miércoles, 23 de junio de 2021

Reseña del artículo "El primer registro de defunciones de Canarias" de Juan Ramón García del Campo de Ucedo y Rodríguez

RESEÑA DEL ARTÍCULO “EL PRIMER REGISTRO DE DEFUNCIONES DE CANARIAS” DE JUAN RAMÓN GARCÍA DEL CAMPO DE UCEDO Y RODRÍGUEZ (GÁLDAR 1518-1529) 

 Autor de la reseña: Faneque Hernández Bautista


Acerca de este trabajo que puede consultarse en la revista de la Asociación Rey Fernando Guanarteme cuyos números se conservan en el Museo Canario de Las Palmas, vamos a hacer una breve reseña acerca de su contenido en lo que se refiere a los registros de la primera parte del libro primero de defunciones de Gáldar, la que se corresponde con el periodo más antiguo: 1518-1529.

 

En la documentación exhumada del archivo parroquial por este veterano y prestigioso genealogista observamos que se relacionan no solo los enterramientos propiamente dichos, los cuales se realizaban por entonces bajo el suelo de la propia iglesia, sino también los pagos, por la compra, a plazos o al contado, de las sepulturas, aun no habiendo fallecido nadie. Quien da fe de dichos pagos en su libro de cuentas es el mayordomo de la iglesia: Juan de San Martín, esposo de María de Aguilar, hija del conquistador Gonzalo de Aguilar y de su esposa Leonor Verde de Betancor. 

 

                        Enterramiento bajo el suelo de la antigua iglesia de Gáldar hoy Hotel Agaldar

Cada uno de los registros del libro de cuentas de Juan San Martín nos aporta el nombre de la persona enterrada o en su defecto la de quien hace un pago por la compra de una sepultura, la fecha en que se realiza el pago y la cantidad aportada, amén de algunas observaciones.

 

El documento, que integra los extractos de una copia decimonónica de originales obrantes en la parroquia de Gáldar, muy deteriorados y dispersos, está, sin duda alguna, incompleto en origen, debiendo destacarse del mismo para el periodo 1519-1528 lo siguiente:

- La corrección de las fechas de los registros de la copia decimonónica tras la revisión que hemos realizado de la cronología a la luz de un calendario perpetuo de demostrada fiabilidad (astro.bonavoglia.eu)

- La existencia de dos lagunas anuales en el periodo considerado pues no se relaciona ningún registro de defunción para el año 1520 y tampoco para el año 1527.

- La existencia de lagunas interanuales en determinados años de la serie pues algunos años están mejor representados (de enero a diciembre) que otros. 

Por todo lo cual, no nos hemos planteado la posibilidad  de hacer estudios estadísticos de la mortalidad a lo largo de este periodo. 

 

Lo único que nos atrevemos a comentar al respecto de la mortalidad en estos años es que los registros del año 1521 en adelante se corresponden en gran medida con la gran mortandad causada por la peste negra en la isla, mortandad que vemos que afecta particularmente a jóvenes e infantes ( “hijo/a de…”, “nieto/a de…”,  “sobrino/a de…” son los términos que emplea  el mayordomo para referirse a ellos).  Sobre 88 defunciones registradas en el periodo considerado, 49 se refieren a este gran grupo de edad: el 57 por ciento del total, una cifra relativa muy elevada que no incluye la mortalidad de neonatos previa al bautizo. Por otra parte, y en contra de lo que pensábamos,  esos estragos de la peste parecen afectar tanto a las familias indígenas, como mestizas y criollas. 

 

En cuanto a la cantidad aportada en cada registro, esta se expresa generalmente en maravedíes, aunque a veces en doblas o reales, precisándose en buena parte de ellos si se trata de un pago inicial por abertura de la fosa, o bien de un pago parcial o total por la compra de la sepultura, la cual podía tener precios muy variados dependiendo de la calidad del enterramiento (si se abre la tumba en la nave de la iglesia, si se hace la inhumación en una fosa común en espacio sagrado, etc.) lo cual nos permite hacer aproximaciones para conocer el nivel socio-económico de la familia del fallecido.


Para poder manejarnos en el sistema monetario de entonces hemos recurrido a la obra de Manuel Lobo  “Monedas,  pesos y medidas en el siglo XVI” (Cabildo Insular de GC, 1989). En dicho trabajo Lobo nos aclara que la dobla equivalía a 500 maravedíes; el real viejo  a 42 mrs. y el real nuevo a 48 mrs. Para entender el valor real de estos precios decidimos repasar, siguiendo al mismo historiador, la equivalencia en maravedíes de algunos productos esenciales en el primer cuarto del siglo XVI lo que venía a denominarse moneda corriente: así, un arroba de azúcar tenía un valor de mercado de 300 mrs, una fanega de trigo  tenía un valor de 200 mrs. y una fanega de cebada  tenía el valor de 70 mrs.

 

Para terminar la reseña de este meritorio trabajo que integra un estudio preliminar y la copia del documento de 1832 con el añadido de valiosos comentarios sobre la identidad de muchos de los fallecidos, vamos a ejemplificar, a la luz de los registros del periodo 1518-1529, la tragedia de la mortandad de los años 20 en algunas de las familias galdenses que resultaron particularmente afectadas: 

 

En primer lugar, la familia formada por Blas Rodríguez y Catalina Hernández. Él, mestizo, como hijo de Juan de Vargas y mujer nativa, y ella, de la nobleza canaria,  como hija de Hernando de Guadarteme y Juana Hernández. Blas es uno de los últimos firmantes del poder de 1526 para protestar por el nombramiento de alcalde para la villa de Guía lo que es indicativo de su nivel social.

- Un tal Juan de N… fallece en su casa en 1519

- Blas Rodríguez entierra a un hijo suyo en 1521

- Y como es bien sabido su mujer, Catalina Hernández, su mujer, herida de la pestilencia, fallece en Agüimes en 1526.

- En 1529, finalmente, Blas Rodríguez paga la abertura de la tumba en la que va a ser enterrado Hernando de Acedo, probable pariente, que no identificamos, del segundo marido de Catalina, Adán de Acedo el mozo.

 

En segundo lugar, la familia de Pedro Maninidra, relevante miembro de la familia real canaria, conquistador de La Palma y Tenerife, que según Cebrián Latasa es primo hermano o sobrino de su homónimo. Nos dice además Cebrián Latasa que Pedro Maninidra alterna estancias entre Tenerife y Gran Canaria y que había casado con Ana de León, viuda de Juan Buenviaje y Juan de Frías. Y añadimos nosotros que al final de su vida  estaba casado con otra mujer llamada también Catalina Hernández que es la que aparece como su viuda en la relación de vecinos de Gáldar que firman el poder para evitar la secesión de Guía en 1526.

-Pedro Maninidra fallece en el año 1525

-Mueren dos de sus hijos en el año 1528 pagando la sepultura la mujer de Maninidra.

 

En tercer lugar, una desconocida familia de pobladores que sufrió graves pérdidas, las cuales de algún modo vieron llegar la epidemia porque adquieren una sepultura en 1519: la familia de Hernán o Hernando Martín e Inés Castellana.   Hernán Martín no está en el listado de los firmantes del poder otorgado por los vecinos en 1526 lo que nos hace pensar que se trata de un vecino de Guía que es partidario de la secesión. A menos que su nombre y apellido aparezcan invertidos y se correspondan con el del vecino Martín Hernández, firmante del poder situado en la parte medio-baja del listado.

 - Hernán e Inés pierden a una hija en 1521, que era la esposa de Alonso Blanco

- Entierran asimismo a un hijo en 1523 

- Y finalmente entierran a otro hijo  en 1525.

 

En cuarto y último lugar, la familia del conquistador de Gran Canaria Fernando de Montemayor, casado según Cebrián Latasa con Inés Hernández, dos de cuyos hijos, Simón y Lázaro llevaron el apellido Ortiz. Montemayor es uno de los firmantes del poder a Alonso Jáimez de 1526 y aparece como tal conquistador en la parte alta del listado junto a otros hidalgos castellanos como Francisco de Miranda y Juan de Soria.

- Una niña de Inés Hernández fallece en 1522

- Un hijo de Montemayor es enterrado en 1528

- El padre de Montemayor en enterrado en 1528

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