías, quienes habían contraído matrimonio en Vilaflor el 15 de enero de 1618.
1. Partida de Matrimonio Iglesia de San Pedro - Vilaflor Chasna 1618
"En quinse dias del mes de Henero del año de myl y seyscientos y dies y ocho yo el Bachiller Gaspar Fernandes Beneficiado de la yglesia Parrochial de Señor San Pedro deste lugar de Villa Flor case y vele en has de la Santa Madre Yglesia aviendo precedido la solemnidad que manda el Santo Concilio de Trento a Lucas Rodrigues y Lusia de Frias Domingues siendo testigos los padrinos Juan Francisco Isquierdo y Maria Rodrigues, Matheo Bello ... ( no se lee tinta gastada) fecho ut supra. El Br. Gaspar Fernandes”.
De Lucas Rodríguez sólo conocemos el nombre de sus padres y abuelos, puesto que en “los protocolos notariales de las escribanías de Vilaflor” se dice que sus padres fueron Mateo Rodríguez y Brígida Pérez, y los padres de Mateo fueron Andrés González y Leonor Rodríguez.
Por otro lado, de Lucía Domínguez Frías contamos con alguna información más precisa. En efecto, Lucía tuvo siete hijos y su padre, Antón Domínguez, había sido labrador y Comisario de la Santa Cruzada, quien en 1618 había dotado a su hija Lucía Domínguez y Frías para casar con Lucas Rodríguez, hijo de Mateo Rodríguez.
La fuente de Antón Domínguez en la actualidad (Arona). Foto: Roberto Hernández |
El testamento de Lucía Domínguez Frías redactado en 1672 fue publicado por Nelson Díaz Frías (Díaz , 2012 p 176)
Se aprecia en su testamento su desahogada posición social, con numerosas propiedades territoriales (en Guaza, Arona, Malpaso, Beña y Caldera de la Fuente). También refiere que “poseía una casa con su sala las que tengo en el lugar de Chasna con alto y bajo que linda por la parte del naciente la calle real y por la del poniente la plaza de dicho lugar”, y una casa pajiza. A su hija María García, que había casado con el capitán Aparicio González, le dio “en dote una suerte de tierras en Arona y en Malpaso dos suertecillas y un esclavo llamado Lorenzo”. Y a Pedro Domínguez, dice que cuando se casó “le di una suerte de tierras en Malpaso y otra suerte en la Caldera de la Fuente, otra en Beña y una vaca y tres cabras que le tocaron de su parte”. Curiosamente, uno de los testigos en el testamento fue Juan García Chasagua, apellido seguramente heredado del nombre del último mencey de la isla Ichasagua.
En otro testamento, en el de su hermana Francisca Delgado, de 1651, se habla de sus tierras que poseía en Chayofa, de las cuales se pagan cuatro fanegas de trigo y diez gallinas a los herederos del capitán Pedro Soler de Padilla (Díaz 2012: 65).
Los padres de Lucía Domínguez Frías fueron el labrador Antón Domínguez y María García del Castillo o Izquierdo, también vecinos de Chasna, quienes contrajeron matrimonio en la iglesia de San Pedro de Chasna en 1604, siendo padres de siete hijos.
Plaza e iglesia de Chasna (Vilaflor). Foto: Roberto Hernández |
María García del Castillo fue hija de Luis García Izquierdo del Castillo y nieta del afamado conquistador Hernán García del Castillo, que casó con la hija del rey Bencomo, bautizada como Ana del Castillo. A Luis García Izquierdo le tocó la data del valle de Chiñama (Granadilla) y se casó, primero con una aborigen canaria, Francisca Mayor, y en segundas, en 1582, con Elena Martín Asanos (Afonso), que fue hija de Pedro Afonso Ibaute, de la nobleza real de Daute, y Felipa Hernández, de la nobleza de Taoro.
Sobre esta familia Castillo, el guanche Juan López de la Fortaleza declaraba ante un escribano, en 1615, diciendo que “el dicho Capitán Hernán García del Castillo era un caballero Hijodalgo que vino en compañía del Adelantado a la Conquista desta isla y que por ser persona tal mereció casarse con la nieta del rey de Taoro e hija del rey de Abona”.
Pero resulta que este famoso conquistador no fue tan famoso, siendo sus méritos inventados, puesto que se sabe, además, que fue clérigo. Leopoldo de la Rosa Olivera, en su libro El siglo de la conquista, nos aporta más detalles:
“…sabemos que era natural de Alcaraz, de donde tuvo que huir por haber tenido relaciones con una cuñada suya; que vino por primera vez a las Islas con Fernández de Lugo en 1497, finalizada totalmente la conquista; y que no fue capitán ni caballero de ninguna orden, sino clérigo, canónigo y vicario de la Isla” (De la Rosa 1978:12).
En cualquier caso, lo que no se cuestiona es la vinculación de los Castillo de Chasna con la realeza indígena de Tenerife, ya que la Inquisición no la rechazó en el expediente de Pedro García del Castillo, natural de Chasna, aprobado el 9 de noviembre de 1658, puesto que de siete testigos, cuatro declararon que “venían de los reyes de esta isla”, dos, que del “rey Bencomo” y otro, “del rei de Taoro” (De la Rosa ,1978: 69).
Volviendo a la rama de los Domínguez, de Antón Domínguez, el Comisario de la Santa Cruzada y esposo de María García del Castillo, conocemos sus litigios territoriales con Pedro Soler, quien había fundado mayorazgo en Chasna, reclamándose finalmente y por vía judicial las propiedades que habían quedado en manos de los herederos de Antón Domínguez.
Valorando los datos aportados por Carmen Rosa Pérez en el “Mayorazgo de los Soler en Chasna”, observamos que cuando se constituye el mayorazgo de los Soler, en 1601, entre sus propiedades se incluyen:
. Las que Pedro Soler da a tributo perpetuo a Martín Linares y a Antón Domínguez por la pensión de cuatro fanegas de trigo perpetuo y dos gallinas.
. Tierras hechas y por hacer en el Ahijadero y Aldea Blanca, que habían sido de los herederos de “Ernando de Tacoronte”.
. Tierra en Arona, en el Llano del Rey Ichasagua, que lindaba con Martín Linares, y por el lado de Adeje, con tierras de Antón Domínguez.
De toda la información aportada, se desprende que el mayorazgo se constituye con numerosas propiedades, y entre ellas, se hacen constar algunas que pertenecían o habían pertenecido, entre otros muchos, a Antón Domínguez y a Hernando de Tacoronte.
También, en esta época, se conoce el litigio judicial de 1644 entre los hermanos guanches, que habían heredado de su abuelo Cristóbal González “El Viejo”, y los herederos de Antón Domínguez. Constan testimonios escritos de las ventas de Francisco González Guanche y hermanos y de Águeda González, hijos y nieta del indígena Cristóbal González al capitán Juan Bautista de Ponte, señor de Adeje.
Los herederos de Antón Domínguez reclamaron la propiedad de sus tierras en Adeje, y alguno de los testigos confirmaron que habían oído decir que las tierras eran suyas, pero, como concluyó Carmen Rosa Pérez, es obvio que las tierras vendidas por los González al señor de Adeje eran “las mismas propiedades que se sentían acreedores la familia de Antón Domínguez” (Pérez 1998:147).
Tras la muerte de Soler, en 1642, el capitán, también llamado Pedro Soler, acudió a la justicia ordinaria para pedir la posesión de las propiedades de su padre. Finalmente, Pedro Soler se posesionó, pero este acto fue contradicho por unas veinte personas. Entre ellas:
. Francisco Delgado contradijo la posesión de las tierras que ocupaban los herederos del capitán Domínguez. (Francisco Delgado fue de los herederos de Gaspar Hernández).
. El alférez Lucas Rodríguez (padre de Pedro Domínguez) contradijo la posesión de tierras del Llano del rey en Arona y cuevas de Chasaba.
A pesar de ello, se amparó a Pedro Soler mediante auto de 21 de febrero de 1643. Se dictó sentencia el 3 agosto de 1645, que imponía perpetuo silencio a los contradictores, quienes, no conformes, apelaron ante el Superior Tribunal de la Real Audiencia, que finalmente confirmará la sentencia el 9 de junio de 1648, declarando por bienes del mayorazgo los contenidos en la escritura de fundación, ordenándose la expulsión de los detentadores.
Casa de los Soler en Chasna (Vilaflor). Foto: Roberto Hernández |
Los grandes terratenientes locales, paulatinamente, pudieron hacerse con el control de una gran parte de las propiedades en detrimento de otras menores heredadas desde el siglo XVI. De esta forma, el mayorazgo de los Soler y los señores de la Casa de Adeje controlarán gran parte del territorio del sur de la isla.
Los padres de Antón Domínguez fueron Francisca Delgado de Frías y el capitán, también llamado Antón Domínguez.
En un documento militar del año 1596 se recoge el listado de los milicianos de Abona y Vilaflor, que podían defender las costas de las incursiones piráticas británicas, y entre los casi doscientos vecinos citados, encontramos a varios miembros de la familia que estudiamos, como Mateo Rodríguez, Juan Rodríguez, su hijo, Pedro Domínguez y Antón Domínguez, del que se dice textualmente “tiene espada y lanza y se le notificó tenga su arcabuz como hasta aquí lo ha tenido” (Díaz Frías 2002:117). Llama la atención que, de todos los vecinos reseñados, solamente tres de ellos portaran arcabuz (Pedro de Bethencourt, Antón de la Sierra, descendiente de canario conquistador, y Antón Domínguez, que parece ya no lo tenía en uso).
En el “Cuaderno explicativo del árbol genealógico de la familia real indígena de Tenerife y sus descendientes” se habla del “Capitán Pedro Domínguez Guanarteme, hijo con sus dos hermanas de Antón Domínguez y de Francisca Delgado Guanarteme” (Díaz Dorta 2009:32). Es decir, que a nuestra Francisca Delgado de Frías, esposa de Antón Domínguez, también se le llama Francisca Delgado Guanarteme.
El apellido Guanarteme, tras la desaparición del de Semidán, se usó para referirse a la casa real de los aborígenes de Gran Canaria, quedando relegado, en principio, a la primera línea de descendencia del rey de Gáldar, Fernando Guanarteme; es decir, a sus hijas Margarita, Catalina, y Ana y a todos sus sobrinos, como a los hijos de su hermano Pedro Maninidra y sus descendientes, llamados Fernando Guanarteme, Francisca Fernández Guanarteme o Lucía Fernández Guanarteme. En Gran Canaria, también lo encontramos en una de las descendientes de Autindana, llamada igual que la hija de Fernando Guanarteme, o sea, Catalina Fernández Guanarteme, sin que sepamos exactamente por el momento el exacto grado de parentesco entre ambas. Poco a poco, el apellido se fue extendiendo entre los numerosos descendientes de la casa de los Semidanes. Así, por ejemplo, encontramos que Amador Hernández Guanarteme, habitante de Güímar en el siglo XVI era descendiente de Rodrigo Hernández Guanarteme (Cruz García 1958: 5), quien fue, muy probablemente, primo hermano de Fernando Guanarteme, puesto que el padre de Rodrigo Hernández, el llamado Rodrigo el Cojo, fue hermano de Soront Semidan. (Hernández 2012:137).
Por tanto, el apellido Guanarteme se extendió entre numerosos descendientes de la primera línea familiar de los Semidanes. Y, en el caso concreto de nuestra Francisca Delgado de Frías o Delgado Guanarteme, sabemos que esta fue nieta de los aborígenes grancanarios Pedro Delgado y Juan de Frías.
Juan de Frías fue un grancanario conquistador de la isla de Tenerife, apadrinado por el mismo obispo y conquistador de Canarias Juan de Frías. El homónimo indígena canario, que debió de pertenecer a la primera línea del linaje de los Semidanes, por sus méritos en la conquista de Tenerife, obtuvo tierras en Taoro y Daute. Murió en 1520 y se había casado con Ana de León, hija del indígena canario Adargoma, quien, tras la conquista de Gran Canaria, fue bautizado como Alonso de Córdoba. Su estrecho lazo familiar con Fernando Guanarteme lo apunta también el hecho de que Adargoma reclamará judicialmente las tierras de Guayedra, una vez que Margarita Fernández Guanarteme y su marido, Miguel de Trejo y Carvajal, se las vendieran a otro indígena canario llamado Sánchez Bentidagua.
La hija de Juan de Frías y Ana de León, llamada Lucia de Frías, casó con el grancanario Francisco Delgado, siendo Pedro Delgado y Teresa García los padres de este Francisco Delgado. Pedro Delgado, también conocido como Pedro de La Lengua, participó en la conquista de La Palma y Tenerife, obteniendo por ello numerosas propiedades, instalándose definitivamente en el Realejo de Arriba. Es muy probable que fuera hijo del último faycán de Gáldar, Guanache Semidán, que una vez bautizado pasó a llamarse Juan Delgado.
Por último, algunas anotaciones más sobre Antón Domínguez. En el legajo de Fernández Bethencourt se refiere que “el capitán Antón Domínguez, primero de su nombre sirvió valerosamente a los Católicos Reyes Don Fernando y Doña Isabel en la conquista de Tenerife y en premio a sus leales servicios tuvo ciertos repartimientos en el sur de Tenerife”.
En la misma línea, Dacio Darias Padrón señala que al conquistador Antón Domínguez “El Viejo” se le adjudicaron casi todas las tierras de Arona ( Darias 1932: 3). Y Díaz de Quintana reseña que el capitán Antón Domínguez había casado con Francisca Delgado Guanarteme que en su opinión fue hija del faycán canario bautizado como Juan Delgado y tuvieron por hijo a Pedro Domínguez Guanarteme (Díaz de Quintana Manuscrito: 538).
Como quiera que estos autores no presentan su documentación de apoyo, nos limitaremos a aceptar la posibilidad de que un capitán conquistador canario llamado Antón Domínguez fuese conquistador de la isla de Tenerife. Si existió, debió de ser el padre del militar Antón Domínguez que en 1596 ya no tenía su arcabuz en uso y se había casado con Francisca Delgado Guanarteme, pero su nombre no aparece claramente recogido en los documentos de la época y tampoco constan repartimientos de tierras en Tenerife a ningún Domínguez. Todo un misterio que para intentar dilucidarlo tenemos que acercarnos y valorar los repartimientos de tierras en el sur de Tenerife.
4º Algunos aspectos sobre la propiedad de la tierra en el sur de Tenerife.-
Una vez que se termina la conquista de Tenerife, en 1496, y se suicida el mencey Bentor, los conquistadores procedieron a repartir el territorio ganado por las armas, mientras que cientos de aborígenes, tanto de los bandos de paces como de guerra, fueron esclavizados y vendidos en los mercados esclavistas europeos.
La propiedad sobre el territorio y los recursos se remodeló, y la conflictividad sobre la propiedad de la tierra en el sur de Tenerife arrancó desde el inicial reparto entre los conquistadores castellanos, los conquistadores canarios y los guanches que apoyaron a los castellanos.
En Tenerife, entre los bandos de paces, estaba el reino de Adeje, cuyo mencey Pelinor apoyó a los castellanos, facilitándoles pertrechos y todo tipo de mantenimientos para sus tropas. Terminada la conquista y bautizado el mencey con el nombre de Don Diego de Adeje, recibirá por sus méritos tierras en Adeje y todo el barranco de Masca, en el oeste de la isla, y ante el grave problema que suponían los guanches alzados en las montañas se le obligó a participar en su captura.
En efecto, entre los alzados estaba el guanche Ichasagua, quien en 1502 se proclamará nuevo mencey de la isla, refugiándose con sus tropas en la zona de Adeje y altos de Chasna. Dice Betencourt Alfonso que el rey Ichasagua desde su morada de Hengua en la fortaleza de Ahiyo se comunicaba con un bucio “con los tagoros de Moreque y de Imoque” (Betencourt 1991:154).
Para sofocar la rebelión, Fernández de Lugo contrató a los guanches Simón, Fernando, Gaspar y Francisco de Tacoronte, que acordaron organizar la toma de “los guanches alzados”, siempre que “les sean dados los mantenimientos y expensas necesarias”. Y desde el Cabildo de Tenerife se pidió la liberación del guanche Izora (Pedro de Adexe), hijo de Don Diego, para que colaborara con la captura de los rebeldes, puesto que “sabe la tierra del reyno de Adexe, do andan los alzados” (Serra 1949: 51).
Cuando las tropas dirigidas por guanches desembarcan en los Cristianos y cercan al díscolo Ichasagua, este finalmente se clava un puñal en el pecho, tomándose definitivamente posesión del sur de la isla.
En los repartimientos de tierras fue datado en Arona Hernando de Tacoronte, quien, según Bethencourt Alfonso, “fue uno de los que desempeñaron papel más eficaz en la sublevación del rey Ichasagua, cinco años después de la conquista”. También salió muy beneficiado Hernando de Guanarteme II, sobrino del rey de Gáldar, de quien tomó su nombre, por lo que sospechamos su participación en los hechos. Recuérdese, en este sentido, que el indígena canario Pablo Martín Buendía, que fue quien dio muerte a Bencomo, obtuvo en repartimientos “una cueva que era auchón del rey de Tacoronta” y en 1503 “unas casas del Rey de Ycoden” (Serra 1978 :185).
Fernando Guanarteme II obtuvo, precisamente, las cuevas y fuente de la fortaleza de Ahiyo, lugar de refugio de Ichasagua. Como se aprecia en las siguientes datas:
1341-2.- Hernando Guanarteme. 50 f. de ta. De s. en el reino de Abone e unas cuevas q. se llama Hig… roto q. lindan con un baranco de las moradas… rey de Abona e lindan con un malpaís. Digo q. do en nombre de Sus Magestades, 3 c. en el dho. Lugar 20-VI-1522.- 7-XII-1564 pareció Juan Alonso, e como marido de Leonor Hernándes, mujer q. diz es defunta, como hija y heredera q. dijo ser de H.G y por sus hijos y de la dha. L.H. su mujer, presentó este título.(Serra 1978:271)
1.111-13.- Fernando Guadarteme. Una fuente q. está en Tejyna en Adex con sus cuevas para vuestros ganados y otras majadas q. están en la Fortaleza de Adex q. se llama Abyyo (Ayyyo, enmendado Abyyo). Digo q. lo de la fuente sea si vos apravecháis el agua con tal q. sea de los ganados q. quisieren beber y cuanto a lo de las cuevas y majadas, q. vos las do. 29-IX-1507 (Serra 1978 :211).
Los Llanos del Rey Ichasagua, en Hengua, según Bétencourt Alfonso, estaban en la fortaleza de Ahiyo, y esta fortaleza se corresponde en la actualidad con el Roque del Conde en Arona.
Roque del Conde y Arona 1890-95. Foto: oscardominguezblogspot.com |
El guanche de paces Gaspar Hernández obtuvo tierras en Adeje, puesto que en su testamento de 1512, reconoce la propiedad de 600 fanegadas y consta que a su hermana Elvira Hernández se le dieron 400 fanegadas también en Adeje.
Alonso González natural, un miembro de la nobleza aborigen de Güímar, contrajo matrimonio con Catalina Gaspar, la hija de Gaspar Hernández, teniendo ambos diez hijos. Esta familia González mantendrá sus propiedades en Adeje hasta 1663, en la que Francisco González Guanche y su hermana Águeda las venden al Señor de Adeje, Juan Bautista de Ponte.
De los conquistadores, en 1516, se le repartieron tierras en Abona al regidor castellano Cristóbal de Valcárcel, quien obtuvo propiedades en el valle de Ahijadero, desde la fuente de Jamar hacia las moradas que se llaman de Guadarteme. Y por otro lado, reseñar, especialmente, las propiedades obtenidas por cuatro conquistadores en Chasna, que se reunificarán por compraventa en manos de Juan de Padilla y esposa, cuya hija casará con Pedro Soler.
Igualmente obtuvieron tierras en la zona Guillén Castellanos, Rodrigo de Jaén, Don Diego (último rey de Adeje) y los conquistadores canarios Antón de la Sierra y su mujer María González, Diego de Torres y su mujer Lucía Hernández Guanarteme, hermana de Fernando Guanarteme II, Pedro Delgado, Pablo Martín, Pedro Luys, Pedro Mayor, Pedro Madalena , Juan Dana, Fernando de León y Alonso Sánchez. También, el canario poblador Pedro de Frías “que venistes con vuestra mujer e fijos e casa, 12 cahices de sequero en Abona en el barranco de Chasno a do están dos fuentes de agua”.
La importante participación de los canarios en la organización de la nueva sociedad en el sur de Tenerife se plasmaría políticamente con el nombramiento del indígena canario Fernando de León como alcalde de Abona (Betancor 1999:119).
Los Domínguez obtuvieron numerosas propiedades, cuyo origen aún no está claro del todo. Consta que los terrenos de Ichasagua le pertenecían a Fernando Guanarteme, a Hernando de Tacoronte y al conquistador Varcárcel y, sin embargo, los del primero no pasaron a manos de su heredero natural, el marido de su hija Leonor Hernández, llamado Alonso, quien en 1566 reclamará la posesión de esas tierras, sino que pasaron a manos de los Domínguez.
Adeje en el siglo XIX. Fondo fotográfico del Ayuntamiento de Adeje |
¿Qué pudo haber sucedido para que las propiedades del Hernando Guanarteme, en el sur de Adeje, pasaran a manos de los Domínguez, y qué relación pueden tener los Domínguez con los Guanartemes?
Las propiedades concedidas en esta zona a Fernando Guanarteme datan de 1507 y 1522, y Fernando Guanarteme II falleció poco después, en 1539, cuando tenía 68 años, dejando a la hija de su esclava Inés, llamada Leonor, como heredera universal. En el testamento de su viuda de 1539, también quedó como heredera Leonor, ya casada con Juan Alonso, que además, era sobrino de Fernando Guanarteme, hijo de su hermana Marina Fernández.
La reclamación de Juan Alonso sobre las propiedades de Fernando Guanarteme, que le pertenecían a su esposa Leonor, datan de 1564, con lo cual, el traspaso de propiedades de los Guanarteme a los Domínguez debió de producirse con posterioridad a 1522 y antes de 1539 con lo que podemos descartar, por tanto, la información aportada en el legajo de Fernández Bethencourt en que se refiere que “el capitán Antón Domínguez, primero de su nombre sirvió valerosamente a los Católicos Reyes Don Fernando y Doña Isabel en la conquista de Tenerife y en premio a sus leales servicios tuvo ciertos repartimientos en el sur de Tenerife”.
No se conocen tales repartimientos y las propiedades que tuvieron los Domínguez eran las mismas propiedades que las de Fernando Guanarteme. Parece lógico, pues, concluir que, si no pasaron a su heredera universal, hija de su esclava, debieron de pasar a otro familiar directo, quizás algún Domínguez, aunque su exacto parentesco desconocemos por el momento.
Otra posibilidad es que las propiedades del capitán Antón Domínguez provinieran de la herencia de su esposa Francisca Delgado de Frías o Delgado Guanarteme, como también se la reconoce. En este sentido, es oportuno reseñar que los conquistadores canarios Pedro de la Lengua y Pablo Martín también obtuvieron “Una lomada de tierra en Abona en Arcamaze , dende el barranco donde están los charcos e un pino hasta otro barranco que está hacia Agache, a donde está un drago, e por arriba unas montañas e aguas vertientes a la mar, con las cuevas que hay dentro…” (Serra 1978: 264).
Este Pedro de la Lengua fue el abuelo de Francisca Delgado de Frías, esposa de Antón Domínguez, y es muy posible que fuera hijo de Juan Delgado, el último faycán de Gáldar.
Las propiedades de Pedro de la Lengua pudieron pasar a su nieta, pero las de Fernando Guanarteme II le correspondían a su heredera universal, hija de su esclava. Por ello, nos arriesgamos a pensar que Fernando Guanarteme no debió de vender esas tierras, porque si no, su heredero no las hubiera reclamado, por lo que posiblemente las debió de ceder personalmente en vida a Antón Domínguez, quizás porque fuera un familiar directo, o ya que era capitán, por su destacada participación en la reorganización del sur de Tenerife, tras los continuos alzamientos de indígenas en esos años.
Recuérdese que tras la conquista, los guanches que se mantenían alzados fueron literalmente “cazados” por Jorge Grimón y sus siete espingarderos, y en 1502, Ichasagua se había alzado en los montes de Chasna hasta que un puñal acabó con la esperanza de los indígenas. Pero en 1514, todavía había en la isla doscientos hombres de pelea guanches con tamarcos, lanzas, dardos y espadas, que no obedecían a la justicia, y por ello, el Cabildo de Tenerife, en 1515, ordenó que se organizaran una o dos cuadrillas “de la mesma nación” para capturar a los guanches, convocándose a sus principales líderes, como Diego de Ibaute, Fernando Tacoronte, Francisco de Villera, Francisco de Espinosa, Gaspar Fernández, Juan Navarro, Pedro Trujillo, Juan Alonso y Juan Valenciano. Y se les dieron dos meses para traer a todos los alzados guanches so pena de ser desterrado perpetuamente (Serra 1965: 68).
Fernando Guanarteme II había apadrinado al mencey de Tacoronte Acaymo, al que se le se bautizó con el nombre de Fernando de Tacoronte. Prendado de los encantos de su hija Inés, no dudó en esclavizarla junto a su marido, no liberando a Inés y a sus dos hijos hasta su testamento de 1512. Mientras tuvo con ella a su hija Leonor, a la que tanto él como su esposa, en sendos testamentos, la declararían posteriormente como heredera universal.
El conquistador Jerónimo Valdés había violentado a la hija o esposa del mencey Pelinor (D. Diego de Adeje) y fue investigado por la Inquisición por mantener relaciones con una musulmana en las cuevas de Adeje de Fernando Guanarteme. Ambos, Jerónimo Valdés y Fernando Guanarteme, comprarían en la zona, a mitades, la propiedad del conquistador Rodrigo de Jaén (Báez 2010: 79).
Los guanches Fernando de Tacoronte y Gaspar Fernández participaron activamente en la represión contra los alzados guanches, y por ello, obtuvieron amplias recompensas, y quizás por el mismo motivo, Fernando Guanarteme también fue ampliamente datado en el sur de la isla. Con el paso del tiempo, algunas de sus propiedades pasarían a manos de los Domínguez.
Así pues, la conformación de gran propiedad en el sur de Tenerife se articula no solo por los beneficios obtenidos en la participación activa de los conquistadores en la ocupación del territorio. En este proceso de usurpación territorial de sus naturales propietarios, participarán importantes personajes de la élite de los Semidanes, que apoyaron abiertamente a los conquistadores europeos (Fernando Guanarteme, Juan de Frías, Diego de Torres, Antón de la Sierra, Pedro Luys, Pedro Madalena, Pedro de la Lengua, Pablo Martín, Fernando de León), y algunos importantes elementos de la propia sociedad guanche como D. Diego, el mencey de Adeje llamado Pelinor, Gaspar Fernández y el mismo mencey de Tacoronte Acaymo, bautizado como Fernando de Tacoronte.
El poder de las armas se convirtió en el poder sobre el territorio y el agua, y consiguientemente, se generó una oligarquía terrateniente de europeos, canarios y guanches que impondrán su autoridad entrando en litigio con el poderoso empuje de la nobleza ansiosa de títulos y propiedades territoriales. Este es el caso de los Soler en Chasna o los miembros del marquesado de Adeje, que no dudaron en aglutinar numerosas propiedades apropiándose incluso de los terrenos realengos y de los derechos sobre el vecindario.
Un último aspecto a reseñar sobre los Domínguez es el de su parentesco con la casa real de los indígenas de Gáldar. Ya hemos comentado que no aparecen entre la nómina de conquistadores canarios que marchan a la conquista de La Palma y Tenerife al mando de Fernando Guanarteme y su hermano Maninidra. Solamente se conoce la referencia de Viana a un Roque Domínguez, que participa en la conquista de Tenerife como peón. Pero si los Domínguez provenían de la nobleza indígena de Gran Canaria, tendría que aparecer su nombre entre los miembros de la oligarquía galdense posterior a la conquista.
Y, en efecto, en la iglesia parroquial de Gáldar nos encontramos con el nombre de Pedro Domínguez en varias ocasiones. Así, el 29 de septiembre de 1512, se recoge el nacimiento de su hija Marina:
1512 Marina A los veintinueve días del dicho mes de septiembre bateó Pedro Domínguez una hija legítima por nombre llamada Marina. Sus padrinos fueron Francisco Jiménez especiero, morador en esa Villa e María Fernández mujer de Johan Alonso Portugués”.
En 1512 , un Pedro Domínguez participa en el deslinde de Guayedra; en 1519, entierra a uno de sus hijos; y en 1526, firma un documento contrario a la segregación de Guía. Faneque Hernández, estudiando el tema de la descendencia de Catalina Guanarteme, la hija de Fernando Guanarteme I rey de Agaldar, que había nacido en Córdoba, anota que una de sus hijas, la llamada Sebastiana Mayor, había casado con Hernán Domínguez, probablemente hijo de este Pedro Domínguez. Y el hijo mayor de Sebastiana, que debió de nacer sobre 1520-25, se llamó Antón Domínguez, quien, en su opinión, es el que debió de pasar a Tenerife casado con Francisca Delgado (Hernández 2015: 97).
Es evidente que los padrinos de la niña Marina Domínguez, nacida en Gáldar en 1512, no eran naturales de la isla, pues uno era solo morador, y la otra, mujer de un portugués, lo que da pie a pensar en el origen portugués de estos Domínguez, al igual que de un tal Juan Domínguez, portugués estante en La Palma, que encontramos en 1521, realizando negocios en San Pedro de Daute. (Martínez 1988: 271).
También señalaremos que en Daute nos aparece un Alonso Domínguez, vecino de las cumbres de San Bartolomé, y que en 1526 registra su firma como testigo en un documento de compra-venta un tal Pero Domínguez.
En cualquier caso, nosotros sospechamos que este primer Pedro Domínguez de Gáldar es el europeo que apadrina y da nombre al capitán indígena que pasa a Tenerife, aunque es cierto que ello, por lo pronto, no es más que una suposición. Pero, en este sentido, recuérdese que todos los indígenas fueron bautizados con el nombre de sus padrinos, como por ejemplo sucedió con el caso del canónigo de Gáldar Pedro Madalena, que dio nombre y apellido al conquistador canario Pedro Madalena, casado con Constanza Fernández, hermana de Fernando Guanarteme II. También, señalar sobre esta cuestión que en 1530, el beneficiado de Gáldar era Fray Juan Domínguez.
Díaz de Quintana señalaba, en el mismo sentido, que la hija del faycán Aythami, llamada Francisca Guanarteme, había contraído matrimonio con el capitán indígena Antón Domínguez, siendo el hijo de ambos Pedro Domínguez Guanarteme.
Por tanto, como quiera que hay referencias claras a indígenas canarios con el apellido Domínguez entre la élite social de Gáldar, parece oportuno apuntar que el primer Domínguez con importantes propiedades en el sur de Tenerife pudo haber sido uno de los miembros de la oligarquía indígena canaria, con estrechas relaciones familiares con los Semidanes, que pasó a esa isla obteniendo importantes lotes de tierras por cesión directa o por méritos contraídos, en este caso, seguramente, con posterioridad a la conquista.
5 Conclusiones.-
. Los Domínguez de Fuerteventura tienen su ascendencia en indígenas grancanarios que, tras la conquista de Tenerife, quedaron instalados fundamentalmente en el sur de Tenerife. Las propiedades que llegaron a poseer debieron ser importantes.
. Estaban vinculados con la familia de la casa real de los indígenas canarios, portando por ello el apellido Guanarteme. Pero la endogamia de la nobleza aborigen fue interinsular, y así, sus ascendientes también están vinculados con las casas reales de los indígenas de Tenerife.
. Se produjeron importantes cruces con conquistadores castellanos como con los Trujillo, Martín de Mena y colonos como Gonzalo del Castillo, pero también con conquistadores y colonos de origen portugués.
. En el sur de Tenerife se conformó una poderosa oligarquía terrateniente de europeos, conquistadores canarios y represores guanches, que obtuvieron importantes lotes de tierras cuyas propiedades serán absorbidas paulatinamente por las familias Soler, en Chasna, o los Ponte, en Adeje.
. Con el devenir histórico, los Domínguez sufrieron de los percances tradicionales en la historia del Antiguo Régimen de Canarias, como la expansión del caciquismo y las consecuencias de graves epidemias que asolaban a la población de las islas.
. Seguramente, auspiciado por ambos factores, los Domínguez pasaron a Fuerteventura, donde fueron acogidos por familiares, también procedentes de Tenerife. Ello no les eximió de sufrir la dureza gravosa del régimen señorial.
. La piratería castellana en el norte de África, y la berberisca y británica en las islas, condicionará la vida de los Domínguez majoreros.
. Los descendientes se instalaron tanto en el norte como en el sur de isla de Fuerteventura. En la Florida, se mantendrán los Domínguez durante generaciones, emigrando algunos a Las Palmas de Gran Canaria. Finalmente, el poblado de La Florida se abandonó ya bien entrado el siglo XX.
. Paulatinamente, los Domínguez tendrán numerosa descendencia, prácticamente en todas las islas del Archipiélago, aunque especialmente en Tenerife, Fuerteventura y Gran Canaria.
Agustina Domínguez Socorro, descendiente de los Domínguez de la Florida |
ANEXO Nº 1 (Texto elaborado por Juan Ramón García Torres)
Descendencia de Pedro Domínguez y María de las Nieves Trujillo
Pedro Domínguez “Montañés “natural de la isla de Tenerife en el lugar de Chasna, casado con María de las Nieves Trujillo. Tuvieron por hijos:
Pedro Domínguez casado el 4 de mayo de 1712 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara y vecinos en La Florida con María García de León o como la llamaban “María Francesa”, hija de Matías de León y Catalina García “Francesa”, nació el día 26 de Abril de 1695. Este Pedro Domínguez es nombrado en los episodios que ocurrieron en la famosa batalla de Tamasite. Falleció el 22 de Junio de 1741 en el Pago de La Florida. Tuvieron por hijos:
Pedro Domínguez, nació el 27 de mayo de 1713, murió de niño.
Manuel Domínguez. Se bautizó el día 20 de marzo de 1715 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 43 Vto.).
Catalina Francesa, Se bautizó el día 28 de noviembre de 1717 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 83). Casada el 28 de mayo de 1742 con Miguel Morales, hijo de Juan Morales y Ana Estacia Rodríguez vecinos de Santa Cruz de Tenerife
Josefa del Carmen Morales Domínguez, casada el 7 de julio 1780 con José González Montesdeoca (natural de Gran Canaria en el lugar de Arucas), hijo de Manuel González y María Cabrera Montesdeoca
Nicolasa González Morales casada con su pariente José Antonio Domínguez Quesada.
Juan Domínguez. Se bautizó el día 15 de febrero de 1720 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara, (Libro 1 – Folio 123).
Ginés Domínguez, nació el 20 de enero de 1723 en el pago de La Florida y se bautizó el día 27 de enero de 1723 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 144). Casado en primeras nupcias el 24 de Agosto de 1746 con Catalina Negrin Robaina dispensados en 3º grado de consanguinidad, bautizada el 8 de Agosto de 1725, hija de Diego Martin Robaina y Lucia de Armas Negrin. Vecinos todos del Pago de la Florida. Y en segundas nupcias casó con María Umpiérrez el 19 de mayo de 1751. Del primer matrimonio tuvieron por hijos:
Pedro Domínguez casado el 31 de mayo de 1774 con Catalina Ruiz de Quesada, hija de Francisco Ruiz de Quesada (natural de la isla de Gran Canaria en Gáldar) y Ana Bernarda Silvera (vecinos del lugar de Tuineje).
José Antonio Domínguez Quesada Nació el 14 de marzo de 1780 en Tuineje y casado con su parienta Nicolasa González Morales (Reseñados arriba) dispensados en 3º grado de consanguinidad, se bautizo el 5 de diciembre de 1791 en el pago de La Florida, hija de José González Montesdeoca ( natural de Gran Canaria en Arucas) y Josefa del Carmen Morales
Miguel Domínguez casado el 12 de junio de 1774 con Bárbara Ruiz de Quesada hermana de Catalina Ruiz de Quesada
Antonio Alejandro Domínguez Quesada nació el 5 de marzo de 1777
José Domínguez. Se bautizó el día 24 de marzo 1725 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 167 Vto.). Casado el 27 de Julio de 1746 con Andrea Betancor Trujillo, hija de Manuel Trujillo e Isabel Francesa ( Esta Isabel, hermana de Catalina Francesa mujer de Matías de León y de Juan Robaina marido de Estacia Rodríguez)
Matías Domínguez nació el 23 de octubre de 1727 en el pago de La Florida y se bautizó el día 28 de octubre 1727 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 193 Vto.). Casado con Teresa Robaina
Pedro Domínguez. Nació el 7 de enero de 1776 (En la partida de bautismo consta que fueron sus abuelos Pedro Domínguez natural de la isla de Tenerife en el lugar de Chasna y María Francesa)
Pedro Domínguez, nació el 25 de mayo 1730 en el Pago de La Florida y fue bautizado el día 29 de mayo de 1730 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 213 Vto.). Casado el 28 de agosto de 1757 con Francisca Robaina hija de Juan de Soto Miliago y Catalina Robaina (vecinos de Tesegerague)
Carlos Miguel Domínguez Robaina, nació el 19 de abril de 1777 y se bautizó el día 19 de abril 1777 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 2 – Folio) (En la partida de bautismo consta que fueron sus abuelos paternos Pedro Domínguez Montañés y Ana Estacia de las Nieves. Abuelos maternos Matías de León y Catalina Fabela)
José Antonio Domínguez Robaina, nació el 2 de enero de 1774
Inés Domínguez. Se bautizó el día 28 de noviembre de 1732 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 234 Vto.).
Francisco Domínguez. Se bautizó el día 8 de junio de 1736 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara, (Libro 1- Folio 274).
Lucas Domínguez. Casado el 5 de marzo de 1713 con Ana Estacia Rodríguez viuda de Juan Robaina, hija de Bartolomé Rodríguez y María Trujillo, en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 8). Fueron sus padrinos el Alférez Mayor Don Felipe Mateo, Pedro Domínguez y Juan de Betancur, estaban dispensados (no dice el grado), Hace constar el párroco que los padres de Lucas Domínguez son naturales de Chasna en Tenerife
Sebastián Domínguez, natural de Chasna isla de Tenerife, hijo de Lucas Domínguez y de Estacia Rodríguez, casado el 24 de marzo de 1737 en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 109 Vto.) con Catalina Negrin, hija de Juan Negrin de Armas e Isabel Hernández. Tuvieron por hijos :
Lucas Domínguez, vecino de Tesegerague, casado con Ángela Umpiérrez. Tuvieron por hija:
Agustina del Rosario Domínguez Umpierrez, nació el 12 de Noviembre de 1776
Francisco Domínguez. Casado el 11 de diciembre de 1718 con Teresa Rodríguez, hija de Juan Robaina (difunto) y de Ana Estacia Rodríguez, en la Iglesia de Nuestra Señora de Regla de Pájara (Libro 1 – Folio 40 Vto.). Fueron sus padrinos el Coronel Don Pedro Sánchez Umpiérrez, Don José Sánchez Umpiérrez y Diego Serdeña, fueron dispensados en 4º de Consanguinidad.
ANEXO Nº 2
TESTAMENTO DE PEDRO DOMINGUEZ
ESCRIBANO PEDRO GARCIA AGUILAR LEGAJO 3015
FECHA: 6 DE SEPTIEMBRE DE 1719.
Documento localizado en el AHPLP por Juan Ramón García Torres
“En el nombre de Dios Amen sepan quantos esta carta de mi testamento y ultima voluntad vieren como yo Pedro Domingues [...roto...] de la boluntad y en mi sano juicio y entendimiento tal qual Dios asido servido de darme, creiendo como creo en el misterio de la santisima trinidad Padre hijo y espiritu Santo tres personas distintas y una esencia divina y en todo aquello que cree y confiesa nuestra Santa Yglesia Catolica Romana en que la bibido y protesto morir Poniendo por su intersesora y abogada a la siempre birjen Maria nuestra Señora para que interseda con su presiosisimo hijo ponga mi anima en aquella parte y lugar que fuere Servido para mi salbasion Hago y ordeno este mi testamento en la manera y forma siguiente.
Primeramente mando mi anima a Dios nuestro Señor y el cuerpo a la tierra de que fue formado para que a ella sea redusido.
Yten quiero y es mi boluntad que si Dios nuestro Señor fuere Servido de llevarme de la presente enfermedad o de otra devajo de la disposision deste mi testamento mi cuerpo sea sepultado en la iglecia de Nuestra Señora de Regla del lugar de Paxara en la sepultura que se me señalare por el Benerable cura; la mortaja de mi cuerpo en el avito del serafico padre San Francisco que desde luego pido para ganar las gracias digo tengo en mi casa y siendo a ora se me haga lo que digo pusieren mis hijos y albaseas [...ilegible...] el dia de onras y cavo de año y especialmente el oficio de cuerpo presente según es estilo y se me digan tres misas resadas y otras tres el dia de onras y otras tres al cavo de año y se me digan mas otras nuebe misas [...ilegible...] siendo las dies y ocho misas [...ilegible...] Y se me diga la misa por el alma.”
“Yten es mi boluntad se de a las mandas forzosas a cada una medio real por una ves con que la retiro? de mis bienes que a si es mi boluntad.
Yten dejo a la cofradia de Nuestra Señora de Regla y Nuestra Señora de la Peña medio real a cada una por una ves y se paguen de mis bienes que asi es mi boluntad.
Yten declaro no dever a nadie cosa alguna de que me acuerde ojaga memoria Esepto fanegada y media de trigo a Pedro Garcia Maiordomo del Sargento Mayor D. Pedro Gomes de Socueva mando se le pague. Y asi mesmo debo a Phelipe Rodrigues treinta y quatro reales de su soldada quando estubo conmigo Mando se le paguen que asi es mi boluntad Y asi mesmo devo veinte Reales a Pedro Alonso de Cavo Blanco? Vesino del lugar de Chasna de la ysla de Tenerife mando se le paguen.
Yten mando se diga una misa por las benditas animas del purgatorio mando se le diga.”
“Yten declaro que yo fui casado y velado en has de la Santa Madre Yglecia con Maria de las Nieves Truxillo que esta fallecida y durante nuestro matrimonio tubimos por nuestro hijos lexitimos y de lexitimo matrimonio a Lucas Domingues, a Francisco que fallecio moso, a Juan Garcia Domingues , a Pedro Domingues, a Francisco Domingues, a Catarina Domingues Truxillo que caso con Mathias Rodrigues y a Maria de las Nieves que caso con Nicolas Rodrigues a todos declaro por mis hijos lexitimos y de mi muger.
Yten declaro que a el tiempo que case a la dicha Catarina Truxillo con el dicho Mathias Rodrigues le di en dote y casamiento los bienes siguientes que fue ropa de uso de su persona algunas savanas que serian quatro digo tres savanas y no le di otra cosa que (...) bueno, declarolo asi para que conste.
Yten declaro que al tiempo que se caso Maria de las Nieves Truxillo con el dicho Nicolas Rodrigues le di en dote los bienes siguientes.
Por una Yunta de bueies, seis cabras, medio cais de trigo, medio de sevada blanca, y la ropa de uso, colchon y barra de cama, dos savanas y [...ilegible...] por todas quatro savanas Declarolo para que conste.”
“Yten declaro por mis bienes que tengo en la isla de Tenerife en el lugar de Chasna por erencia del Capitan Lucas Rodrigues mi padre y Lucia de Frias mi madre los siguientes. Por la parte como uno de los seis hermanos que fuimos en unas casas altas en dicho lugar de Chasna en la plasa de la iglecia de Señor San Pedro y se entiende con el sitio que le corresponde.
Yten en el valle del Ahijadero los arboles que me pertenecen y tengo en dicho lugar, con adbertensia que las tierras las tengo enpeñadas con D. Francisco de Mena vesino de la villa de la orotava hasta que se haga pago de dos mill dosientos y quarenta Reales de una fiansa que hise a Catalina Truxillo mi suegra. Yten un sercado de arboleda de almendreros y morales y un pino que es de los dichos mis hijos por ser de la dicha su madre en el valle del Ahijadero con las casas, orno y corrales declarolo por mis bienes. Yten declaro que delante de la puerta de las casas que llevo referido que [fueron] las de mi morada esta un sercado de jigueras y por ensima del otro esta otro sercadito de jigueras que las ereden mis hijos y les pertenece por la dicha su madre Y lo contenido …”
“Yten una suerte de tierra que linda con el mismo barranco esta la enpeñe en siento y treinta y quatro reales y medio al Benerable Benefisiado D. Matias Alonso Ruis (...) Y lindan por ariba con herederos de Anton de la Pas y por el lado del poniente con tierras del licenciado D. Salbador [González]? Cura que fue de la granadilla y por devajo con tierra mia que me vendio Juan Garcia mi hermano estando ya ausente.
Yten unas tierras que me dio dicho mi hermano Juan Garcia en malpaso en la [plaza]? Que lindan por el poniente con tierras mias y por devajo con tierras de Lasaro de Frias y por […ilegible...] con quien linda con tierras mias y por el poniente con tierras del capitan D. Diego Garcia y por ensima camino que sale del [pesulete]?
Yten declaro que tengo en dicho lugar desta villa de chasna a onde llaman guasa unas tierras que el primero lindero es el camino que se parta del camino de los cristianos y sale bereda arriba que sale a la […ilegible...] de la montaña a el paso de [...ilegible...].
Yten declaro [...ilegible...] lo apersivan mis herederos y para cumplir y pagar este mi testamento dejo y nombro por mis albaseas testamentarios a los dichos mis hijos a los quales les ruego lo asepten para que hallen quien entretanto por ellos haga y los [prorrogo]? El año del albaseasgo y en el remaniente de mis bienes daños y aciones que tenga por qualquiera rason nombro por mis unicos y unibersales herederos a los dichos mis hijos para que los partan por iguales partes los quales encargo la pas y conformidad y que los gosen con la vendita vendision de Dios y la mia y por este mi testamento reboco y anulo otros quales que aya fecho de palabra o por escripto que quiero que no valga otro que este que ahora otorgo en las cassas de mi abitasion desta isla de fuerteventura y paraje de Tesejerague a seis de septiembre de mil setesientos y dies y nueve años. [...ilegible...] el escribano Publico doy fee que conosco [...ilegible...]
“… todo en dicho valle del ahijadero testigos los dichos.”
Por testigo del otorgante Ante mi
Roque Lorenso Pedro Garcia Aguilar escribano publico
AGRADECIMIENTOS ESPECIALES POR SU EXTRAORDINARIA COLABORACIÓN A:
JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES
VIRGINIA AFONSO BARBER
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
FABIOLA HERRERA MELIÁN
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