viernes, 17 de julio de 2020

LOS ALARCÓN EN CANARIAS EN EL SIGLO XVI (PRIMERA PARTE)


JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES Y FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA


EL ORIGEN DEL APELLIDO EN LA TRADICIÓN CASTELLANA

Libro primero de las Genealogías del nuevo Reino de Granada. P. 480

“Los Alarcones hacen su principio de Fernán Martínez de Zavallos (Ceballos), caballero cantado por su calidad y celebrado por su valor que se halló en la toma de Cuenca y después por el año 1176 ganó la villa de Alarcón, señaládose con dos puñales vizcaínos hincándolos en la pared subió a la torre del Homenaje, mató a los motos que la guardaban y echó escala para que subiese la gente, ganó a su rey aquella fortaleza y en memoria de ello trocó el nombre antiguo de Zavallos por el de Alarcón



ABIERTAS PRETENSIONES

En este trabajo, que sigue aún pergeñándose, pretendemos en primer lugar hacer un repaso a la documentación con la que contamos de esta centuria para discernir los distintos linajes originarios de este apellido existentes en las islas y saber si están conectados entre sí. Más adelante, procuraremos, con las correcciones y mejoras necesarias, editar este artículo y los subsiguientes de este blog en un nuevo libro, que sería el cuarto de esta temática genealógica del tándem de detectives de la historia familiar de todos los canarios que formamos desde hace más de diez años Juan Ramón García Torres y Faneque Hernández Bautista.



MARTÍN DE ALARCÓN SEGÚN CEBRIÁN LATASA

Cebrián Latasa en su obra magna nos dice que Martín de Alarcón es un posible conquistador de Tenerife, converso penitenciado por la inquisición de Canarias, natural de Ayamonte e hijo del maestre de campo Martín de Alarcón. Nos dice además que era hermano de Hernando de Alarcón, Pedro Ruiz de Alarcón y dos más que fueron frailes. Casado en Ayamonte, se estableció en Lanzarote y una vez viudo casó en dicha isla hacia 1500 con Leonor de la Peña. A la muerte de su padre y de su hermano Hernando de Alarcón, Martín regresa a Ayamonte para hacerse cargo de los bienes familiares. 

Hijos: 

-Isabel de Alarcón, casada con Juan Beltrán, padres, entre otros hijos, de Francisca Roldana, Martín de Alarcón Beltrán, Pedro de Alarcón Beltrán, que fueron vecinos de Tenerife donde dejaron sucesión. 

-Hernando de Baeza, natural de Moguer, que marchó a Indias, donde murió en 1558.

-Diego de la Peña, natural de Lanzarote y vecino de esta isla, casado con Inés Betancor, padres de Pedro de Alarcón, Francisco Alarcón, Martín Alarcón de la Peña, Diego de la Peña y Juana Ramírez, vs. de Gran Canaria y de Tenerife, con sucesión.

-Pedro de Alarcón, natural de Lanzarote donde nació hacia 1505. Será vecino de La Palma donde administró los bienes del Adelantado  y finalmente de Tenerife, siendo vecino  y morador en La Laguna y en Güímar. Casado en Lanzarote con Juana Ramírez, tuvo por hijos a Martín de Alarcón, Francisco de Alarcón, Leonor de la Peña, y Hernán de Alarcón Betancor (…)


MARTÍN DE ALARCÓN EN LA VERSIÓN DE NÚÑEZ DE LA PEÑA

Acerca de Pedro de Alarcón,  hijo de Martín de Alarcón, nos dice Juan Núñez de la Peña en el capítulo IV de su “Conquista…”, en la relación que hace de autoridades de Tenerife del año 1555, lo siguiente con aclaraciones nuestras entre paréntesis:

“Pedro de Alarcón, señor del heredamiento de Güímar en el valle de nuestra señora de la Candelaria, patrona de las islas, fue capitán general de la Armada de las costas de África y apresó algunos navíos a su costa. Fue personero general en marzo y regidor, que también lo fue en Ayamonte de Andalucía. 

Era hijo del capitán Alarcón que fue casado dos veces: en Ayamonte, donde era natural, y en Lanzarote. De los dos matrimonios tuvo hijos, el cual fue uno de los más valerosos conquistadores a quien tocaron las tierras de Güímar. Era pariente del Marqués de Ayamonte adonde tenía sus casas casi iguales a las del dicho marqués con las armas de los Ceballos y encima las de los Alarcones.

Tuvo (Martín de Alarcón) tres hermanos y una hermana: el uno fue Hernando de Alarcón, caballero de la orden de Santiago y 24 de Sevilla, casado sin sucesión con doña  Teresa Lasso de la Vega. El otro fue Pedro Ruiz de Alarcón que casó en Córdoba con una señora de lo mejor de dicha ciudad sin sucesión. El otro se casó en la Hosa (Osa) del obispado de Cuenca donde tuvo hijos.


(Todos estos) fueron hijos de Martín de Alarcón, maestre de campo, que estuvo en la conquista de Granada, fue uno de los que dispusieron la obra de Santa Fe. Fue alcalde de la torre de Bataubi (Bibataubín, Granada) y lo había sido de Porcuna, el cual fue (a su vez) hermano de Pedro Ruiz de Alarcón a cuyo cargo salió el señor Alarcón, de edad de 18 años de casa de sus padres, a servir a sus majestades católicas a la conquista de Granada, como se puede ver por el libro de sus heroicos hechos…”

Comentario: 

Lo más relevante de este texto de Núñez de la Peña es que relaciona como hermanos del Maestre Martín de Alarcón, conquistador de Granada (tíos por tanto y no hermanos del capitán Martín de Alarcón, conquistador de Tenerife), a Hernando de Alarcón casado con Teresa Lasso de la Vega,  a Pedro Ruiz de Alarcón, casado sin sucesión en Córdoba, y a otro que fue casado en Osa del obispado de Cuenca. Es decir que, según este autor, existe conexión familiar entre los Alarcón de Ayamonte y los de Osa de Belmonte en Cuenca y, por tanto, Martín de Alarcón, el conquistador de Tenerife, y Juan de Alarcón el deán de la catedral de Canarias  podrían ser deudos, lo cual, de comprobarse, explicaría muchas cosas que hasta ahora parecían neblinadas.

Cebrián Latasa se plantea algunas cuestiones anejas en la entrada ALARCONES de su obra magna:

“Conquistador de las islas de Lanzarote y Fuerteventura venido con Jean de Bethecourt. Viana Poema… Canto II.”

“Juan Núñez de la Peña, tomándolo de una información familiar practicada por Pedro de Alarcón Fonseca, en 1623, para entrar en la Orden de Santiago habla de un Hernando de Alarcón, socio de Jean de Bethencourt y conquistador de las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Tuvo pleitos con el normando y alcanzó a tener el Señorío de la isla de Lanzarote que traspasó a Fernán Pérez. Actuó con su poder un sobrino, morador en Lanzarote, llamado Diego de Alarcón”

Cita también Cebrián Latasa, en esta misma entrada, que en los papeles de trabajo de Tomás Marín de Cubas, en su resumen del manuscrito original de Abreu Galindo, hace referencia a este mismo personaje, Hernando de Alarcón, pero asociándolo a Hernán Peraza en el Señorío y la conquista de las Islas Canarias.

Cebrián Latasa concluye que todo esto no tiene ningún respaldo histórico documental y que es fruto fabricado sobre la base del relato tradicional de la conquista de las islas en tiempos del barón normando pero poniendo a los Alarcones en el lugar del protagonista de turno de esa crónica. “Fue labor”, nos dice finalmente con gruesas palabras, “de memorialistas profesionales que sirvieron con ello los intereses de quien les encargó y pagó el trabajo”.

Veamos qué es lo que dice exactamente Marín de Cubas en la edición final de su obra que para nosotros es merecedora de la máxima confianza situando el litigio por el señorío de las islas en un estadio primigenio allá por el año de 1430:

“Habiendo quedado en su posesión (de las islas) Pedro Barba y que en ella tenía muchos grandes atrasos sin otra esperanza, y habiendo aun codiciosos a ellas, trata de traspasar el derecho a Fernán Pérez (por Peraza), caballero de Sevilla, y antes de hacerse el trato se opone a la demanda Fernando de Alarcón, y puesta demanda a Pedro Barba con instrumento de Juan de Bethencourt de que le había vendido una de las islas de Canaria que andaban conquistando, sin señalar cuál fuese, en gran suma de maravedís, y cobrados, a cuenta de gastos pedía su derecho justicia, y después de largas respuestas y demandas, mandó el rey que se le diese título de Señorío a Alarcón de la isla de Lanzarote y él envió luego en su nombre a Diego de Alarcón su sobrino (para que) tomase en su nombre la posesión, y luego, allí mismo en Lanzarote hizo el traspaso de ella en Fernán Pérez (Peraza) que se la pagó descontándola Pedro Barba del precio en que las vendió que fue el mismo que le vendió Maciot. Poco tiempo las hubo Fernán Pérez sin que se las diese en traspaso al conde de Niebla don Enrique de Guzmán que ya las pagó otra vez a Maciot el año 1433; túvolas en su dominio nueve años y, experimentado en ellas lo que los demás, hizo traspaso de ellas a Guillén de las Casas, caballero de Sevilla y veinticuatro, el año 1441”.

Aunque se habla de un Fernán Pérez no tenemos dudas al respecto de que el personaje citado es Fernán Peraza el viejo (Sevilla 1390-La Gomera 1452). De él sabemos que a través de su padre, Gonzalo Martel, poseía ciertos antiguos derechos sobre el señorío de las islas y que, tras su matrimonio con Inés de las Casas, recibió el señorío de Fuerteventura otorgado como dote por su suegro, Juan de las Casas, mientras que el derecho sobre el resto de las islas lo conseguirá en 1445 al permutar con Guillén de las Casas, pariente de su mujer, su hacienda de Huévar del Aljarafe a cambio de los derechos que Guillén poseía sobre el señorío, tanto heredados de su padre, Alfonso de las Casas, como adquiridos al Conde de Niebla, Enrique de Guzmán, en 1430.

Tenemos pues la noticia de que un tal Hernando de Alarcón fue por breve tiempo señor de Lanzarote por decisión real y que en dicha isla, tras su permuta, debieron mantener o ganar mercedes de los nuevos señores algunos miembros de la familia que pueden ser deudos del deán  Juan de Alarcón, canónigo en el obispado rubicense, y de su presunto pariente, el capitán Martín de Alarcón, quien contraerá matrimonio en Lanzarote con una descendiente de los Betancor. 

Después de estas disquisiciones, planteamos, en contra de lo que opina Cebrián Latasa, que los hechos que describe Marín de Cubas pueden tener sustento histórico y que los Alarcón de la rama andaluza formaron parte del vecindario de dicha isla desde mediados del siglo XV. 

Repasando la relación de hidalgos pobladores que vinieron con Diego de Herrera  a establecerse en el Señorío tenemos que uno de ellos se llama, según Abreu Galindo, Diego de Alcázar. Quizás haya un error de copia y estemos ante Diego de Alarcón, el sobrino de Hernando de Alarcón que fue por breve tiempo fugaz señor de Lanzarote. Si esto pudiera confirmarse tendríamos una justificación clara para la presencia de los Alarcón en Lanzarote en la segunda mitad de la centuria. 

Lo cierto y probado es que el capitán Martín de Alarcón casó en segundas nupcias en Lanzarote con una mujer de estirpe betancuriana y fue poseedor de extensas propiedades que lega a sus hijos. Sirvan de prueba, a principios del siglo XVII, las ventas que hace uno de sus bisnietos, vecino de Tenerife, antes de abandonar definitivamente la isla de donde proceden:

A 5 de mayo de 1619

“Francisco de Alarcón Betancor, vº de Lanzarote,…digo que por cuanto habiendo presentado en esta isla ante la Justicia de ella ciertos recaudos en razón de unas mercedes que a favor de Pedro de Alarcón, nuestro abuelo, hicieron los señores de esta isla…y se mandaron cumplir y parece que por parte de Luis Cabrera Felipe, vecino de esta isla, se alegó diciendo que las dichas mercedes por el dicho mi padre en ellas él tenía cierta carta de venta a su favor, en razón de cierta venta que se le hizo ante Francisco Amado en 1592 por la cual (mi padre) le había vendido 14 fanegadas de tierra en la comarca y vega que dicen la Vega de Alarcón, como en la dicha escritura se contiene…

A 27 de junio de 1619

“Francisco de Alarcón Betancor, vº de Tenerife, estante, por lo que a mí toca y como hijo legítimo de Francisco de Alarcón, mi padre difunto, vº que fue de esta isla de Lanzarote, y en nombre e Inés de Betancor, Juana de la Peña y María de Betancor, mis hermanas, vecinas de Tenerife, hijos y herederos que somos de Francisco de Alarcón y de Juana Ramírez de Betancor, difuntos y asimismo en nombre de Juan de Alarcón Betancor, cautivo en Argel, mi hermano… vendo al capitán Gaspar de Samarín, presente, 30 fanegadas de tierra de pan sembrar y montuosas que son en el término de Mozaga…”

En todo caso, sobre la participación del capitán Martín de Alarcón en la conquista de Tenerife y su proveniencia de Lanzarote no debieran quedar muchas dudas después de releer lo que se cuenta en la “crónica de Escudero” (p. 444 del libro “Canarias: Crónicas de su Conquista”):

“Al día siguiente enviaron al capitán Alarcón con 60 lanzas; volvieron tarde, cansados y molidos por los malos sitios para los caballos; trajeron poco ganado de cabras y una mujer de buena apariencia, era pastora de cabras y traía un niño en los brazos y a la espalda un zurrón con su alimento… Queriendo algunos días después Alarcón bautizar al chiquillo, la madre, de enojo,  se emperró y con él en los brazos se despeñó al mar de un alto risco, habiendo intentado enviarlos a doctrinar a Lanzarote. El día en que Alarcón corrió la tierra vieron gran cantidad de guanches sobre unas sierras donde no pudieron llegar los caballos…”



EL DEÁN JUAN DE ALARCON 

Néstor Álamo en la obra “Tenesoya Vidina y otras tradiciones” en el capítulo “Un don Juan de vuelta y vira” nos recrea la prosapia del deán con estas palabras:

“A lo que parece, la nobleza de Don Juan de Alarcón estaba limpia de trampas y amaños. Así como muchos nobles de las islas en aquella primera hornada de sangre azul aparecían con escudos donde el través de la barra debía mostrarse señalando no muy lejanas bastardías, el de este Alarcón aparecía limpio y clarífico…”

Después citando la obra magna de Núñez de la Peña "Conquista y antigüedades de las Islas de la Gran Canaria" nos dice al respecto de este linaje de los Alarcón:

“Según las existencias del ARCHA, el primero del linaje de Alarcón fue Alonso de Alarcón, Alcaide de Zafra, vecino del lugar de Ossa, en Cuenca, junto a Belmonte. En matrimonio con Juana de Santoya hubo a Hernán Ruíz de Alarcón, avecindado en aquel lugar y escudero del Marqués de Villena. Casado Hernán Ruíz con doña Catalina de la Torre hubo en ella al Lcdo. Luis de Alarcón, Caballero de Santiago y Fiscal del Consejo de esta Orden; a Hernán Ruiz de Alarcón, cuyo matrimonio se ignora, y a nuestro alocado y arrollador don Juan de Alarcón. Un sobrino de este último, hijo de su hermano Hernán, que tenia por nombre Juan Ruiz de Alarcón, litigó y obtuvo en 1577 ejecutoria de su hidalguía. Hermanos de tal Juan Ruiz de Alarcón fueron Francisco de Alarcón y doña María de Alarcón, de análogo apellido, esposa del Señor de Minaya, don Francisco Pacheco”.

“Según manifestaciones hechas ante el Santo Oficio a raíz de la información abierta por el Chantre Jiménez, don Juan de Alarcón hubo en Leonor Páez, los hijos siguientes: Diego de Alarcón, casado en Canaria con Brígida de Asuage; Gaspar de Alarcón, que casó tres veces; la primera con doña X Vega; la segunda con doña María de Ortega y con Leonor Coruja, la tercera. Esta última fue hija de Rodrigo Gallego. Un hijo del tercer matrimonio, el capitán Juan Ruíz de Alarcón, fue casado con Leonor Vázquez de Apua, hermana de Carlos Luis Surio, con quien contrajo matrimonio en el Sagrario Catedral de Canaria a 17 de noviembre de 1567. El hijo tercero de Leonor Páez y don Juan de Alarcón se llamó Juan Ruíz de Alarcón y ostentó el grado de capitán. Testó ante el escribano de La Laguna, Baltasar Hernández, a 28 de agosto de 1593 y casó con Ana López de Ribera, hija del conquistador de la Gran Canaria Diego López de Ribera y de su esposa, Isabel de Villalobos. El último de los cuatro hijos de Leonor y don Juan fue doña María de Alarcón, esposa de Juan de Herrera. El primogénito de esta doña María de Alarcón se llamó Álvaro de Herrera y fue bautizado en el Sagrario Catedral a 2 de septiembre de 1.540, pasando más tarde a México, donde formó familia”.


Por nuestra parte, añadimos que el tercer hijo natural del deán, llamado Juan Ruiz de Alarcón, es el mismo que aparece en Las Palmas con su mujer, Inés de Ribera, y su familia a fines de los años 50 ante Alonso Hernández ejerciendo de fiador, reconociendo deudas por trigo, arrendando casas, estableciendo contrato de aparcería de un parral de su propiedad sito en vegueta de Santa Ana, etc. Como curiosidad, resaltamos que en los siguientes documentos referidos a este personaje ejercen como testigo del primero el hijo mayor del boticario Juan de Alarcón, que se llama como su abuelo, Luis de Alarcón, y como testigo del segundo el escribano Miguel Jerónimo, de la familia judeoconversa de los Almonte, provenientes de Andalucía.


A 7 de noviembre de 1559

“Imposición de censo y tributo que Juan Ruiz de Alarcón y Ana de Ribera su mujer vecinos y en nombre de sus herederos hacen a favor de Luis de Quesada, vs y de sus herederos de 8 doblas de oro de canon anual por precio de 83 doblas de oro impuesto sobre una tierra con su agua plantada de parral que poseen en el camino de Telde, dando poderes para el cobro… Testigos: entre otros, Luis de Alarcón”.

En 23 de marzo de 1560  

“Reconocimiento de deuda que hace el hijo del deán por arrendamiento de las casas donde vive en Las Palmas, sitas en la calle de doña Luisa.  Testigos: entre otros, el escribano Miguel Jerónimo”.


EL MORISCO DIEGO DE ALARCÓN

En protocolos notariales de Las Palmas aparece ante el escribano Pedro de Escobar (1557-1558) el testamento de Leonor Bernal, morisca, mujer de Diego de Alarcón, morisco. Tuvieron una hija, llamada Juana, que nació en tierra de moros en Berbería, la cual fue esclava del genovés Juan Baptista Imperial y este la había enviado a Génova. Declara que quiere que sea su heredera si estuviese viva, y si no los herede su sobrino Cristóbal de Padilla, morisco, esclavo del señor inquisidor.

Por reiteración de nombres, este personaje bien podría ser un esclavo del escribano Diego de Alarcón, el hijo del deán,  y anteriormente del mismo deán, pues consta en los archivos de la inquisición que un tal Diego, esclavo de Juan de Alarcón, deán de Canaria, fue reconciliado de moro, saliendo a la vergüenza pública en el tercer auto de fe en 1534.


DON LUIS DE ALARCÓN,  COMENDADOR DE VILLAESCUSA DE HARO

A principios de siglo en 1506 aparece documentada la concesión regia de un repartimiento de seis caballerías de regadío en La Orotava, o en otro lugar cualquiera de la isla de Tenerife, al señor Licenciado Luis de Alarcón, conde de Haro (sic) y miembro del Consejo de las Órdenes. Se trata de un miembro de la nobleza castellana que no viene a Canarias a tomar posesión del repartimiento sino que, en contra de los establecido para el común de los agraciados, delega en un criado suyo llamado Diego Ramírez de la Rúa la posesión y administración de sus nuevas propiedades que, finalmente, le son otorgadas, por parte del Adelantado, en el valle de Afur. Ya hemos comentado que este noble absentista resulta ser un hermano del deán que es el personaje que probablemente está detrás de la operación del repartimiento pues residió algún tiempo en Tenerife, aun siendo deán de la catedral de Canaria, por lo que hubo de ser reconvenido por el cabildo catedralicio.

En el artículo “El origen del Consejo de las de las Órdenes”, obra del editor Pedro A. Porras Arboledas, se hace mención de la cédula firmada por los reyes católicos para que Luis de Alarcón fue nombrado caballero en Uclés. Dicha cédula está datada en Écija a 4 de octubre de 1501 y en ella los reyes lo llaman “licenciado Luis de Alarcón, de nuestro Consejo de las Órdenes”. En la nota 77 nos añade el editor la noticia de que “el caballero Luis de Alarcón dio inventario el año de 1506, siendo ya comendador (no conde) de Villaescusa de Haro (no de Haro), en el que se incluyen los cien mil mrs. de su salario, cierto soto en Palomarejo y, por su mujer, un molino en Vaciamadrid. Nos dice además  el editor que Luis de Alarcón sirvió continuamente su plaza en el Consejo durante 30 años y fue el decano del mismo desde el año 1526 hasta 1530”.


En el “Libro de las genealogías del nuevo reino de Granada” obtenemos el dato de su lugar de enterramiento:

“El Ldo. Luis de Alarcón, Comendador de Villaescusa de Haro, del Consejo de Órdenes en tiempos del emperador Carlos V y fundador de la iglesia nueva del insigne monasterio de Santa Fe de la ciudad de Toledo de monjas de la Orden de Santiago, donde fue sepultado”.

Y en la siguiente ficha de la Real Academia de la Historia, cuyo autor es Alejandro López Álvarez, obtenemos valiosos datos acerca de su biografía y genealogía y, por ende, de la del deán:

Alarcón, Luis de. La Osa (Cuenca), s. m. s. XV – 1530. Consejero de Órdenes.

“Hijo del licenciado Alonso de Alarcón, alcaide de Osuna y Cazalla, y de Juana de Santoyo, nació en la población de La Osa, diócesis de Cuenca, en la segunda mitad del siglo xv. Fue colegial de Santa Cruz de Valladolid, donde ingresó en 1486 por mano del cardenal Pedro González de Mendoza. Sirvió como abogado de la Chancillería de Valladolid desde 1496, pasando dos años más tarde a consejero de Órdenes.

También fue trece en la Orden de Santiago y comendador de Villaescusa de Haro.

Empezó a adquirir relieve tras las Comunidades, coyuntura en la que, en un informe elevado a Carlos V (fechado en Tordesillas en enero de 1521), se valoraba su actuación en la zona de Villaescusa de Haro, donde había logrado pacificar las alteraciones allí registradas, que seguían el ejemplo de los levantamientos producidos en Ocaña. Por estos días, Luis de Alarcón enviaba un memorial a Flandes, posiblemente a Francisco de los Cobos, en el que criticaba sin reservas la falta de una estrategia militar eficaz por parte del almirante de Castilla y la situación generada por el ejército tras la toma de Tordesillas.

Acabada la guerra, Luis de Alarcón solicitó en 1523 una plaza de regidor en Toledo al socaire de la abundancia de cargos vacantes provocada por la represión de las Comunidades. Argumentaba para ello que Fernando el Católico había ordenado que su nombre constase en el libro de las memorias para obtener la primera regiduría que se hubiera de ocupar en la ciudad.

Una vez concedido el oficio, renunció a él en favor del mayor de sus tres hijos, Diego López. Desde comienzos de 1524 formaría parte de la comisión encargada de entender en las causas de los caballeros del hábito de Santiago relacionados con los acontecimientos de las Comunidades.

Tras su muerte, su plaza en el Consejo de Órdenes, que había ejercido durante treinta y dos años, permaneció vacante durante algún tiempo. Sus descendientes contaron con el apoyo de la institución en la que sirvió su padre, y de esta manera, en febrero de 1531 el Consejo solicitaba de Carlos V que sus hijos menores (Juan de Alarcón y Dávalos, caballero de Santiago, y Jerónima de Alarcón) recibieran como merced y en recompensa de los servicios de su padre las rentas que había disfrutado en la Orden de Santiago. También fueron de ayuda los servicios de Luis de Alarcón cuando su hijo Diego López renunció a la regiduría en su hermano Juan de Alarcón. Esto provocó, sin embargo, la oposición de algunos regidores y que el Consejo de Órdenes volviera a interceder ante Carlos V apoyando las pretensiones de Diego López.

 

Pedimos disculpas por la extensión de estas notas acerca de este ilustre personaje nobiliario que no parece que haya pisado las islas. El motivo es que estamos convencidos de que es este personaje es el mismo que da nombre al mercader que vive en Tenerife en el primer tercio del siglo XVI del que ahora hablaremos. 

Después de todo lo expuesto, ¿alguien puede dudar de que los Alarcón establecidos en Canarias tienen un mismo origen aunque este pueda no ser legítimo sino natural?

EL MERCADER LUIS DE ALARCÓN, VECINO DE TENERIFE


Un personaje que se llama igual que el comendador, Luis de Alarcón, y que es mercader, aparece en muchos documentos de los años 20 y 30 del siglo XVI en la isla de Tenerife. Este mercader resulta ser el padre de Juan de Alarcón, el boticario, ancestro de la generalidad de los canarios a quien dedicamos este trabajo, como podrá comprobarse un poco más adelante a partir de la testificación de su nieto. Al mercader Luis de Alarcón lo vemos durante estos años vendiendo paño a multitud de vecinos de esta isla lo que nos habla de la prosperidad de sus negocios. 

Entre otras muchas referencias a este personaje, vamos a remarcar, por su interés genealógico dos citas, tomadas del artículo de Bello León y González Zalacaín “Los catalanes en la documentación notarial de Tenerife (1505-1525)” en las que parece darse cierta relación dependencia de Luis de Alarcón, como criado o representante legal, con los mercaderes catalanes Antón Joven y Antón Fonte que son primos entre sí.  La primera de las referencias es muy temprana, de 1514. De Antón Joven, primero mercader y más tarde regidor, sabemos por su propia declaración en 1534 ante Hernán González que es “hijo de Pedro Joven, su padre, vecino en los reinos de Cataluña (sic)” 

En marzo de 1514

“Antoni Font traspasa a Luis de Alarcón 2150 mrs. como parte de un contrato y obligación que tenía que pagar Juan Vázquez Parrondo”.

En febrero de 1520 ante Juan Márquez

“Luis de Alarcón en nombre de Antón Joven, según carta de poder otorgada da a renta a Rubín Dumpiérrez 160 cabrillas que tiene en Tenerife el dicho Antón Joven (…) Por no saber firmar, lo hace en su nombre Miguel Jerónimo”.

Asimismo remarcamos dos presencias en los años 30 ante el escribano Hernán González en las que se nos desvela el nombre de la esposa del mercader y el de uno de sus hijos:

A 3 de marzo de 1534 

“Luis de Alarcón, vecino, da un poder general a Juana de Alarcón, su legítima mujer, y a Jaime de Santa Fe”.

A 12 de marzo de 1534

“Luis de Alarcón, vecino, da un poder general a Pedro de Alarcón, su hijo”.


Y una mención más en 14 de marzo de 1534 ante el mismo escribano que nos depara algunos datos que no sabemos explicar referidos a cierto infante de Túnez:


“Doña Gregoria de Fonseca, viuda del infante don Juan Carlos de Túnez, en su nombre y como tutora de don Luis Carlos, su hijo legítimo, da poder especial a Luis de Alarcón, vecino, para comparecer ante la Justicia del Reino de Valencia o cualquier otro lugar para que le den el testamento del infante …y para cobrar y vender sus bienes…Testigos: Diego Ramírez, Francisco Hernández, Francisco Márquez” 


En un documento posterior de septiembre de l536 se nos aclara que Gregoria de Fonseca, Ana de Lobón e Isabel de Fonseca son las hijas de Andrés Suárez Gallinato y Juana de Lobón, difuntos por entonces. De este Andrés Suárez Gallinato, nos dice Cebrián Latasa, que fue conquistador de La Palma y Tenerife e hijo de Pedro Fernández de Algaba, primer gobernador de Gran Canaria, y de Leonor Suarez Gallinato, cuñada de Alonso Fdez de Lugo. Cebrián Latasa nos añade  tres hijos varones a su descendencia que son Bartolomé de Fonseca, Juan de Gallinato y Fernando Yánez de Lobón.


Lo relevante para nosotros de esta última pesquisa es que Luis de Alarcón se convierte en el procurador de la poderosa familia del adelantado para una causa legal que ha de llevarle ante las autoridades del reino de Valencia ante las que debe interceder. Es pues una persona de cierta consideración social cuyo origen sin embargo es un gran enigma a pesar del notable empeño puesto durante siglos en su descifrado por los funcionarios del Santo Oficio.


ELUCUBRACIONES DIVERSAS:

Nos planteamos inicialmente la posibilidad de que este Luis de Alarcón, vecino de Tenerife, que es sin duda el padre de Juan de Alarcón el boticario, pudiera ser a su vez un hijo de Martín de Alarcón, habido de su primer matrimonio en la Península con mujer que desconocemos. Luis de Alarcón habría ocultado su origen haciéndose pasar por catalán, natural de Tarragona, por razones que desconocemos. Nos basamos para esta conjetura en la repetición de nombres familiares (Martín de Alarcón, Pedro de Alarcón, Juan de Alarcón, etc., en los supuestamente distintos linajes canarios de tal apellido) y en la coincidencia  en Tenerife y Gran Canaria en el primer tercio del siglo XVI por una parte de hijos y nietos de Martín de Alarcón como son los Alarcón Beltrán, los Alarcón de la Peña y los Alarcón Betancor y, por otra, de hijos y nietos homónimos del mercader Luis de Alarcón como fue el caso de Martín de Alarcón. 


Nos sorprendió, sin embargo, posteriormente, que el más joven de los hijos del boticario, Baltasar de Alarcón, hubiese casado, según las pesquisas realizadas por los propios inquisidores, con Leonor de Herrera, hija de Juan de Herrera y María de Alarcón, y nieta del deán don Juan de Alarcón,  con lo que se nos abría otra posibilidad a estudiar acerca del origen de Luis de Alarcón, el padre del boticario. Recordemos que ese mismo nombre es el que ostenta el hermano del deán a quien el adelantado concede repartimientos en el valle de Afur. 

En favor de esta última posibilidad argumentamos, además de la señalada homonimia entre el comendador de Villaescusa de Haro, hermano del deán, y el mercader de Tenerife, el hecho de que el calavera don Juan de Alarcón dejase una estela de hijos naturales de su manceba y esclavas entre los que pudo estar la esposa de Luis de Alarcón, el mercader. No dejen de hojear los lectores el artículo antes citado “Un don Juan de vuelta y vira” de Néstor Álamo para saber algo más de las calaveradas del deán.

Sin haber podido esclarecer esta cuestión, nos centraremos a partir de este momento en la biografía y descendencia del hijo mayor del mercader Luis de Alarcón, vecino de Tenerife, llamado curiosamente como el deán, Juan de Alarcón, a quien se da el sobrenombre de “el boticario” o también de “el viejo” para diferenciarlo de su hijo homónimo, Juan de Alarcón el mozo, que será mercader como su abuelo. 


NOMBRES DE PILA DE HIJOS Y NIETOS DE LOS ALARCONES PRIMIGENIOS ORGANIZADOS EN DOS GRUPOS FAMILIARES, UNO PRESUNTAMENTE LEGÍTIMO (CUENCA) Y OTRO PRESUNTAMENTE NATURAL (AYAMONTE)


HERMANOS ENTRE SÍ E HIJOS DE HERNÁN RUIZ DE ALARCÓN Y CATALINA DE LA TORRE, NATURALES DE CUENCA

-Luis de Alarcón, comendador . Hijos de este: Diego, Juan y Jerónima.

-Juan de Alarcón, deán. Hijos de este Diego, Gaspar, María y Juan.

-Hernán Ruiz de Alarcón

HERMANOS ENTRE SÍ E HIJOS DEL MAESTRE MARTÍN DE ALARCÓN, VECINO DE AYAMONTE

-Martín de Alarcón, capitán. Hijos de este: Isabel, Hernando, Diego, Pedro

-Hernando de Alarcón

-Pedro Ruiz de Alarcón

¿Y en qué grupo encuadramos al mercader Luis de Alarcón, cuyos hijos conocidos a partir de nuestra pesquisa se llamaron Pedro y Juan de Alarcón?

La respuesta a esta pregunta, si los hados nos acompañan, al final de este trabajo.


EL  BOTICARIO JUAN DE ALARCÓN, VECINO DE GRAN CANARIA

Enlazando con la argumentación anterior aportamos, en primer lugar, para poner en duda el supuesto origen catalán del boticario que en el trabajo de Manuel Lobo “Los mercaderes y la trata de esclavos Gran Canaria. Siglo XVI”, en su índice de mercaderes según origen, se incluye a Juan de Alarcón en el grupo de los mercaderes de Castilla.


En segundo lugar, mostramos a los lectores la carta de dote que le otorga su suegro Juan de Merchante  a 15 de junio de 1528 ante el escribano Cristóbal de San Clemente:

“Juan Merchante, boticario, vecino, otorga a Juan de Alarcón, boticario, vecino, una dote por el casamiento con su hija Elvira de Carmona. Se entrega cierta cuantía de mrs. y bienes (…) entre ellos, unas casas en Las Palmas en la calle de la acequia que lindan con casas de Diego de San Clemente y con casas de Juan Merchante: palacios, corrales y pertenencias. Si fallece él antes que Catalina Álvarez, su mujer, que ella viva en las casas hasta su muerte. Se entrega la mitad de todos los aparejos de su botica en Las Palmas: potes, copas, redomas, almireces, drogas, medicinas, compuestos, ungüentos y cocinas y todas las cosas de la botica. Testigos: Sancho de Orduña, Diego de Carmona, platero, Pedro Álvarez, sastre, Juan Alarcón, boticario, vecinos, y Diego García del Rincón”.


Néstor Álamo nos describe de este modo la situación de la referida casa:

“Alarcón … abrió tienda en la cegada calle de la Botica. Esta vía, inexistente hoy, parece que iba desde la Catedral a la calle del Colegio, tras la casa solariega del Caballero Santa Gadea—poseedor del Mayorazgo de Arucas—frente al Patio o Huerto de los Naranjos, de donde y con dirección a los Reyes, nacía otro callejón que tras hacer un recodo tras la vieja Catedral iba a terminar en la referida calle de los Reyes, que entonces llamaban de la Acequia”.


Un año antes de su matrimonio, el 25 de febrero de 1527 Juan de Alarcón aparece por primera y única vez en las escribanías de Tenerife ejerciendo como testigo en cierto acto protocolado ante Bernardino Justiniano. Esto nos revela que Juan era estante en Tenerife por entonces, y que seguramente acababa de cumplir la mayoría de edad establecida por entonces a los 25 años que le permitía ejercer de testigo. 


Un año después de la concertación de su matrimonio nace Luis de Alarcón el primer hijo de Juan y Elvira en Las Palmas, bautizado en la iglesia de El Sagrario:

Jueves 22 de abril de 1529

Luis, hijo de Luis de Larcón (creemos que es un error de copia y debe decir hijo de Juan de Alarcón) y de Elvira de Carmona. 


A continuación les mostramos una retahíla de citas documentales referidas a este personaje o a su hijos obtenidas en los protocolos de los años 50 del siglo (escribanías de Luis Fernández Rasco, Alonso Hernández y Rodrigo de Mesa) en la isla de Gran Canaria, ordenadas cronológicamente. El lapso de 20 años entre una sección y otra de noticias se explica por la laguna de nuestros archivos, no por otra cosa.


En 1550:

“Codicilo del canónigo Bernardo Galicia en el que se determina que los esclavos Juan y María, ambos negros, los haya Juan de Alarcón, boticario, vecino, dando y pagando por ellos 95 doblas que le costaron”.


En 1552: 

“Traspaso que Francisco Sayago hace a Juan de Alarcón, boticario, de un pedazo de tierra de sequero en Tasautejo”


En 1554:

Juan de Alarcón, boticario, solicita ante el cabildo de la isla (Repartimientos de Gran Canaria) un herido para edificar un molino en La Vega en tierras de Santa Brígida con el respaldo de numerosos vecinos”.


En 1558:

Juan de Alarcón boticario impone censo enfitéutico a Juan Guillén y a sus sucesores sobre una heredad plantada de parral y cercada sita en el barranco de nuestra señora de Jinámar con 10 fanegas de tierra calma…”


“Poder especial que Mateo de Alarcón vº, mayoral de la casa de Señor San Lázaro de Gran Canaria, da a Rodrigo de la Peña. Testigo: Juan de Alarcón, mercader.


“Venta que Diego Lázaro, boticario, vecino, hace a Mateo de Alarcón, hijo de Juan de Alarcón, de unas casa altas en la calle de la Herrería”


“Imposición de 25 doblas de censo que Mateo de Alarcón, hijo del boticario Juan de Alarcón, y su mujer Clara Colombo, como principales vendedores, y Juan de Alarcón, boticario, y Elvira de Alarcón, su mujer, como sus fiadores y principales pagadores, hacen a Nicolás Jans mercader flamenco por el precio de 250 doblas. Imponen este tributo sobre 40 doblas del tributo que  les pagan Juan de Alarcón, mercader, y Andrea Núñez su mujer por suerte y media de tierra con su agua en el termino de Santa Brígida sobre las casas que los fiadores poseen en la calle de la acequia y sobre el más valor que tienen unas casas en la calle de la Herrería que Mateo de Alarcón compró a Diego Lázaro, boticario, con el cargo de 22 doblas de tributo a favor de doña Catalina Maldonado, mujer del licenciado Castillo.


“Imposición de censo de 10 doblas que hacen Juan de Alarcón, mercader, hijo de Juan de Alarcón, boticario, y su mujer Andrea Núñez”


“Reconocimiento de deuda que Mateo Alarcón, mayor de 14 y menor de 25, como principal deudor y Juan de Alarcón, su padre, como su fiador hacen a Diego Lázaro, boticario, de 300 doblas. Testigo: Juan de Alarcón, hijo de Juan de Alarcón”


En 1559:

“Poder general que Juan de Alarcón, vecino, mercader, otorga al licenciado Luis de Alarcón, su hermano, estante en Tenerife”. 


“Poder especial que Jerónimo de Valdés, vecino de la Gomera, estante, otorga a Melchor Ruiz para que cobre de Luis de Alarcón, vecino y regidor de La Palma, hijo de Pedro de Alarcón, 73 doblas que le debe…”


En 1562:

Comparece Juan de Alarcón, boticario, y arrienda unas casas a Francisco Gutiérrez que posee en la calle de la acequia”. 



Comentarios: De todas estas huellas documentales de los años 50 nos sorprendió la penúltima, la referida a un Luis de Alarcón, regidor de La Palma, que es hijo de un tal Pedro de Alarcón. Atando cabos, pensamos que este Pedro de Alarcón podría ser el hermano de Juan de Alarcón de tal nombre, hijo de Luis de Alarcón el viejo, que es citado en la testificación del hijo mayor del boticario, también llamado Luis de Alarcón, que en breve les mostraremos.



EJEMPLOS DE FAMILIAS CONVERSAS, CAPÍTULO DE LA TESIS DOCTORAL  DE ALBERTO ANAYA HERNÁNDEZ (ULPGC)

Antes de proceder a mostrar la transcripción de originales de distintas testificaciones relacionadas con la familia Alarcón creemos conveniente, por su especial interés, completar esta primera parte del artículo copiando literalmente de la tesis de Alberto Anaya “Judeoconversos e inquisición en las Islas Canarias” un amplio fragmento del capítulo titulado “Ejemplos de familias conversas” (páginas 178 y siguientes), en el que se nos habla de la familia de Elvira Marchante, la mujer de Juan de Alarcón el boticario, y de las arduas pesquisas de los inquisidores para esclarecer su genealogía.


JUAN MERCHANTE Y CATALINA ÁLVAREZ 


“Otro tipo de familia es el que personifica el matrimonio de Juan Merchante y Catalina Álvarez. El marido era natural de Córdoba, de 55 años, y se había instalado en Las Palmas en 1505 proveniente de Granada a donde se había trasladado desde Córdoba, quizás huyendo de los excesos de Lucero. Su padre, Diego Rodríguez, había sido merchante de pescado de donde debió tomar el apellido, y el nombre de su madre era Isabel Rodríguez ambos ya difuntos y reconciliados. De sus tres hermanos, las dos hembras habían casado con tratantes de pescado seco, la mayor, ya difunta, había sido reconciliada y su marido relajado, el hermano había huido de Córdoba por matar un hombre por celos según su versión. Debió casarse con su primera mujer a los 20 años o antes, por la edad de los hijos, era granadina y había sido reconciliada y en Granada vivieron “desde que se ganó” y hasta que en ella falleció dejándole cinco hijos, tres varones y dos hembras. Solo una de estas residía casada en Granada, las restantes vivían en Las Palmas, la hembra casada con el mercader converso Francisco de Mendaño. De los varones, Diego de Baeza estaba casado con la conversa sevillana María de Palmas y los otros dos, el boticario Alonso Ramos que vivía en La Palma, y Pedro de Baeza, estudiante en Sevilla, de 24 y 20 años, eran solteros.

De su segunda mujer, Catalina Álvarez, tuvo siete hijos. De los cuales murieron cuatro de la peste, sobreviviendo Lázaro, de año y medio, y Elvira de trece. 

Su segunda mujer, Catalina Álvarez, de 38 años, había estado casada en Sevilla con el tintorero converso Juan Álvarez, difunto hacía 19 años. También murió una hija de modorra, sobreviviendo un varón de 20 años lo que indica que casó joven. Viuda ya, fue llamada por su padre a Las Palmas donde la casó con Juan Merchante, de quien tuvo los hijos mencionados.

De los hijos del primer matrimonio de Merchante, el platero Diego de Baeza, de 31 años, comparece en las mismas fechas que su padre y corrobora sus declaraciones, incluidas las sanciones a familiares. Lo mismo hace su mujer, la sevillana María de Palma, de 32 años, hija del escudero Juan de Palma que tenía caballo y armas y vivía con quien le pagaba, y de Isabel, ambos difuntos y reconciliados.

Tenía tres hermanos, una hembra viuda  y dos varones que comerciaban con Indias e ignoraba si eran reconciliados. Sus cinco tíos y tres de sus abuelos habían sido reconciliados y el abuelo paterno, quemado.

Inés Hernández, la otra hija de Merchante, de 32 años, estaba casada con el mercader Francisco de Mendaño que no comparece por motivos que ignoramos. Su declaración era similar a la de su hermano y como dato interesante y al margen de la misma una nota de la Inquisición especificaba que eran Alarcones los hijos del maestre de campo de Telde don Fernando del Castillo. Se refiere a que la hija del matrimonio de Juan  Merchante y Catalina Álvarez, Elvira Álvarez de Merchante, casaría con el boticario tarraconense Juan de Alarcón de donde descenderían los del Castillo. 

Precisamente un hijo de esta pareja el Licenciado Luis de Alarcón, vecino de Tenerife, daría su genealogía el 29 de enero de 1584 (sic) al parecer al ser procesado, un extracto de la cual figura al lado de la de su familia.

(Según otra nota marginal el sargento mayor don Cristóbal de Heredia, casado con Catalina Estupiñán, que solicitaba una familiatura del Santo Oficio, también descendía de ellos).

Otro de los hijos de Juan Merchante el boticario  daría su genealogía en la Palma el 10 de julio de 1528, tres años después que el resto de su familia. Aunque reconoce el origen converso de la misma no menciona a ningún sancionado entre ellos; es más, apostilla en el caso de su madre y abuelos que su muerte fue natural. 

Los padres de Catalina Álvarez, suegros de Merchante, declararon asimismo en 1524 y 1525. Ambos eran sevillanos y se instalaron en Las Palmas en 1502. 

El padre, Diego de Carmona de 60 años y platero de oficio había sido reconciliado en Sevilla al igual que la mujer y participó en la composición que se hizo en Canarias en 1512. Sus padres padecieron la misma sanción aunque ninguno de sus cuatro hermanos, ni otros parientes que menciona, la sufrieron. La declaración era cierta pues en 1619 y 1620 la inquisición hispalense a petición de la canaria enviaba copias de las sentencias de reconciliación de los padres de Diego y del matrimonio así como de su genealogía que había declarado su madre en 1502 y que se ajustaba a la del hijo.

Su mujer, Isabel de Carmona, atestiguó que tanto sus padres como tres de sus cuatro hermanos y sus respectivos cónyuges habían sido reconciliados. Las sentencias de sus padres fueron asimismo enviadas desde Sevilla en 1619.

El matrimonio había tenido diez hijos de los cuales cinco habían fallecido, tres de ellos en fecha reciente de la peste que sufría Las Palmas. De los otros cinco, tres eran hembras, Catalina y otras dos viudas a las que no se hace comparecer, y dos varones, uno de ellos instalado en La Palmas.

El que se llamó Gonzalo de Carmona declaró en 1529 su genealogía en la Palma y estaba casado con María de Casañas, hija del converso oriundo de Orihuela Juan Pellicer. Manifestó ignorar si sus padres habían sido reconciliados, lo que parece difícil de creer máxime cuando se habían habilitado. 

El otro hermano, Pedro de Carmona, tenía 30 años y estaba casado con Catalina de Carmona de la que tenía tres hijos. Compareció en 1525 y su declaración concordaba con la de sus padres. Su esposa, de 23 años, también conversa, vivió en Tenerife desde los 4 años con su abuelo Gonzalo de Córdoba hasta que a los 13 años la casaron con Pedro y se trasladó a Las Palmas. 

En Las Palmas vivía el platero Hernando, sobrino de Diego de Carmona, aunque ignoramos si en la misma casa. Era soltero y manifestó tener tres hermanos dos en Sevilla y uno en Indias. También en Tenerife compareció en 1528 otro sobrino, hijo de otro hermano de Diego, llamado Gonzalo de Carmona”.



INFORMACIONES Y TESTIFICACIONES ANTE EL SANTO OFICIO. RELACIONADAS CON LA GENEALOGÍA DEL BOTICARIO JUAN DE ALARCÓN, Vº DE GRAN CANARIA, POR ORDEN DE ANTIGÜEDAD DE LAS MISMAS

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RESUMEN GENEALÓGICO CONFECCIONADO POR LOS INQUISIDORES ACERCA DE LOS PADRES DE ELVIRA ÁLVAREZ DE MERCHANTE TAMBIÉN LLAMADA ELVIRA DE CARMONA A PARTIR DE CIERTAS TESTIFICACIONES EN LOS AÑOS 20 DEL SIGLO XVI


Lo que hay en este libro primero de genealogías que toca a Catalina Álvarez y a Juan Merchante, boticario, marido de la susodicha:


Fueron los padres de Elvira Catalina Álvarez y el antedicho Juan Merchante, su marido.


Catalina Álvarez, natural de Sevilla, fue  hija de Diego de Carmona, platero, e Isabel de Carmona. 

Abuelos paternos: Gonzalo López, especiero, vº de Sevilla, reconciliado, y Elvira López, su mujer, reconciliada. 

Abuelos maternos: Diego Rodríguez, sastre, reconciliado, y Teresa Rodríguez, reconciliada. 


Juan Merchante, natural de Córdoba, nacido sobre 1470, fue hijo de Diego Rodríguez merchante, reconciliado, y de Isabel Rodríguez, reconciliada en Córdoba. De los primeros de gracia, están enterrados en San Andrés. En Córdoba están sus genealogías.


Descendientes de Catalina Álvarez y Juan Merchante boticario, su marido: Isabel, Elvira, Francisca, Bernardina, María, Diego y Lázaro. De todos, dice que le quedaron un hijo de un año y medio que se llama Lázaro y un hija de 13, dice que los otros son fallecidos, exceptuando a Lázaro y a Elvira.


SOBRE GONZALO DE CÓRDOBA, ABUELO DE CATALINA DE CARMONA, 

Notas propias de investigación, consultados los protocolos de Tenerife:

A 24 de agosto de 1510 ante Hernán Guerra en Tenerife Francisco de Lucena da en dote a Leonor Sánchez su mujer 65000 mrs. que recibió de Gonzalo de Córdoba y Beatriz Sánchez, sus padres.


A 6 de mayo de 1522  testamento de Gonzalo de Córdoba en Tenerife ante Juan Márquez. Sobrevive al mismo. Dice estar casado con Beatriz. Los bienes los heredarán sus nietas Catalina de Carmona, mujer de Pedro de Carmona, y Leonor, hija de Juan de Sevilla, doncella, que está en la ciudad Sevilla en poder de su abuelo Martín de Sevilla, por iguales partes. Albaceas: su mujer y Antón de los Olivos.


GENEALOGÍA DE JUAN MERCHANTE A LA QUE SE REFIERE ANAYA  (1525)


“Juan Merchante, boticario, natural de Córdoba, soy venido a esta isla desde año de cinco poco más o menos, habré 55 años para abajo, antes menos que más

Hijos de la primera mujer porque soy casado dos veces:

-Isabel Hernández casada en Granada con Fernando de Jaén, corredor de lonja y tundidor, es de edad de 35 años (nacida en 1490), no reconciliados.

-Inés Hernández de edad de 33 años (nacida en 1492) casada en esta ciudad con Francisco de Mendaño, mercader, no reconciliada.

-Diego de Baeza, platero, que habrá 31 años, (nacido en 1496) casado con María de Palma, natural de Sevilla.

-Alonso Ramos, mozo que será de edad de 24 años (nacido en 1501) poco más o menos.

-Pedro de Baeza, boticario, mozo, de edad de 20 años, (nacido en 1503) no son reconciliados.

Mi mujer con la que hube estos hijos se llamaba Anna de Baeza, difunta, enterrada en Granada en la iglesia de Santa María de la O, hija de Diego de Baeza, sedero, y Catalina de Baeza.

Mi padre llámase Diego Rodríguez, merchante, su oficio era merchante de pescado seco, reconciliado, de los primeros de Granada, difunto, habrá 30 años enterrado en santa madre en Córdoba

Mi madre se llamaba Isabel Rodríguez difunta, 25 habrá enterrada en Córdoba en la misma sepultura donde se enterró mi padre, reconciliada.

Mis hermanos conocidos: 

-Hermana la mayor, que fue la primera hija que tuvo mi padre, llámase Constanza Rodríguez, difunta que fue reconciliada de los primeros de gracia, falleció año de siete, está enterrada en señor santo Agustín y su marido se llamada Juan González, su trato era mercader de pescado seco, fue condenado por sus pecados en la ciudad de Córdoba.

-La otra hermana, que es viva, es de edad de 45 años (nacida en 1480) poco más o menos, llámase Juana Rodríguez, es casada en Córdoba con Gonzalo de Córdoba, natural de ella, su oficio es hacer paños en su casa y asimismo trata en pescado seco, no es reconciliada.

Abuelos: 

Así de parte de mi padre como de mi madre no los conocí ni pienso que mis padres los conocieron porque jamás se los oí  mentar, no sé si fueron reconciliados o condenados.

Tías y tías:

No los tengo ni los conocí, así de parte de mi madre como por la parte de mi padre.


Fui casado segunda vez en esta ciudad año de ocho con Catalina Álvarez, viuda, hija de Diego de Carmona, platero, e hija de Isabel de Carmona su mujer, hube con ella siete hijos: Isabel, Elvira, Francisca, Bernardina, María, Diego y Lázaro y de todos estos me queda un hijo de año y medio que se llama Lázaro y una hija que se llama Elvira de edad de 13 años (nacida en 4 de marzo de 1511), los otros son fallecidos chicos.

E digo yo Juan Merchante que no soy reconciliado ni menos mi mujer la primera ni menos la segunda e digo más que mi trato fue… en Granada en vida de la primera mujer.


HIJOS DE JUAN MERCHANTE Y CATALINA ÁLVAREZ MERCHANTE EN EL LIBRO PRIMERO DE BAUTIZOS DE EL SAGRARIO

-Isabel, 1 de enero de 1509

-Elvira, 4 de marzo de 1511

-Francisca, 17 de agosto de 1513

-Bernardino, 4 de junio de 1519

-Juan, 18 de marzo de 1524

NOTICIA DE DIEGO DE CARMONA EN LOS PAPELES DE WALTER DE GRAY BIRCH QUE NOS HABLA DE SOLIDARIDAD ENTRE LOS CONVERSOS

Las Palmas, a 13 de abril de 1531

Francisco Galván tundidor observa un perro que sale de la casa de Antón Pérez cabeza, mercader  que vivía enfrente de él. El cual perro llevaba en la boca un pan sin levadura y después salió otro perro de la casa del dicho Antón Pérez Cabeza y traía en la boca un pan el cual este testigo le tomó al dicho perro y des del amanera que al parecer de este testigo del otro pan que sacaba el otro perro, el cual dicho pan este testigo trae y lo exhibió ante el dicho señor inquisidor y que lo trae porque le parece que es pan que no tiene levadura, etc. Por el dicho señor inquisidor le fue mandado que dejase el dicho pan el cual lo dejó, etc.

Y acerca del mismo asunto el 21 de abril de 1531 Diego de Carmona, platero, un reconciliado, de edad de 75 años, reconciliado por el SO de la Inquisición en Sevilla y que ha más de 40 años que se reconcilió. Preguntado si puede dar una opinión acerca del mencionado pan mencionado en el artículo anterior dijo que podría si le fuera mostrado y hecho esto dijo que la dicha torta es pan con levadura y que no es pan cenceño, etc.

Continuará…


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