sábado, 18 de diciembre de 2021

Arminda Masequera

HERNANDO DE GUZMÁN Y CATALINA GUADARTEME (ARMINDA)

(VECINOS DE LA VILLA DE GÁLDAR, GRAN CANARIA, S. XVI)

(Con reconocimiento al trabajo de Manuel Lobo Cabrera sobre la biografía de Arminda que forma parte del libro Las “Princesas” de Canarias, Anroart  2011)

Busto de Arminda, obra de Diego Higueras

I

EGONAYGA GUAYASÉN SEMIDÁN

 

D circa 1478 GÁLDAR

 

MATRIMONIOS

 

ATENDIURA GUAYARMINA

 

D circa 1470 GÁLDAR

II

HERNANDO DE GUZMÁN

N  1459 TOLEDO

D  1518 GÁLDAR

 

ARMINDA MASEQUERA  

N circa 1470 GÁLDAR

D circa 1535 GÁLDAR

III

ALONSO GUTIÉRREZ DE ROJAS

N 1476 SEVILLA 

1518 GÁLDAR

 

LUISA DE GUZMÁN Y GUADARTEME

N 1498 GÁLDAR

 

IV

DIEGO RAMIRO DE GUZMÁN Y ROJAS

 N 1521 GÁLDAR

1550 GÁLDAR

MARÍA DE CABREJAS SAN CLEMENTE 

 

 

V

JUAN DE GUZMÁN Y CABREJAS

N 1555 GÁLDAR

 

1590 GÁLDAR

BERNARDINA JÁIMEZ DE SOTOMAYOR Y ZAMBRANA 

Dota a Isabel GUÍA 1620

VI

JUAN BENÍTEZ DE QUINTANA Y ROJAS

N 1592 GÁLDAR

D 1644 GÁLDAR

1620 GÁLDAR

ISABEL DE GUZMÁN  JÁIMEZ DE SOTOMAYOR

N 1590 GÁLDAR

D 1675 GÁLDAR

VII

PEDRO DE GUZMÁN BENÍTEZ DE ROJAS

N 1628 GÁLDAR

1648 GÁLDAR

LEONOR VILLAR DE HERRERA

 

D 1700 GÁLDAR

VIII

GASPAR DE GUZMÁN

 

D 1694 GÁLDAR

1688 GÁLDAR

Mª JOSEFA DOMÍNGUEZ DE LOS REYES

N 1662 GÁLDAR

IX

NICOLÁS RUIZ DE GUZMÁN

N 1693 GÁLDAR

1711 GÁLDAR

INÉS SAAVEDRA DE QUINTANA 

N 1692 GÁLDAR

 

X

FRANCISCO TOMÁS DE GUZMÁN SAAVEDRA

N 1718 GÁLDAR

TTO  1804       D 1807 GÁLDAR

1743 GÁLDAR

  CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ  DE MIRANDA

N 1721 GÁLDAR

XI

MARCOS JOSÉ DE BETANCURT BETANCOR

N 1749 GUÍA

TTO  Y D 1823 GÁLDAR

1775 GÁLDAR

ÁNGELA INÉS DE GUZMÁN RODRÍGUEZ

N 1752 GÁLDAR

D 1831 GÁLDAR

XII

JUAN DOMÍNGUEZ SAAVEDRA

N 1773 GÁLDAR

TTO 1845        D 1846 GÁLDAR

1779 GÁLDAR

Mª CONCEPCIÓN BETANCURT DE GUZMÁN

N 1776 GÁLDAR

XIII

JUAN DOMÍNGUEZ BETANCURT

N 1814 GUÍA

TTO y D 1885 GÁLDAR

1847

CUBA

FERMINA DÍAZ GARCÍA

N 1823 GUÍA

D 1882 GÁLDAR

XIV

FCO. GREGORIO BAUTISTA MIRANDA

N 1859 GUÍA

D 1915 GÁLDAR

1878

GUÍA-GALDAR

Mª SINFORIANA DOMÍNGUEZ DÍAZ

N 1861 GÁLDAR

D 1902 GÁLDAR

XV

MODESTO BAUTISTA DOMÍNGUEZ

N 1894 GUÍA

D 1954 LAS PALMAS

1924

LAS PALMAS 

AMÉRICA GONZÁLEZ DOMÍNGUEZ

N 1906 CUBA

D 1994 LAS PALMAS

XVI

LORENZO HERNÁNDEZ VEGA

N 1927 SAN LORENZO

1953

LAS PALMAS

PURA BAUTISTA GONZÁLEZ

N 1932 GÁLDAR

D 2008 MASPALOMAS

XVII

FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA

N 1955 LAS PALMAS 

 

 

 


  

A)   LOS AVATARES DE ARMINDA

Acerca del nacimiento de nuestra ascendiente solo podemos saber, atendiendo a la tradición genealógica y a las observaciones de algunos autores que han investigado en el Archivo Acialcázar, que su madre era la guayarmina o reina de Gáldar llamada tal vez Atendiura quien murió tempranamente, se dice, con ocasión del parto de su única hija. Tal evento tuvo que acaecer en torno a 1470  pues en 1483 cuando se produce la entrega de Arminda esta tiene una edad que puede oscilar entre 12 y 15 años: los doce que le otorgan las crónicas y los quince que le corresponderían por su propia declaración cuando señala en 1528 (en la información de nobleza de Luisa de Betancor y de sus hijos Juan Perdomo y Arriete de Betancor) que tenía por entonces unos 60 años. 

La muerte de su madre determinó ─es nuestra hipótesis─ la pérdida de legitimidad para gobernar de su padre, el viejo Egonayga Guayasén Semidán, el guadarteme bueno, quien al no querer ceder el trono tras la muerte de la reina, debió enfrentarse a un complot en su contra por parte de la alta nobleza indígena. Egonayga resuelve la situación desposándose con su jovencísima sobrina Tenesso (Tenesoya) para así mantenerse en el trono,  jugada política que, como sabemos, no le salió nada bien, con el rapto, primero, y la huída, después, de la rubia guayarmina regente. 

Los avatares de la “reina niña” hasta su multitudinaria entrega un 26 de  julio de 1483 en el Real de Las Palmas son suficientemente conocidos. Como símbolo de la soberanía canaria, Arminda fue escondida en las tierras más fragosas del interior, a espaldas de la isla, bajo la custodia de los mejores guerreros insulares al mando de Tasarte quienes, en defensa de la niña, en el Roque de Ajódar, causaron el mayor estrago de toda la guerra a las tropas castellanas.

Su azaroso deambular por las cumbres perseguida por los espías indígenas al servicio de don Fernando Guadarteme concluye con la capitulación en un lugar, Ansite, y en un día, el 29 de abril de 1483, en el que nosotros creemos que no se encontraba presente Arminda, probablemente oculta en las cuevas más inaccesibles de las paredes de la Caldera de Tirajana, pues  de otro modo ella hubiera sido aprehendida entonces como lo fue su prima, la guayarmina regente en aquel momento, la que poco después sería bautizada con el nombre de Margarita Hernández. De hecho, Arminda sería entregada tres meses después de la capitulación a las puertas de la Villa Real de Las Palmas

El bautizo de Arminda se produjo a finales de julio de 1483, unos días después de dicha entrega pactada, siendo oficiado por el obispo don Juan de Frías en la ermita de Santa Ana. No hay  dudas, siguiendo a Marín de Cubas, acerca del nombre castellano que se  le impone a la niña, Catalina Guadarteme, y de quiénes fueron sus padrinos, Rodrigo de Vera, el hijo del gobernador, Juan de Mayorga, el alcalde de la Villa Real de Las Palmas, y la esposa de este, Juana Bolaños. Su nombre indígena suscita sin embargo más controversia. En nuestra opinión, Arminda es uno de los componentes de la palabra guayarmina o guayarminda, es decir, reina en la antigua lengua que, como señalan las crónicas, significa literalmente “almendra bella”. Pensamos que el título completo se otorgaba a la reina una vez desposada con el guadarteme y que se reserva el nombre de Arminda, sin el primer término Guaya, a la princesa heredera. Su verdadero nombre sería pues Masequera o Mastegena como se señala en algunas crónicas.

En el Romance de las Guayarminas (Cantos de mestizaje) rememoramos literariamente la vida de la princesa Masequera, desde su nacimiento hasta su muerte. Mostramos a continuación, para repasar sus andanzas de mayor, uno de los cantos de dicho romance (Capitulaciones regias) y otro (La señora del cañaveral de Taya) que compusimos con posterioridad a dicha publicación para incorporar las novedades que nos aportó el magnífico texto de Manuel Lobo Las “princesas” de Canarias.

  

CAPITULACIONES REGIAS


En casaderas edades

no se separa de Luisa,

la que ejerciera de madre

y, ahora, de hermana y amiga.

Vivirá en la regia Gáldar,

en las casas palatinas

donde su padre, Egonayga,

desolado fallecía.

La casan con un Guzmán,

capitán de infantería,

afamado militar

de las guerras granadinas.

En el Castillo de Batres,

do Garcilaso escribía,

se asienta el rancio linaje

de estos Grandes de Castilla.

Funda con él una saga

perlada por su hija Luisa,

que en la Casa Real Canaria

ensueños personifica.

Su señera descendencia

nobles uniones concita

al socaire de la estela

de su egregia dinastía.

Son por ello los Guzmanes 

portadores del estigma

de que corre impura sangre

por sus venas azulinas.

Es sin embargo una honra

del común de esta gran isla

que discurra savia roja

por su drago de familia.


LA SEÑORA DEL CAÑAVERAL DE TAYA


A seis seres dio la vida:

fue la mayor doña Luisa        

luego Hernando, Catalina,     

María, Alonso y Francisca.

Cuando enviuda a los cincuenta,

la otrora princesa Arminda,

coge en sus manos las riendas

de la hacienda de familia. 

Catalina de Guzmán

es ahora viuda rica

con tierras de pan sembrar

en el Palmital de Guía

y plantaciones en Gáldar

donde la caña cultivan

esclavos de piel quemada 

traídos de Berbería.

Aunque dice sin rodeos

que, antes, cual bestias vivían,

orgullosa de su acervo,

a los suyos nunca olvida,

apadrinando a sus primos

de la nobleza nativa

y ejerciendo de testigo

cuando alguno lo precisa.

Pues se refieren a ella 

como doña Catalina

su nombre muy alto queda

en la relación de firmas

que se enfrentan al ultraje

del gobernador de la isla

cuando otorga regio alcalde

a los vecinos de Guía.

En los versos que hemos compuesto se describen las escenas más importantes de la vida adulta de doña Catalina Guadarteme de Guzmán:

-Su casamiento con el noble castellano don Hernando de Guzmán, nacido en Toledo, hijo de Alonso de Guzmán e Isabel Megías y nieto del Grande de Castilla  Hernando Pérez de Guzmán y de su esposa Catalina Galdamés, Señor de Batres y Alcaudete, cuya pomposo título evitó a doña Catalina de Guzmán y a su descendencia la necesidad de realizar  probanzas de hidalguía para evitar el pago de impuestos.

-Su prolija descendencia que asume enteramente el apellido Guzmán: Hernando de Guzmán, como su padre, que fue gobernador de la isla en torno a 1520; su hija Luisa, por quien hubiera continuado la saga real, casada con el sevillano Alonso Gutiérrez de Rojas; Catalina, llamada como su madre, que casó con el portugués Ruy Dias de Matos; María, casada con Francisco Galeoto Cerezo, de ilustre ascendencia genovesa; Alonso, de quien no conocemos su trayectoria y la más pequeña de la saga, Francisca, que enlazó matrimonialmente con Alonso de Soria.

- Sus extensas propiedades que incluyen tierras de secano y de regadío tanto en Guía (El Palmital) como en Moya (Barranco del Pinar), como en la Vega de Gáldar, donde se encuentra la gran plantación de Taya en la que trabajan como mano de obra 20 esclavos negros; sus negocios florecientes relacionados con el cultivo de caña y la elaboración de panes de azúcar en los  ingenios de Moya o el ingenio de abajo de Gáldar. 

- Su destacada presencia, dada su preeminencia social, en la relación de vecinos que en 1525 denuncian al Justicia Mayor de la Isla el agravio a la Villa de Gáldar causado con la institución de Alcaldía real y vara de justicia para el “barrio comarcano” de Guía remarcándose en el documento su estirpe regia con el tratamiento de doña que se le otorga, honor reservado a las personas del máximo rango, siendo nuestra dama la única que lo recibe entre los aproximadamente 120 vecinos que firman el poder.

- Su declaración en favor de su prima Luisa de Betancor (Tenesoya) en la información de nobleza de 1528, uno de cuyas respuestas, por su relevancia, transcribimos literalmente: “…fue público y notorio en el tiempo que esta isla era de los canarios, así antes de que se ganase por los cristianos como después de ganada, y en tal posesión siempre fue habida y tenida la dicha Luisa de Betancor (como) de los naturales de esta isla y de los conquistadores de ella.”

B)   CONTINUIDAD DEL LINAJE

Del cuadro que hemos elegido para mostrar la continuidad hasta el día de hoy de la estirpe de Arminda Masequera extraemos a continuación una serie de curiosidades históricas:

-En primer lugar destacamos, en los siete primeros pasos de la escala (siglos XVI y XVII), cómo los Guzmán mezclan su azulina sangre con linajes de conquistadores afincados en Gáldar (apellidos Rojas, Quintana, Jáimez de Sotomayor) con matrimonios de conveniencia que, por una cuestión de prestigio, siguen incluyendo a descendientes de la estirpe de los Semidanes, como es el caso de los Cabrejas que provienen del matrimonio entre el conquistador Francisco de Cabrejas  y Catalina Hernández  a quien no hay que confundir con la hija homónima de Fernando de Guadarteme. Esta Catalina es hija de  Autindana, el guayre de Agüimes, y nieta de Aymedeyacoán, el guadarteme regente de Telde que junto a varios caballeros canarios acudió a la corte de Calatayud en 1481.

-A mediados del XVII los linajes aristocráticos parecen perderse cuando un tal Pedro de Guzmán se casa con una muchacha de padres desconocidos a quien sin embargo dan el nombre en la partida de matrimonio de doña Leonor Villar de Herrera. Recordemos que en esa época el tratamiento de don o doña está reservado a los personajes más ilustres. Nos extrañó esta circunstancia por lo que, revisando la partida, advertimos que fue testigo del evento un tal don Luis de Villar y que la ceremonia fue oficiada por el licenciado don Gaspar Ruiz de Villar, Vicario y Beneficiado de la Iglesia de Gáldar. Lean la curiosa partida y saquen ustedes sus conclusiones. 

Iglesia de Santiago Apóstol de Gáldar, Libro 1-Folio 35-Año 1648 "En la villa de Gáldar a 2 de junio de 1648 casé y velé in facie ecclesiae a don Pedro de Benítez Guzmán hijo de Juan Benítez y de doña Luisa de Guzmán, habiendo precedido las tres amonestaciones conforme el Santo Concilio siendo testigos D. Bernardo de Ulloa y D. Luis de Villar y en fe de ello lo firmé, con doña Leonor Villar de Herrera, hija de padres no conocidos”. Fdo: El Licenciado Gaspar Ruiz Villar.

-En los siglos XVIII y XIX los Guzmán de Gáldar enlazan con más familias de renombre, prolongando su estirpe con nuevos matrimonios de conveniencia: los Saavedra, los Miranda, los Betancor, hasta llegar a los Domínguez de mi bellísima bisabuela Sinforiana cuyo padre, Juan Domínguez Betancor, en el testamento que otorga en 1845, lega amplias propiedades a sus hijos. En la hijuela que corresponde en el reparto a la más pequeña,  Sinforiana, están, entre otras propiedades agrarias en la vega de Gáldar, las Huertas del Rey, que, como su nombre indica, debieron constituir la terra dominicata del viejo rey Egonayga, tierras que al parecer y extrañamente pasaron a manos, no de sus hijos, sino de los hijos de la segunda esposa de su marido.

-Cerramos este artículo con la estrofa dedicada a los Guzmán en nuestra obra inédita El Árbol de las Octavas con la que quisimos destacar a un personaje que ostentando este linajudo apellido merece, por su legado, el  reconocimiento de todos los canarios.

 

Entre  tanto preboste y calavera

de este rancio linaje señorial

encontramos sin embargo una perla:

a mi buen Celso Martín de Guzmán,

artífice de la genial idea

de restaurar el templo del Faycán:

nuestra Cueva Pintada de Gáldar,

Capilla Sixtina del arte en Canarias.

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